jueves, 9 de agosto de 2012

Pequeñas Semillitas 1781


PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 7 - Número 1781 ~ Jueves 9 de Agosto de 2012
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Alabado sea Jesucristo…
Lo que ves con tus ojos y oyes con tus oídos es la realidad; depende de ti como la utilizas. La realidad puede ser dura o blanda, fría o cálida, suave o áspera, tranquila o caótica; la realidad es tal como es. Podemos maquillarla o inventarnos sueños; podemos aún construir castillos en el aire y vivir en ellos, pero esto no va a cambiar la realidad. Ella es lo que es.
Entonces, hay que trabajar en lo más profundo de la consciencia para cambiar mi manera de percibir esta realidad. En la medida que acepto las cosas como son, sin fantasías aunque manteniendo una visión futura mejor, soy capaz de encontrar salidas verdaderas y actuar de forma que la realidad se adecue a la necesidad.


La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy


En aquellos días, llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?». Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas». Díceles Él: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?». Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo». Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos». Entonces mandó a sus discípulos que no dijesen a nadie que Él era el Cristo.
Desde entonces comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que Él debía ir a Jerusalén y sufrir mucho de parte de los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, y ser matado y resucitar al tercer día. Tomándole aparte Pedro, se puso a reprenderle diciendo: «¡Lejos de ti, Señor! ¡De ningún modo te sucederá eso!». Pero Él, volviéndose, dijo a Pedro: «¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Escándalo eres para mí, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres!».
(Mt 16,13-23)

Comentario 
Hoy Jesús proclama afortunado a Pedro por su atinada declaración de fe: «Simón Pedro contestó: ‘Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo’. Replicando Jesús le dijo: ‘Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos’» (Mt 16,16-17). En esta felicitación Jesús promete a Pedro el primado en su Iglesia; pero poco después ha de hacerle una reconvención por haber manifestado una idea demasiado humana y equivocada del Mesías: «Tomándole aparte Pedro, se puso a reprenderle diciendo: ‘¡Lejos de ti, Señor! ¡De ningún modo te sucederá eso!’. Pero Él, volviéndose, dijo a Pedro: ‘¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Escándalo eres para mí, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres!’» (Mt 16,22-23).
Hay que agradecer a los evangelistas que nos hayan presentado a los primeros discípulos de Jesús tal como eran: no como unos personajes idealizados, sino gente de carne y hueso, como nosotros, con sus virtudes y defectos; esta circunstancia los aproxima a nosotros y nos ayuda a ver que el perfeccionamiento en la vida cristiana es un camino que todos debemos hacer, pues nadie nace enseñado.
Dado que ya sabemos cómo fue la historia, aceptamos que Jesucristo haya sido el Mesías sufriente profetizado por Isaías y haya entregado su vida en la cruz. Lo que más nos cuesta aceptar es que nosotros tengamos que continuar haciendo presente su obra a través del mismo camino de entrega, renuncia y sacrificio. Imbuidos como estamos en una sociedad que propugna el éxito rápido, aprender sin esfuerzo y de modo divertido, y conseguir el máximo provecho con el mínimo de labor, es fácil que acabemos viendo las cosas más como los hombres que como Dios. Una vez recibido el Espíritu Santo, Pedro aprendió por dónde pasaba el camino que debía seguir y vivió en la esperanza. «Las tribulaciones del mundo están llenas de pena y vacías de premio; pero las que se padecen por Dios se suavizan con la esperanza de un premio eterno» (San Efrén).
Rev. D. Joaquim MESEGUER García (Sant Quirze del Vallès, Barcelona, España)


Santoral Católico:
Santa Teresa Benedicta de la Cruz
(Edith Stein) Monja Mártir


Información amplia clic acá

Fuente: Catholic.net


La frase de hoy

"Del mismo modo que no tenemos derecho
a consumir riqueza sin producirla,
tampoco lo tenemos
a consumir felicidad sin producirla."

George Bernard Shaw


Tema del día:
Desnudaba su cuerpo, hoy su alma


Jennifer Case dice que abandonó la industria del sexo hace tres años por la gracia de Dios, y su mensaje a los hombres es muy claro: “Hay una persona real al otro lado de las imágenes que ustedes están viendo, y ustedes están destruyendo su vida y las vidas de sus hijos”.

En una entrevista con “The Porn Effect”, Case manifiesta desde su propia experiencia personal el daño que la industria del porno produce en las mujeres afectadas.

