lunes, 4 de junio de 2012

Pequeñas Semillitas 1725


PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 7 - Número 1725 ~ Lunes 4 de Junio de 2012
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Alabado sea Jesucristo…
Los cristianos tenemos un enorme privilegio: conocemos el verdadero nombre de Dios. Lo conocemos porque Jesucristo lo ha revelado: “Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.
La Trinidad es un “misterio”. La Biblia y la liturgia nos dan “indicios” para acercarnos a ese misterio guiados por el mismo Dios. Nos presentan a Dios como Padre creador. Siguen enseñándonos cómo Dios amó tanto al mundo que mandó a su Hijo, no para juzgarnos y condenarnos, sino para salvarnos. Y desde entonces, para quedarse entre nosotros continuando su obra, envió al Espíritu Santo, que vive en cada uno de nosotros y nos anima a “renovar la creación” y alcanzar la vida eterna.
De “El Domingo”


La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy


En aquel tiempo, Jesús comenzó a hablarles en parábolas: «Un hombre plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó un lagar y edificó una torre; la arrendó a unos labradores, y se ausentó.
»Envió un siervo a los labradores a su debido tiempo para recibir de ellos una parte de los frutos de la viña. Ellos le agarraron, le golpearon y le despacharon con las manos vacías. De nuevo les envió a otro siervo; también a éste le descalabraron y le insultaron. Y envió a otro y a éste le mataron; y también a otros muchos, hiriendo a unos, matando a otros. Todavía le quedaba un hijo querido; les envió a éste, el último, diciendo: ‘A mi hijo le respetarán’. Pero aquellos labradores dijeron entre sí: ‘Éste es el heredero. Vamos, matémosle, y será nuestra la herencia’. Le agarraron, le mataron y le echaron fuera de la viña.
»¿Qué hará el dueño de la viña? Vendrá y dará muerte a los labradores y entregará la viña a otros. ¿No habéis leído esta Escritura: ‘La piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido; fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos?’».
Trataban de detenerle —pero tuvieron miedo a la gente— porque habían comprendido que la parábola la había dicho por ellos. Y dejándole, se fueron.
(Mc 12,1-12)

Comentario
Hoy, el Señor nos invita a pasear por su viña: «Un hombre plantó una viña (...) y la arrendó a unos labradores» (Mc 12,1). Todos somos arrendatarios de esa viña. La viña es nuestro propio espíritu, la Iglesia y el mundo entero. Dios quiere frutos de nosotros. Primero, nuestra santidad personal; luego, un constante apostolado entre nuestros amigos, a quienes nuestro ejemplo y nuestra palabra les anime a acercarse cada día más a Cristo; finalmente, el mundo, que se convertirá en un mejor sitio para vivir, si santificamos nuestro trabajo profesional, nuestras relaciones sociales y nuestro deber hacia el bien común.
¿Qué clase de arrendatarios somos? ¿De los que trabajan duro, o de los que se irritan cuando el dueño envía a sus siervos a cobrarnos el alquiler? Podemos oponernos a los que tienen la responsabilidad de ayudarnos a proporcionar los frutos que Dios espera de nosotros. Podemos poner objeciones a las enseñanzas de la Santa Madre Iglesia y del Papa, los obispos, o quizás, más modestamente, de nuestros padres, nuestro director espiritual, o de aquel buen amigo que está tratando de ayudarnos. Podemos, incluso, volvernos agresivos, y tratar de herirles o, hasta “matarlos” mediante nuestra crítica y comentarios negativos. Deberíamos examinarnos a nosotros mismos acerca de los motivos reales de dicha postura. Quizás necesitamos un conocimiento más profundo de nuestra fe; quizás debemos aprender a conocernos mejor, a efectuar un mejor examen de conciencia, para poder descubrir las razones por las que no queremos producir frutos.
Pidamos a Nuestra Madre María su ayuda para que podamos trabajar con amor, bajo la guía del Papa. Todos podemos ser “buenos pastores” y “pescadores” de hombres. «Entonces, vayamos y pidamos al Señor que nos ayude a llevar fruto, un fruto que permanezca. Sólo así este valle de lágrimas se transformará en jardín de Dios» (Benedicto XVI). Nosotros podríamos acercar a Jesucristo nuestro espíritu, el de nuestros amigos, o el del mundo entero, si tan sólo leyéramos y meditáramos las enseñanzas del Santo Padre, y tratásemos de ponerlas en práctica.
Fr. Alphonse DIAZ (Nairobi, Kenia)


