PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 7 - Número 1739 ~ Lunes 18
de Junio de 2012
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
El Evangelio de ayer domingo, Jesús enseñaba con
parábolas la necesidad de ser humildes y pacientes en la espera de los frutos
de nuestra siembra. Es que resulta muy humano querer ver inmediatamente el fruto de
nuestras acciones; pero Dios es Dios y tiene sus propios planes y sus propios
tiempos… Él nos asegura que la semilla de toda buena acción crece de noche y
de día aunque no nos demos cuenta. Pero crece como Él quiere, donde Él quiere y
cuando Él quiere.
Señor Jesús, auméntame la fe. Haz que no desespere porque
“el mundo” no abrace entusiasta tu Evangelio y nuestras semillas parezcan no
brotar. Creo que tu resurrección es la prueba contundente de la vitalidad del
Reino y la fidelidad de Dios.
De “El Domingo”
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Habéis
oído que se dijo: ‘Ojo por ojo y diente por diente’. Pues yo os digo: no
resistáis al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele
también la otra: al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica déjale
también el manto; y al que te obligue a andar una milla vete con él dos. A
quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda».
(Mt 5,38-42)
Comentario
Hoy, Jesús nos enseña que el odio se supera en el perdón.
La ley del talión era un progreso, pues limitaba el derecho de venganza a una
justa proporción: sólo puedes hacer al prójimo lo que él te ha hecho a ti, de
lo contrario cometerías una injusticia; esto es lo que significa el aforismo de
«ojo por ojo, diente por diente». Aun así, era un progreso limitado, ya que
Jesucristo en el Evangelio afirma la necesidad de superar la venganza con el
amor; así lo expresó Él mismo cuando, en la Cruz, intercedió por sus verdugos:
«Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen» (Lc 23,34).
No obstante, el perdón debe acompañarse con la verdad. No
perdonamos tan sólo porque nos vemos impotentes o acomplejados. A menudo se ha
confundido la expresión “poner la otra mejilla” con la idea de la renuncia a
nuestros derechos legítimos. No es eso. Poner la otra mejilla quiere decir
denunciar e interpelar a quien lo ha hecho, con un gesto pacífico pero decidido,
la injusticia que ha cometido; es como decirle: «Me has pegado en una mejilla,
¿qué, quieres pegarme también en la otra?, ¿te parece bien tu proceder?». Jesús
respondió con serenidad al criado insolente del sumo sacerdote: «Si he hablado
mal, demuéstrame en qué, pero si he hablado bien, ¿por qué me pegas?» (Jn
18,23).
Vemos, pues, cuál debe ser la conducta del cristiano: no
buscar revancha, pero sí mantenerse firme; estar abierto al perdón y decir las
cosas claramente. Ciertamente no es un arte fácil, pero es el único modo de
frenar la violencia y manifestar la gracia divina a un mundo a menudo carente
de gracia. San Basilio nos aconseja: «Haced caso y olvidaréis las injurias y
agravios que os vengan del prójimo. Podréis ver los nombres diversos que tendréis
uno y otro; a él lo llamarán colérico y violento, y a vosotros mansos y
pacíficos. Él se arrepentirá un día de su violencia, y vosotros no os
arrepentiréis nunca de vuestra mansedumbre».
Rev. D. Joaquim MESEGUER García (Sant Quirze del Vallès,
Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Gregorio Barbarigo
Obispo
San Gregorio nació en Venecia en 1625. Al cumplir los
veinte años fue escogido por el gobierno veneciano como acompañante del
embajador Luigi Contarini, al famoso Congreso de Munster, donde los representantes
de Alemania, Francia y Suecia, firmaron el tratado de Westfalia, el 24 de
octubre de 1648, y así pusieron fin a la guerra de Treinta Años.
En 1657, el Papa Alejandro VII, le nombró obispo de
Bérgamo y en 1660, le consagró cardenal; cuatro años más tarde, fue transferido
al obispado de Padua. Era benigno y misericordioso, su piedad se mostraba sobre
todo a los que sufrían o estaban en desgracia. Con el propósito de fomentar la
cultura, fundó un colegio y un seminario que tuvieron gran renombre. A las dos
instituciones las dotó con imprenta propia y una biblioteca bien surtida,
particularmente con los escritos de los Padres de la Iglesia y los estudios
sobre las Sagradas Escrituras.
San Gregorio Barbarigo murió el 18 de junio de 1697 y fue
beatificado en 1761 y canonizado por S.S. Juan XXIII, el 26 de mayo de 1959.
