PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 9 - Número 2319 ~ Jueves
27 de Marzo de 2014
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Tu capacidad de servir a los demás está en proporción
directa a la grandeza de tu corazón y a la nobleza de tus sentimientos; de
igual manera, a medida que te esfuerzas por compartir, dar, servir y ser
solidario, crece y se ennoblece tu ser interior, convirtiéndote en mejor
persona, más feliz y con mayores posibilidades de vivir una vida de mejor
calidad.
En lo que queda todavía del tiempo de Cuaresma, hagamos
el propósito de servir a todos con la misma generosidad y amor que nos enseñó
con su ejemplo el propio Jesús. Este es tiempo de meditar, de corregir errores,
de pedir perdón y perdonar, de acerarnos al prójimo con el corazón, viéndolo a
Él en cada persona que toca a nuestra puerta. ¿Abrimos…?
¡Buenos días!
El espejo que embellece
En el antiguo
templo de Apolo en la isla de Delos, había una inscripción que decía: “Conócete
a ti mismo”. Los filósofos griegos afirmaron que quien se conoce es un sabio
porque, al descubrir esa mezcla extraña de grandeza y miseria que hay en cada
uno, sabe ubicarse y relacionarse adecuadamente con todo su entorno.
El horrible ogro odiado por todos compró en
la tienda un gran espejo y lo fijó en una pared de su castillo. Podía verse en
él de cuerpo entero. El vendedor le había asegurado: “Este espejo lo
embellecerá, mi buen señor, se verá usted en él como siempre quiso verse”.
Pasaba horas el repulsivo señor frente al espejo, comprobando sus bondades.
Podía verse allí como siempre había soñado ser. Cambió el ogro su mirada sobre
sí mismo y consiguió que todos lo vieran distinto, aunque su cuerpo no se había
transformado. Ya no era tan horrible ni odiado por todos, porque había
aprendido a apreciarse y quererse frente al espejo.
La moraleja de
esta parábola es muy sabia: “Conócete a ti mismo con amor, para que los demás
comiencen a quererte”. El conocimiento de tus fortalezas y debilidades es
básico: con un ojo en tus virtudes para conservarlas y darles brillo, y con el
otro en tus debilidades para neutralizarlas, ponte a realizar el proyecto de
Dios sobre tu vida.
Padre Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús estaba expulsando un demonio que
era mudo; sucedió que, cuando salió el demonio, rompió a hablar el mudo, y las
gentes se admiraron. Pero algunos de ellos dijeron: «Por Beelzebul, Príncipe de
los demonios, expulsa los demonios». Otros, para ponerle a prueba, le pedían
una señal del cielo. Pero Él, conociendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino
dividido contra sí mismo queda asolado, y casa contra casa, cae. Si, pues,
también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo va a subsistir su reino?,
porque decís que yo expulso los demonios por Beelzebul. Si yo expulso los
demonios por Beelzebul, ¿por quién los expulsan vuestros hijos? Por eso, ellos
serán vuestros jueces. Pero si por el dedo de Dios expulso yo los demonios, es
que ha llegado a vosotros el Reino de Dios. Cuando uno fuerte y bien armado
custodia su palacio, sus bienes están en seguro; pero si llega uno más fuerte
que él y le vence, le quita las armas en las que estaba confiado y reparte sus
despojos. El que no está conmigo, está contra mí, y el que no recoge conmigo,
desparrama». (Lc 11,14-23)
Comentario
Hoy, en la proclamación de la Palabra de Dios, vuelve a
aparecer la figura del diablo: «Jesús estaba expulsando un demonio que era
mudo» (Lc 11,14). Cada vez que los textos nos hablan del demonio, quizá nos
sentimos un poco incómodos. En cualquier caso, es cierto que el mal existe, y que
tiene raíces tan profundas que nosotros no podemos conseguir eliminarlas del
todo. También es verdad que el mal tiene una dimensión muy amplia: va
“trabajando” y no podemos de ninguna manera dominarlo. Pero Jesús ha venido a
combatir estas fuerzas del mal, al demonio. Él es el único que lo puede echar.