Santoral Católico:
San Francisco Caracciolo
Fundador de la Orden de Clérigos Menores


El ambiente temporal en que Dios quiso ponerlo en el mundo es justo cuando soplan aires nuevos en la Iglesia después del concilio de Trento. Se estrena el barroco exuberante en el arte y hasta en la piedad que lleva a fundaciones nuevas, a manifestaciones y estilos vírgenes que intentan reformar todo aquello que peleó Trento.

Languidece el Renacimiento que emborrachó a Roma hasta llegar a embotarla y hacerla incapaz de descubrir los males que gestaba y que explotaron con Lutero. Es por eso tiempo de santos nuevos: Pío V, Carlos Borromeo, Ignacio, Juan de Ribera, Teresa, Juan de la Cruz, Francisco de Sales, Neri, Cariacciolo... y tantos. Papas, poetas, maestros, obispos, escritores y apóstoles para un tiempo nuevo -crecido con las Indias-que intenta con seriedad volver a la oración, huir del lujo, llenar los confesonarios, adorar la Eucaristía y predicar pobreza dando testimonio con atención a los desheredados y enfermos.

El año 1563 fue interpretado por alguno de los biógrafos de Francisco Caracciolo como un presagio; fue cuando termina el concilio de Trento y es también el año de su nacimiento en la región de los Abruzos, justamente en Villa Santa María, el día 13 de octubre, hijo de Francisco Caracciolo y de Isabel Baratuchi; es el segundo de cinco hijos y le pusieron el nombre de Ascanio.

Después de cursar los estudios propios del tiempo, Ascanio fue militar. Pero una enfermedad diagnosticada por los médicos como lepra va a cambiar el curso de su vida; por el peligro de contagio le han abandonado los amigos; la soledad y el miedo a la muerte le lleva a levantar los ojos al cielo y, como suele suceder en estos casos límite, llegó la hora de las grandes promesas: si cura de la enfermedad, dedicará a Dios el resto de sus días.

Y así fue. Nobleza obliga. Curado, marcha a Nápoles y pide la admisión en la cofradía de los Bianchi, los Blancos, que se ocupan de prestar atención caritativa a los enfermos, a los no pocos que están condenados a galera y a los presos de las cárceles.

El sacerdote Adorno, otro hombre con barruntos a lo divino y pieza clave en la vida de Caracciolo, ha pedido también la admisión en la cofradía de los Blancos. En compañía de un tercero, también pariente de Ascanio y con su mismo nombre, se reúnen durante cuarenta días en la abadía de los camandulenses, cerca de Nápoles, para redactar los estatutos de la fundación que pretenden poner en marcha porque quieren hacer algo por la Iglesia.

Sixto V aprobará la nueva Orden en Roma y la llamará de los «Clérigos menores»; además de los tres votos comunes a la vida religiosa se añade un cuarto voto consistente en la renuncia a admitir dignidades eclesiásticas. La terna de los fundadores constituye tres primeros socios. A partir de la profesión hecha en Nápoles, Ascanio se llamará ya Francisco. Pronto se les unen otros diez clérigos, con idénticas ansias de santidad y que desprecian frontalmente los honores, esa búsqueda de grandeza que tanto daño ha hecho a la Iglesia en el tiempo del Renacimiento. Ahora se reparten los días para mantener entre todos un ayuno continuo y se distribuyen las horas del día y de la noche para mantener permanente la adoración al Santísimo Sacramento.

