viernes, 25 de enero de 2013

Pequeñas Semillitas 1933


PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 8 - Número 1933 ~ Viernes 25 de Enero de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Alabado sea Jesucristo…
Hoy estamos celebrando la fiesta de la conversión de Pablo. El que antes se llamaba Saulo de Tarso y ponía sus mejores esfuerzos en perseguir a los discípulos de Jesús, fue tocado por la gracia y se transformó en uno de sus más grandes apóstoles.
Él mismo se define en la primera carta a los Romanos: “Yo, Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el Evangelio de Dios. Y que por medio de Jesucristo, del cual hemos recibido la gracia y el apostolado, para la obediencia de la fe en todas las naciones por amor a su nombre”.
Esta conversión de Pablo, como en su tiempo lo será también la de San Agustín (el hijo de Santa Mónica que pasó muchos años de su vida como un joven descarriado hasta que las plegarias de su madre lo llevaron a la conversión y más tarde a la santidad), son claros ejemplos de que nunca es tarde para rectificar caminos equivocados y acudir al llamado del Espíritu de Dios.
Todavía suenan vigorosas las palabras de Karol Wojtyla, el beato Juan Pablo II, dirigiéndose a los jóvenes en la Santiago de Compostela, España: “Os invito, queridos amigos, a descubrir vuestra vocación real para colaborar en la difusión de este Reino de la verdad y la vida, de la santidad y la gracia, de la justicia, el amor y la paz. Si de veras deseáis servir a vuestros hermanos, dejad que Cristo reine en vuestros corazones, que os ayude a discernir y crecer en el dominio de vosotros mismos, que os fortalezca en las virtudes, que os llene sobre todo de su caridad, que os lleve por el camino que conduce a la «condición del hombre perfecto» ¡No tengáis miedo a ser santos!”
Como Pablo, como Agustín, como Karol… el mensaje es para todos nosotros: no tengamos miedos de ser santos!!!


La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy


En aquel tiempo, Jesús se apareció a los once y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará. Éstas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien».
(Mc 16,15-18)

Comentario
Hoy, la Iglesia celebra la fiesta de la Conversión de san Pablo, apóstol. El breve fragmento del Evangelio según san Marcos recoge una parte del discurso acerca de la misión que confiere el Señor resucitado. Con la exhortación a predicar por todo el mundo va unida la tesis de que la fe y el bautismo son requisitos necesarios para la salvación: «El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará» (Mc 16,16). Además, Cristo garantiza que a los predicadores se les dará la facultad de hacer prodigios o milagros que habrán de apoyar y confirmar su predicación misionera (cf. Mc 16,17-18). La misión es grande —«Id por todo el mundo»—, pero no faltará el acompañamiento del Señor: «Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mt 28,20).
La oración colecta de hoy, propia de la fiesta, nos dice: «Oh Dios, que con la predicación del Apóstol san Pablo llevaste a todos los pueblos al conocimiento de la verdad, concédenos, al celebrar hoy su conversión, que, siguiendo su ejemplo, caminemos hacia Ti como testigos de tu verdad». Una verdad que Dios nos ha concedido conocer y que tantas y tantas almas desearían poseer: tenemos la responsabilidad de transmitir hasta donde podamos este maravilloso patrimonio.
La Conversión de san Pablo es un gran acontecimiento: él pasa de perseguidor a convertido, es decir, a servidor y defensor de la causa de Cristo. Muchas veces, quizá, también nosotros mismos hacemos de “perseguidores”: como san Pablo, tenemos que convertirnos de “perseguidores” a servidores y defensores de Jesucristo.
Con Santa María, reconozcamos que el Altísimo también se ha fijado en nosotros y nos ha escogido para participar de la misión sacerdotal y redentora de su Hijo divino: Regina apostolorum, Reina de los apóstoles, ¡ruega por nosotros!; haznos valientes para dar testimonio de nuestra fe cristiana en el mundo que nos toca vivir.
Rev. D. Josep GASSÓ i Lécera (Corró d'Avall, Barcelona, España)


Santoral Católico:
La conversión de San Pablo
Fiesta Litúrgica


La Sagrada Biblia, en el capítulo 9 de los Hechos de los Apóstoles, narra así La Conversión de San Pablo:

"Saulo, respirando amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, se presentó al Sumo Sacerdote y le pidió cartas de recomendación para las sinagogas de los judíos de Damasco, para que si encontraba algunos seguidores de Cristo, los pudiera llevar presos y encadenados a Jerusalén. Y sucedió que yendo de camino, cuando estaba cerca de Damasco, de repente le rodeó una luz venida del cielo; cayó en tierra y oyó una voz que le decía: "Saulo, Saulo, ¿Por qué me persigues?". El respondió: ¿Quién eres tú Señor? Y oyó que le decían: "Yo soy Jesús a quien tú persigues. Pero ahora levántate; entra en la ciudad, y allí se te dirá lo que tendrás que hacer".

