miércoles, 13 de junio de 2012

Pequeñas Semillitas 1734


PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 7 - Número 1734 ~ Miércoles 13 de Junio de 2012
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Alabado sea Jesucristo…
Ya el Señor nos ha dicho en el Evangelio que cuando recemos nos retiremos a nuestra habitación y cerremos la puerta, para estar tranquilos y hablar a Dios nuestro Señor, que ve en lo secreto y nos recompensa. ¡Qué dulce es retirarse del tumulto de la gente y de la compañía humana, para entrar en compañía con Dios mismo y con el mundo espiritual! Porque si bien muchas veces podemos vivir en presencia de Dios aún en medio del ruido, también es cierto que el silencio y la tranquilidad nos ayudan mucho para comunicarnos con Dios y hacernos receptivos a las inspiraciones del Espíritu Santo, y esto lo logramos cuando nos retiramos a nuestro cuarto.
Es conveniente que tengamos en nuestra pieza una especie de altarcito con alguna imagen piadosa de nuestro gusto, una cruz y un reclinatorio de ser posible, y allí retirarnos a menudo a hablar con Dios, no sólo rezando oraciones ya hechas como el Santo Rosario y otras, sino lo que es muy importante, hablando con Dios como con nuestro mejor Amigo, que nos comprende, nos ha creado y nos entiende y se interesa por todo lo nuestro como si para Él fuéramos nosotros solos quienes existimos en el universo.


La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Sí, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasarán antes que pase una i o una tilde de la Ley sin que todo suceda. Por tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos; en cambio, el que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos».
(Mt 5,17-19)

Comentario
Hoy escuchamos del Señor: «No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas; (...), sino a dar cumplimiento» (Mt 5,17). En el Evangelio de hoy, Jesús enseña que el Antiguo Testamento es parte de la Revelación divina: Dios primeramente se dio a conocer a los hombres mediante los profetas. El Pueblo escogido se reunía los sábados en la sinagoga para escuchar la Palabra de Dios. Así como un buen israelita conocía las Escrituras y las ponía en práctica, a los cristianos nos conviene la meditación frecuente —diaria, si fuera posible— de las Escrituras.
En Jesús tenemos la plenitud de la Revelación. Él es el Verbo, la Palabra de Dios, que se ha hecho hombre (cf. Jn 1,14), que viene a nosotros para darnos a conocer quién es Dios y cómo nos ama. Dios espera del hombre una respuesta de amor, manifestada en el cumplimiento de sus enseñanzas: «Si me amáis, guardaréis mis mandamientos» (Jn 14,15).
Del texto del Evangelio de hoy encontramos una buena explicación en la Primera Carta de san Juan: «En esto consiste el amor a Dios: en que guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son pesados» (1Jn 5,3). Guardar los mandamientos de Dios garantiza que le amamos con obras y de verdad. El amor no es sólo un sentimiento, sino que —a la vez— pide obras, obras de amor, vivir el doble precepto de la caridad.
Jesús nos enseña la malicia del escándalo: «El que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos» (Mt 5,19). Porque —como dice san Juan— «quien dice: ‘Yo le conozco’ y no guarda sus mandamientos es un mentiroso y la verdad no está en él» (1Jn 2,4).
A la vez enseña la importancia del buen ejemplo: «El que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos» (Mt 5,19). El buen ejemplo es el primer elemento del apostolado cristiano.
Rev. D. Miquel MASATS i Roca (Girona, España)


Santoral Católico:
San Antonio de Padua
Presbítero y Doctor de la Iglesia


San Francisco de Asís, que encontró al joven fraile Antonio con ocasión del Capitulo general inaugurado en Pentecostés de 1221, lo llamaba confidencialmente “mi obispo”. Antonio, cuyo nombre anagráfico es Fernando de Bulloes y Taveira de Azevedo, nació en Lisboa hacia el 1195. A Los quince años entró al colegio de Los canónigos regulares de San Agustín, y en sólo nueve meses profundizó tanto el estudio de la Sagrada Escritura que más tarde fue llamado por el Papa Gregorio IX “arca del Testamento”. A la cultura teológica añadió la filosófica y la científica, muy viva por la influencia de la filosofía árabe.