Hace falta fundar en España pero Felipe II no les da facilidades. Piensa el rey que hay demasiados frailes en el Imperio y ha dictado normas al respecto. Regresando a Roma, insisten en el intento, consiguen nueva confirmación del papa Gregorio XVI para cambiar los ánimos de Felipe II. Ahora muere Adorno y Francisco Caracciolo es nombrado General. Nuevo intento hay en el Escorial, con mejor éxito, pero hubo borrasca de clérigos en Madrid, con suspenso. El papa Clemente VIII intercede y recomienda desde Roma y llegan mejores tiempos con el rey Felipe III. En Valladolid consiguió fundar casa y en Alcalá montó un colegio que sirviera para la formación de sus «Clérigos Regulares Menores». Siguen otras fundaciones también en Roma y Nápoles.

La fuerte actividad obedece a un continuo querer la voluntad divina a la que no se resistió ni siquiera protestó cuando las incomprensiones y enredos de los hombres se hicieron patentes. Vive pobre y humilde fiel a su compromiso. Siempre se mostró delicado con los enfermos y generoso con los pobres. Llama la atención su espíritu de penitencia con ayunos y mortificaciones que se impone a sí mismo. Pidió se admitiese su renuncia al gobierno para dedicarse a la oración y, aceptada, eligió para vivir el hueco de la escalera de la casa que desde entonces es el único testigo mudo de su oración y penitencia. El amor a Jesucristo fue tan grande que a veces es suficiente la mirada a un crucifijo para entrar en éxtasis y el pensamiento elevado a la Virgen María le trae a los ojos lágrimas de ternura.

Cuando sólo tiene 44 años, murió en Nápoles el 4 de junio de 1608, con los nombres de Jesús y de María en la boca. El papa Pío VII lo canonizó en 1807. Su cuerpo se conserva en la iglesia de Santa María la Mayor de Nápoles y la iconografía muestra a Francisco Caracciolo con una Custodia en la mano, como símbolo del amor que tuvo a la Eucaristía y que debe mantener su Orden para ser fiel hasta el fin del tiempo.

Fuente: Catholic.net


La frase de hoy

“Cuando te levantes,
entra en el Sagrado Corazón de Jesús
y conságrale tu cuerpo,
tu alma, tu corazón
y tu ser por completo,
para solamente vivir
por su amor y gloria”

Santa Margarita María de Alacoque


Tema del día:
Un misterio inefable


1) Para saber

El domingo después de Pentecostés la Iglesia celebra la solemnidad de la Santísima Trinidad. El Papa Benedicto XVI consideraba que Dios ha querido darnos a conocer su intimidad misma, y así descubrimos que Él es comunión de luz y de amor, no es soledad, sino vida dada y recibida en un diálogo eterno entre el Padre y el Hijo en el Espíritu Santo. Como dice san Agustín, Dios es Amante, Amado y Amor.

El Papa nos invita encontrarnos con Cristo para acoger en nuestra alma la misma comunión trinitaria, según la promesa de Jesús a los discípulos: “Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos morada en él” (Jn 14, 23). Un gran misterio pero no menos real.

2) Para pensar

Se cuenta que cuando un matemático oriental inventó el admirable juego de ajedrez, quiso el monarca de Persia premiar al inventor. El rey, que ostentaba ser muy rico, ofreció concederle el premio que solicitara.

El matemático se “contentó” con pedirle 1 grano de trigo por la primera casilla del tablero de ajedrez, 2 por la segunda, 4 por la tercera y así sucesivamente, siempre doblando, hasta la última de las 64 casillas.

El soberano persa se indignó de una petición que le parecía no hacía honor a su riqueza. Le preguntó: “¿No quieres nada más?”. “Con eso me bastará…”, le respondió sonriendo el matemático.

