PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 7 - Número 1725 ~ Lunes 4
de Junio de 2012
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Los cristianos tenemos un enorme privilegio: conocemos el
verdadero nombre de Dios. Lo conocemos porque Jesucristo lo ha revelado: “Vayan
y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos bautizándolos en el nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.
La Trinidad es un “misterio”. La Biblia y la liturgia nos
dan “indicios” para acercarnos a ese misterio guiados por el mismo Dios. Nos presentan
a Dios como Padre creador. Siguen enseñándonos cómo Dios amó tanto al mundo que
mandó a su Hijo, no para juzgarnos y condenarnos, sino para salvarnos. Y desde
entonces, para quedarse entre nosotros continuando su obra, envió al Espíritu
Santo, que vive en cada uno de nosotros y nos anima a “renovar la creación” y
alcanzar la vida eterna.
De “El Domingo”
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús comenzó a hablarles en parábolas:
«Un hombre plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó un lagar y edificó una
torre; la arrendó a unos labradores, y se ausentó.
»Envió un siervo a los labradores a su debido tiempo para
recibir de ellos una parte de los frutos de la viña. Ellos le agarraron, le
golpearon y le despacharon con las manos vacías. De nuevo les envió a otro
siervo; también a éste le descalabraron y le insultaron. Y envió a otro y a
éste le mataron; y también a otros muchos, hiriendo a unos, matando a otros.
Todavía le quedaba un hijo querido; les envió a éste, el último, diciendo: ‘A
mi hijo le respetarán’. Pero aquellos labradores dijeron entre sí: ‘Éste es el
heredero. Vamos, matémosle, y será nuestra la herencia’. Le agarraron, le
mataron y le echaron fuera de la viña.
»¿Qué hará el dueño de la viña? Vendrá y dará muerte a
los labradores y entregará la viña a otros. ¿No habéis leído esta Escritura:
‘La piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha
convertido; fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos?’».
Trataban de detenerle —pero tuvieron miedo a la gente—
porque habían comprendido que la parábola la había dicho por ellos. Y
dejándole, se fueron.
(Mc 12,1-12)
Comentario
Hoy, el Señor nos invita a pasear por su viña: «Un hombre
plantó una viña (...) y la arrendó a unos labradores» (Mc 12,1). Todos somos
arrendatarios de esa viña. La viña es nuestro propio espíritu, la Iglesia y el
mundo entero. Dios quiere frutos de nosotros. Primero, nuestra santidad
personal; luego, un constante apostolado entre nuestros amigos, a quienes
nuestro ejemplo y nuestra palabra les anime a acercarse cada día más a Cristo;
finalmente, el mundo, que se convertirá en un mejor sitio para vivir, si
santificamos nuestro trabajo profesional, nuestras relaciones sociales y
nuestro deber hacia el bien común.
¿Qué clase de arrendatarios somos? ¿De los que trabajan
duro, o de los que se irritan cuando el dueño envía a sus siervos a cobrarnos
el alquiler? Podemos oponernos a los que tienen la responsabilidad de ayudarnos
a proporcionar los frutos que Dios espera de nosotros. Podemos poner objeciones
a las enseñanzas de la Santa Madre Iglesia y del Papa, los obispos, o quizás,
más modestamente, de nuestros padres, nuestro director espiritual, o de aquel
buen amigo que está tratando de ayudarnos. Podemos, incluso, volvernos
agresivos, y tratar de herirles o, hasta “matarlos” mediante nuestra crítica y
comentarios negativos. Deberíamos examinarnos a nosotros mismos acerca de los
motivos reales de dicha postura. Quizás necesitamos un conocimiento más
profundo de nuestra fe; quizás debemos aprender a conocernos mejor, a efectuar
un mejor examen de conciencia, para poder descubrir las razones por las que no
queremos producir frutos.
