PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 9 - Número 2301 ~ Domingo
9 de Marzo de 2014
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
La escena de “las tentaciones de Jesús” es un relato que
no hemos de interpretar ligeramente. Las tentaciones que se nos describen no
son propiamente de orden moral. El relato nos está advirtiendo de que podemos
arruinar nuestra vida, si nos desviamos del camino que sigue Jesús.
Nuestra gran tentación es hoy convertirlo todo en pan.
Reducir cada vez más el horizonte de nuestra vida a la mera satisfacción de
nuestros deseos; hacer de la obsesión por un bienestar siempre mayor o del
consumismo indiscriminado y sin límites el ideal casi único de nuestras vidas.
Nos engañamos si pensamos que ese es el camino a seguir
hacia el progreso y la liberación. ¿No estamos viendo que una sociedad que
arrastra a las personas hacia el consumismo sin límites y hacia la
autosatisfacción, no hace sino generar vacío y sinsentido en las personas, y
egoísmo, insolidaridad e irresponsabilidad en la convivencia?
¿Por qué nos estremecemos de que vaya aumentando de
manera trágica el número de personas que se suicidan cada día? ¿Por qué
seguimos encerrados en nuestro falso bienestar, levantando barreras cada vez
más inhumanas para que los hambrientos no entren en nuestros países, no lleguen
hasta nuestras residencias ni llamen a nuestra puerta?
La llamada de Jesús nos puede ayudar a tomar más
conciencia de que no sólo de bienestar vive el hombre. El ser humano necesita
también cultivar el espíritu, conocer el amor y la amistad, desarrollar la
solidaridad con los que sufren, escuchar su conciencia con responsabilidad,
abrirse al Misterio último de la vida con esperanza. José Antonio Pagola
¡Buenos días!
La cuaresma es un
regalo anual de Dios, para que: hagamos un alto en el camino de la vida y
verifiquemos si andamos en la dirección correcta, purifiquemos nuestra
conciencia y renovemos nuestra fidelidad a la alianza bautismal. Así, con la
mirada en el proyecto de felicidad y santidad que el Señor pensó para nosotros,
retornemos a lo más puro de nuestra identidad cristiana: a nuestra condición de
hijos de Dios y hermanos de todos los hombres.
“¡Queridos hijos! En este tiempo cuaresmal de
gracia, los invito a abrir sus corazones a los dones que Dios desea darles. No
se cierren: con la oración y la renuncia digan sí a Dios y él les dará en
abundancia. Así como en la primavera la tierra se abre a la semilla y da el
ciento por uno, así también el Padre Celestial les dará en abundancia. Hijitos,
yo estoy con ustedes y los amo con amor tierno. ¡Gracias por haber respondido a
mi llamado! ”
¿Cuál es el
camino concreto de Cuaresma? El diálogo personal con Dios mediante la oración,
la lectura y meditación de la Palabra de Dios, el ayuno corporal, el control de
los vicios, frivolidades y gastos superfluos, una mayor generosidad en
compartir lo que tenemos, el visitar a los enfermos y a los que están solos, el
socorrer a los que sufren a nuestro alrededor, etc. Estas semillas de buena
voluntad el Señor te las retribuirá con abundancia.
Padre Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús fue llevado por el Espíritu al
desierto para ser tentado por el diablo. Y después de hacer un ayuno de
cuarenta días y cuarenta noches, al fin sintió hambre. Y acercándose el
tentador, le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en
panes». Mas Él respondió: «Está escrito: ‘No sólo de pan vive el hombre, sino
de toda palabra que sale de la boca de Dios’».
Entonces el diablo le lleva consigo a la Ciudad Santa, le
pone sobre el alero del Templo, y le dice: «Si eres Hijo de Dios, tírate abajo,
porque está escrito: ‘A sus ángeles te encomendará, y en sus manos te llevarán,
para que no tropiece tu pie en piedra alguna’». Jesús le dijo: «También está
escrito: ‘No tentarás al Señor tu Dios’».
Todavía le lleva consigo el diablo a un monte muy alto,
le muestra todos los reinos del mundo y su gloria, y le dice: «Todo esto te
daré si postrándote me adoras». Dícele entonces Jesús: «Apártate, Satanás,
porque está escrito: ‘Al Señor tu Dios adorarás, y sólo a Él darás culto’».
Entonces el diablo le deja. Y he aquí que se acercaron unos ángeles y le
servían. (Mt
4,1-11)
Comentario
Hoy celebramos el primer domingo de Cuaresma, y este
tiempo litúrgico “fuerte” es un camino espiritual que nos lleva a participar
del gran misterio de la muerte y de la resurrección de Cristo. Nos dice Juan
Pablo II que «cada año, la Cuaresma nos propone un tiempo propicio para
intensificar la oración y la penitencia, y para abrir el corazón a la acogida
dócil de la voluntad divina. Ella nos invita a recorrer un itinerario
espiritual que nos prepara a revivir el gran misterio de la muerte y
resurrección de Jesucristo, ante todo mediante la escucha asidua de la Palabra
de Dios y la práctica más intensa de la mortificación, gracias a la cual
podemos ayudar con mayor generosidad al prójimo necesitado».
