lunes, 24 de marzo de 2014

Pequeñas Semillitas 2316

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 9 - Número 2316 ~ Lunes 24 de Marzo de 2014
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
En un pueblecito de Suiza, al pie de grandes montañas, un auto había arrollado un águila real. Esta ave majestuosa, que vuela sobre las nubes, había sido arrollada por un auto que corre a ras del suelo. ¿Por qué? Porque descubrió en la carretera un animal muerto y bajó a darse un festín y se olvidó de todo lo que la rodeaba, no vio el peligro que la amenazaba en tierra, no miraba el sol refulgente que la invitaba a remontarse... 
Pues bien, nuestra alma es como un águila real llamada a volar por las alturas, no nos olvidemos de nuestro destino eterno y no vayamos tras la carroña que nos rodea, como la pornografía, el afán desmedido del dinero, los vicios y todo lo que nos ata a este mundo. No nos olvidemos que tenemos un alma inmortal, que desea la inmensidad del cielo azul y aspira a la eternidad de Dios. No seamos víctima de nuestra propia mediocridad y de nuestros pecados. Levantemos el vuelo a las alturas, soñemos con el aire puro de las cimas elevadas y no nos dejemos encerrar en la cárcel de nuestros vicios y placeres.

¡Buenos días!

Señor, creo en ti

Confiar en Dios, es depositar toda tu fe en él. Dejarle el cuidado de tus cosas. Permitirle disponer de tu futuro, porque sabes que te ama más que tú mismo. Reposa en él “como un niño en brazos de su madre” (salmo 131). Y confía, sobre todo en las pruebas, cuando las cosas resultan incomprensibles.

Cuando llegan la dificultad y las pruebas, en los momentos de angustia, de duda o enfermedad, es bueno decir al Señor que seguimos creyendo en él. “Señor, tú siempre me has dado la fuerza necesaria, y yo, aunque débil, creo en ti. Señor, tú siempre me has dado la paz de cada día, y yo, aunque angustiado, creo en ti. Señor, tú siempre me has guardado en las pruebas, y yo, aunque estoy en ella, creo en ti. Señor, tú siempre has alumbrado mis tinieblas, y yo, aunque no tengo luz, creo en ti”.                     

“Descarguen en el Señor todas sus inquietudes, ya que él se ocupa de ustedes”. Si lees y meditas la Biblia, encontrarás esta exhortación y otras semejantes. Te ayudarán a fortalecer tu confianza en Dios que te ofrece refugio “a la sombra de sus alas mientras vienen calamidades” de cualquier clase y magnitud. “No temas, contigo estoy. yo te amo”,  te asegura Dios.
Padre Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús dijo a la gente reunida en la sinagoga de Nazaret: «En verdad os digo que ningún profeta es bien recibido en su patria. Os digo de verdad: muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando se cerró el cielo por tres años y seis meses, y hubo gran hambre en todo el país; y a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda de Sarepta de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue purificado sino Naamán, el sirio».
Oyendo estas cosas, todos los de la sinagoga se llenaron de ira; y, levantándose, le arrojaron fuera de la ciudad, y le llevaron a una altura escarpada del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad, para despeñarle. Pero Él, pasando por medio de ellos, se marchó. (Lc 4,24-30)

Comentario
Hoy, en el Evangelio, Jesús nos dice «que ningún profeta es bien recibido en su patria» (Lc 4,24). Jesús, al usar este proverbio, se está presentando como profeta.
“Profeta” es el que habla en nombre de otro, el que lleva el mensaje de otro. Entre los hebreos, los profetas eran hombres enviados por Dios para anunciar, ya con palabras, ya con signos, la presencia de Dios, la venida del Mesías, el mensaje de salvación, de paz y de esperanza.
Jesús es el Profeta por excelencia, el Salvador esperado; en Él todas las profecías tienen cumplimiento. Pero, al igual que sucedió en los tiempos de Elías y Eliseo, Jesús no es “bien recibido” entre los suyos, pues son estos quienes llenos de ira «le arrojaron fuera de la ciudad» (Lc 4,29).
Cada uno de nosotros, por razón de su bautismo, también está llamado a ser profeta. Por eso:
1º. Debemos anunciar la Buena Nueva. Para ello, como dijo el Papa Francisco, tenemos que escuchar la Palabra con apertura sincera, dejar que toque nuestra propia vida, que nos reclame, que nos exhorte, que nos movilice, pues si no dedicamos un tiempo para orar con esa Palabra, entonces sí seremos un “falso profeta”, un “estafador” o un “charlatán vacío”.
2º Vivir el Evangelio. De nuevo el Papa Francisco: «No se nos pide que seamos inmaculados, pero sí que estemos siempre en crecimiento, que vivamos el deseo profundo de crecer en el camino del Evangelio, y no bajemos los brazos». Es indispensable tener la seguridad de que Dios nos ama, de que Jesucristo nos ha salvado, de que su amor es para siempre.
3º Como discípulos de Jesús, ser conscientes de que así como Jesús experimentó el rechazo, la ira, el ser arrojado fuera, también esto va a estar presente en el horizonte de nuestra vida cotidiana.
Que María, Reina de los profetas, nos guíe en nuestro camino.
Rev. P. Higinio Rafael ROSOLEN IVE (Cobourg, Ontario, Canadá)

Santoral Católico:
Santa Catalina de Suecia
Virgen
En Vástena, en Suecia, santa Catalina, virgen, hija de santa Brígida, que casada contra su voluntad, con consentimiento de su cónyuge conservó la virginidad y, al enviudar, se entregó a la vida piadosa. Peregrina en Roma y en Tierra Santa, trasladó los restos de su madre a Suecia y los depositó en el monasterio de Vástena, donde ella misma tomó el hábito monástico (1381).

Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net    

La frase de hoy

“En este mundo de plástico y de ruido,
quiero ser de barro y de silencio”
Eduardo Galeano

Cuaresma:
Reflexión para cada día
Lunes de la tercera semana de Cuaresma

¡Danos agua para beber! (Ex 17,1-7)
¡Si conocieras el don de Dios! (Jn 4,5-42)

Dos personas: Jesús y la Samaritana. Con ella se hizo el encontradizo Jesús y con nosotros en el trabajo o en casa, en la enfermedad o en la alegría. Todos, en alguna ocasión durante nuestra vida, nos asomamos a ese pozo desde cuyo fondo Jesús nos dice: Si quieres… yo te daré un agua viva que calmará para siempre tu sed.
           
Quién más y quién menos, todos,  llevamos  un cántaro vacío sobre la cabeza: el de la insatisfacción. Corremos de aquí para allá dando tumbos, estamos como la veleta buscando un norte, como el detector de agua buscando cosas y elementos que nos hagan felices o nos calmen la sed de la ansiedad y de la infelicidad.

Y nos puede ocurrir, un poco, como a esta mujer; ¿podrá llenar Dios nuestro vacío? Sólo la sinceridad puede responder a este gran interrogante.

Lo más importante de la samaritana es que se encontró consigo misma, con su verdad y, al comprender lo que había delante de ella, creyó, se fue y lo dijo.

El cántaro es nuestro corazón. ¡Lo queremos llenar de tantas cosas! Viene la moda y nos dice “viste esto”. Llama nuestra puerta cualquiera y nos urge: ¡ven o vete! Anuncios que quieren seducirnos, prisas y agobios, errores y pasados que nos encorvan y nos agobian.

¿Estás dispuesto a seguir así? Párate un poco delante de tu vida, reflexiona sobre ese corazón lleno de tus pequeños secretos que son secretos a voces.

No es cuestión aquí, de tener cuatro o cinco queridos o queridas como dice el evangelio, sino de llenar nuestra vida con la fuente de Dios. De hacer una opción seria para que Cristo no sea un “jugador” de tercera regional en el terreno de nuestra vida.

Hoy hemos venido con el cántaro de nuestra vida (complicada, adulterada, vacía)y hemos visto al Señor (en la Parroquia, en la Palabra, en la Oración, en la caridad, en el trabajo, en un paseo) hablándonos: “dáme de beber” y, como la Samaritana, nos volvemos y le preguntamos ¿nosotros a ti Señor? Sólo entonces, Jesús, nos ofrece su Palabra, su Pan, su Espíritu y su silencio. Eso sí que sacia, plenifica y nos colma de felicidad.
           
Una antigua historia cuenta que un día un elefante fue a beber agua al río. Al verse reflejado en el agua, creyó que había allí otro elefante y huyó despavorido. Creía que el otro elefante lo había asustado y no sabía que se había asustado a sí mismo.

La vida es como un río (o como un pozo) siempre dispuesta a devolvernos nuestra imagen. Cada vez que vayamos a beber agua nos encontraremos con el mismo problema: nos enfrentaremos a nosotros mismos como lo hizo la Samaritana en el encuentro con Jesús. Si no huimos de nosotros ese reflejo dejará de molestarnos y seremos capaces de volver a la auténtica vida y de beber de la verdad de nuestra vida.

Feliz comienzo de semana!!!
P. Javier Leoz

Nuevo artículo

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"Juan Pablo II inolvidable"
Título: "Si conocieras el don de Dios..."
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Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por el eterno descanso del alma de Benito, de Las Tunas, Cuba, que el día viernes ha sido llamado a la casa del Padre celestial.

Pedimos oración por Santiago Guillermo R., de Córdoba, Argentina, que junto a su familia (esposa y dos hijos) han viajado a Europa en busca de oportunidades laborales. Rezamos por ellos y por su mamá Susana, que los extraña muchísimo.

Pedimos oración por Lezly F., de Pachuca, México, operada el martes la operaron de un tumor en la cabeza, y que ahora ha quedado con la mitad del cuerpo paralizada, muy deprimida por su situación. Que el Señor le dé fuerzas para superar esta prueba y acompañe también a su mamá.

Pedimos oración por Emma Graciela I. C., de México DF, para que el resultado de la biopsia de seno que le harán hoy salga bien. Y de la misma ciudad, rezamos también por Arturo L., que será operado de la vejiga. Los dejamos bajo la protección de Nuestra Señora de Guadalupe.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Un estímulo todos los días
Marzo 24
“Señor, tú eres mi salvador, confiaré en ti. Bendice con tu infinito poder todos mis trabajos. Dame luz, habilidad, sabiduría para hacer las cosas bien, para no equivocarme en mis decisiones, para usar bien mis capacidades. Tómame, Señor, y capacítame con tu poder.
Dejo en tus manos todos mis trabajos, Dios mío. No quiero debilitarme y perder el entusiasmo por el temor al fracaso. Quiero trabajar firme y seguro, porque tú estarás conmigo para liberarme.
Contigo todo estará bien, todo terminará bien y también de mis errores y fracasos sacarás una bendición para mi vida, Señor. Amén”.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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