PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 7 - Número 1749 ~ Jueves
28 de Junio de 2012
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Se ha comprobado que todos necesitamos contacto físico
para sentirnos bien, y una de las formas más importantes de contacto físico es
el abrazo. Cuando nos tocamos y nos abrazamos con espíritu solidario y alegre,
llevamos vida a nuestros sentidos y reafirmamos la confianza en nuestros
propios sentimientos.
Algunas veces no encontramos las palabras adecuadas para
expresar lo que sentimos. Otras veces, simplemente no nos atrevemos a decirlas,
ya sea por timidez o porque los sentimientos nos abruman, en esos casos se
puede contar con el idioma no verbal de los abrazos. Los abrazos, además de
hacernos sentir bien, se emplean para aliviar el dolor, la depresión y la
ansiedad. Provocan alteraciones fisiológicas positivas en quien toca y en quien
es tocado.
¿Que nos brinda un abrazo?
Seguridad, protección, confianza, fortaleza, sanación y
auto valoración, el reconocimiento de que valemos. La abrazoterapia es una
terapia que redescubre la importancia del abrazo como necesidad vital que
tenemos todos de amar y sentirnos amados de verdad.
¿Cuántos abrazos has compartido hoy?
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No todo el
que me diga: ‘Señor, Señor’, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que
haga la voluntad de mi Padre celestial. Muchos me dirán aquel día: ‘Señor,
Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en
tu nombre hicimos muchos milagros?’. Y entonces les declararé: ‘¡Jamás os
conocí; apartaos de mí, agentes de iniquidad!’.
»Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las
ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca:
cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron
contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca. Y
todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el
hombre insensato que edificó su casa sobre arena: cayó la lluvia, vinieron los
torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue
grande su ruina».
Y sucedió que, cuando acabó Jesús estos discursos, la
gente quedaba asombrada de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene
autoridad, y no como sus escribas.
(Mt 7,21-29)
Comentario
Hoy nos impresiona la afirmación rotunda de Jesús: «No
todo el que me diga: ‘Señor, Señor’, entrará en el Reino de los Cielos, sino el
que haga la voluntad de mi Padre celestial» (Mt 7,21). Por lo menos, esta
afirmación nos pide responsabilidad en nuestra condición de cristianos, al
mismo tiempo que sentimos la urgencia de dar buen testimonio de la fe.
Edificar la casa sobre roca es una imagen clara que nos
invita a valorar nuestro compromiso de fe, que no puede limitarse solamente a
bellas palabras, sino que debe fundamentarse en la autoridad de las obras,
impregnadas de caridad. Uno de estos días de junio, la Iglesia recuerda la vida
de san Pelayo, mártir de la castidad, en el umbral de la juventud. San
Bernardo, al recordar la vida de Pelayo, nos dice en su tratado sobre las
costumbres y ministerio de los obispos: «La castidad, por muy bella que sea, no
tiene valor, ni mérito, sin la caridad. Pureza sin amor es como lámpara sin
aceite; pero dice la sabiduría: ¡Qué hermosa es la sabiduría con amor! Con
aquel amor del que nos habla el Apóstol: el que procede de un corazón limpio,
de una conciencia recta y de una fe sincera».
La palabra clara, con la fuerza de la caridad, manifiesta
la autoridad de Jesús, que despertaba asombro en sus conciudadanos: «La gente
quedaba asombrada de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene
autoridad, y no como sus escribas» (Mt 7,28-29). Nuestra plegaria y
contemplación de hoy, debe ir acompañada por una reflexión seria: ¿cómo hablo y
actúo en mi vida de cristiano? ¿Cómo concreto mi testimonio? ¿Cómo concreto el
mandamiento del amor en mi vida personal, familiar, laboral, etc.? No son las
palabras ni las oraciones sin compromiso las que cuentan, sino el trabajo por
vivir según el Proyecto de Dios. Nuestra oración debería expresar siempre
nuestro deseo de obrar el bien y una petición de ayuda, puesto que reconocemos
nuestra debilidad.
-Señor, que nuestra oración esté siempre acompañada por
la fuerza de la caridad.
