jueves, 24 de enero de 2013

Pequeñas Semillitas 1932


PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 8 - Número 1932 ~ Jueves 24 de Enero de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Alabado sea Jesucristo…
Dios me creó para que sea una expresión del amor divino; ser esa expresión de amor divino para mi familia y mis amigos es mi bendición.
Dios me creó para que sea una expresión de la inteligencia divina. Mis pensamientos son ordenados. En la cooperación divina, mis actos reflejan la sabiduría de mis pensamientos.
Dios me creó para que sea una expresión de la abundancia divina. Sabiendo que todas mis bendiciones provienen de Dios, las comparto generosamente y de buen agrado con el prójimo.
Dios me creó para que sea una expresión de la vida divina. Comprendo que la vida radiante es perfección de cuerpo y mente, y doy plena expresión de vida.
Porque sé con qué imagen he sido creado, hoy me siento satisfecho y doy expresión al amor, la sabiduría, la vida y la abundancia de Dios.
Sed  perfectos, como vuestro Padre que está en el cielo es perfecto. Mateo 5, 48


La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy


En aquel tiempo, Jesús se retiró con sus discípulos hacia el mar, y le siguió una gran muchedumbre de Galilea. También de Judea, de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán, de los alrededores de Tiro y Sidón, una gran muchedumbre, al oír lo que hacía, acudió a Él. Entonces, a causa de la multitud, dijo a sus discípulos que le prepararan una pequeña barca, para que no le aplastaran. Pues curó a muchos, de suerte que cuantos padecían dolencias se le echaban encima para tocarle. Y los espíritus inmundos, al verle, se arrojaban a sus pies y gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios». Pero Él les mandaba enérgicamente que no le descubrieran.
(Mc 3,7-12)

Comentario
Hoy, todavía reciente el bautismo de Juan en las aguas del río Jordán, deberíamos recordar el talante de conversión de nuestro propio bautismo. Todos fuimos bautizados en un solo Señor, una sola fe, «en un solo Espíritu para formar un solo cuerpo» (1Cor 12,13). He aquí el ideal de unidad: formar un solo cuerpo, ser en Cristo una sola cosa, para que el mundo crea.
En el Evangelio de hoy vemos cómo «una gran muchedumbre de Galilea» y también otra mucha gente procedente de otros lugares (cf. Mc 3,7-8) se acercan al Señor. Y Él acoge y procura el bien para todos, sin excepción. Esto lo hemos de tener muy presente durante el octavario de oración para la unidad de los cristianos.
Démonos cuenta de cómo, a lo largo de los siglos, los cristianos nos hemos dividido en católicos, ortodoxos, anglicanos, luteranos, y un largo etcétera de confesiones cristianas. Pecado histórico contra una de las notas esenciales de la Iglesia: la unidad.
Pero aterricemos en nuestra realidad eclesial de hoy. La de nuestro obispado, la de nuestra parroquia. La de nuestro grupo cristiano. ¿Somos realmente una sola cosa? ¿Realmente nuestra relación de unidad es motivo de conversión para los alejados de la Iglesia? «Que todos sean uno, para que el mundo crea» (Jn 17,21), ruega Jesús al Padre. Éste es el reto. Que los paganos vean cómo se relaciona un grupo de creyentes, que congregados por el Espíritu Santo en la Iglesia de Cristo tienen un solo corazón y una sola alma (cf. Hch 4,32-34).
Recordemos que, como fruto de la Eucaristía —a la vez que la unión de cada uno con Jesús— se ha de manifestar la unidad de la Asamblea, ya que nos alimentamos del mismo Pan para ser un solo cuerpo. Por tanto, lo que los sacramentos significan, y la gracia que contienen, exigen de nosotros gestos de comunión hacia los otros. Nuestra conversión es a la unidad trinitaria (lo cual es un don que viene de lo alto) y nuestra tarea santificadora no puede obviar los gestos de comunión, de comprensión, de acogida y de perdón hacia los demás.
Rev. D. Melcior QUEROL i Solà (Ribes de Freser, Girona, España)


Santoral Católico:
San Francisco de Sales
Obispo y Doctor de la Iglesia


Se dice que escribía de día hojas clandestinas y la metía por debajo de las puertas, de noche. Por esa razón, se le llama "patrono de los periodistas". Escribía como un ángel. De forma, que los franceses lo tienen entre sus clásicos de literatura.