De esta vasta formación cultural dio muestras en los últimos años de vida predicando en la Italia septentrional y en Francia. Aquí recibió el titulo de “guardián del Limosino” por la abundante doctrina en la lucha contra la herejía. En 1946 Pio XII lo declaró doctor de la Iglesia con el apelativo de “Doctor evangelicus”. Cinco franciscanos habían sido martirizados en Marruecos, a donde habían ido a evangelizar a los infieles. Fernando vio los cuerpos, que habían sido llevados a Portugal en 1220, y resolvió seguir sus huellas: entró al convento de los frailes mendicantes de Coimbra, con el nombre de Antonio Olivares.

Durante el viaje de regreso de Marruecos, en donde no pudo estar sino pocos días a causa de su hidropesía, una tempestad empujó la embarcación hacia Las costas sicilianas. Estuvo algunos meses en Mesina, en el convento franciscano, y el superior de este convento lo llevó a Asís para el Capitulo general. Aquí Antonio conoció a San Francisco de Asís.

Lo mandaron a la provincia franciscana de Romaña en donde llevó vida de ermitaño en un convento cerca de Forli. Lo nombraron para el humilde oficio de cocinero y así vivió en la sombra hasta cuando sus superiores, dándose cuenta de sus extraordinarias cualidades de predicador, lo sacaron del yermo y lo enviaron al norte de Italia y a Francia a predicar en donde más se había difundido la herejía de los albigenses.

Finalmente, Antonio fijó su residencia en el convento de la Arcella, a un kilómetro de Padua. De aquí iba a donde lo llamaban a predicar. En 1231, cuando su predicación tocó la cima de intensidad y se caracterizó por los contenidos sociales, Antonio se agravó y del convento de Camposampiero lo llevaron a Padua sobre un furgón lleno de heno. Murió en Arcella el 13 de junio de 1231. “El Santo” por antonomasia, como lo llaman en Padua, fue canonizado en Pentecostés de 1232, es decir, al año siguiente de su muerte, por la gran popularidad que se había ampliado con el correr de los tiempos.

Fuente: Catholic.net


La frase de hoy

“Andad despacio,
procurando adaptar
vuestra vida interior y exterior
al modelo de la humilde
mansedumbre del Corazón de Jesús”

Santa Margarita María de Alacoque


Tema del día:
En defensa de la pureza


Hoy es inconcebible para la humanidad, pensar en virginidad o pureza personal; no es creíble que un hombre o una mujer deseen permanecer puros, y entreguen su vida a Dios, o la reserven solamente para la relación entre marido y mujer en el matrimonio. ¿Por qué?

A mi entender es porque ellos viven de esa forma y no ven o no comprenden otro tipo de actitud frente a la sexualidad. Se escucha decir “qué importa si no hago mal a nadie”, pero abusando de mi cuerpo y el de los otros como mero instrumento de placer, es degradar al individuo a lo más bajo.

Hermano, tu cuerpo es el templo del Espíritu Santo y como tal debes respetarlo y dignificarlo, no hacer de él lo que no corresponde.

Hoy se ve convertido el cuerpo en algo de uso y abuso inmoral, aun más el de la mujer, degradándola a un simple objeto de placer, todo comercial para vender lo que sea lleva un cuerpo femenino ligero de ropa, hasta en los celulares se ofrece carne humana como objeto de simple placer y uso, ¿Qué estamos haciendo con nuestro cuerpo?, ¡que le decimos a nuestros jóvenes! Después llenamos salas con psicólogos, sexólogos, tratando el por qué de la violencia juvenil, embarazos prematuros, abortos, etc.

Muchos, siendo cristianos, nos callamos, tenemos miedo a decir la verdad
- “pobre, lo voy a ofender”
- “no es mi problema”
Pero al callar, estamos aceptando una conducta falsa del cuerpo humano.

Mañana en nuestro juicio personal con Dios ¿qué le diremos?, que preferimos callar para no ser víctima de burlas, callar porque es más fácil que involucrarse. Dios es Amor y eterna Misericordia. Si, pero no un títere que manejo a mi antojo, según mi conveniencia de bajos instintos, y desviaciones.

Hay que decir la verdad, en un mundo relativista y hedonista, levantar la voz a costa de nuestra propia vida, como el mismo Jesús la dio un día, por cada uno de nosotros…

Hay otro camino. No el que la corriente de hoy indica seguir, solo se debe tener la convicción y la perseverancia suficiente para llevarlo a cabo. Respetar el cuerpo, es respetar  la dignidad humana como propiedad y creación de Dios.