Se ha calumniado y acusado a Jesús: el demonio es capaz
de conseguirlo todo. Mientras que la gente se maravilla de lo que ha obrado
Jesucristo, «algunos de ellos dijeron: ‘Por Beelzebul, Príncipe de los demonios,
expulsa los demonios’» (Lc 11,15).
La respuesta de Jesús muestra la absurdidad del argumento
de quienes le contradicen. De paso, esta respuesta es para nosotros una llamada
a la unidad, a la fuerza que supone la unión. La desunión, en cambio, es un
fermento maléfico y destructor. Precisamente, uno de los signos del mal es la
división y el no entenderse entre unos y otros. Desgraciadamente, el mundo
actual está marcado por este tipo de espíritu del mal que impide la comprensión
y el reconocimiento de los unos hacia los otros.
Es bueno que meditemos cuál es nuestra colaboración en
este “expulsar demonios” o echar el mal. Preguntémonos: ¿pongo lo necesario
para que el Señor expulse el mal de mi interior? ¿Colaboro suficientemente en
este “expulsar”? Porque «del corazón del hombre salen las intenciones malas»
(Mt 15,19). Es muy importante la respuesta de cada uno, es decir, la
colaboración necesaria a nivel personal.
Que María interceda ante Jesús, su Hijo amado, para que
expulse de nuestro corazón y del mundo cualquier tipo de mal (guerras,
terrorismo, malos tratos, cualquier tipo de violencia). María, Madre de la
Iglesia y Reina de la Paz, ¡ruega por nosotros!
Rev. D. Josep GASSÓ i Lécera (Ripollet, Barcelona,
España)
Santoral Católico:
San Ruperto de Salzburgo
Obispo
En Salzburgo, en Baviera, san Ruperto, obispo, que siendo
originario de la región de Worms, a petición del duque Teodon se dirigió a
Baviera y en la antigua ciudad de Juvavum edificó una iglesia y un monasterio,
donde estuvo al frente como obispo y como abad, y desde allí difundió la fe
cristiana (c. 718).
Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net
Palabras del Papa Francisco
“El sacerdote, el obispo, el diácono deben apacentar el
rebaño del Señor con amor. Si no lo hace con amor no sirve… El obispo que no
reza, el obispo que no escucha la Palabra de Dios, que no celebra todos los
días la Eucaristía, que no se confiesa regularmente, y lo mismo, el sacerdote
que no hace estas cosas, a la larga pierden esta unión con Jesús y se
convierten en una mediocridad que no hace bien a la Iglesia”
Papa Francisco
Cuaresma:
Reflexión para cada día
Jueves de la
tercera semana de Cuaresma
“Pero no me
escucharon... sino que caminaron según sus planes” (Jer 7,23-28)
Cambiar el corazón y orientarlo hacia la PASCUA. Llenarlo
de sentimientos que merezcan la pena, oxigenarlo de tantos trastos que lo han convertido en un
pequeño contenedor de lo inservible, puede ser perfectamente el sentido y el
objetivo de la Cuaresma: LLEGAR A LA PASCUA CON LOS OIDOS BIEN ABIERTOS
“A palabras necias oídos sordos” subraya un viejo refrán.
Necio no es el sonido que transmite la palabra sino el hombre cuando es incapaz
de cribar la que empuja a la santidad,
de aquella otra que es trampolín y precipicio a la insensatez.
Palabras al viento... las que nos seducen, embelesan y
aíslan los sentidos. Las que nos engañan y condicionan en nuestra forma de
vivir. Las que impiden aflorar y dar cumplida realización al auténtico “yo” que
llevamos todos escondido
Sobran palabras que no dicen nada y que nos invitan a
esperar sólo en falsas promesas. Sobran las que se constituyen en pórtico de la
felicidad y luego se ahondan en un foso de decepciones y de desilusiones.
Escasean los oyentes de la Palabra verdadera. Aquellos
que quieren madurar sin necesidad de renunciar a la verdad que nos viene de
Dios.
