PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 8 - Número 2100 ~
Miércoles 31 de Julio de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Todavía tenemos vivas en las retinas y en los oídos las
conmovedoras sensaciones que nos ha dejado la XXVIII Jornada Mundial de la
Juventud celebrada en Río de Janeiro, Brasil, la semana pasada. Ahora, una vez
que pasamos por la etapa de vibrar espiritualmente con la presencia del Santo
Padre y sus enseñanzas, llega el momento de la meditación serena de todo lo que
nos ha dejado en estos días de intensas vivencias espirituales.
Para ello, ponemos a disposición de los lectores de
“Pequeñas Semillitas” un link en el cual encontrarán todos los discursos y
todos los videos de esta JMJ 2013, tomado del portal católico aciprensa. Para
entrar hacer clic acá.
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús dijo a la gente: «El Reino de los
Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un
hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que
tiene y compra el campo aquel.
»También es semejante el Reino de los Cielos a un
mercader que anda buscando perlas finas, y que, al encontrar una perla de gran
valor, va, vende todo lo que tiene y la compra».
(Mt 13,44-46)
Comentario
Hoy, Mateo pone ante nuestra consideración dos parábolas
sobre el Reino de los Cielos. El anuncio del Reino es esencial en la
predicación de Jesús y en la esperanza del pueblo elegido. Pero es notorio que
la naturaleza de ese Reino no era entendida por la mayoría. No la entendían los
sanedritas que le condenaron a muerte, no la entendían Pilatos, ni Herodes,
pero tampoco la entendieron en un principio los mismos discípulos. Sólo se
encuentra una comprensión como la que Jesús pide en el buen ladrón, clavado junto
a Él en la Cruz, cuando le dice: «Jesús, acuérdate de mí cuando estés en tu
Reino» (Lc 23,42). Ambos habían sido acusados como malhechores y estaban a
punto de morir; pero, por un motivo que desconocemos, el buen ladrón reconoce a
Jesús como Rey de un Reino que vendrá después de aquella terrible muerte. Sólo
podía ser un Reino espiritual.
Jesús, en su primera predicación, habla del Reino como de
un tesoro escondido cuyo hallazgo causa alegría y estimula a la compra del
campo para poder gozar de él para siempre: «Por la alegría que le da, va, vende
todo lo que tiene y compra el campo aquel» (Mt 13,44). Pero, al mismo tiempo,
alcanzar el Reino requiere buscarlo con interés y esfuerzo, hasta el punto de
vender todo lo que uno posee: «Al encontrar una perla de gran valor, va, vende
todo lo que tiene y la compra» (Mt 13,46). «¿A propósito de qué se dice buscad
y quien busca, halla? Arriesgo la idea de que se trata de las perlas y la
perla, perla que adquiere el que lo ha dado todo y ha aceptado perderlo todo»
(Orígenes).
El Reino es paz, amor, justicia y libertad. Alcanzarlo
es, a la vez, don de Dios y responsabilidad humana. Ante la grandeza del don
divino constatamos la imperfección e inestabilidad de nuestros esfuerzos, que a
veces quedan destruidos por el pecado, las guerras y la malicia que parecen
insuperables. No obstante, debemos tener confianza, pues lo que parece
imposible para el hombre es posible para Dios.
Rev. D. Enric CASES i Martín (Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Ignacio de Loyola
Fundador de la Compañía de
Jesús (Jesuitas)
Martirologio Romano: Memoria de san Ignacio de Loyola,
presbítero, quien, nacido en el País Vasco, en España, pasó la primera parte de
su vida en la corte como paje del contador mayor hasta que, herido gravemente,
se convirtió. Completó los estudios teológicos en París y conquistó sus
primeros compañeros, con los que más tarde fundaría en Roma la Compañía de
Jesús, ciudad en la que ejerció un fructuoso ministerio escribiendo varias
obras y formando a sus discípulos, todo para mayor gloria de Dios (1556).
Información amplia haciendo clic acá
Fuente: Catholic.net
¡Buenos días!
Son espíritu y vida
Dios está vivo en
su Palabra para iluminarte, consolarte, fortalecerte… Pero debes acercarte a ella
con verdadera fe. Antes de leerla es adecuado que te pongas en la presencia del
Señor con alguna oración que te transporte a un clima de devoción y acogida
cordial del don de Dios. Aquí tienes una oración para interiorizar el valor de esta
Palabra que genera vida nueva.
- Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
- Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
- Tú tienes palabras de vida eterna.
- Son espíritu y vida.
- Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
- Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
El profeta
Jeremías veneraba la Palabra de Dios. Sentía consumirse su corazón hasta
encontrar un fragmento cualquiera de ese divino manjar para saciar el hambre
que atormentaba su espíritu. Hablando con Dios una vez le dijo: “Cuando
encontraba palabras tuyas, las devoraba; ellas eran mi gozo y la alegría de mi
corazón”. Esa sea tu actitud.
Padre Natalio
Frases de San Ignacio de
Loyola
"Tened gran cuidado en predicar la verdad de tal
modo que, si acaso hay entre los oyentes un hereje, le sirva de ejemplo de
caridad y moderación cristianas. No uséis de palabras duras ni mostréis
desprecio por sus errores"
"El hombre ha sido creado para alabar, hacer
reverencia y servir a Dios nuestro Señor"
"Cuanto más nuestra alma se despegue de las cosas,
más cerca estará de nuestro Creador"
Tema del día:
A bordo del vuelo papal
Tras agradecer el trabajo de los periodistas y reconocer
que no podía creerlo cuando, desde el altar, veía a 3 millones de jóvenes de
178 países que participaron de la misa de cierre de la Jornada Mundial de la
Juventud (JMJ), vino el momento de las preguntas. Para ello, los periodistas
nos habíamos organizado por grupos lingüísticos y por países. Los dos argentinos
presentes en el vuelo tuvimos la ventaja de tener al Papa compatriota: los dos
pudimos hacer preguntas.
Transcribir la hora y veinte de preguntas y respuestas
-arduo trabajo que nos dejó a muchos sin dormir-, significaría un libro. Aquí,
algunas de las más trascendentes.
La mía fue en nombre de los 50.000 argentinos que me
encontré en Río de Janeiro y me decían 'vas a viajar con el Papa, pregúntale
cuándo va a venir a la Argentina'. Y como ya dijo que no va a viajar por el
momento, entonces le voy a hacer una pregunta más difícil:
-¿Se asustó cuando vio el informe Vatileaks?
-No. Les voy a contar una anécdota sobre el informe
Vatileaks. Cuando fui a ver al papa Benedicto, después de rezar en la capilla
nos reunimos en el estudio y había una caja grande y un sobre. Benedicto me
dijo: 'en esta caja grande están todas las declaraciones que han prestado los
testigos. Y el resumen y las conclusiones finales están en este sobre. Y aquí
se dice ta, ta, ta.' ¡Lo tenía todo en la cabeza! Pero no, no me asusté. Es un
problema grande, pero no me he asustado.
- Una pregunta un poco delicada. La historia de monseñor
Ricca ha dado la vuelta al mundo, ¿cómo va a afrontar este asunto y todo lo
relacionado con el supuesto lobby gay en el Vaticano?
-Con respecto a monseñor Ricca, he hecho lo que el
derecho canónico manda hacer, que es la investigación previa. Y esta
investigación no dice nada de lo que se ha publicado. No hemos encontrado nada.
Pero yo querría agregar una cosa: muchas veces en la Iglesia se va a buscar los
pecados de juventud y se publican. Y hablo de pecados, no delitos como los
abusos de menores. Pero si una persona -laica, cura, o monja- comete un pecado
y luego se arrepiente, el Señor la perdona. Y cuando el Señor perdona, olvida.
Lo importante es hacer una teología del pecado. Muchas veces pienso en San
Pedro: hizo de los peores pecados, renegar de Cristo. ¡Y con ese pecado lo
hicieron Papa!
-¿Y el lobby gay?
-Se escribe mucho del lobby gay. Todavía no me encontré
con ninguno que me dé el carnet de identidad en el Vaticano donde lo diga.
Dicen que los hay. Cuando uno se encuentra con una persona así, debe distinguir
entre el hecho de ser gay del hecho de hacer lobby, porque ningún lobby es
bueno. Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién
soy yo para juzgarlo? El catecismo de la Iglesia católica lo explica de forma
muy linda esto. Dice que no se deben marginar a estas personas por eso. Hay que
integrarlas en la sociedad. El problema no es tener esta tendencia. Debemos ser
hermanos. El problema es hacer un lobby.