Pidamos a Nuestra Madre María su ayuda para que podamos
trabajar con amor, bajo la guía del Papa. Todos podemos ser “buenos pastores” y
“pescadores” de hombres. «Entonces, vayamos y pidamos al Señor que nos ayude a
llevar fruto, un fruto que permanezca. Sólo así este valle de lágrimas se
transformará en jardín de Dios» (Benedicto XVI). Nosotros podríamos acercar a
Jesucristo nuestro espíritu, el de nuestros amigos, o el del mundo entero, si
tan sólo leyéramos y meditáramos las enseñanzas del Santo Padre, y tratásemos
de ponerlas en práctica.
Fr.
Alphonse DIAZ (Nairobi, Kenia)
Santoral Católico:
San Francisco Caracciolo
Fundador de la Orden de
Clérigos Menores
El ambiente temporal en que Dios quiso ponerlo en el
mundo es justo cuando soplan aires nuevos en la Iglesia después del concilio de
Trento. Se estrena el barroco exuberante en el arte y hasta en la piedad que
lleva a fundaciones nuevas, a manifestaciones y estilos vírgenes que intentan
reformar todo aquello que peleó Trento.
Languidece el Renacimiento que emborrachó a Roma hasta
llegar a embotarla y hacerla incapaz de descubrir los males que gestaba y que
explotaron con Lutero. Es por eso tiempo de santos nuevos: Pío V, Carlos
Borromeo, Ignacio, Juan de Ribera, Teresa, Juan de la Cruz, Francisco de Sales,
Neri, Cariacciolo... y tantos. Papas, poetas, maestros, obispos, escritores y
apóstoles para un tiempo nuevo -crecido con las Indias-que intenta con seriedad
volver a la oración, huir del lujo, llenar los confesonarios, adorar la
Eucaristía y predicar pobreza dando testimonio con atención a los desheredados
y enfermos.
El año 1563 fue interpretado por alguno de los biógrafos
de Francisco Caracciolo como un presagio; fue cuando termina el concilio de
Trento y es también el año de su nacimiento en la región de los Abruzos,
justamente en Villa Santa María, el día 13 de octubre, hijo de Francisco
Caracciolo y de Isabel Baratuchi; es el segundo de cinco hijos y le pusieron el
nombre de Ascanio.
Después de cursar los estudios propios del tiempo,
Ascanio fue militar. Pero una enfermedad diagnosticada por los médicos como
lepra va a cambiar el curso de su vida; por el peligro de contagio le han
abandonado los amigos; la soledad y el miedo a la muerte le lleva a levantar
los ojos al cielo y, como suele suceder en estos casos límite, llegó la hora de
las grandes promesas: si cura de la enfermedad, dedicará a Dios el resto de sus
días.
Y así fue. Nobleza obliga. Curado, marcha a Nápoles y
pide la admisión en la cofradía de los Bianchi, los Blancos, que se ocupan de
prestar atención caritativa a los enfermos, a los no pocos que están condenados
a galera y a los presos de las cárceles.
El sacerdote Adorno, otro hombre con barruntos a lo
divino y pieza clave en la vida de Caracciolo, ha pedido también la admisión en
la cofradía de los Blancos. En compañía de un tercero, también pariente de
Ascanio y con su mismo nombre, se reúnen durante cuarenta días en la abadía de los
camandulenses, cerca de Nápoles, para redactar los estatutos de la fundación
que pretenden poner en marcha porque quieren hacer algo por la Iglesia.
Sixto V aprobará la nueva Orden en Roma y la llamará de
los «Clérigos menores»; además de los tres votos comunes a la vida religiosa se
añade un cuarto voto consistente en la renuncia a admitir dignidades
eclesiásticas. La terna de los fundadores constituye tres primeros socios. A
partir de la profesión hecha en Nápoles, Ascanio se llamará ya Francisco. Pronto
se les unen otros diez clérigos, con idénticas ansias de santidad y que
desprecian frontalmente los honores, esa búsqueda de grandeza que tanto daño ha
hecho a la Iglesia en el tiempo del Renacimiento. Ahora se reparten los días
para mantener entre todos un ayuno continuo y se distribuyen las horas del día
y de la noche para mantener permanente la adoración al Santísimo Sacramento.
