PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 7 - Número 1800 ~ Martes 28
de Agosto de 2012
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
La carta de S. Pablo a los Efesios anima a cada creyente
a vivir un profundo proceso de renovación interior. El despojo del hombre
antiguo, movido por los deseos egoístas, es un paso imprescindible para poder
seguir a Jesús.
El verdadero hombre nuevo creado a imagen de Dios es
Jesús. Recorriendo el camino que Él siguió queremos vivir sus discípulos. No se
trata de reproducir mecánicamente sus palabras y sus opciones en nuestra vida,
sino de asimilarlas de forma personal y única.
Cada creyente va moldeando una respuesta irrepetible.
Cada discípulo de Jesús que se decide a incorporarse a su misterio pascual va
humanizándose y renovándose interiormente.
En esta sociedad marcadamente individualista, los
cristianos estamos llamados a documentar la solidaridad cristiana porque hemos
sido alcanzados por la compasión y el amor de Jesús.
"La verdad católica"
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús dijo: «¡Ay de vosotros, escribas y
fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del aneto y del comino,
y descuidáis lo más importante de la Ley: la justicia, la misericordia y la fe!
Esto es lo que había que practicar, aunque sin descuidar aquello. ¡Guías
ciegos, que coláis el mosquito y os tragáis el camello! ¡Ay de vosotros,
escribas y fariseos hipócritas, que purificáis por fuera la copa y el plato,
mientras por dentro están llenos de rapiña y codicia! ¡Fariseo ciego, purifica
primero por dentro la copa, para que también por fuera quede pura!».
(Mt 23,23-26)
Comentario
Hoy, Jesús toma una clara actitud de denuncia: «¡Ay de
vosotros (...)! ¡Ay de vosotros (...)!» (Mt 23,23.25). Su objetivo son los
maestros de la Ley y los fariseos, que representan a las clases poderosas
porque ejercen sobre el pueblo un dominio espiritual y moral. ¿Cómo pueden
orientar a la gente si son “guías ciegos”? Su ceguera reside en la incoherencia
de observar escrupulosamente los pequeños detalles, que tienen su importancia,
y dejar de lado las cosas fundamentales, como la justicia, el amor y la
fidelidad. Tienen cuidado de su imagen, que no corresponde con su interior,
lleno de «rapiña y codicia» (Mt 23,25). Curiosamente, Jesús emplea términos
relativos a aspectos económicos.
El Evangelio de hoy constituye una invitación a que las
personas y los grupos más relevantes de las comunidades cristianas, es decir,
sus guías, hagan un examen de conciencia. ¿Respetamos los valores
fundamentales? ¿Valoramos más las normas que a las personas? ¿Imponemos a los
demás aquello que no somos capaces de cumplir nosotros mismos? ¿Hablamos desde
la suficiencia de nuestras ideas o desde la humildad de nuestro corazón? Como
decía Helder Cámara: «Quisiera ser un charco de agua para reflejar el cielo».
¿Ve la gente en sus pastores hombres de Dios, que distinguen lo accesorio de lo
fundamental? La debilidad merece comprensión, la hipocresía provoca rechazo.
Al escuchar el Evangelio de hoy podemos caer en una
trampa. Jesús dice a los maestros de la Ley y a los fariseos que son
hipócritas. También los había sinceros. Nosotros podemos pensar que este texto
se puede interpretar actualmente para los obispos y sacerdotes. Ciertamente,
como guías de las comunidades cristianas, tienen que estar atentos para no caer
en las actitudes que Jesús denuncia, pero hay que recordar que todo creyente
—hombre y mujer— puede alojar en su interior un “fariseo ciego”. Jesús nos
invita: «Purifica primero por dentro la copa, para que también por fuera quede
pura» (Mt 23,26). La espiritualidad tiene las raíces en el interior del
corazón.