Rev. D. Joan Pere PULIDO i Gutiérrez (El Papiol,
Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Ireneo
Obispo y Mártir
Pacificador de nombre y de hecho (el nombre “Ireneo” en
griego quiere decir pacífico y pacificador), san Ireneo fue presentado al Papa
por los cristianos de la Galia con palabras de grande elogio: “Guardián del
testamento de Cristo”. En Roma honró su nombre sugiriendo moderación al Papa
Víctor, aconsejándole respetuosamente que no excomulgara a las Iglesias de Asia
que no querían celebrar la Pascua en la misma fecha de las otras comunidades
cristianas.
Con los mismos fines pacificadores este hombre ponderado
insistió a los obispos de las otras comunidades cristianas para que trabajaran
por el triunfo de la concordia y de la unidad, sobre todo manteniéndose unidos
a la tradición apostólica para combatir el racionalismo gnóstico. De sus
escritos nos quedan, efectivamente, los cinco libros del Adversus hæreses, en
los que Ireneo aparece no sólo como el teólogo más equilibrado y penetrante de
la Encarnación redentora, sino también como uno de los pastores más completos,
más apostólicos y más católicos que hayan servido a la Iglesia. Se nota que sus
argumentaciones contra los herejes, aunque nacieron de la polémica, son fruto
de la oración y de la caridad.
Ireneo era oriundo de Asia Menor. Entre sus recuerdos de
juventud se encuentra el contacto con Policarpo de Esmirna, el santo obispo
“que fue instruido por los testigos oculares de la vida del Verbo”, sobre todo
por el apóstol Juan, que había fijado su sede en Esmirna. Ireneo, pues, por
medio de Policarpo se une a los Apóstoles. Después de dejar el Asia Menor, pasa
a Roma y sigue para Lyon (Francia). No perteneció a la lista de los mártires de
Lyon, víctimas de la persecución del 177, porque precisamente en ese tiempo su
Iglesia lo había enviado a Roma para presentar al Papa Eleuterio algunos
asuntos de orden doctrinal, relacionados sobre todo con el error montanista.
Este error se debía a un grupo de fanáticos que habían llegado de Oriente,
predicando el disgusto por las cosas del mundo y anunciando el inminente
regreso de Cristo. De regreso a Lyon, Ireneo sucedió en el 178 al obispo mártir
san Fotino, y gobernó la Iglesia de Lyon hasta su muerte, hacia el año 200.
Aunque no está comprobado su martirio, la Iglesia lo venera como mártir.
En todo caso, él fue un auténtico testigo de la fe en un
período de dura persecución; su campo de acción fue muy vasto, si se tiene en
cuenta que probablemente no había ningún otro obispo en las Galias ni en las
tierras limítrofes de Alemania. Su lengua era el griego, pero aprendió las
lenguas “bárbaras” para poder evangelizar a esos pueblos.
Fuente: Catholic.net
La frase de hoy
“Si obras, sea tan sólo
por los impulsos del Corazón de Jesús;
muere en silencio delante de Él
a todo lo que es natural o humano”
Santa Margarita María de Alacoque
Tema del día:
El Año de la Fe
es la
respuesta a la crisis de hoy
En la Oficina de Prensa de la Santa Sede, tuvo lugar la
presentación del “Año de la Fe” (11 de octubre 2012- 24 de noviembre 20123).
Intervinieron en el acto el arzobispo Rino Fisichella y monseñor Graham Bell,
respectivamente presidente y subsecretario del Pontificio Consejo para la Nueva
Evangelización. El arzobispo Fisichella ilustró también calendario de los
grandes acontecimientos que tendrán lugar a Roma en el curso del Año de la Fe y
presentó el sitio Internet y el logo que caracterizará todos los eventos del
Año.
«Benedicto XVI, en su carta apostólica´Porta Fidei´ -dijo
el prelado- hablaba de la exigencia de volver a descubrir el camino de la fe
para resaltar cada vez más la alegría y el entusiasmo renovado del encuentro
con Cristo. A la luz de este pensamiento (...) ha convocado un ´Año de la Fe´
que comenzará en coincidencia con dos aniversarios: el quincuagésimo de la
apertura del Concilio Vaticano II (1962) y el vigésimo de la publicación del
Catecismo de la Iglesia Católica (1992)
El Año de la Fe se propone, ante todo, sostener la fe de
tantos creyentes que, en medio de la fatiga cotidiana, no cesan de confiar, con
convicción y valentía, su existencia al Señor Jesús. Su testimonio, que no es
noticia (...) es el que permite a la Iglesia presentarse al mundo de hoy, como
en pasado, con la fuerza de la fe y con el entusiasmo de los sencillos».
