jueves, 13 de marzo de 2014

Pequeñas Semillitas 2305

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 9 - Número 2305 ~ Jueves 13 de Marzo de 2014
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Hoy nos invade la alegría al conmemorar el primer año de la elección del Cardenal Jorge Bergoglio como Papa, el cual tomó el nombre de Francisco.
Pocas veces una persona ha hecho tanto en tan poco tiempo y ha impactado a todos de semejante manera. Su estilo austero y sencillo, siempre cercano a la gente y alejado de cualquier expresión de lujo, sumado a su personalidad carismática, no solamente lo ha transformado en "el hombre del año" (elección de periodismo no confesional) sino que también le ha permitido alcanzar niveles de popularidad como no se han conocido antes en un primer año de un Papa.
Su actitud de apertura de la Iglesia, su "salir a las periferias existenciales", su visión ecuménica, su rescate de los valores esenciales, sus profundas convicciones, su manera llana y simpática de acercarse a todos, han conquistado a católicos y a no creyentes.
Luego de la valiente renuncia del Papa Benedicto XVI (nunca suficientemente valorado en toda su grandeza), el Espíritu Santo nos ha dado a Francisco que ha venido a traer un soplo de aire fresco y primaveral a la vieja y eterna Iglesia que hace dos mil años Cristo asentó en la persona de Pedro, el primer Papa.
Hoy el representante de Cristo en la tierra es el Francisco. Recemos por él...!!!

¡Buenos días!

Conversión de un rey

Jesús comenzó a predicar a la gente diciendo: “El tiempo se ha cumplido. El reino de Dios ha llegado. Conviértanse y crean en la buena noticia”. Estas palabras que resonaron como una clarinada para convocar al pueblo de Dios, siguen señalando el camino de la salvación: volver al Señor, abandonar nuestros caminos equivocados, purificar el corazón… eso es conversión.

Cuando Clodoveo, rey de los francos, se preparaba para una difícil batalla, su esposa Clotilde, fervorosa cristiana, le dijo: “Si quieres obtener la victoria, invoca al Dios de los cristianos”. En lo más duro del combate, acosados los francos por todas partes, Clodoveo exclamó: “Oh Cristo, a quien mi esposa invoca como hijo de Dios. Creo en ti. Si hoy me salvas de mis adversarios, recibiré el bautismo y entraré a tu religión". Desde ese momento su ejército se sobrepuso y venció a los agresores. El rey al volver victorioso, saludó a su esposa con estas palabras: "Clodoveo venció a sus enemigos, y tú venciste a Clodoveo". San Remigio, obispo misionero, preparó y bautizó al rey de los francos. En la celebración le dijo estas memorables palabras: "Valiente guerrero: desde  ahora quema lo que has adorado, y adora lo que has quemado".

Clodoveo fue invitado a poner a Dios en el centro de su vida, amándolo realmente con todo el corazón y con toda el alma. Esto implicaba seguirlo, temerlo y observar sus preceptos, escuchar su voz, servirlo y serle fiel. Ésta es la buena noticia: el Señor nos invita a convertirnos porque es misericordioso.
Padre Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿O hay acaso alguno entre vosotros que al hijo que le pide pan le dé una piedra; o si le pide un pez, le dé una culebra? Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se las pidan! Por tanto, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos; porque ésta es la Ley y los Profetas». (Mt 7,7-12)

Comentario
Hoy, Jesús nos habla de la necesidad y del poder de la oración. No podemos entender la vida cristiana sin relación con Dios, y en esta relación, la oración ocupa un lugar central. Mientras vivimos en este mundo, los cristianos nos encontramos en un camino de peregrinaje, pero la oración nos acerca a Dios, nos abre las puertas de su amor inmenso y nos anticipa ya las delicias del cielo. Por esto, la vida cristiana es una continua petición y búsqueda: «Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá» (Mt 7,7), nos dice Jesús.
Al mismo tiempo, la oración va transformando el corazón de piedra en un corazón de carne: «Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se las pidan!» (Mt 7,11). El mejor resumen que podemos pedir a Dios se encuentra en el Padrenuestro: «Venga a nosotros tu Reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo» (cf. Mt 6,10). Por tanto, no podemos pedir en la oración cualquier cosa, sino aquello que sea realmente un bien. Nadie desea un daño para sí mismo; por esto, tampoco no lo podemos querer para los demás.
Hay quien se queja de que Dios no le escucha, porque no ve los resultados de manera inmediata o porque piensa que Dios no le ama. En casos así, no nos vendrá mal recordar este consejo de san Jerónimo: «Es cierto que Dios da a quien se lo pide, que quien busca encuentra, y a quien llama le abren: se ve claramente que aquel que no ha recibido, que no ha encontrado, ni tampoco le han abierto, es porque no ha pedido bien, no ha buscado bien, ni ha llamado bien a la puerta». Pidamos, pues, en primer lugar a Dios que haga bondadoso nuestro corazón como el de Jesucristo.
Rev. D. Joaquim MESEGUER García (Sant Quirze del Vallès, Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Leandro
Obispo

Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net    

Palabras del Papa Francisco

"Hermanos y hermanas, buenas tardes... Sabéis que el deber de un cónclave es dar un obispo a Roma y parece que mis hermanos cardenales han ido a buscarlo al fin del mundo, pero ya estamos aquí... Comenzamos este camino de la Iglesia de Roma, obispo y pueblo, juntos, en hermandad, amor y confianza recíproca. Recemos unos por otros, por todo el mundo, para que haya una gran hermandad. Este camino debe dar frutos para la nueva evangelización
Papa Francisco
13-Mar-2013