Hace falta fundar en España pero Felipe II no les da
facilidades. Piensa el rey que hay demasiados frailes en el Imperio y ha
dictado normas al respecto. Regresando a Roma, insisten en el intento,
consiguen nueva confirmación del papa Gregorio XVI para cambiar los ánimos de
Felipe II. Ahora muere Adorno y Francisco Caracciolo es nombrado General. Nuevo
intento hay en el Escorial, con mejor éxito, pero hubo borrasca de clérigos en
Madrid, con suspenso. El papa Clemente VIII intercede y recomienda desde Roma y
llegan mejores tiempos con el rey Felipe III. En Valladolid consiguió fundar
casa y en Alcalá montó un colegio que sirviera para la formación de sus
«Clérigos Regulares Menores». Siguen otras fundaciones también en Roma y
Nápoles.
La fuerte actividad obedece a un continuo querer la
voluntad divina a la que no se resistió ni siquiera protestó cuando las
incomprensiones y enredos de los hombres se hicieron patentes. Vive pobre y
humilde fiel a su compromiso. Siempre se mostró delicado con los enfermos y
generoso con los pobres. Llama la atención su espíritu de penitencia con ayunos
y mortificaciones que se impone a sí mismo. Pidió se admitiese su renuncia al
gobierno para dedicarse a la oración y, aceptada, eligió para vivir el hueco de
la escalera de la casa que desde entonces es el único testigo mudo de su
oración y penitencia. El amor a Jesucristo fue tan grande que a veces es
suficiente la mirada a un crucifijo para entrar en éxtasis y el pensamiento
elevado a la Virgen María le trae a los ojos lágrimas de ternura.
Cuando sólo tiene 44 años, murió en Nápoles el 4 de junio
de 1608, con los nombres de Jesús y de María en la boca. El papa Pío VII lo
canonizó en 1807. Su cuerpo se conserva en la iglesia de Santa María la Mayor
de Nápoles y la iconografía muestra a Francisco Caracciolo con una Custodia en
la mano, como símbolo del amor que tuvo a la Eucaristía y que debe mantener su
Orden para ser fiel hasta el fin del tiempo.
Fuente: Catholic.net
La frase de hoy
“Cuando te levantes,
entra en el Sagrado Corazón de Jesús
y conságrale tu cuerpo,
tu alma, tu corazón
y tu ser por completo,
para solamente vivir
por su amor y gloria”
Santa Margarita María de Alacoque
Tema del día:
Un misterio inefable
• 1) Para saber
El domingo después de Pentecostés la Iglesia celebra la
solemnidad de la Santísima Trinidad. El Papa Benedicto XVI consideraba que Dios
ha querido darnos a conocer su intimidad misma, y así descubrimos que Él es
comunión de luz y de amor, no es soledad, sino vida dada y recibida en un
diálogo eterno entre el Padre y el Hijo en el Espíritu Santo. Como dice san
Agustín, Dios es Amante, Amado y Amor.
El Papa nos invita encontrarnos con Cristo para acoger en
nuestra alma la misma comunión trinitaria, según la promesa de Jesús a los
discípulos: “Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre lo amará, y
vendremos a él, y haremos morada en él” (Jn 14, 23). Un gran misterio pero no
menos real.
• 2) Para pensar
Se cuenta que cuando un matemático oriental inventó el
admirable juego de ajedrez, quiso el monarca de Persia premiar al inventor. El
rey, que ostentaba ser muy rico, ofreció concederle el premio que solicitara.
El matemático se “contentó” con pedirle 1 grano de trigo
por la primera casilla del tablero de ajedrez, 2 por la segunda, 4 por la
tercera y así sucesivamente, siempre doblando, hasta la última de las 64
casillas.
El soberano persa se indignó de una petición que le
parecía no hacía honor a su riqueza. Le preguntó: “¿No quieres nada más?”. “Con
eso me bastará…”, le respondió sonriendo el matemático.
El rey dio la orden a su gran visir de que,
inmediatamente, quedaran satisfechos los deseos del sabio. ¡Pero cuál no sería
el asombro del visir, después de hacer el cálculo, que era imposible dar
cumplimiento a la orden! Para darle al inventor la cantidad que pedía, no había
trigo bastante en los reales graneros, ni en los de toda Persia, ¡ni en los de
todo el mundo!