Por otra parte, este Año «se inserta en un contexto más
amplio, caracterizado por una crisis generalizada que atañe también a la fe
(...) La crisis de fe es la expresión dramática de una crisis antropológica que
ha dejado al ser humano abandonado a sí mismo (...) Es necesario ir más allá de
la pobreza espiritual en que se encuentran muchos contemporáneos, que ya no
perciben la ausencia de Dios en su vida, como una carencia que debe ser
colmada. El Año de la Fe quiere ser un camino que la comunidad cristiana brinda
a los que viven con nostalgia de Dios y con el deseo de encontrarlo de nuevo».
Así, el programa toca «la vida diaria de cada creyente y
la pastoral ordinaria de la comunidad cristiana para que se vuelva a encontrar
el espíritu misionero necesario para dar vida a la nueva evangelización». En
este ámbito, el arzobispo anunció que la Congregación para el Culto Divino y la
Disciplina de los Sacramentos ha aprobado el formulario de una Misa especial
´Para la Nueva Evangelización´. «Es un signo para que en este año (...) se de
la primacía a la oración y especialmente a la Eucaristía, fuente y culmen de la
vida cristiana».
A continuación, el arzobispo presentó el logo del Año de
la Fe: una barca, imagen de la Iglesia, cuyo mástil es una cruz con las velas
desplegadas y el trigrama de Cristo (IHS). El sol, en el fondo, recuerda la
Eucaristía. El sito del evento www.annusfidei.va
en diversos idiomas, se podrá consultar a través de todos los dispositivos
móviles y tablets. También está listo el himno oficial: “Credo, Domine, adauge
nobis fidem”. Asimismo, a primeros de septiembre se publicará, en diversos
idiomas, el Subsidio pastoral “Vivir el Año de la Fe”. Una pequeña imagen del
Cristo de la catedral de Cefalú (Sicilia), en cuyo reverso está escrita la
Profesión de Fe, acompañará a los fieles y peregrinos a lo largo del Año.
Por último, dio a conocer el calendario de los eventos
más importantes que contarán con la presencia del Santo Padre y se celebrarán
en Roma; entre ellos la apertura del Año de la Fe que “tendrá lugar en la Plaza
de San Pedro, el jueves 11 de octubre, quincuagésimo aniversario del Concilio
Vaticano II. Habrá una solemne concelebración eucarística con todos los Padres
sinodales, los presidentes de las Conferencias Episcopales del mundo entero y
los últimos Padres conciliares.
El 21 de octubre se canonizarán 7 mártires y confesores
de la fe: el francés Jacques Barthieu; el filipino Pedro Calugsod; el italiano
Giovanni Battista Piamarta; la española María del Carmen; la iroquesa Katheri
Tekakwhita y las alemanas Madre Marianne (Barbara Cope) y Anna Schäffer. El 25
de enero de 2013, en la tradicional celebración ecuménica en la basílica romana
de San Pablo Extramuros, se rezará para que “a través de la profesión común del
Símbolo los cristianos (...) no olviden el camino de la unidad”. El 28 de abril
el Santo Padre confirmará a un grupo de jóvenes. El domingo 5 de mayo, estará
dedicado a la piedad popular y a la labor de las cofradías.
El 18 de mayo, vigilia de Pentecostés, los movimientos
antiguos y nuevos se reunirán en la Plaza de San Pedro. El domingo 2 de junio,
Corpus Christi, habrá una solemne adoración eucarística y, a la misma hora, en
todas las catedrales e iglesias del mundo. El domingo, 16 de junio, estará
dedicado al testimonio del Evangelio de la Vida. El 7 de julio, concluirá en la
Plaza de San Pedro, la peregrinación de los seminaristas, novicias y novicios
de todo el mundo. El 29 de septiembre, los protagonistas serán los catequistas
en el aniversario de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica. El 13
de octubre está dedicado a la presencia de María en la Iglesia. Por último, el
24 de noviembre se celebrará la jornada de clausura del Año. Diversos
dicasterios tienen en programa iniciativas publicadas en el calendario. El Año
se enriquecerá con eventos culturales, entre los cuales, una exposición sobre
San Pedro en Castel Sant´Angelo (7 febrero- 1 mayo 2013) y un concierto en la
Plaza de San Pedro (22 de junio 2013).