Tomemos conciencia real, seamos cristianos de verdad y así valoraremos al ser que tengo en frente y a mi mismo. Pidamos al Espíritu Santo la fortaleza para ser verdaderos testigos del amor.

Consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio.  Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, y lo que han visto en mí, y el Dios de paz estará con ustedes.
Filipenses 4:4-9

Jorge  A.  Pellegrini


Pensamientos sanadores


El Señor quiere liberarte de todo cautiverio

El libro de los Hechos de los Apóstoles narra como el ángel que Dios envió a Pedro lo liberó de manera milagrosa de sus enemigos y de la cárcel en la cual había sido encerrado por sus enemigos.
Por eso, si cada día y en todas las circunstancias de la vida, entregas al Señor tu corazón, experimentarás que así como el apóstol pasó la primera y la segunda guardia guiado por el ángel, así también Dios te librará a ti de los enemigos que te odian y que desean hacerte mal.
Así como la reja se abrió por sí sola para que Pedro pudiera salir a la calle en libertad, si le entregas tu corazón a Dios y lo sigues con docilidad, él te abrirá muchas puertas de bendición en tu vida.
Con Cristo a tu favor, siéntete en paz, porque él, tu protector, tiene dispuestas para ti un sinfín de bendiciones.

Te combatirán, pero no podrán contra ti, porque yo estoy contigo para salvarte y librarte –oráculo del Señor–. Yo te libraré de la mano de los malvados y te rescataré del poder de los violentos. Jeremías 15, 20-21


Junio, mes del Corazón de Jesús


Día 13. Ocasiones peligrosas

Hasta ahora hemos tomado del Corazón de Jesús aquellas palabras que condenan el pecado. Ahora Jesús quiere sugerirnos también el medio con el que podemos evitar la huida de las ocasiones peligrosas. No hay escapatoria. ¿Quieres huir del pecado? Debes necesariamente evitar las ocasiones. Reza, confiésate, pero si no huyes de las ocasiones peligrosas todo será tiempo malgastado. ¿Cuáles son las compañías que frecuentas? ¿Quizá se encuentran allí personas con las que permites confidencias que hacen llorar a tu ángel custodio? ¿Se encuentra acaso alguna persona que te insinúa dudas sobre la fe, que susurra palabras que repugna oírlas, que te aleja de tus prácticas de piedad?
¿Cuáles son tus diversiones? ¿Son acaso ciertos lugares donde todos pierden la vergüenza, donde las pasiones se levantan impetuosas?

Fuente: Web Católico de Javier


Pedidos de oración

Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por Elsa S., de Buenos Aires, Argentina, que está en tratamiento por una afección ginecológica, rogando al Señor que la proteja y permita que todo se resuelva bien en poco tiempo con la siempre presente María, nuestra Madre.

Pedimos oración por María Eugenia W. O. que es una mujer joven de Santiago, Chile, casada y madre de una hija pequeña, que ha sido diagnosticada con cáncer de mama con diseminación por todo su cuerpo incluyendo órganos vitales. Rogamos la intercesión de San Alberto Hurtado, santo jesuita chileno, para que Dios Misericordioso le conceda a esta buena mujer la gracia de la sanación de su grave enfermedad.

Pedimos oración por Adriana, de 17 años de edad, que sufrió un grave accidente automovilístico en USA, sufriendo fractura de columna vertebral. Ha sido operada y le aguarda una larga, dolorosa y difícil recuperación. Invocamos a la Santísima Virgen de Lourdes para que la acompañe en este tiempo y le de fuerzas para asumir lo que viene.

Pedimos oración por el alma de Cristian Ariel Milanovsky quien a los 36 años partió de regreso a la Casa del Padre hace once meses. Toda su familia en San Lorenzo, Santa Fe, Argentina, lo recuerda por lo que es y no por lo que era. Dios lo tenga en su Santa Gloria.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Enviar los pedidos de oración a pequesemillitas@gmail.com


Ofrecimiento para sacerdotes y religiosas


Formulo el siguiente ofrecimiento únicamente para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas Semillitas" por e-mail:  Si desean recibir el power point y los comentarios del Evangelio del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para tener tiempo de preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos sobre la Palabra de Dios, pueden pedírmelo a pequesemillitas@gmail.com 
Solo deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia y a qué comunidad religiosa pertenecen.