Los hombres que iban con él se habían detenido mudos de espanto, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo, y aunque tenía los ojos abiertos no veía nada. Lo llevaron de la mano y lo hicieron entrar en Damasco. Pasó tres días sin comer y sin beber.

Había en Damasco un discípulo llamado Ananías. El Señor le dijo en una visión: ¡Ananías! El respondió: "Aquí estoy Señor" y el Señor le dijo: "Levántate. Vete a la calle Recta y pregunta en la casa de Judas por uno de Tarso que se llama Saulo; mira: él está en oración y está viendo que un hombre llamado Ananías entra y le coloca las manos sobre la cabeza y le devuelve la vista.

Respondió Ananías y dijo: "Señor, he oído a muchos hablar de ese hombre y de los males que ha causado a tus seguidores en Jerusalén, y que ha venido aquí con poderes de los Sumos Sacerdotes para llevar presos a todos los que creen en tu nombre".

El Señor le respondió: "Vete, pues a éste lo he elegido como un instrumento para que lleve mi nombre ante los que no conocen la verdadera religión y ante los gobernantes y ante los hijos de Israel. Yo le mostraré todo lo que tendrá que padecer por mi nombre".

Fue Ananías. Entró en la casa. Le colocó sus manos sobre la cabeza y le dijo: "Hermano Saulo: me ha enviado a ti el Señor Jesús, el que se te apareció en el camino por donde venías. Y me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo". Al instante se le cayeron de los ojos unas como escamas y recobró la vista. Se levantó y fue bautizado. Tomó alimento y recobró las fuerzas.

Estuvo algunos días con los discípulos de Damasco y enseguida se puso a predicar en favor de Jesús, en las sinagogas o casas de oración, y decía que Jesús es el Hijo de Dios. Todos los que lo escuchaban quedaban admirados y decían: ¿No es éste el que en Jerusalén perseguía tan violentamente a los que invocaban el nombre de Jesús? Y ¿No lo habían enviado los Sumos Sacerdotes con cartas de recomendación para que se llevara presos y encadenados a los que siguen esa religión? "Pero Saulo seguía predicando y demostraba a muchos que Jesús es el Mesías, el salvador del mundo".

Saulo se cambió el nombre por el de Pablo. Y en la carta a los Gálatas dice: "Cuando Aquél que me llamó por su gracia me envió a que lo anunciara entre los que no conocían la verdadera religión, me fui a Arabia, luego volví a Damasco y después de tres años subí a Jerusalén para conocer a Pedro y a Santiago". Las Iglesias de Judea no me conocían pero decían: "El que antes nos perseguía, ahora anuncia la buena noticia de la fe, que antes quería destruir". Y glorificaban a Dios a causa de mí.

Apóstol San Pablo: que tu conversión sea como un ideal para todos y cada uno de nosotros. Que también en el camino de nuestra vida nos llame Cristo y nosotros le hagamos caso y dejemos nuestra antigua vida de pecado y empecemos una vida dedicada a la santidad, a las buenas obras y al apostolado.

Fuente: EWTN


¡Buenos días!

La aguja de oro

Cuántas veces nos equivocamos al juzgar a los demás. No conocemos la realidad de las personas, con todas las circunstancias de su vida; y sin embargo las condenamos en nuestro interior porque a primera vista nos han caído mal por un detalle sin importancia. Por prudencia no te dejes llevar de reacciones instintivas. Lee esto, y saca tus conclusiones.

Había una señora que desconfiaba y sospechaba mucho de todas las personas. Así se aisló de todos, a excepción de una muchachita que le ayudaba en sus quehaceres. Nada quería tanto esa señora como su aguja de oro con la que por las tardes se entretenía cosiendo a la sombra de un árbol. Pero sucedió que un día, a pesar de que buscó por todas partes su apreciada aguja, no la encontró más. Sospechó de la jovencita y la acusó con dureza de que ella era la que le había robado su aguja de oro. Y sin más la despidió. Pasaron los meses y un día por la tarde la señora al salir al patio encontró en el árbol un lindo nido que le llamó la atención. Subió sobre una silla para ver los pichoncitos y, ¡oh sorpresa!, encontró que su aguja de oro había estado ahí todo el tiempo. La pobre señora se sintió muy mal por haber despedido a la única persona que en verdad la cuidaba y quería.