-Ha dado la vuelta al mundo la fotografía de usted que
sube la escalerilla del avión llevando un portafolio negro. ¿Qué había adentro?
-No estaba la llave de la bomba atómica (risas). Lo
llevaba porque siempre lo hice cuando viajo. Adentro está la afeitadora, el
breviario, la agenda, un libro para leer, que es uno sobre Santa Teresina, de
la que soy devoto. Siempre llevo el portafolio cuando viajo, es normal. Debemos
habituarnos a ser normales. La normalidad de la vida.
-La sociedad brasileña ha cambiado, los jóvenes han
cambiado. Usted no ha hablado sobre el aborto ni sobre el matrimonio ente
personas del mismo sexo. En Brasil se ha aprobado una ley que amplía el derecho
al aborto y otra que contempla los matrimonios entre personas del mismo sexo.
¿Por qué no ha hablado sobre eso?
-La Iglesia se ha expresado ya perfectamente sobre eso,
no era necesario volver sobre eso, como tampoco hablé sobre la estafa, la
mentira u otras cosas sobre las cuales la Iglesia tiene una doctrina clara. No
era necesario hablar de eso, sino de las cosas positivas que abren camino a los
chicos. Además los jóvenes saben perfectamente cuál es la postura de la
Iglesia.
-¿Pero cuál es su postura en esos temas?
-La de la Iglesia, soy hijo de la Iglesia.
-¿Cómo se siente siendo Papa? ¿Es feliz?
-Hacer el trabajo de obispo es una cosa linda. El
problema es cuando uno busca ese trabajo, eso no es tan lindo, eso no es del
Señor. Existe siempre el peligro de creerse un poco superior a los otros, no
como los demás, un poco príncipe. Son peligros y pecados. Pero el trabajo de
obispo es lindo, es ayudar a los hermanos a avanzar. El obispo delante de los
fieles para señalar el camino, el obispo en medio de los fieles para ayudar a
la comunión, el obispo detrás de los fieles porque los fieles con frecuencia
tienen el olfato de la calle. Me preguntaba si me gusta. Sí, me gusta ser
obispo. En Buenos Aires fui muy feliz. El Señor me asistió en eso. Como obispo
fui feliz, como sacerdote fui feliz. En ese sentido me gusta.
-¿Y le gusta ser Papa?
-Sí, también. Cuando el Señor te pone ahí, si tú haces lo
que el Señor te pide eres feliz. Eso es lo que siento.
-¿Está cansado?
-No estoy casado, yo soy single (risas)
-Cuando se reunió con argentinos, un poco en broma y un
poco en serio dijo que a veces se siente enjaulado.
-¿Usted sabe la de veces que tuve ganas de pasear por las
calles de Roma? Porque a mí me gusta andar por las calles, me gustaba tanto y
en ese sentido me siento un poco enjaulado. Pero debo decir que los de la
Gendarmería vaticana son buenos, son realmente buenos y yo les estoy
agradecido. Ahora me dejan hacer algunas cuantas cosas más, pero es su deber
garantizar la seguridad. Enjaulado en ese sentido, de que a mí me gusta andar
por la calle, pero entiendo que no es posible, lo entiendo. Lo dije en ese
sentido. Porque, como decimos en Buenos Aires, yo era un sacerdote callejero.
-¿Por qué usted pide tan insistentemente que se rece por
usted?
-Yo siempre pedí esto. Empecé a pedirlo con cierta
frecuencia en el trabajo de obispo. Siento que si el Señor no ayuda en este
trabajo, para que el pueblo de Dios vaya hacia adelante, uno no puede. Yo me
siento de verdad con tantos límites, con tantos problemas, también pecador.
Debo pedir esto, me sale de adentro. También a la Virgen le pido que rece por
mí al Señor. Es una costumbre que me viene de fuera, también de la necesidad que
tengo por mi trabajo. Siento que debo pedirlo. Es así.
-¿Qué piensa de ordenación de las mujeres?
-En cuanto a la ordenación de las mujeres la Iglesia ha
hablado y dice no. Lo ha dicho Juan Pablo II, pero con una formulación
definitiva. Esa puerta está cerrada. Pero sobre esto quiero decirles algo: la
Virgen María era más importante que los apóstoles y que los obispos y que los
diáconos y los sacerdotes. La mujer en la Iglesia es más importante que los
obispos y que los curas. ¿Cómo? Esto es lo que debemos tratar de explicitar
mejor a través de una profundización de la Teología de la mujer.