Autor: VIS
Fuente: vaticaninsider.lastampa.it
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"Juan Pablo II inolvidable"
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Pensamientos sanadores
Pídele al Señor el don de la alabanza (3)
Es maravilloso lo que Dios puede hacer en tu vida, por tu
vida y a través de ella, cuando tú permaneces en actitud de alabanza. Aunque
sea en el silencio de los labios, pero alabando con el pensamiento y el
corazón, cuando estés solo, o en una reunión, incluso en medio de una multitud.
Tú, al alabarlo, te estarás centrando en su amor y en su
bondad, permitiéndole obrar en tu vida y en la vida de quienes están junto a
ti, y que además, derribe con su poder las murallas que impiden alcanzar las
metas de bendición que él quiere para tu vida y para la vida de tu familia y
comunidad.
Haz en este día la experiencia de descubrir el poder de
la alabanza.
Así alabaré con
cantos el nombre de Dios y proclamaré su grandeza dando gracias, esto agradará
al Señor más que un toro, más que un novillo con cuernos y pezuñas. Salmo 69,
31 y 32
Junio, mes del Corazón de
Jesús
Día 28. La Santa Misa.
¡El Sagrado Corazón de Jesús se hace víctima por todos en
la Eucaristía! Es el sol de la tierra. En la Misa no eres tú el que rezas, es
Jesús quien reza por ti. Es la gloria y la alabanza a la Trinidad, la alegría
de los ángeles, el camino del perdón de los pecadores, la fuerza y la gracia de
los justos, el refrigerio de las almas del Purgatorio, la alegría de los ángeles,
el camino del perdón de los pecadores, el beneficio de la Iglesia, la medicina
contra las enfermedades espirituales. San Isidro Labrador antes de ir al campo
se empapaba de este bálsamo de adoración y amor. ¿Cómo vives tú la Santa Misa?
Fuente: Web Católico de Javier
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa
Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el
cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno,
así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu
Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por la unión de las
familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones
sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por el joven Adib Alejandro, que vive en
San Cristóbal, Táchira, Venezuela, y está en los pasos finales de estudios en
el primer año de bachillerato, para que el Espíritu Santo le ilumine y sea un
buen estudiante, acorde al esfuerzo que realizan sus padres. De la misma
ciudad, pedimos por Ligia María, que se está recuperando de una operación de remplazo
de cadera por prótesis; y por Ángel que tiene cáncer de huesos (mieloma),
rogando a la Santísima Virgen que interceda por ellos ante Jesús por su salud.
Pedimos oración por Orelia que vive en la comuna de
Macul, en Santiago de Chile, afectada de cáncer y que por la gravedad de la
situación necesita de todo nuestro apoyo y nuestras oraciones, confiando en
la bondad infinita de Dios que habrá de ayudarla.
Pedimos oración por el Cursillo de Cristiandad para
hombres que comienza hoy y llega hasta el domingo en la diócesis de San
Nicolás, Buenos Aires, Argentina, para que el Espíritu Santo acompañe a quienes
concurran y transforme su vida con muchas bendiciones.
Pedimos oración por el eterno descanso del alma de Alicia
Ramírez Lara vda. de Ochoa, de Guatemala, que el pasado 9 de junio partió de
retorno a la Casa del Padre celestial. Paz para ella y consuelo cristiano para
sus familiares.
Pedimos oración por Ivette D. que vive en El Salvador y
se ha quedado sin trabajo, para que por la intercesión de San José, el Señor
Jesús le consiga pronto un empleo digno.