Jesús nos dice: “No juzguen y no serán juzgados”. No es fácil, pero con la ayuda del Señor avanzarás en esta dirección. Es más positivo elevar una oración por los que te hieren y fastidian que rumiar faltas de atención y agravios recibidos. Así conservarás la paz en tu corazón y harás algo en verdad efectivo para remediar los límites del prójimo. Que el Señor te asista.

Padre Natalio


La frase de hoy:
Tres de San Pablo


“No permitan que el pecado reine en sus cuerpos mortales, obedeciendo a sus malos deseos. Ni hagan de sus miembros instrumentos de injusticia al servicio del pecado, sino ofrézcanse ustedes mismos a Dios, como quienes han pasado de la muerte a la Vida, y hagan de sus miembros instrumentos de justicia al servicio de Dios.” (Rm 6,12-13)

“Mientras yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño, pero cuando me hice hombre, dejé a un lado las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo, confusamente; después veremos cara a cara. Ahora conozco todo imperfectamente; después conoceré como Dios me conoce a mí. En una palabra, ahora existen tres cosas: la fe, la esperanza y el amor, pero la más grande de todas es el amor.” (1 Cor 13,11-13)

“Ante todo, te recomiendo que se hagan peticiones, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres, por los soberanos y por todas las autoridades, para que podamos disfrutar de paz y de tranquilidad, y llevar una vida piadosa y digna. Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador, porque él quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.” (1 Tim 2,1-4)


Temas Médicos:
Un saludable desayuno


Desayunar es parte de una buena alimentación y es la primera oportunidad del día para mejorar los hábitos alimenticios. El contacto con los alimentos implica que diariamente se hagan elecciones que a largo plazo puedan resultar críticas para la vida. El desayuno es la primera comida del día y como lo dice su nombre significa “romper el ayuno”. Consumir un desayuno balanceado es una manera de asegurar que el cuerpo obtenga los nutrientes, como proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales, tan pronto se ha iniciado el día. Además, implica variedad y muchos sabores.

Para que un desayuno sea equilibrado recomendamos seleccionar distintos alimentos provenientes de los siguientes grupos:

Lácteos
De preferencia bajos en grasa, como leche, queso, yogur por su aporte de nutrientes esenciales como proteínas de alto valor biológico, calcio, fósforo y vitamina D para mantener los huesos fuertes y saludables.

Cereales
Preferiblemente integrales: que proveen carbohidratos (como fuente de energía), proteínas, vitaminas del grupo B, fibra y minerales.

Frutas
Enteras o en jugo y/o vegetales: por su aporte de agua, carbohidratos, vitaminas A y C, sales minerales y fibra. La fruta también se puede consumir en los refrigerios, a media mañana, a media tarde o en la merienda.

Una bebida
Por su contribución líquida para rehidratar al cuerpo luego del ayuno de la noche. Por ejemplo leche, jugo de frutas, café o té. Si no desayuna porque no tiene hambre, por lo menos tome una bebida.

El desayuno y el desempeño mental

Probablemente usted pasa algunas horas del día repasando sus tareas o las tablas de multiplicación con sus hijos, pero ¿sabía que existe otra forma de ayudar a los niños a mejorar su desempeño en la escuela? En realidad es tan fácil como desayunar. Desayunar puede influenciar positivamente sobre el desempeño mental, especialmente de los niños y los adolescentes.

Se ha demostrado que la nutrición y el estado de salud en general, son determinantes claves del progreso y el desempeño escolar. Los principales beneficios del desayuno son:

* Mayor probabilidad de que los niños tengan una alimentación correcta y una mejor nutrición.
* Mejora del comportamiento y desempeño mental.
* Fomenta el aprendizaje, los niños estarán más atentos y alertas y son más participativos.
* Disminuye la depresión y la hiperactividad.
* Favorece el incremento de peso y talla de los niños.
* Desarrolla buenos hábitos alimenticios que perduran a lo largo de toda la vida.

Los beneficios del consumo del desayuno, particularmente en el desempeño mental, podrían estar relacionados en parte con el consumo de determinados alimentos. Recientemente se ha indicado que la capacidad mental y la inteligencia dependen de las conexiones rápidas entre las neuronas. Entre más veloces sean las conexiones, más información puede ser procesada. Es por esto que ingerir los alimentos adecuados, especialmente en la mañana antes de iniciar las labores diarias, puede incrementar las conexiones entre neuronas, favoreciendo las actividades mentales.

Por todas estas razones es tan importante iniciar cada jornada con un desayuno saludable…

Material de Internet – Imagen de Google


Nuevo video

Hay un nuevo video subido a este blog
sobre la conversión de Pablo
Para verlo tienes que ir al final de la página.