- ¿Siendo Papa, todavía se siente jesuita?
-Es una pregunta teológica porque los jesuitas hacen
votos de obediencia al Papa. Pero si el Papa es jesuita, quizás tiene que hacer
voto de obediencia al Padre General de los Jesuitas, no sé cómo se soluciona
esto. Yo me siento jesuita en mi espiritualidad. No cambié espiritualidad, sigo
pensando como jesuita, no hipócritamente, pero pienso como jesuita.
-A cuatro meses de su pontificado, ¿nos puede hacer un
pequeño resumen? ¿Qué ha sido lo mejor, lo peor y qué le ha sorprendido más en
este periodo?
-De verdad, no sé cómo responder a esta pregunta. Cosas
malas no ha habido. Cosas buenas, sí. Por ejemplo, el encuentro con los obispos
italianos. Fue muy lindo. Una cosa dolorosa, que me ha golpeado el corazón, fue
la visita a la isla de Lampedusa. Cuando llegan estas barcas, los dejan a
algunas millas de distancia de la costa y ellos tienen que llegar solos. Ha
sido doloroso porque pienso que estas personas son víctimas del sistema
socioeconómico mundial. Pero la cosa peor [tono de broma] fue una ciática, de
verdad, la tuve en el primer mes. Fue dolorosísimo. No se la deseo a nadie.
-A usted le gustaba mucho la Argentina y llevaba muy en
el corazón a Buenos Aires. Los argentinos se preguntan si usted no extraña ir
en colectivo, andar por la calle.
-Sí, Buenos Aires me falta. Pero es una falta serena.
Estábamos a 20 minutos del aterrizar, con las manos
hundidas en la computadora y volvió a aparecer él, Francisco. Volvió a saludar
y agradecer a todos con una sonrisa. Le dije: "Padre Jorge, se pasó de
rosca, nos hizo trabajar demasiado". "Ustedes se lo buscaron, lo
quisieron", me contestó.
Por Elisabetta Piqué - LA NACION
Nuevo video
Hay un nuevo video subido a este blog.
Para verlo tienes que ir al final de la página.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por la Jornada
Mundial de la Juventud que se realiza en Río de Janeiro, por el Papa Emérito
Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y
todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los
cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo
son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la Paz en el mundo, por
nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las
enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de
libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias, la fidelidad
de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento;
por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas
Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por Irma
Patricia, de Nicaragua, que está pasando momentos difíciles en su trabajo,
para que el Espíritu Santo la ayude a tomar la mejor decisión para su futuro.
Pedimos oración por el niño Julián Matías, de Buenos Aires, Argentina, que el 8 de agosto va a
ser operado, rogando a Dios que todo salga bien y se recupere pronto, y que
bendiga las manos de los médicos que lo están tratando.
Pedimos oración por Lucas
Eduardo, de Posadas, Argentina, para que estudie y apruebe sus exámenes
finales en agosto y se pueda recibir de abogado.
Pedimos oración por el padre jesuita italiano Paolo Dall'Oglio, secuestrado por la
organización terrorista Al Qaeda este lunes en Siria.
Pedimos oración por la salud física y emocional de Laura Raquel, de Posadas, Argentina,
que tiene problemas hormonales que no encuentran solución, lo cual la lleva a
estados depresivos. Que el Señor Misericordioso la toque con sus manos
sanadoras y ella estará bien.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por
nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible
dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no
publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la
solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y
enviarlos a feluzul@gmail.com y deben
poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan sin
asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se reciben
pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el correo
antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados.
Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.