El rey dio la orden a su gran visir de que, inmediatamente, quedaran satisfechos los deseos del sabio. ¡Pero cuál no sería el asombro del visir, después de hacer el cálculo, que era imposible dar cumplimiento a la orden! Para darle al inventor la cantidad que pedía, no había trigo bastante en los reales graneros, ni en los de toda Persia, ¡ni en los de todo el mundo!

El rey tuvo que confesar al sabio que no podía cumplirle su promesa, por no ser bastante rico. El sabio lo sabía, solo quiso dar una lección a la soberbia del soberano.

En efecto, el resultado de doblar la cantidad durante 64 veces, da una cantidad de más de 18 trillones, es decir, un número con veinte cifras. Haciendo el cálculo aproximado, se necesitaría que toda la superficie de la Tierra, incluyendo los mares, produjera trigo durante ocho años. Con la cantidad de trigo reclamada, podría hacerse una pirámide de 9 millas de altura. Para comprar esa cantidad de trigo, si la hubiera, no habría dinero bastante en este mundo.

Hay cosas que parecen sencillas, pero que en el fondo son profundas. Las cosas del Espíritu son profundas y sólo Dios las conoce, por eso se les llama Misterios. La Santísima Trinidad es un gran misterio, pero aunque nuestra mente no lo entienda, conocemos su existencia porque Dios mismo nos lo dijo.

3) Para vivir

Hablando de este misterio, el Papa invitaba a considerar una semejanza que nos puede ayudar a vislumbrarlo. Se le podría comparar a lo que es una familia, la cual está llamada a ser una comunidad de amor y de vida entre personas, en la que la diversidad debe contribuir a formar una “parábola de comunión”. Esa comunión se da primordialmente en Dios, pues siendo distintas personas forman un solo Dios: Son Personas que están unidas por el Amor.

San Josemaría Escrivá nos recuerda: “Dios está contigo. En tu alma en gracia habita la Trinidad Beatísima. –Por eso, tú, a pesar de tus miserias, puedes y debes estar en continua conversación con el Señor” (Forja 261).

Pbro. José Martínez Colín


Mensaje de María Reina de la Paz


Mensaje de María Reina de la Paz del 2 de Junio de 2012

¡Queridos hijos! Estoy continuamente entre ustedes porque con mi infinito amor deseo mostrarles la puerta del Cielo. Deseo decirles cómo se abre: por medio de la bondad, la misericordia, el amor y la paz, a través de mi Hijo. Por ello, hijos míos, no pierdan tiempo en vanidades. Sólo el conocimiento del amor de mi Hijo puede salvarlos. Por medio de ese amor salvífico y el Espíritu Santo, Él me eligió y yo junto a Él, los elijo para que sean apóstoles de su Amor y Voluntad. Hijos míos, sobre ustedes hay una gran responsabilidad. Deseo que por sus ejemplos ayuden a los pecadores a que vuelvan a ver, que enriquezcan sus pobres almas y que los devuelvan entre mis brazos. Por ello, oren, oren, ayunen y confiésense regularmente. Si el recibir a mi Hijo en la Eucaristía es el centro de sus vidas entonces no tengan miedo, ustedes todo lo pueden. Estoy con ustedes. Oro todos los días por los pastores y espero lo mismo de ustedes. Porque, hijos míos, sin la guía de ellos y el fortalecimiento que viene de la bendición no pueden ir adelante. Gracias.

Oración
Virgen María, Reina de la Paz, nos encomendamos a ti, sabiendo que somos las niñas y los niños de tus ojos. Danos un corazón dócil, humilde y obediente como el tuyo, para que Dios pueda bendecirnos en todo; y cúbrenos, Madre, con tu manto, haciéndonos invisibles e inmunes a todo mal.