"Intimidad Divina"

Misterio de esperanza

Jesús ha dicho: “Yo soy el pan vivo bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo les voy a dar es mi carne por la vida del mundo” (Jn 6, 51). Este discurso no agradó a los judíos, que se pusieron a discutir, cuestionando las palabras del Maestro; pero él les replicó con más energía: “En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros” (ib 53). Las palabras son perentorias y no admiten duda alguna: el que quiera vivir tiene que comer el Pan de vida. El cristiano fue injertado en Cristo por medio del bautismo, recibiendo en él y por él la vida de la gracia; pero esa vida tiene que ser alimentada, y su inserción en Cristo ha de hacerse más profunda. “Los fieles –ensaña el Vaticano II– sellados ya por el sagrado bautismo y la confirmación, se insertan plenamente en el Cuerpo de Cristo por la recepción de la Eucaristía” (PO 5); ella perfecciona la obra de los otros sacramentos y alimenta de modo singular la vida de la gracia. Pues en este sacramento se verifica “el hecho extraordinario y único de la presencia del Autor mismo de la santidad” (Euch. Myster, 4).

Alimentando en los fieles la vida de Cristo, la Eucaristía alimenta en ellos una vida que no tiene término; uniéndolos a él que es la Vida, los libra de la muerte. Jesús ha dicho, en efecto: “El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día” (Jn 6, 54). Dice tiene vida eterna, no que la tendrá; porque la Eucaristía no sólo tiene poder de dar la resurrección el último día, sino que desde ahora da al hombre un germen de resurrección: “en este cuerpo caduco y deleznable… el Cuerpo inmortal de Cristo pone un germen de inmortalidad que germinará un día (León XIII, Mirae caritatis). La Eucaristía, memorial de la muerte del Señor, es también memorial de su resurrección. En ella Cristo alimenta a sus fieles con su carne inmolada por ellos, pero ya resucitada y gloriosa: “carne vivificada por el Espíritu Santo y vivificante (que) da la vida a los hombres” (PO 5). Considerada bajo este aspecto la Eucaristía es verdaderamente el sacramento de la esperanza: esperanza de la vida eterna, donde la comunión con Cristo no tendrá fin.

La Eucaristía prefigura y anticipa el banquete escatológico en el reino del Padre. La comunión eterna con Cristo comienza aquí por la comunión eucarística, que es su prenda y preludio. Esto es lo que nos hace pedir la liturgia en la fiesta del Corpus Christi: “Concédenos Señor, saciarnos de ti en el convite eterno, que hoy hemos pregustado por el sacramento de tu Cuerpo y Sangre” (MR). Y como la Eucaristía prepara el banquete eterno, es por eso firme motivo de esperanza y de confianza en los trabajos de la vida. Cuando el camino se hace áspero por las tentaciones, luchas y dificultades, hay que recurrir a la Eucaristía, pan de los fuertes y de los puros. Recomendando la comunión diaria enseñaba San Pío X: “Los fieles unidos a Dios por medio de este sacramento, reciben de él fuerza para frenar sus pasiones, para purificarse de las culpas ligeras en que diariamente incurren y para evitar las culpas graves a que está expuesta la fragilidad humana”. Y San Agustín exclama: “¡Oh qué misterio de amor!... Quien quiere vivir, sabe dónde está su vida y sabe de dónde le viene la vida. Que se acerque, y que crea… para que tenga participación en la vida”.

Concédeme, Padre amorosísimo, contemplar abiertamente y por siempre a tu Hijo amado, que peregrino ahora en la tierra me propongo recibir escondido bajo los velos eucarísticos. Llévame a mí pecador al inefable banquete, donde tú, con tu Hijo y con el Espíritu Santo, eres para tus santos verdadera luz, saciedad plena, gozo completo y felicidad perfecta. Que tu sacratísimo Cuerpo y Sangre, oh dulcísimo Jesús, sea para mi alma dulzura y suavidad, salud y fortaleza en toda tentación, gozo y paz en toda tribulación, luz y protección final en la muerte. (Santo Tomás de Aquino, Oraciones)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.

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