La Cuaresma y el Evangelio de hoy nos enseñan que la vida
es un camino que nos tiene que llevar al cielo. Pero, para poder ser
merecedores de él, tenemos que ser probados por las tentaciones. «Jesús fue
llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo» (Mt 4,1).
Jesús quiso enseñarnos, al permitir ser tentado, cómo hemos de luchar y vencer
en nuestras tentaciones: con la confianza en Dios y la oración, con la gracia
divina y con la fortaleza.
Las tentaciones se pueden describir como los “enemigos
del alma”. En concreto, se resumen y concretan en tres aspectos. En primer
lugar, “el mundo”: «Di que estas piedras se conviertan en panes» (Mt 4,3).
Supone vivir sólo para tener cosas.
En segundo lugar, “el demonio”: «Si postrándote me adoras
(…)» (Mt 4,9). Se manifiesta en la ambición de poder.
Y, finalmente, “la carne”: «Tírate abajo» (Mt 4,6), lo
cual significa poner la confianza en el cuerpo. Todo ello lo expresa mejor
santo Tomas de Aquino diciendo que «la causa de las tentaciones son las causas
de las concupiscencias: el deleite de la carne, el afán de gloria y la ambición
de poder».
Mn. Antoni BALLESTER i Díaz (Camarasa, Lleida, España)
Palabras del Beato Juan Pablo
II
“La Cuaresma, que es una ocasión providencial de
conversión, nos ayuda a contemplar este estupendo misterio de amor. Es como un
retorno a las raíces de la fe, porque meditando sobre el don de gracia
inconmensurable que es la Redención, nos damos cuenta de que todo ha sido dado
por amorosa iniciativa divina”
Beato Juan Pablo II
Cuaresma:
Reflexión para cada día
Domingo 1 de Cuaresma
Quién de nosotros, puestos en camino hacia un destino, no nos hemos encontrado con señalizaciones que nos han hecho dudar a la hora de escoger una dirección determinada. Quién de nosotros, dispuestos hacia un viaje, no nos hemos dejado seducir y entretener por circunstancias o paisajes que distrajeron nuestra atención o, incluso, alteraron y dislocaron el planteamiento con el que habíamos salido de casa.
Quién de nosotros, puestos en camino hacia un destino, no nos hemos encontrado con señalizaciones que nos han hecho dudar a la hora de escoger una dirección determinada. Quién de nosotros, dispuestos hacia un viaje, no nos hemos dejado seducir y entretener por circunstancias o paisajes que distrajeron nuestra atención o, incluso, alteraron y dislocaron el planteamiento con el que habíamos salido de casa.
En este primer domingo de cuaresma la Palabra de Dios nos hace resituar la
hondura o superficialidad de nuestra vida.
¡Son tantos atajos los que nos ofrece este mundo nuestro!
¡Son tantas las tentaciones a abandonar el sendero de la
fe y la montaña de la iglesia!
¡Son tantos los “agentes de tráfico” que nos dicen por
dónde hemos de ir, hacia dónde no hemos de mirar, y por dónde no hemos de
girar, que corremos el riesgo de perder hasta el Norte de nuestros ideales!
Desde que fuimos bautizados el Espíritu nos lleva por ese
inmenso kilométrico desierto que son los años de nuestra vida. En ella, en
nuestra vida, encontramos espacios de silencio y de dudas, de amarguras y de
alegrías, de danzas y de llantos. Y, en medio de todo eso, también las pruebas han salido a nuestro encuentro y
lo siguen haciendo en paralelo con esa felicidad que nunca llega al cien por
cien.
¿Tentaciones?
Todos los días; desde mil frentes, aleros y esquinas. El diablo (para el cual
el carnaval tiene plena vigencia) se disfraza y se nos presenta en variadas
ocasiones y con las personas más insospechadas o cercanas a nosotros. Nunca
como hoy, ante una sociedad que permite todo y en donde vale todo, podemos
tener la sensación que el camino elegido por los “grandes del mundo” es mejor
que aquel otro que intentamos seguir nosotros (los cristianos) desde la
sencillez y la verdad, las sobriedad y la defensa de los valores que creemos
necesarios para alcanzar un nuevo mundo, un nuevo orden internacional y, por
añadidura, conseguir la eternidad.
Ciertamente, y con razón, alguien dijo lo siguiente: “hace tiempo que la tierra es un gran
desierto donde los cristianos son permanentemente tentados a dejarlo todo”.
Aun siendo así (¿qué época de nuestra historia cristiana no ha estado exenta de
dificultades?) el mensaje de Jesús de Nazaret sigue válido y necesario para dar
otro color e imprimir otro barniz a nuestras relaciones, pensamientos, obras,
palabras y deseos. Para ello, y ya que vamos de desierto, es bueno dejar a un
lado tantos trastos inservibles que dejan toneladas de peso en nuestros hombros
y ansiedad y huecos a nuestros corazones.