Hno. Lluís SERRA i Llançana (Roma, Italia)
Santoral Católico:
San Agustín
Obispo y Doctor de la Iglesia
San Agustín es doctor de la Iglesia, y el más grande de
los Padres de la Iglesia, escribió muchos libros de gran valor para la Iglesia
y el mundo. Nació el 13 de noviembre del año 354, en el norte de África. Su
madre fue Santa Mónica. Su padre era un hombre pagano de carácter violento.
Santa Mónica había enseñado a su hijo a orar y lo había
instruido en la fe. San Agustín cayó gravemente enfermo y pidió que le dieran
el Bautismo, pero luego se curó y no se llegó a bautizar. A los estudios se
entregó apasionadamente pero, poco a poco, se dejó arrastrar por una vida
desordenada. A los 17 años se unió a una mujer y con ella tuvo un hijo, al que
llamaron Adeodato.
Estudió retórica y filosofía. Compartió la corriente del
Maniqueísmo, la cual sostiene que el espíritu es el principio de todo bien y la
materia, el principio de todo mal. Diez años después, abandonó este
pensamiento. En Milán, obtuvo la Cátedra de Retórica y fue muy bien recibido
por San Ambrosio, el Obispo de la ciudad. Agustín, al comenzar a escuchar sus
sermones, cambió la opinión que tenía acerca de la Iglesia, de la fe, y de la
imagen de Dios.
Santa Mónica trataba de convertirle a través de la
oración. Lo había seguido a Milán y quería que se casara con la madre de
Adeodato, pero ella decidió regresar a África y dejar al niño con su padre. Agustín
estaba convencido de que la verdad estaba en la Iglesia, pero se resistía a
convertirse.
Comprendía el valor de la castidad, pero se le hacía
difícil practicarla, lo cual le dificultaba la total conversión al
cristianismo. Él decía: “Lo haré pronto, poco a poco; dame más tiempo”. Pero
ese “pronto” no llegaba nunca.
Un amigo de Agustín fue a visitarlo y le contó la vida de
San Antonio, la cual le impresionó mucho. Él comprendía que era tiempo de
avanzar por el camino correcto. Se decía “¿Hasta cuándo? ¿Hasta mañana? ¿Por
qué no hoy?”. Mientras repetía esto, oyó la voz de un niño de la casa vecina
que cantaba: “toma y lee, toma y lee”. En ese momento, le vino a la memoria que
San Antonio se había convertido al escuchar la lectura de un pasaje del
Evangelio. San Agustín interpretó las palabras del niño como una señal del
Cielo. Dejó de llorar y se dirigió a donde estaba su amigo que tenía en sus
manos el Evangelio. Decidieron convertirse y ambos fueron a contar a Santa
Mónica lo sucedido, quien dio gracias a Dios. San Agustín tenía 33 años.
San Agustín se dedicó al estudio y a la oración. Hizo
penitencia y se preparó para su Bautismo. Lo recibió junto con su amigo Alipio
y con su hijo, Adeodato. Decía a Dios: “Demasiado tarde, demasiado tarde empecé
a amarte”. Y, también: “Me llamaste a gritos y acabaste por vencer mi sordera”.
Su hijo tenía quince años cuando recibió el Bautismo y murió un tiempo después.
Él, por su parte, se hizo monje, buscando alcanzar el ideal de la perfección
cristiana.
Deseoso de ser útil a la Iglesia, regresó a África. Ahí
vivió casi tres años sirviendo a Dios con el ayuno, la oración y las buenas
obras. Instruía a sus prójimos con sus discursos y escritos. En el año 391, fue
ordenado sacerdote y comenzó a predicar. Cinco años más tarde, se le consagró
Obispo de Hipona. Organizó la casa en la que vivía con una serie de reglas
convirtiéndola en un monasterio en el que sólo se admitía en la Orden a los que
aceptaban vivir bajo la Regla escrita por San Agustín. Esta Regla estaba basada
en la sencillez de vida. Fundó también una rama femenina.