Montañés de cuerpo entero, nacido en los Alpes, en el castillo saboyano de Sales. Familia exquisita. Le llevan a estudiar a la universidad de París. Luego a Padua. Canónigo de Annecy, obispo auxiliar de Ginebra, líder de debates con los protestantes, apóstol de la región de Chablais. Vuelve a París, trata con san Vicente de Paul, en todas partes se le recibe con entusiasmo.

Hay un libro: "Introducción a la vida devota", cuarenta ediciones en vida del autor, y en aquello tiempos. Un libro utilizado muchísimo tiempo como lectura espiritual.

"¿No es una barbaridad -decía él- querer desterrar la vida devota del cuartel de los soldados, del taller de los artesanos, del palacio de los príncipes, del hogar de los casados?"

Hay una amistad que no se puede olvidar: la que mantuvo con Juana Chantal; con ella fundó la Orden de la Visitación.

Una virtud: la dulzura de este hombre, de quien dicen que en su juventud tenía tan mal genio.

Respecto a esto, es una constante en la biografía de todo santo su lucha ascética a fin de aumentar su capacidad de autodominio. Pero para demostrar que esta virtud no se consigue de la noche a la mañana, he aquí un detalle precisamente referido a nuestro santo.

Se cuenta que al hacerle la autopsia, le encontraron su hígado endurecido como un piedra. Esto se explica por la enorme violencia que tuvo que sufrir este hombre de fuerte carácter para hacerse y aparecer amable, delicado y bondadoso en el trato. Esa dulzura de la que hablamos antes, no le fue fácil conseguirla.

San Francisco de Sales expiró dulcemente, a los 56 años de edad, el 28 de Diciembre de 1622, fiesta de los Santos Inocentes. Fue beatificado por el Papa Alejandro VII en el 1661, y el mismo Papa lo canonizó en el 1665, a los 43 años de su muerte

En el 1878 el Papa Pío IX, considerando que los tres libros famosos del santo: "Las controversias"(contra los protestantes); La Introducción a la Vida Devota" (o Filotea) y El Tratado del Amor de Dios (o Teótimo), tanto como la colección de sus sermones, son verdaderos tesoros de sabiduría, declaró a San Francisco de Sales "Doctor de la Iglesia" , siendo llamado "El Doctor de la amabilidad".

Información muy detallada sobre su vida haciendo clic acá.


¡Buenos días!

Irradiar la propia luz

“Si puedes ser una estrella en el cielo, sé una estrella en el cielo. Si no puedes ser una estrella en el cielo, sé una hoguera en la montaña. Si no puedes ser una hoguera en la montaña, sé una lámpara en tu casa”. El Señor te ha regalado la luz de la fe para iluminar a tu alrededor, con el ejemplo y con la palabra. La Reina de la Paz te anima a irradiar tu amor y tu fe con decisión.

“¡Queridos hijos! En sus vidas, todos ustedes han experimentado momentos de luz y de tinieblas. Dios concede a cada hombre reconocer el bien y el mal. Yo los invito a llevar la luz a todos los hombres que viven en tinieblas. Cada día llegan a sus casas personas que están en tinieblas. Queridos hijos, dénles ustedes la luz. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado! ”

Cuando das un buen ejemplo o dices una buena palabra, algo comienza a pasar. Es como tirar una piedra en un lago tranquilo. Pequeñas ondas van generando círculos concéntricos hasta morir en las playas. Conviene que lo pienses para animarte a irradiar tu propia luz. Tendrás el mérito de haber alentado a otros por el camino correcto.

Padre Natalio


La frase de hoy

"No nos enojemos en el camino unos contra otros; caminemos con nuestros hermanos y compañeros con dulzura, paz y amor; y te lo digo con toda claridad y sin excepción alguna: no te enojes jamás, si es posible; por ningún pretexto des en tu corazón entrada al enojo"

San Francisco de Sales

Tema del día:
Planificar la vida


Desde hace muchos años, veo que numerosas personas tienen como único objetivo en la vida, ganar dinero. Personas de todas las edades, afanadas por el trabajo y obsesionadas con el mismo fin. Dispuestas a dedicar muchas horas, días y semanas del año para alcanzar sus deseos. Personas que se están convirtiendo en máquinas de generar ideas para hacer negocios y ganar más y más. Y, si la cosa funciona, todavía dedican más tiempo y energías para seguir ganando dinero. Su objetivo es generar un imperio. Su vida es como subir por una escalera que no tiene fin. Unos pocos lo logran, otros se quedan en el camino… Pero son los menos los que reflexionan sobre las cosas importantes de la vida y se plantean otro tipo de objetivos.