Hoy, como ayer, muchos de nosotros somos los que seguimos
empeñados en vivir de espalda y no de frente a la verdad. Lo blanco lo vemos
como negro y viceversa. Damos más
crédito al horóscopo y a la casualidad que a la intervención del mismo Dios
Ayúdanos Señor…
- A mirar las cosas con tus mismos prismáticos: la bondad.
- A valorar los acontecimientos y a las personas con tu
mismo ingrediente: el amor.
- A escuchar tu Palabra con tus mismos auriculares: la
verdad.
- A reafirmar nuestra Fe sin enmiendas ni adulteraciones:
la confianza.
- A eliminar la perversión de ser inmunes a tu Palabra: la
oración.
- A proteger nuestros oídos de ruidos falsos y
estridentes que hacen olvidadiza nuestra cerviz: el arrepentimiento y la vuelta
a Ti con una reconciliación personal y sincera.
- A no vivir de espaldas a la luz que nos viene de Ti y
sí de los fuegos de artificio que iluminan nuestro rostro durante quince
minutos y lo postergan a continuación a la oscuridad: la perseverancia.
- A buscar el camino que conduce hacia Ti y, a alejarme
de las sendas que me convierten en adorador de ídolos que me esclavizan: la
contemplación son (entre otras) diversas ondas hertzianas por las que –hoy y
aquí- podemos escuchar claramente a Dios.
Que aún en medio de nuestras ocupaciones sepamos luchar
para sacar tiempo y no olvidando reconocer los signos visibles de su Reino.
¿Seremos capaces? Es cuestión de poner, a nuestra Fe, una
buena antena antioxidante y con cierta calidad: LA ESCUCHA.
P. Javier Leoz
Nuevo video y artículo
Hay un nuevo video subido a este blog.
Se trata de un Vía Crucis atribuido a la Madre Teresa
para que nos acompañe en esta Cuaresma
Para verlo tienes que ir al final de la página.
Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo
II inolvidable"
Puedes acceder en la dirección:
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa
Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la
Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos
políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de
las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los
jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y
religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por la salud de Silvia, 49 años, de Mar del Plata, Argentina, que no tiene
vivienda, carece de medios económicos para sustentarse y además no está bien de
salud, para que Jesús, en su infinita misericordia, se apiade de ella y la
Virgen de Schoenstatt la sostenga en sus brazos.
Pedimos oración por Mario
M., de la provincia de Buenos Aires, Argentina, quien hace un tiempo perdió
a un hijo que se quitó la vida y como consecuencia de ello está alejado de
Dios, para que pueda superar este difícil momento y comprender que el Señor lo
ama y María está a su lado.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por
nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Un estímulo todos los días
Marzo 27
Los evangelios nos cuenta la transfiguración de Jesús (Mt
17,1-9; Mc 9,2-10; Lc 9,28-36). En medio del temor a lo que podía pasar, en
medio del desprecio y los rechazos, los apóstoles contemplaron por un momento
un reflejo de la gloria del Hijo de Dios. Contemplaron a Jesús revestido de una
luz preciosa, envuelto en una gloria deslumbrante. Pero duró poco. Después
tuvieron que bajar del cerro. Querían quedarse allá arriba, pero debieron volver
a la vida cotidiana áspera y limitada.
Todos tenemos algunos momentos especiales en la vida,
instantes en que nos parece que tocamos el cielo y sentimos que todo está bien.
Pero esos momentos pasan. Luego vuelve la rutina, los problemas, las
preocupaciones.
Por eso sería muy bueno que en medio de los límites y
perturbaciones de la vida recordemos que hay algo más que lo que podamos
descubrir. Que la belleza existe, aunque por el momento no podamos percibirla.
Que es posible la paz, aunque ahora nuestro interior esté alterado. Que el
cielo está mezclado con la tierra, aunque por el momento sólo sintamos la
miseria y sólo veamos dificultades. Pero, sobre todo, es importante que
recordemos que el Resucitado verdaderamente está. Vive en medio de los límites
de este mundo. Hay algo más que lo que nuestros ojos pueden mirar.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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