Pedidos de oración

Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por Gustavo del Valle G., que vive en República Dominicana y el próximo lunes será sometido a un estudio con Iodo para comprobar su estado actual ya que está operado de tiroides. Que la Santísima Virgen lo acompañe y el Señor Jesús permita que los resultados sean los mejores.

Pedimos oración por Yamila S., de 16 años, de Santa Fe, Argentina, que fue operada del corazón y está estable. Rogamos a Jesús le conceda la gracia de recuperar su salud.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y enviarlos a pequesemillitas@gmail.com y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados. Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.


Oración por la Patria


Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos. Nos sentimos heridos y agobiados. Precisamos tu alivio y fortaleza. Queremos ser nación, una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común. Danos la valentía de la libertad de los hijos de Dios para amar a todos sin excluir a nadie, privilegiando a los pobres y perdonando a los que nos ofenden, aborreciendo el odio y construyendo la paz. Concédenos la sabiduría del diálogo y la alegría de la esperanza que no defrauda. Tú nos convocas. Aquí estamos, Señor, cercanos a María, que desde Luján nos dice: ¡Argentina! ¡Canta y camina! Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos. Amén.


“Intimidad Divina”

Las exigencias de la enseñanza de Jesús

Invitando a sus discípulos a imitar la santidad del Padre celestial, los empeña Jesús en una lucha profunda contra el pecado, el cual se opone directamente a la perfección infinita de Dios y es su mayor ofensa. Cristo en toda su enseñanza inculca un odio profundo al pecado y sobre todo al orgullo, a la hipocresía, a la malicia obstinada, que constituyen un estado de oposición completa a Dios. Por eso Jesús, tan misericordioso con los pecadores, lanza palabras de fuego contra los fariseos: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas, que sois semejantes a sepulcros blanqueados…! ¡Serpientes, raza de víboras! ¿Cómo vais a escapar a la condenación de la gehena? (Mt 23, 27, 33). Describe luego la fealdad del pecado y saca a la luz los desastrosos efectos que produce en el hombre conduciéndolo a un estado de extrema miseria moral.  Es lo que nos dice en la parábola del hijo pródigo, el cual, por haber abandonado al padre, se ve reducido a “cuidar puercos” (Lc 15, 15). Jesús Salvador ha venido al mundo para destruir el pecado y lo destruye con su muerte… El pecado es tan contrario a Dios y tiene una fuerza destructora tan tremenda, que llega a causar la muerte del Maestro divino.

No basta eliminar el pecado mortal que está en completa oposición a Dios; hay que luchar también contra el pecado venial, contra cualquier defecto o falta, porque todo ello está en contraste con la santidad infinita de Dios. Por eso Jesús, que presenta la perfección el Padre celestial como norma de la vida cristiana, empeña al hombre en una lucha asidua contra el pecado para destruirlo en sí hasta las raíces y en sus formas más leves. Es justamente eso lo que Jesús nos enseña con las lacónicas palabras: niégate a ti mismo. Se trata de negar el propio yo en todas sus inclinaciones y hábitos defectuosos, y se trata de negarlo de continuo.

Este trabajo es arduo, pero indispensable para llegar a la santidad. Jesús nos advierte, en efecto: “¡qué estrecha es la entrada y angosto el camino que conduce a la vida!; y pocos son los que le encuentran” (Mt 7, 14). Haciéndose eco de Jesús, todos los maestros del espíritu insisten sobre el desasimiento, la desnudez y la renuncia, proponiendo este trabajo como base indispensable de toda vida espiritual; y San Juan de la Cruz a todo el que quiere llegar a la unión con Dios le propone el áspero camino de las “nadas”. Pero es Jesús, Maestro divino, quien antes de cualquier otro ha indicado la necesidad absoluta de recorrer este camino: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo” (Mt 16, 24)

Señor, como esclavo vendido a ti grito: ¡Escúchame, Redentor! El hombre mismo se vendió por su propio albedrío para servir a la iniquidad, recibiendo en precio el ruin placer de la fruta prohibida. Y ahora clama: “Endereza los caminos que yo mismo he torcido”. Endereza mis pasos según tu palabra… Yo me hallo torcido bajo el peso de la iniquidad; mas tu palabra es la regla de la verdad; corrige, pues, mi encorvamiento, sirviéndote de tu palabra como de una regla derecha… Yo me vendí, redímeme tú; me vendí por mi libre albedrío, redímeme con tu sangre. Avergüéncese la soberbia del vendedor, y glorifiquemos la gracia del Redentor, porque Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes. (San Agustín)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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