El rey tuvo que confesar al sabio que no podía cumplirle
su promesa, por no ser bastante rico. El sabio lo sabía, solo quiso dar una
lección a la soberbia del soberano.
En efecto, el resultado de doblar la cantidad durante 64
veces, da una cantidad de más de 18 trillones, es decir, un número con veinte
cifras. Haciendo el cálculo aproximado, se necesitaría que toda la superficie
de la Tierra, incluyendo los mares, produjera trigo durante ocho años. Con la
cantidad de trigo reclamada, podría hacerse una pirámide de 9 millas de altura.
Para comprar esa cantidad de trigo, si la hubiera, no habría dinero bastante en
este mundo.
Hay cosas que parecen sencillas, pero que en el fondo son
profundas. Las cosas del Espíritu son profundas y sólo Dios las conoce, por eso
se les llama Misterios. La Santísima Trinidad es un gran misterio, pero aunque
nuestra mente no lo entienda, conocemos su existencia porque Dios mismo nos lo
dijo.
• 3) Para vivir
Hablando de este misterio, el Papa invitaba a considerar
una semejanza que nos puede ayudar a vislumbrarlo. Se le podría comparar a lo
que es una familia, la cual está llamada a ser una comunidad de amor y de vida
entre personas, en la que la diversidad debe contribuir a formar una “parábola
de comunión”. Esa comunión se da primordialmente en Dios, pues siendo distintas
personas forman un solo Dios: Son Personas que están unidas por el Amor.
San Josemaría Escrivá nos recuerda: “Dios está contigo.
En tu alma en gracia habita la Trinidad Beatísima. –Por eso, tú, a pesar de tus
miserias, puedes y debes estar en continua conversación con el Señor” (Forja
261).
Pbro. José Martínez Colín
Mensaje de María Reina de la
Paz
Mensaje de María Reina de la Paz del 2 de Junio de 2012
¡Queridos hijos! Estoy continuamente entre ustedes porque con mi infinito
amor deseo mostrarles la puerta del Cielo. Deseo decirles cómo se abre: por
medio de la bondad, la misericordia, el amor y la paz, a través de mi Hijo. Por
ello, hijos míos, no pierdan tiempo en vanidades. Sólo el conocimiento del amor
de mi Hijo puede salvarlos. Por medio de ese amor salvífico y el Espíritu
Santo, Él me eligió y yo junto a Él, los elijo para que sean apóstoles de su
Amor y Voluntad. Hijos míos, sobre ustedes hay una gran responsabilidad. Deseo
que por sus ejemplos ayuden a los pecadores a que vuelvan a ver, que
enriquezcan sus pobres almas y que los devuelvan entre mis brazos. Por ello,
oren, oren, ayunen y confiésense regularmente. Si el recibir a mi Hijo en la
Eucaristía es el centro de sus vidas entonces no tengan miedo, ustedes todo lo
pueden. Estoy con ustedes. Oro todos los días por los pastores y espero lo
mismo de ustedes. Porque, hijos míos, sin la guía de ellos y el fortalecimiento
que viene de la bendición no pueden ir adelante. Gracias.
Oración
Virgen María, Reina de la Paz, nos encomendamos a ti,
sabiendo que somos las niñas y los niños de tus ojos. Danos un corazón dócil,
humilde y obediente como el tuyo, para que Dios pueda bendecirnos en todo; y
cúbrenos, Madre, con tu manto, haciéndonos invisibles e inmunes a todo mal.
Pensamientos sanadores
Pide la gracia de amar la voluntad de Dios
No siempre te será sencillo descubrir la voluntad de Dios
en algún punto concreto de tu vida.
El poder descubrir su voluntad dependerá, en gran medida,
del deseo que brota del propio corazón y de la convicción de que aquello que
Dios nos pida, será siempre lo mejor para nosotros mismos y para los demás.