Pensamientos sanadores


Pide la gracia de amar la voluntad de Dios

No siempre te será sencillo descubrir la voluntad de Dios en algún punto concreto de tu vida.
El poder descubrir su voluntad dependerá, en gran medida, del deseo que brota del propio corazón y de la convicción de que aquello que Dios nos pida, será siempre lo mejor para nosotros mismos y para los demás.
Una vez hallada su voluntad, no siempre te será sencillo realizarla, pues en ciertos casos necesitaremos depositar en él nuestra confianza con la seguridad que él sabe mejor que nosotros lo que nos conviene.
Ten presente que hacer la voluntad de Dios es el mejor negocio que puedas efectuar, y que de esto sólo pueden venir cosas buenas; aun cuando tengas que atravesar momentos de turbulencia y de oscuridad que pongan en duda el valor del discernimiento.

El que quiera servirme, que me siga, y donde yo esté, estará también mi servidor. El que quiera servirme, será honrado por mi Padre. Juan 12, 26


Junio, mes del Corazón de Jesús


Día 4. El amor de Dios

Jesús te ama... y te da su Corazón, símbolo de amor. Sobre este corazón se enciende una llama que quiere extenderse e inflamar todos los corazones. ¡Jesús te ama! He venido -dice Jesús- a traer el fuego del amor sobre la tierra y ¿qué puedo desear sino que ese fuego encienda?
Mírate a ti mismo. ¿Cómo correspondes al amor de Jesús? ¿Lo amas con todo tu corazón, con todas las fuerzas?
A la mañana, cuando te despiertas, ¿tienes un pensamiento para Jesús? ¿Le rezas durante el día alguna jaculatoria?

Fuente: Web Católico de Javier


Pedidos de oración

Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por las siguientes personas de la provincia de El Chaco, Argentina: por Miguel, para que sane su adicción; por Gladys, para que no se sienta sola en su enfermedad; por Elfio, para que no avance su enfermedad oftalmológica; por Johana, también con problemas en la vista; por Facundo, para que no se aleje de Dios; por Oscar, jefe de familia y con muchos dolores; y por Olga, afectada de cáncer de colon que mañana comienza con quimioterapia. Que Dios Misericordioso se haga presente en los corazones y en los cuerpos de estos hermanos y les conceda su paz y su sanación.

Pedimos oración por el eterno descanso del alma de Ada y Memo, de México, ya que los dos terminaron sus vida muy jóvenes. Que la Virgen María otorgue fuerza a las familias que los extrañan mucho.

Pedimos oración por Irma Alicia D., que vive en Argentina y padece cáncer diseminado en abdomen. Que la Virgen de Luján interceda por ella ante Jesús para que Él le conceda lo mejor.

Pedimos oración por Silvia G. que vive en la provincia de Santa Fe y tiene una afección intestinal crónica; por su esposo que tiene pérdida de la audición severa y por su hijo que ha heredado también problemas intestinales.

Pedimos oración por estos hermanos franciscanos que tuvieron ayer un accidente automovilístico grave, regresando de San Luis (Argentina) donde participaron de un Capítulo electivo. Son ellos: Fray Alberto Ameri OFM, asistente Región Cuyo, Carlos Almuna , Ministro Regional y Beatriz. Que el Señor les conceda la gracia de recuperarse pronto.

Pido una especial oración por María Rosa y Emilio, de Buenos Aires, Argentina, tíos en el afecto del autor de esta página, para que el Señor atienda generoso sus dolencias de salud.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Enviar los pedidos de oración a pequesemillitas@gmail.com


El rincón de los lectores y Facebook


Desde hace años hemos tenido esta sección llamada “El rincón de los lectores” destinada a dar cabida a los mensajes, opiniones y comentarios de las personas que leen Pequeñas Semillitas, que han podido expresarse libre y respetuosamente. Ahora, con nuestra presencia en Facebook, la posibilidad de manifestarse es mucho más abierta, directa y permanente.

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Los mensajes serán moderados por el propietario de esta página y se publicarán a medida que el tiempo y el espacio en la misma lo permitan, y no se admitirán réplicas o respuestas públicas a mensajes anteriores de otros lectores.