Ella dice que fue traumatizada, oprimida y abusada, que se enredó con las drogas y que necesitaba el dinero del porno para seguir teniendo acceso a ellas. Físicamente tenía que hacer frente a enfermedades de transmisión sexual.

“Tuve muchísimas y diferentes infecciones todo el tiempo. Abandoné Hollywood, porque me enfermé mucho con clamidia. Me dolía tanto mi abdomen que tuve que volver a casa”, dijo.

La industria del porno se alimenta de sus consumidores -ellos y su dinero dirigen el negocio destructivo-, por eso el daño causado a estas mujeres se puede atribuir tanto a los consumidores como a los productores.

Sin embargo, la ex actriz porno no tiene ningún rencor contra los hombres por su vida pasada. Ella posee una aguda percepción de la naturaleza adictiva del porno y dice que se da cuenta que tendrá la ayuda de Dios para que los hombres se alejen de la adicción, así como hizo con ella para que dejara el negocio.

“Hombres, ¡Dios los ama! Yo también los quiero y siempre rezaré por todos ustedes, para que se rompan las cadenas”, dice. “Ustedes son esclavos de la pornografía tanto como cualquier estrella del porno. Si ustedes están viendo pornografía o son adictos a ella, ustedes están tratando de llenar un vacío dentro de ustedes que sólo Dios puede llenar. Siempre que ustedes miran pornografía están haciendo el vacío más grande y destruirán sus vidas”.

Ella dice que el porno es “el mal”, y también “es una droga, un veneno y una mentira”.

“Si ustedes piensan que pueden mantenerse en la oscuridad, Dios los llevará a la luz para detenerlos y sanarlos”.

En un apremiante llamado a los hombres, Case concluyó la entrevista diciendo: “Estas mujeres son preciosas y merecen ser amadas tanto como usted. Hay una persona real al otro lado de las imágenes que ustedes están viendo, y ustedes están destruyendo su vida y las vidas de sus hijos.

“Cada película porno tiene a la hija de alguien en ella. ¿Y si fuera su niña? ¡En realidad, ustedes pueden estar asistiendo a la muerte de alguien! Actrices y actores porno mueren todo el tiempo de sida, de sobredosis de drogas, a causa de suicidios, etcétera. Por favor, dejen de mirar pornografía”.

Autor: John Henry Westen 
Fuente: Notifam.net
Traducción: José Arturo Quarracino.


Pensamientos sanadores


Pide gustar, aun hoy, lo hermoso que viviste ayer

No te angusties por los seres queridos que han partido de esta vida. Ellos están en los brazos del Padre y, desde el corazón de Dios, están en comunión contigo.
Tampoco se pierden los abrazos y el amor recibido en el pasado, de algún modo misterioso, todo ese amor ha quedado impregnado en tu cuerpo y en tu alma.
Todos esos gestos del amor son como un fuego interno y eterno; un combustible con los que debemos reanimar los inviernos de la vida y con el que podemos contagiar a otros, pues cuanto más amor prodigamos y gestos de afecto expresamos, crecen en nosotros en el presente, los efectos del amor recibido en el pasado.
No añores lo de ayer, pues si ayer lo tuviste, también hoy lo tienes en tu interior.

El amor no pasará jamás (…) Ahora existen tres cosas: la fe, la esperanza y el amor, pero la más grande de todas es el amor. 1 Corintios 13, 8 y 13.


Pedidos de oración


Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por María Paula, Gabriela e Irina, las tres hijas de nuestra lectora y amiga Patricia, que vive en Río Gallegos, Argentina, para que el Señor y la Santísima Virgen las protejan, las hagan crecer sanas física y espiritualmente, llevándolas por los mejores caminos de la vida. Sumamos también el pedido por la propia Patricia y su esposo Esteban.

Pedimos oración por Zulema S., que vive en Guatemala y ha tenido su bebé (prematuro, 7 meses de gestación, con malformaciones) el día 6 de este mes, y están ambas delicadas y hospitalizadas. Las ponemos en las manos de Jesús y bajo la protección de la Santísima Virgen María.

Pedimos oración por Agustina B., de 21 años de edad, que encontrándose de viaje en Miami (USA), ha tenido que ser hospitalizada de urgencia por un cuadro de abdomen agudo. Que el Señor esté con ella y le conceda la gracia de una pronta recuperación.