Fue muy caritativo, ayudó mucho a los pobres. Llegó a
fundir los vasos sagrados para rescatar a los cautivos. Decía que había que
vestir a los necesitados de cada parroquia. Durante los 34 años que fue Obispo
defendió con celo y eficacia la fe católica contra las herejías. Escribió más
de 60 obras muy importantes para la Iglesia como “Confesiones” y “Sobre la
Ciudad de Dios”.
Los últimos años de la vida de San Agustín se vieron
turbados por la guerra. El norte de África atravesó momentos difíciles, ya que
los vándalos la invadieron destruyéndolo todo a su paso.
A los tres meses, San Agustín cayó enfermo de fiebre y
comprendió que ya era el final de su vida. En esta época escribió: “Quien ama a
Cristo, no puede tener miedo de encontrarse con Él”. Murió a los 76 años, 40 de
los cuales vivió consagrado al servicio de Dios.
¿Qué nos enseña su vida?
- A pesar de ser pecadores, Dios nos quiere y busca
nuestra conversión.
- Aunque tengamos pecados muy graves, Dios nos perdona si
nos arrepentimos de corazón.
- El ejemplo y la oración de una madre dejan fruto en la
vida de un hijo.
- Ante su conflicto entre los intereses mundanos y los de
Dios, prefirió finalmente los de Dios.
- Vivir en comunidad, hacer oración y penitencia, nos
acerca siempre a Dios.
- A lograr una conversión profunda en nuestras vidas.
- A morir en la paz de Dios, con la alegría de
encontrarnos pronto con Él.
Si quieres conocer más de la vida de San Agustín consulta acá
Fuente: Catholic.net
Frases de San Agustín
“Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor;
si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor, si perdonas,
perdonarás con amor”
“Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar lo
que manda, te invita a hacer lo que puedas y pedir lo que no puedas y te ayuda
para que puedas”
“Cuando rezamos hablamos con Dios, pero cuando leemos es
Dios quien habla con nosotros. Reza como si todo dependiera de Dios. Trabaja
como si todo dependiera de ti”
“Cuando un hombre descubra sus faltas, dios las cubre.
Cuando un hombre las esconde, dios las descubre, cuando las reconoce, dios las
olvida”
“La medida del amor es amar sin medida”
Tema del día:
Reforma del Código Civil en
Argentina
El arzobispo de La Plata, (Argentina), Monseñor Héctor
Aguer (foto), advirtió que el anteproyecto de reforma del Código Civil puede tener
"tremendas" consecuencias porque propone una "nueva estructura
de la sociedad argentina en sus realidades esenciales" y reclamó un
"debate serio" en el Congreso.
El prelado, miembro de la Academia Nacional de Ciencias
Morales y Políticas, señaló que los cambios propuestos en la iniciativa oficial
"implican alteraciones muy graves contra la constitución de la familia y
la dignidad de la vida humana".
El también presidente de la Comisión Episcopal de
Educación Católica, aseguró que en el proyecto hay "diferencias
injustificables desde el punto de vista científico", y recordó que un
párrafo del proyecto propone reconocer el inicio de la existencia humana
"con la concepción en el cuerpo de la mujer o la implantación en ella del
embrión formado mediante técnicas de reproducción humana asistida".
De este modo, alertó, "se establece en ese texto una
diferencia injustificable desde el punto de vista científico. Se reconoce como
persona humana desde el momento de la concepción aquella que es engendrada en
el cuerpo de la mujer, pero no la que inicia su trayecto vital en una probeta.
Ésta sólo sería persona a partir de su implantación en el seno que la
reciba".
En su habitual reflexión televisiva, monseñor Aguer
precisó que "hay también cosas lamentables" como "la eliminación
del deber de fidelidad en el matrimonio, que es un elemento fundamental. Ya no
será un deber guardar fidelidad y ya no habrá atribución de culpa en el caso de
adulterio".