Pedimos oración por Norma P. que vive en Rosario,
Argentina, y será operada de cáncer en la lengua, rogando a Dios nuestro Señor
que la ayude y le dé muchas fuerzas en estas difíciles circunstancias.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo
ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible
dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no
publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la
solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y
enviarlos a pequesemillitas@gmail.com
"Intimidad Divina"
Vendremos a él
Desde el momento del Bautismo la Santísima Trinidad ha
hecho su morada en el cristiano… Pero si la Trinidad está ya en el creyente,
¿cómo puede venir de nuevo? Basta que él se encuentre en estado de gracia para
que Dios, presente en él como creador, se le haga presente como amigo y le
invite a vivir en su intimidad. Pero esta intimidad tiene grados, y se hará
cada vez más estrecha y amigable a medida que el fiel, creciendo en gracia y
amor, sea capaz de entrar en relaciones más íntimas con la Trinidad. Aunque la
Trinidad more ya en el creyente, puede hacerse cada vez más presente en él bajo
el aspecto de una amistad más íntima, es decir, las Personas divinas pueden
entrar con él en relaciones amistosas más profundas, como sucede en realidad a
medida que, progresando en la caridad, participe más de la gracia (…) Las
Personas divinas están ya presentes en el alma y sus visitas no vienen del
exterior, sino de dentro del alma misma donde moran y donde se le entregan y
también, al menos hasta cierto punto, se le revelan según la palabra de Jesús:
“El que me ame, será amado de mi Padre, y yo le amaré y me manifestaré a él”
(Jn 14, 21). Es una manifestación interior basada en el amor y reservada al que
ama; por medio del amor se da a conocer la Trinidad al hombre del modo más
íntimo y personal, y le infunde el sentimiento de su presencia.
La primera visita o efusión de la Trinidad al creyente
tuvo lugar el día del bautismo: el Padre le envió al Hijo, el Padre y el Hijo
le enviaron al Espíritu Santo y, por la indisoluble unidad de los Tres, el
Padre vino sin se enviado. Esta visita se renueva luego siempre que, al recibir
un sacramento o progresar en el amor, crece el cristiano en gracia y en
caridad. La promesa de Jesús: “vendremos a él” (Jn 14, 23) nunca se agota, es
siempre nueva, siempre capaz de nuevas realizaciones, cuantas veces renueva el
hombre la condición, o sea, cuantas veces ama con amor más intenso. Este don
divino que se le ofrece con tanta largueza, debe moverlo a generosidad y
constante progreso en el amor, porque sólo así podrá gozarlo en plenitud. Si no
pone obstáculo al desarrollo de la caridad y de la gracia de su alma, la
Santísima Trinidad no pondrá límites a sus efusiones.
La Trinidad vive en el bautizado y se da a él para que
viva en ella. Para eso ha revelado Jesús el misterio trinitario, ha redimido al
hombre y le ha hecho partícipe de la gloria de su filiación divina, y para eso
antes de ir a la Pasión oró: “Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que también
ellos sean uno en nosotros” (Jn 17, 21). Como Cristo vive en el Padre en la
unidad del Espíritu Santo, así el cristiano debe vivir en la Trinidad que mora en él. El lazo de unión con las tres
Personas divinas es siempre Cristo Señor nuestro. Él es la puerta: “Yo soy la
puerta” (Jn 10, 9), y él es el camino: “Yo soy el camino” (Jn 24, 6), por el
que es preciso pasar. Por Cristo, con Cristo y en Cristo, somos admitidos a
vivir en comunión con los “Tres” vivientes en nosotros; a nosotros nos toca
aceptar la invitación y realizar esa espléndida vida divina mediante las
virtudes teologales y particularmente la fe y la caridad.
¡Oh Dios mío, Trinidad
a quien adoro! Ayúdame a olvidarme totalmente de mi para establecerme inmutable
y plácidamente en ti, como si mi alma viviera ya en la eternidad. Que nada
pueda alterar mi paz, ni apartarme de ti, oh mi inmutable, sino que, cada
momento de mi vida me sumerja más profundamente en tu divino Misterio.
Pacificad mi alma. Estableced en ella vuestro cielo, vuestra morada predilecta,
vuestro hogar de descanso. Que nunca os deje solo, sino que, vivificada por la
fe permanezca con todo mi ser en tu compañía, en completa adoración y entregada
sin reservas a vuestra acción creadora. ¡Oh mis Tres, mi todo, mi
bienaventuranza, soledad infinita, inmensidad donde desaparezco! Me entrego a
Vos como víctima. Sumergíos en mí, para que yo quede inmersa en Vos, en espera de
ir a contemplar en vuestra luz, el abismo de vuestras grandezas. (Isabel de la
Trinidad, Elevación).
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.
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