“Intimidad Divina”
Él nos amó primero
“Nosotros amemos [a Dios], porque él nos amó primero” (1
Jn 4, 19). El hombre como simple criatura es capaz sólo de amor humano, que
puede ser afecto, simpatía, sentimiento y aun pasión, y que puede llegar a la
entrega total a la persona amada, como hace la madre con el hijo. Todo esto es
noble y bello pero está infinitamente distante de la caridad, la cual es “una
participación de la caridad infinita que es el Espíritu Santo”, y por lo tanto
del amor de Dios mismo. Desde el punto de vista de la caridad, el hombre no
puede tomar ninguna iniciativa; ésta puede venir sólo de Dios. De hecho Dios ha
amado “primero” al hombre y amándolo ha derramado en él su amor divino para que
el hombre pueda amarle con su mismo amor. La capacidad afectiva del hombre, por
grande que sea, no puede alcanzar a producir el más mínimo grado de amor
divino. El amor de Dios se ha adelantado al del hombre y no ha esperado a que
fuese digno de él, sino que amándole le ha hecho digno. “En esto –explica San
Juan– consiste el amor; no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él
nos amó y nos envió a su hijo como propiciación por nuestros pecados” (1 Jn 4,
10). Para que el amor divino pudiese llegar al hombre dios ha tenido que abatir
la barrera interpuesta por el pecado, y lo ha hecho no por medio de patriarcas
o profetas, sino por medio de su Hijo divino. Es ésta la iniciativa más
maravillosa y al mismo tiempo la prueba mayor del amor de Dios al hombre.
El amor proveniente de Dios es absolutamente gratuito y
liberal: el hombre nada hizo y nada podría haber hecho para merecerlo. Antes lo
desmerece, sea por el pecado original, sea por los pecados personales. El amor
de Dios se dirige no a hombres inocentes y justos, sino a pecadores: “Si
decimos: ‘No tenemos pecado’ nos engañamos” (1 Jn 1, 8). Y sin embargo, el amor
de Dios no se detiene. Lo declaró ya por boca de Oseas al pueblo elegido:
“Cuando Israel era niño, yo le amé y de Egipto llamé a mi hijo. Cuanto más los
llamaba, más se alejaban de mí… Y con todo yo enseñé a Efraim a caminar,
tomándole en mis brazos, mas no supieron que yo cuidaba de ellos… mi corazón se
me revuelve dentro a la vez que mis
entrañas se estremecen… no volveré a destruir a Efraim, porque soy Dios, no
hombre” (Os 11, 1-3; 8-9). La historia de Israel se prolonga en la historia de cada
hombre. Dios se le adelanta con su amor, y el hombre no comprende; en vez de
aceptar el don divino, le vuelve la espalda y se va en busca de amores
terrenos.
Pero Dios le persigue no para destruirlo pues tiene
demasiada compasión de él; es Dios, “no hombre”, es Amor y quiere vencer por el
amor. “Dios, rico en misericordia –dice San Pablo–, por el grande amor con que
nos amó, estando muertos a causa de nuestros delitos, nos vivificó juntamente
con Cristo… a fin de mostrar en los siglos venideros la sobreabundante riqueza
de su gracia, por su bondad para con nosotros en Cristo Jesús” (Ef 2, 4-7). A
través de su Hijo amado Dios llega al hombre pecador, lo redime y derrama sobre
él su amor. Pensándolo bien se diría que Dios ha querido no sólo en condición
de amarle, sino en la imposibilidad de no hacerlo. Y sin embargo el hombre no
ha comprendido aún el gran misterio del “gran amor” con que Dios le ha amado y,
como Israel, va en busca de dioses extraños, de dinero, de vida cómoda, de
puestos honoríficos y de placeres terrenos. Si conociese el don de Dios y quien
es el que le ama, no cesaría de invocar su amor.
“Dios es amor. Y
quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él”. Habitamos el uno en
el otro, el que contiene y el que es contenido. Yo habito en ti, Dios mío, mas
para ser contenido por ti, tú habitas en mí, mas para contenerme y no dejarme
caer… Tú eres medicina para el enfermo, norma para el mal, luz para el ciego,
casa para el abandonado. Todo, pues, se me ofrece. Hazme comprender que no soy
yo quien te dono a ti, cuando a ti vengo, ni siquiera la propiedad de mí mismo…
Tú Señor, no necesitas de mis bienes… Tú eres el verdadero Señor que nada
buscas de mí, y desgraciado de mí si no te busco a ti. Nada me pides a mí, pero
tú me buscaste cuando yo no te buscaba. Se había perdido una sola oveja: tú la
encontraste y lleno de gozo la condujiste sobre tus hombros. ¿Era acaso
necesaria aquella oveja al pastor, o mas bien no era necesario el pastor a la
oveja?... Oh Dios, confirma en mí el don de tu caridad, ayudándome a vivir
bien. (San Agustín)
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-