Cuaresma:
Reflexión para cada día
“Ester buscó refugio en el Señor” (Ester 14,1.3-5,12-14)
“Pedid y se os dará” (Mateo 7,7-12)

Hoy, con este nuevo día, DIOS nos interpela sobre la confianza y la seguridad que tenemos en nuestra oración. La Cuaresma, en ese sentido, acentúa no tanto la obligación de rezar cuanto la necesidad de rezar para no perder la fuerza que viene de lo alto. “Un río no es fuerte por el caudal de agua que lleva sino por las cumbres que lo hacen correr” (J.Selgas)
       
El secreto de la oración de San Francisco Javier no era que “había que rezar para amar más a DIOS” sino más bien “rezaba sin poderlo remediar porque le había tomado cariño a DIOS·”
       
Todos los que andamos por las calles de este  mundo  tenemos la sensación de que la vida la llevamos tan acelerada que nos resulta prácticamente imposible detenernos sin sentirnos petrificados o arrollados por los acontecimientos. Si, además, escuchamos con frecuencia que para "conectar" con Dios hace falta «pararse», lo más normal es que se abandone esa pretensión que acaba resultando poco menos que un lujo para una existencia como la nuestra.

Sin embargo Francisco Javier no vivió su unión con Dios en circunstancias mejores que las que nos toca vivir. Por faltarle…. le faltaba tiempo en bastantes ocasiones hasta para descansar. Pero frente a estos inconvenientes tenía una solución capaz de mantenerlo unido a Dios sin necesidad de salirse de su propio tiempo para instalarse anticipadamente en la eternidad.

Todo su secreto consistió en conocer a Dios, con lo cual acabó queriéndolo. Con el amor vino el deseo de hacer en su vida lo que El quisiera. Con ese mismo amor surgió la confianza absoluta de que Dios lo sacaría a flote en aquellas dificultades que a veces le parecían insalvables.

Fiándose totalmente de El descubrió con sorpresa que no son los solitarios los que tienen ventaja para orar y, en cambio, sí aquellos que son capaces de amar a Dios hasta el punto de olvidarse de sí mismos.

Un sugerente texto nos ayuda a poner los ojos en DIOS…
   
Las diez peticiones desoídas:
 
1 Yo había pedido a Dios poder para ser amado…
Y me he encontrado con el amor para no necesitar ser poderoso.
   
2 Yo le había pedido salud para hacer grandes cosas…
Y me he encontrado con la enfermedad para hacerme grande.

3 Yo le había pedido riqueza para ser feliz…
Y me he encontrado con la felicidad para poder vivir en la pobreza

4 Yo le había pedido leyes para dominar a otros…
Y me he encontrado libertad para liberarlos.

5 Yo le había pedido admiradores para estar rodeado de gente…
Y me he encontrado amigos para no estar solo

6 Yo le había pedido dinero para comprar cosas…
Y me he encontrado personas para compartir mi dinero

7 Yo le había pedido ideas para convencer…
Y me he encontrado respeto para convivir

8 Yo le había pedido milagros para creer…
Él me ha dado fe para hacer milagros.
   
9 Yo le he pedido una religión para ganarme el cielo…
Él sólo me ha dado a Cristo para acompañarme mientras camine por la tierra.

10 Yo le he pedido de todo para gozar en la vida…
Él me ha dado la vida para que goce de todo.

Feliz día y… ¿por qué no ser más confiados con DIOS?
P. Javier Leoz

Nuevos videos

Hay un nuevo video subido a este blog.
Cónclave y Elección de Francisco.
Para verlo tienes que ir al final de la página.

Hay un nuevo video subido al blog
"Juan Pablo II inolvidable"
Puedes acceder en la dirección:

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por Boris, 68 años, de Ajax, Ontario, que ha debido ser asistido de emergencia por dolor en el pecho y el estómago, no le encontraron nada en un primer momento pero le deben profundizar los estudios digestivos porque el dolor continúa. También rezamos por su esposa Elena (70 años), que padece diabetes, para que sus niveles de azúcar en sangre se estabilicen y no necesite insulina. Oramos por toda la familia.

Pedimos oración por Graciela, 60 años, que vive en Rosario, Argentina, quien necesita una operación de rodilla con cierta urgencia porque ya no puede caminar, y la prótesis está detenida en la aduana que no permite su ingreso al país, y la situación de Graciela se deteriora día a día en cuanto a su calidad de vida. Pidamos a la Virgen por esta y otras situaciones similares en que insumos médicos imprescindibles para diversos enfermos son parados en la aduana por autoridades que no tienen el más mínimo sentido de lo necesario y urgente.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Un estímulo todos los días
Marzo 13
Los seres grandes y fuertes no son violentos porque no necesitan la violencia para sentirse vivos. Los violentos son personas débiles, incapaces de contener su ira, porque no tienen nada en su interior que les permita estar seguros y firmes. Como son débiles por dentro, necesitan manifestarse fuertes por fuera. Por eso mismo, una persona que odia, que no puede perdonar, que quiere destruir a los demás, es una persona débil, floja, que no tiene control sobre su energía interior y que se deja llevar por las emociones negativas.
No basta oponerse a la guerra entre los países si optamos por la guerra en nuestra familia, en nuestro entorno y en nuestro interior.
Con nuestra propia violencia estamos alimentando la guerra. Por eso, para optar por la paz y para no fomentar los conflictos en el mundo, tenemos que hacer una opción por la paz en nuestro propio interior y en los lugares donde nos movemos. Tenemos que decirle “no” a esa violencia que quiere tomar nuestra existencia.
Siempre tendrás excusas para hacer la guerra, pero tiene la libertad para elegir la paz.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.