También hoy se conmemora a
Santa Juliana Falconieri
Fundadora de las Siervas de
la Virgen María
Información ampliada haciendo clic acá
Fuente: Catholic.net
La frase de hoy
“Escondedme, dulce Salvador mío,
en el sagrario de vuestro costado
y en vuestro adorable Corazón,
fragua encendida del puro amor
y así estaré seguro”
Santa Margarita María de Alacoque
Tema del día:
Sentirse bien es una elección
En un mundo en constante cambio resulta difícil
abstraerse de lo que sucede a nuestro alrededor. Pero, para poder ser feliz y
tener una autoestima sana que nos ayude a conseguir y mantener lo que deseamos,
es necesario tomarnos un tiempo para vivir momentos de bienestar.
Para ayudarte con esta tarea comparto contigo algunas
ideas que pueden serte útiles:
• Conócete:
Para comenzar a sentirnos a gusto en esta vida, es muy
importante saber qué cosas nos deleitan y nos dan satisfacción. Como siempre
remarco solo si te conoces sabrás qué es lo que necesitas y te hace bien. Pero
esto es una tarea sumamente personal, a cada uno nos satisfacen cosas
diferentes por ello aprender a conocerse es el primer paso que deberás dar para
cualquier cambio que necesites emprender.
• Llevarlo a cabo:
Si ya descubriste qué puedes hacer por tu bienestar
entonces hazlo!!! No te llenes de excusas para no hacer algo bueno por ti, cada
cosa cuenta por pequeña que parezca. Puedes hacer muchas cosas que están a tu
alcance en todo momento como escuchar música, meditar, bailar, cantar, dar un
paseo, jugar (aunque creas que ya estás grande para eso), compartir con amigos
afines a ti, etc.
Quizá piensas que escuchar música (o lo que hayas
elegido) no resolverá tu problema actual pero te aseguro que si la música que
escuchas te resulta placentera tu estado de ánimo cambiará y en ese estado es
donde la creatividad y la imaginación se desplegarán y te aportarán soluciones
que en otro momento no te hubieses imaginado.
• Orienta tus pensamientos:
Elije deliberadamente pensamientos que te proporcionen la
mejor sensación que puedas encontrar a cada momento. Si bien no puedes
controlar los pensamientos que acuden a ti, sí puedes elegir otros que los
remplacen y te hagan sentir mejor.
• Siente aprecio:
Mira a tu alrededor o recuerda momentos de felicidad y
bendícelos. Centrarte en las personas y las cosas que aprecias te generará un
sentimiento de bienestar inmediato No olvides también apreciar todo lo bueno
que hay en ti!!!
A medida que conscientemente decidas crearte un estado de
ánimo positivo irás dando pasos seguros hacia una vida plena y feliz. Date
permiso para ello!!!
Pensamientos sanadores
Guiado por el Espíritu Santo, conócete a ti mismo
¿Te conoces a ti mismo?
¿Cuáles son los talentos que aún tienes por desarrollar?
¿Cuáles son las debilidades que has de trabajar para liberarte de ellas?
Cada ser humano ha sido creado por Dios a su imagen y
semejanza, pero a la vez con un carácter propio, para llegar a ser lo que
ningún otro es, y para hacer lo que nadie más puede hacer en su lugar.
Trabajar en el conocimiento de ti mismo, según el grado
de autoconocimiento que el Señor quiere que tengas, es parte del camino de
autorrealización que debes recorrer.
Este camino solo puede realizarse eficaz y profundamente
desde una vida espiritual por medio de la cual nos reflejamos en los ojos de
Jesús y de María.
Ellos saben revelarnos lo mejor de nosotros mismos y lo que
aún debemos transformar con la ayuda de la gracia.
Porque somos
hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios
preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. Efesios 2, 10.
Junio, mes del Corazón de
Jesús
Día 18. Cuida de la juventud
El Corazón de Jesús ama a todos, pero tiene un amor
especial por los jóvenes, por los niños. "Dejad que los niños vengan a
mí". Jesús ve alrededor de ellos a madres doloridas y llorosas.
"Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino por vuestros hijos".
Ved cómo hoy crece parte de la juventud. Son muchos los
que crecen ligeros, vanidosos, volubles, llenos de exigencias, inclinados a la
arrogancia, a la frivolidad, a la libertad desenfrenada. Son el llanto de
tantas familias... y en ocasiones el deshonor de la casa. Padres, que vuestra
principal preocupación sea vuestros hijos.
Fuente: Web Católico de Javier
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa
Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el
cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno,
así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu
Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por la unión de las
familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones
sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por la salud de María Inés, de Venezuela,
de 76 años, quien padece de osteo artrosis en rodilla, osteoporosis y
gastritis, para que el Señor y la Virgen le den fortaleza. También por sus
hijos María Ángela y nietos Oscar, Manuel, Alegna, Deyker, para que el Señor
los ilumine. Pedimos también por Ana Rosa enferma de bronquitis y por Carmen
Alicia que es hija de María Inés y sufre por la situación de toda la familia.