"En el anteproyecto se banaliza además del
matrimonio, el divorcio, que pasa a ser lo que se llama 'divorcio express'. El
trámite va a durar una semana. Se crean las figuras de 'uniones convivenciales'
para las parejas no casadas. Quiere decir que será lo mismo casarse que no
casarse", agregó.
El arzobispo platense señaló que "estas reformas no
tienen por ahora una repercusión popular, pero las consecuencias a la larga
serán tremendas sobre todo teniendo en cuenta que el Código Civil Argentino era
un modelo de orden jurídico fundado en la naturaleza de las cosas".
"La obra de Dalmacio Vélez Sarsfield, además, fue
prolongada y completada por tantos estudiosos, por famosos civilistas, que han
honrado al Derecho Argentino", afirmó.
Por último, monseñor Aguer sostuvo que "aquí lo que
se está proponiendo es una nueva estructura de la sociedad argentina en sus
realidades esenciales. Y esto sí que es un problema serio y que tiene que ser
objeto de debate", y expresó su deseo de que “haya un debate serio en el
Congreso de la Nación. Espero también que haya muchas consultas antes, a todas
las instituciones de la sociedad que pueden opinar sobre esto".
Con relación al mismo tema, los obispos participantes de
la 162º reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina
(CEA) dieron a conocer un mensaje titulado: “El Código Civil y nuestro estilo
de vida”. Para leerlo completo hacer clic acá
Nuevo artículo
Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo
II inolvidable"
Puedes acceder en la dirección:
Pensamientos sanadores
Aprendiendo cada día a caminar
Cuando fuimos niños, aprendimos a caminar. Pero no lo
hicimos de un día para el otro sino muy de a poco, gradualmente.
A medida que nuestras piernas se iban fortaleciendo nos
comenzamos a poner de pie y nos animamos a dar los primeros pasos.
Muchas veces nos caímos, pero no nos desanimamos, sino
que nos levantamos nuevamente y recomenzamos a caminar, hasta que ya nos
acostumbramos.
En la vida espiritual es similar, aprendemos a caminar en
el Espíritu, poco a poco; y aunque en ocasiones suframos tropezones y caídas,
no debemos desanimarnos.
La diferencia reside en que, al caminar en la vida del
Espíritu, se aprende hasta el último suspiro que demos en esta vida.
Tu palabra es una
lámpara para mis pasos, y una luz en mi camino. Salmo 119, 105.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa
Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el
cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno,
así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu
Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por la unión de las
familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones
sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por Luis A. M. S., de México, para que
pronto esté bien pues lo operaron de la vesícula de emergencia y está muy
delicado. También para que Martha Patricia M., de León, México, encuentre
rápido trabajo y la forma de salir adelante económicamente con sus hijos.
Pedimos oración por Daniel R. que vive en Otawa, Canadá,
que tiene una enfermedad en el corazón por lo que necesita ser operado pronto.
Que Jesús Misericordioso esté con él y le conceda la gracia de superar con bien
esta circunstancia.
Pedimos oración porque en Lima, Perú, en el barrio de
Santa Clara, una joven madre fue herida de bala por unos pandilleros. Ella
tiene dos hijitos. Hoy la vuelven a operar pero no tienen dinero para la
operación. Aunque no tenemos el nombre, Jesús sabe quién es y por eso rezamos
por su pronta recuperación y para que un alma caritativa ayude con los gastos.
De la misma ciudad nos piden oraciones por Maria Ch. M.,
que está pasando por dolencias muy fuertes y le realizan una tomografía. Su
nieta Yanina, quien está muy preocupada por la salud de la abuela, solicita
nuestras oraciones.
Pedimos oración por Isabel, de Oviedo, Asturias, España, a
quien hoy le realizan un scaner para ver si tiene metástasis de un cáncer de
útero que le han diagnosticado, para posterior tratamiento. Que se cumpla la
voluntad del Señor, pero que esta enfermedad le sirva para poder reconciliarse
con Él.