"Intimidad Divina"

La oración universal

El cristiano está por vocación llamado a la comunión y diálogo con Dios; comunión y diálogo que son intercambio de vida y amor, efusión del corazón del hombre en el corazón de Dios; oración íntima y silenciosa y voz que se eleva al cielo; deseo y búsqueda de Dios; súplica, suspiro, gemido, canto de alabanza y de acción de gracias, imploración de perdón. Nada más personal, libre o espontáneo que la oración, la cual viene a ser progresivamente la respiración habitual de la vida cristiana, realizándose así el deber básico de “orar siempre sin desfallecer” (Lc 18, 1). Jesús ha inculcado repetidamente la necesidad de la oración continua: “Guardaos de que no se hagan pesados vuestros corazones… por las preocupaciones de la vida…; estad en vela, pues, orando en todo tiempo” (Lc 21, 34-36). “¿No hará Dios justicia a sus elegidos, que están clamando a él día y noche?” (Lc 18, 7). San Pablo asimiló en profundidad esta enseñanza y nos la ha transmitido a su vez: “Estad siempre en oración y súplica, orando en toda ocasión en el Espíritu” (Ef 6, 18). “Orad constantemente. En todo dad gracias, pues esto es lo que Dios, en Cristo Jesús, quiere de vosotros” (1 Ts 5, 16).

El hombre no debe contentarse con orar sólo en nombre propi; debe orar también en nombre de toda la creación. Pues “ha sido constituido señor de la entera creación visible para gobernarla y usarla glorificando a Dios” (GS 12), tiene el cometido de asumirla en su oración, para que todo el universo venga a ser un canto de alabanza al Señor. “Obras todas del Señor, bendecid al Señor… Cielos, sol y luna, lluvia y rocío, fuego y calor, frío y heladas, noches y días, luz y tinieblas, hielos y nieves, rayos y nubes… bendecid al Señor” (Dn 3, 57-70). Lejos de mirar las criaturas con ojos codiciosos, con deseo desenfrenado de gozar egoístamente de ellas, el cristiano “de Dios las recibe y las mira y respeta como si saliesen de las manos del Creador” (GS 37). Entonces todo lo creado se convierte en ayuda preciosa para su oración, porque continuamente le habla de Dios y le invita a dar gracias, bendecir y amar al Dador de tantos bienes.

El cristiano respeta las criaturas, las usa en la medida querida por Dios, y éstas le corresponden pregonándole su presencia y su bondad infinita. Es la realización plena de lo que afirma San Pablo: “Lo invisible de Dios… se deja ver… a través de sus obras: su poder eterno y su divinidad” (Rm 1, 20). Cuanto con más puro corazón y con ojos más iluminados por la fe se vuelve el cristiano a las criaturas, tanto mejor sabe captar su lenguaje mudo y convertirlo en oración haciéndose voz de cada criatura. Así se cumple su función sacerdotal respecto a la creación, enderezando toda realidad terrena al culto y a la alabanza de Dios en una especie de liturgia universal mediante la cual la creación comienza a participar en “la libertad de la gloria de los hijos de Dios” (Rm 8, 21).

Haz, Señor, que se eleve a ti mi espíritu, y piense constantemente en mis culpas con dolor y propósito de la enmienda. Dame, Señor, un corazón tan vigilante, que ningún pensamiento vano pueda distraerlo de ti, un corazón noble que ninguna pasión indigna pueda seducir, un corazón recto que ninguna intención mala pueda contaminar, un corazón firme que no se quiebre por la tribulación, un corazón libre que no se deje vencer por una pasión turbia. Concédeme, Señor Dios mío, una inteligencia que te conozca, un amor que te busque, una sabiduría que te encuentre, una conversación que te agrade, una perseverancia que te espere confiada, una esperanza que finalmente te abrace. (Santo Tomás de Aquino, Oraciones)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.

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