Que el Señor los bendiga a todos, los ilumine y los oriente por los mejores
caminos en la vida.
Pedimos oración por la pequeña Morena A., de 4 años de
edad, que padece un tumor en el ojo compatible con un carcinoma, para que el
Buen Jesús le traiga salud, sanación, y paz de corazón a toda su familia, que
en este momento tan difícil tiene puesta su esperanza en el Señor.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo
ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible
dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no
publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la
solicitud de oración. Enviar los pedidos de oración a pequesemillitas@gmail.com
"Intimidad Divina"
La Inteligencia del misterio de Cristo
Junto con el apóstol Juan, puede San Pablo ser
considerado el primer teólogo del misterio escondido en el corazón de Cristo.
Pablo dirige a Dios una súplica ardiente: “Por eso doblo mis rodillas ante el
Padre… para que os conceda… podáis comprender con todos los santos cuál es la
anchura y la longitud, la altura y la profundidad, y conocer el amor de Cristo
que excede a todo conocimiento (Ef. 3, 14. 18-19). Se nombran todas las
dimensiones para expresar de algún modo lo que es imposible decir con palabras
humanas. El misterio del amor de Dios del que brota el plan de salvación, el
misterio de este plan realizado por medio del Verbo hecho carne (Jn 1, 14), el
misterio de la caridad de Cristo que ha amado a los hombres y se ha entregado a
sí mismo por ellos (Gl 2, 20) son realidades inefables que exceden los límites
de todo conocimiento humano. Ningún hombre, por santo y docto que sea, podrá
darlo a entender a los otros; sólo Dios podría hacerlo, y es lo que Pablo pide
a Dios para todos los creyentes. El que no sabe intuir el misterio de la
caridad de Dios y de Cristo, no puede captar la íntima esencia del cristianismo
que nace justamente de esa caridad.
“El Hijo de Dios marchó por los caminos de la verdadera
encarnación para hacer a los hombres partícipes de la naturaleza divina… Asumió
la entera naturaleza humana cual se encuentra entre nosotros, miserables y
pobres, pero sin pecado” (AG 3). Los Apóstoles que conocieron a Cristo y
vivieron con él, testifican la verdad de esta afirmación. Juan escribe: “Lo que
hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras manos
acerca de la Palabra de la vida… lo que hemos visto y oído os lo anunciamos” (1
Jn 4, 9). A través de la vida, la doctrina y las obras de Cristo, Juan ha
captado la esencia de su misterio: la caridad; y esta caridad nos la anuncia a
todos nosotros, para que “estemos en comunión con el Padre y con su Hijo
Jesucristo” (ib).
Juan ha vivido y tratado íntimamente con el Hijo de Dios
hecho hijo del hombre; ha recibido sus confidencias, ha observado sus gestos y
acciones, ha cambiado con él sus miradas, ha percibido los sentimientos de su
corazón, y así concluye: “Y nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene
y hemos creído en él. Dios es amor” (ib 16). El trato íntimo con Cristo le ha
permitido intuir la naturaleza profunda de Dios: la caridad. Dios es caridad,
Cristo es caridad; el cristianismo es caridad.
La inteligencia del misterio de Dios-amor no puede quedarse en pura
abstracción, sino que debe hacerse vida. Sólo así serán introducidos los fieles
en el misterio de Cristo y con él en el misterio de la Trinidad, para que se
vayan llenando “hasta la total Plenitud de Dios” (Ef 3, 19).
Dios mío, no puedo
hacer otra cosa que caer de rodillas junto con el revelador del misterio de la
gracia, suplicándote, Padre mío, aumentes mediante tu Espíritu Santo mis
capacidades espirituales, la fe y la caridad, para que pueda contemplar la
anchura y la longitud, la altura y la profundidad de la caridad de Cristo, y
darme cuenta de que supera toda inteligencia y que debo dejarme invadir por la
efusión de la vida divina. Oh Padre, viva en mí Jesús y por medio suyo tendré
parte en tu amor… Yo no soy puro, pero la sangre de tu Hijo me purifica; estoy
alejado de ti, en tinieblas, en mentira y en muerte, pero él es el Camino, la
Verdad y la Vida. Enséñame a dejarme a mí mismo, a negarme, a despojarme, a
morir; y cuando Cristo haya llegado a ser la sola vida mía, tú, oh Padre, te
complacerás amorosamente en mí. Oh, mi Señor Jesús, estás en medio de nosotros
y no te conocemos; eres el Cordero de Dios que borra los pecados del mundo y no
te reconocemos. (D. Mercier, La vida interior)
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.
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