Pedimos oración por Elena, de Oviedo, Asturias, España,
que se ha intentado suicidar y va a seguir intentándolo, para que el Señor en
su infinito Amor y Misericordia, le permita reconciliarse con Él y no caer en
manos de satanás para toda la eternidad.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo
ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible
dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no
publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la
solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y
enviarlos a pequesemillitas@gmail.com
y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan
sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos.
"Intimidad Divina"
¡Padre!
El cristiano halla en Jesucristo no sólo su salvación y
justificación personal, sino cuanto es necesario para satisfacer sus deudas con
Dios y rendirle un homenaje digno de Él. El Hijo de Dios, en efecto, se encarnó
no sólo para redimir a los hombres, sino ante todo para rendir a Dios en nombre
de todas las criaturas, un culto adecuado a su Majestad infinita. En sus
relaciones con el Padre, Jesús es esencialmente hijo; un hijo que vive
únicamente para el Padre del que ha recibido la existencia: “el Padre, que
vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre” (Jn 6, 57); un Hijo que no tiene
más ideal que la voluntad del Padre, la cual abraza con todo el ardor de su
corazón: “mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado” (Jn 4, 34);
un Hijo que en todas sus acciones busca sólo el beneplácito del Padre: “yo hago
siempre lo que le agrada a él” (Jn 8, 29). Jesús, el Unigénito de Dios, por
naturaleza, ha querido hacer a los hombres partícipes por gracia de su
filiación divina y los ha incorporado a la corriente de sus sentimientos
filiales hacia el Padre celestial.
Jesús, el Hijo Unigénito de Dios, quiso ser preconizado
con el nombre de “Siervo de Yahvé” (Is 42). Hijo y siervo: dos títulos que
parecen antagónicos, pero que no lo son en realidad cuando quien los
personifica sirve al padre con amor de hijo y lo ama sirviéndole con plena
dedicación. Es lo que hizo Jesús, cuya vida estuvo toda consagrada al servicio
amoroso del Padre. “¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?”.
En las palabras de Jesús adolescente palpita toda el ansia de su corazón filial
que quiere darse prisa en el servicio del Padre. El sentimiento religioso del
cristiano debe desembocar en una actitud semejante: la de empeñar todo su
corazón y toda su vida en el servicio de Dios.
Esta es la verdadera devoción… la que abraza toda la vida
orientándola al servicio del Señor; devoción en sentido específico, la que se
refiere a los actos de culto internos y externos. En todo caso la devoción no
es un sentimiento, sino un fruto de la voluntad, una decisión firme, constante
y generosa de darse a Dios. Puede haber devoción verdadera en una persona que,
en lugar de experimentar consuelo en el servicio de Dios, siente sólo aridez,
frialdad y tal vez hasta repugnancia, tanto en la oración como en la práctica
de la virtud. Lo que vale es la decisión
de la voluntad, es la actitud profunda filial por la que el cristiano
sirve a Dios no con corazón mercenario sino con corazón de hijo. Tal es el
comportamiento del cristiano: reúne en sí los sentimientos de humildad y
reverencia del siervo de Dios y los de amor y entrega desinteresada del hijo
del Padre celestial.
Padre, a ti me
abandono, haz de mi lo que te agrade. Cualquier cosa que de mi hagas, te doy
gracias… Estoy pronto a todo, lo acepto todo, te doy gracias por todo, con que
tu voluntad se cumpla en mí…, se cumpla en todas tus criaturas, en todos tus
hijos, en todos los que tu corazón ama. No deseo nada más, Dios mío. Pongo mi
alma en tus manos, te la entrego, Dios mío, con todo el amor de mi corazón
porque te amo. Y es para mí una exigencia de amor el darme, el confiarme en tus
manos sin medida… con infinita confianza, porque tú ere mi Padre. (C. de
Foucauld, La oración del pobre)
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.
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