Una vez hallada su voluntad, no siempre te será sencillo
realizarla, pues en ciertos casos necesitaremos depositar en él nuestra
confianza con la seguridad que él sabe mejor que nosotros lo que nos conviene.
Ten presente que hacer la voluntad de Dios es el mejor
negocio que puedas efectuar, y que de esto sólo pueden venir cosas buenas; aun
cuando tengas que atravesar momentos de turbulencia y de oscuridad que pongan
en duda el valor del discernimiento.
El que quiera
servirme, que me siga, y donde yo esté, estará también mi servidor. El que
quiera servirme, será honrado por mi Padre. Juan 12, 26
Junio, mes del Corazón de
Jesús
Día 4. El amor de Dios
Jesús te ama... y te da su Corazón, símbolo de amor.
Sobre este corazón se enciende una llama que quiere extenderse e inflamar todos
los corazones. ¡Jesús te ama! He venido -dice Jesús- a traer el fuego del amor
sobre la tierra y ¿qué puedo desear sino que ese fuego encienda?
Mírate a ti mismo. ¿Cómo correspondes al amor de Jesús?
¿Lo amas con todo tu corazón, con todas las fuerzas?
A la mañana, cuando te despiertas, ¿tienes un pensamiento
para Jesús? ¿Le rezas durante el día alguna jaculatoria?
Fuente: Web Católico de Javier
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa
Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el
cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno,
así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu
Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por la unión de las
familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones
sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por las siguientes personas de la
provincia de El Chaco, Argentina: por Miguel, para que sane su adicción; por
Gladys, para que no se sienta sola en su enfermedad; por Elfio, para que no
avance su enfermedad oftalmológica; por Johana, también con problemas en la
vista; por Facundo, para que no se aleje de Dios; por Oscar, jefe de familia y
con muchos dolores; y por Olga, afectada de cáncer de colon que mañana comienza
con quimioterapia. Que Dios Misericordioso se haga presente en los corazones y
en los cuerpos de estos hermanos y les conceda su paz y su sanación.
Pedimos oración por el eterno descanso del alma de Ada y
Memo, de México, ya que los dos terminaron sus vida muy jóvenes. Que la Virgen
María otorgue fuerza a las familias que los extrañan mucho.
Pedimos oración por Irma Alicia D., que vive en Argentina
y padece cáncer diseminado en abdomen. Que la Virgen de Luján interceda por
ella ante Jesús para que Él le conceda lo mejor.
Pedimos oración por Silvia G. que vive en la provincia de
Santa Fe y tiene una afección intestinal crónica; por su esposo que tiene
pérdida de la audición severa y por su hijo que ha heredado también problemas
intestinales.
Pedimos oración por estos hermanos franciscanos que
tuvieron ayer un accidente automovilístico grave, regresando de San Luis
(Argentina) donde participaron de un Capítulo electivo. Son ellos: Fray Alberto
Ameri OFM, asistente Región Cuyo, Carlos Almuna , Ministro Regional y Beatriz.
Que el Señor les conceda la gracia de recuperarse pronto.
Pido una especial oración por María Rosa y Emilio, de Buenos Aires, Argentina, tíos en el afecto del autor de esta página, para que el Señor atienda generoso sus dolencias de salud.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo
ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible
dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no
publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la
solicitud de oración. Enviar los pedidos de oración a pequesemillitas@gmail.com
El rincón de los lectores y
Facebook
Desde hace años hemos tenido esta sección llamada “El
rincón de los lectores” destinada a dar cabida a los mensajes, opiniones y
comentarios de las personas que leen Pequeñas Semillitas, que han podido
expresarse libre y respetuosamente. Ahora, con nuestra presencia en Facebook,
la posibilidad de manifestarse es mucho más abierta, directa y permanente.
Igual vamos a mantener esta sección para los que deseen
expresarse por esta vía. Para que tu mensaje se publique debes dirigirlo por
mail a pequesemillitas@gmail.com
con el título "El rincón de los
lectores" y deberá ser muy breve y no contener conceptos agraviantes
para nada ni para nadie.
Los mensajes serán moderados por el propietario de esta
página y se publicarán a medida que el tiempo y el espacio en la misma lo
permitan, y no se admitirán réplicas o respuestas públicas a mensajes
anteriores de otros lectores.