Pedimos oración por José B. para que Dios guíe la mano de quien le opere y pueda recuperar su salud; y María del Huerto, Solange y Carmen, todos de Montevideo, Uruguay.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y enviarlos a pequesemillitas@gmail.com y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos.


Ofrecimiento para sacerdotes y religiosas


Formulo el siguiente ofrecimiento únicamente para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas Semillitas" por e-mail:  Si desean recibir el power point y los comentarios del Evangelio del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para tener tiempo de preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos sobre la Palabra de Dios, pueden pedírmelo a pequesemillitas@gmail.com 
Solo deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia y a qué comunidad religiosa pertenecen.


"Intimidad Divina"

¿Quién es mi prójimo?

Según la ley mosaica, el amor al prójimo no rebasaba los lazos de la sangre ni los confines de la patria. Jesús de golpe renueva la ley; extiende el precepto del amor a todo hombre, sin excluir a los enemigos, a los injustos o a los extranjeros y modela el amor del cristiano cobre el infinito del Padre celestial. No hay necesidad de discutir para saber quién es “prójimo”; todos los hombres lo saben. Lo esencial es hacerse prójimo de cada uno, esto es, acercarse a cada hombre, especialmente al necesitado, sin reparar en sus ideas, partido o religión, justo como lo hizo el samaritano. El discurso es de fácil comprensión, pero la práctica implica un trastocamiento de mentalidad y una conversión profunda para adecuarse a la ley del amor renovada por Cristo. Es Dios quien quiere ser descubierto y amado en el hombre, aunque el pecado haya desfigurado su imagen divina, y para reencontrarla, se precisa calar la tosquedad de una naturaleza ingrata y los errores y escombros del mal.

“La razón que motiva el amor al prójimo es Dios –dice Santo Tomás–; pues lo que debemos amar en el prójimo es que él esté en Dios”, lo que equivale a amar su pertenencia a Dios como criatura e hijo; a reconoceré y amar su derecho a participar de la redención, pertenecer al Cuerpo místico de Cristo y poseer la vida y bienaventuranza eternas. Por el mero hecho de ser criatura de Dios, está llamado todo hombre a gozar estos bienes, y si todavía no los goza, la caridad teologal le ama con la mira en ellos, procurando que los alcance… ¿No nos ha amado así Dios a los hombres? “La prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros” (Rm 5, 8). Dios no ha esperado para amarnos ni Cristo para morir por nosotros a que estuviésemos sin pecado y fuésemos dignos de su amor.

Aunque bautizado, el cristiano no es hijo del Padre celestial ni hermano de Cristo, si no vive la caridad del Padre y del Hijo. Esta es la caridad de Dios: que “Él nos amó primero” (1 Jn 4, 19). Por eso la caridad cristiana será siempre la primera en dar el paso; no esperará a recibir una delicadeza, ni a ser solicitada por un testimonio de estima o una actitud de deferencia o simpatía. Esta es la caridad de Cristo: “que él dio su vida por nosotros” y así “también debemos nosotros dar la vida por los hermanos” (ib 3, 16). ¿Será demasiado el hacer bien, socorrer, servir a los que no nos aman y sacrificarnos hasta dar –no hay que excluirlo– la vida por ellos, cuando Cristo ha dado su vida por nosotros, que estábamos muertos por el pecado y tal vez nunca habíamos sido del todo sus amigos?

Amar al prójimo por caridad, es amarte a ti, Dios mío, en el hombre y al hombre en ti; es quererte a ti solo por amor de ti mismo, y a la criatura, por amor tuyo también… Señor, cuando vemos al prójimo creado a imagen y semejanza tuya, ¿no deberíamos decirnos unos a otros: “Mirad esa criatura que se parece al Creador”? ¿No deberíamos abrazarla estrechamente y llorar de amor por ella? ¿No deberíamos darle mil y mil bendiciones? Y ¿por qué? ¿Por amor a ella? No, ciertamente, pues ignoramos si es digna de amor o de odio en sí misma. ¿Por qué, pues? Por amor tuyo, oh Señor, que la has formado a tu imagen y semejanza y, por consiguiente, apta para participar de tu bondad en la gracia y en la gloria… Por eso, oh Amor divino, no sólo ordenas muchas veces el amor al prójimo, sino que lo produces y lo derramas en el corazón humano…; pues como el hombre es imagen tuya, el amor sagrado del hombre hacia el hombre es verdadera imagen del amor celestial del hombre hacia ti. (San Francisco de Sales)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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