¿Cuáles son las
tentaciones del hombre de hoy?
- Pensar que todo está bien. “¿Quién ha dicho que la vida
es un sueño?. La vida es un juego” (Gabriele D’ Annuncio)
- Creerse centro y rey del universo; “El hombre que dice
<no puede hacerse> será sorprendido por alguien que lo haga.” (Anónimo)
- Aferrarse a la vida como si fuera lo único y
definitivo; “La vida sin fiestas es como un largo camino sin posadas”
(Demócrito)
- Pensar que el pecado es algo anticuado y que, por lo
tanto, ya no existe; lo importante es la conciencia de cada uno.
- Elegir la vida cómoda como única fuente de satisfacción
personal; ¡viva yo y los demás…. allá se
las compongan!
- Conformarnos con estar bautizados en Cristo pero sin
conocer, ni de lejos ni de cerca, su estilo de vida, sus exigencias, sus
propuestas; ¡contento pueda estar Dios
de que yo sea su hijo!
Ante ello tenemos dos opciones con una misma palabra:
¡RETIRADA!
a) Retirada del mundo de la fe y de sus consecuencias
(embelesados por los dulces que caducan a la vuelta de la esquina).
b) Retirada hacia una reflexión e inflexibilidad con
aquello que nos intenta manejar y convertir en meras marionetas. La FE, en ese
sentido, nos proporciona unas buenas tijeras para cortar esos hilos que nos
instrumentalizan, tientan o adormecen.
¡Feliz domingo cuaresmal
P. Javier Leoz
Nuevo video y artículo
Hay un nuevo video subido a este blog.
Para verlo tienes que ir al final de la página.
Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo
II inolvidable"
Puedes acceder en la dirección:
Nunca olvidemos agradecer
Alguna vez leí que en el cielo hay dos oficinas
diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la
tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí
los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la
cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por
las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque
prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para
dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas"
pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la
segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como
respuesta a nuestros pedidos de oración.
Nos escribe Elena para agradecer las oraciones hechas en
favor de su hija Katia, que vive en
Canadá, a la vez que ruega a Dios que le dé mucha paz en esta nueva etapa de su
vida que comienza.
Recibimos esta nota:
¡Hola!, soy María
C., de Mendoza, Argentina y es una enorme bendición poder estar enviando
este Agradecimiento a la "oficina que en el cielo está demasiado vacía y
con poco trabajo". Con esto pretendo movilizar a los ángeles para que
intercedan por mí ante María Auxiliadora y Su Hijo Jesús, implorando
bendiciones sin fin para todos aquellos que desde el día 4 del corriente han
pedido por mi salud. El día 5 tuve una intervención quirúrgica y ya estoy en
casa con los cuidados naturales del caso, en
un pos operatorio.
Quiero agradecer a cada uno. Realmente la Oración dispone
nuestro ánimo de otra manera y yo me he sentido con una disposición inmejorable
y estoy convencida que eso lo provoca la Oración, el saberse cuidada por
nuestros protectores.
Bendigamos cada día la posibilidad de tener este espacio
que nos brinda Pequeñas Semillitas porque nos permite encontrarnos con multitud
de hermanos.
María Auxiliadora bendiga especialmente a cada uno de los
miles de lectores y partícipes de esta página y los disponga a vivir una
Cuaresma contemplativa y solidaria.
Los abrazo en Jesús y María.
Un estímulo todos los días
Marzo 9
“Mi Creador amado, estás en lo más íntimo de mi ser
dándome la vida. Te doy gracias. Yo existo porque tu presencia poderosa está
penetrando cada célula mía y derramando vida en todo mi ser.
No existen momentos de soledad porque tú estás, siempre
estás. Pero yo en el fondo me siento solo. Creo que todos me abandonan, que
nadie me ama realmente, que no me toman en serio, que no soy realmente
importante para nadie. Ellos hacen su vida y siguen adelante sin mí, y me
buscan cuando necesitan algo. Su amor es muy limitado, y yo no recibo el afecto
generoso que mi corazón necesita.
Eso es lo que da vueltas dentro de mí y a veces empaña mi
alegría. Por eso siento la tentación de endurecerme por dentro y de volverme
egoísta. Pero vengo ante ti, Señor, a recordar que realmente estás conmigo.
Toca mi corazón, Señor de mi vida, para que reconozca tu
presencia de amor. Porque lo que necesito es precisamente tu amor. Amor fuerte,
firme, seguro, fiel, amor desinteresado, generoso, libre, sano. Todo mi ser
está hecho para ese amor tan grande, y ningún otro afecto en esta tierra podrá
colmar esa necesidad.
Dame la gracia de no pedirle a los demás lo que sólo tú
me puedes dar. Amén.”
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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