"Intimidad Divina"
La oración universal
El cristiano está por vocación llamado a la comunión y
diálogo con Dios; comunión y diálogo que son intercambio de vida y amor,
efusión del corazón del hombre en el corazón de Dios; oración íntima y
silenciosa y voz que se eleva al cielo; deseo y búsqueda de Dios; súplica,
suspiro, gemido, canto de alabanza y de acción de gracias, imploración de
perdón. Nada más personal, libre o espontáneo que la oración, la cual viene a
ser progresivamente la respiración habitual de la vida cristiana, realizándose
así el deber básico de “orar siempre sin desfallecer” (Lc 18, 1). Jesús ha
inculcado repetidamente la necesidad de la oración continua: “Guardaos de que
no se hagan pesados vuestros corazones… por las preocupaciones de la vida…;
estad en vela, pues, orando en todo tiempo” (Lc 21, 34-36). “¿No hará Dios
justicia a sus elegidos, que están clamando a él día y noche?” (Lc 18, 7). San
Pablo asimiló en profundidad esta enseñanza y nos la ha transmitido a su vez:
“Estad siempre en oración y súplica, orando en toda ocasión en el Espíritu” (Ef
6, 18). “Orad constantemente. En todo dad gracias, pues esto es lo que Dios, en
Cristo Jesús, quiere de vosotros” (1 Ts 5, 16).
El hombre no debe contentarse con orar sólo en nombre
propi; debe orar también en nombre de toda la creación. Pues “ha sido
constituido señor de la entera creación visible para gobernarla y usarla
glorificando a Dios” (GS 12), tiene el cometido de asumirla en su oración, para
que todo el universo venga a ser un canto de alabanza al Señor. “Obras todas
del Señor, bendecid al Señor… Cielos, sol y luna, lluvia y rocío, fuego y
calor, frío y heladas, noches y días, luz y tinieblas, hielos y nieves, rayos y
nubes… bendecid al Señor” (Dn 3, 57-70). Lejos de mirar las criaturas con ojos
codiciosos, con deseo desenfrenado de gozar egoístamente de ellas, el cristiano
“de Dios las recibe y las mira y respeta como si saliesen de las manos del
Creador” (GS 37). Entonces todo lo creado se convierte en ayuda preciosa para
su oración, porque continuamente le habla de Dios y le invita a dar gracias,
bendecir y amar al Dador de tantos bienes.
El cristiano respeta las criaturas, las usa en la medida
querida por Dios, y éstas le corresponden pregonándole su presencia y su bondad
infinita. Es la realización plena de lo que afirma San Pablo: “Lo invisible de
Dios… se deja ver… a través de sus obras: su poder eterno y su divinidad” (Rm
1, 20). Cuanto con más puro corazón y con ojos más iluminados por la fe se
vuelve el cristiano a las criaturas, tanto mejor sabe captar su lenguaje mudo y
convertirlo en oración haciéndose voz de cada criatura. Así se cumple su
función sacerdotal respecto a la creación, enderezando toda realidad terrena al
culto y a la alabanza de Dios en una especie de liturgia universal mediante la
cual la creación comienza a participar en “la libertad de la gloria de los
hijos de Dios” (Rm 8, 21).
Haz, Señor, que se
eleve a ti mi espíritu, y piense constantemente en mis culpas con dolor y
propósito de la enmienda. Dame, Señor, un corazón tan vigilante, que ningún
pensamiento vano pueda distraerlo de ti, un corazón noble que ninguna pasión
indigna pueda seducir, un corazón recto que ninguna intención mala pueda
contaminar, un corazón firme que no se quiebre por la tribulación, un corazón
libre que no se deje vencer por una pasión turbia. Concédeme, Señor Dios mío,
una inteligencia que te conozca, un amor que te busque, una sabiduría que te
encuentre, una conversación que te agrade, una perseverancia que te espere
confiada, una esperanza que finalmente te abrace. (Santo Tomás de Aquino,
Oraciones)
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.
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