Me parece muy bien que cuando uno es joven y tiene una familia, trabaje para darles lo mejor y piense en el futuro y el bienestar de los hijos, dándoles una estabilidad económica que les sirva de base para que ellos puedan seguir adelante. Pero desde hace un tiempo, he comenzado a analizar la actitud de varios empresarios y quiero mencionarlos para que veamos lo equivocados que están en sus planteamientos.

El dueño de un conocido supermercado, trabaja incansablemente más de doce horas diarias durante todo el año y, en vacaciones, envía a su familia sola, porque le es imposible abandonar su negocio por dos semanas.

Otro caso es el de un conocido comerciante, que, debido al estrés del trabajo, comenzó a tener problemas de salud. El médico le recomendó que descansara unos días y se olvidase de sus responsabilidades. Hizo caso a la recomendación, y se fue a descansar con su esposa a un bonito lugar, pero como no podía con su ansiedad, llamaba constantemente a sus empleados, para saber cómo iba todo. El tiempo de reposo no le sirvió de nada, porque se llevó todos sus negocios y responsabilidades a cuestas.

Conozco a un gran empresario que trabajó desde los siete años y formó un imperio. Cuando tuvo edad de jubilarse y aprovechar los años que le quedaban, decidió construir otra fábrica para ampliar el negocio. Tardó varios años en ponerla en funcionamiento y ahora con ochenta y siete años, se da cuenta de lo equivocado que estuvo… pero claro, ¡ya es tarde para arrepentimientos!… La vida se le fue y ya no le queda tiempo para disfrutar de todo el sacrificio que hizo durante ochenta años.

Mi abuela vivió hasta los ciento dos años… Desde que tengo uso de razón y hasta que falleció, siempre le escuché la misma historia: El dinero no me alcanza… La situación está difícil y no llego a fin de mes… En su mente solo había palabras negativas y estaba obsesionada con ahorrar, guardar… por si acaso… Pasó toda su vida con el mismo pensamiento, porque nunca planifico su vida. Todo se quedó en palabras.

Quizás al leer estas historias, tu mente te haga recordar a alguien en particular… Sería normal, porque hay millones y millones de personas con este pensamiento. Viven pobres, con necesidades y dejan este mundo sin llevarse nada. Los que consiguen dejar algunas riquezas para sus herederos, también dejan grandes conflictos entre ellos.

Un amigo me dio una lección de cómo planificar la vida. Él es un ingeniero que en su momento tenía diez empleados a su cargo. Trabajó para empresas petroleras y sus ocupaciones eran de muchísima responsabilidad. Un día conversando me dijo: cumplí sesenta y cinco años, si Dios lo permite me quedan entre quince a veinte años más de vida. Económicamente tengo suficiente para cubrir todas las necesidades que pueda tener. He decidido seguir trabajando a tiempo parcial, solo para estar en contacto con el mundo que me rodea, pero dedicaré la mayor parte de mi tiempo a viajar y hacer todas aquellas cosas que siempre soñé. A partir de ahora, disfrutaré todo lo que pueda.

Creo que alcanzar metas económicas es algo natural en cada uno de nosotros. Todos queremos tener una casa con todo el confort, un auto nuevo y todo lo que deseamos. Todo eso está muy bien. Lo malo está en dejar las cosas más importantes para perseguir objetivos económicos y materiales de una manera desmedida y ambiciosa, como si fuéramos a estar en este mundo para siempre.

Debemos mirar dónde está el techo de nuestros objetivos. Debemos ser sabios administradores de nuestro tiempo y aprender a darnos el espacio para disfrutar de todo lo que hemos logrado con esfuerzo. Si lo dejamos para más tarde, pensando que todavía vamos a vivir por muchos años, nos equivocaremos. El día es hoy y el tiempo es ahora…

«Hay gente tan pobre, que solo tiene dinero»

Fuente: Reflexiones para el alma


Meditación breve


Si podemos reconocer que todos somos espejos unos de los otros, entonces tenemos que recordar que este es un camino de ida de vuelta: los demás nos reflejan aspectos de nosotros mismos, pero nosotros también hacemos lo mismo con los demás.
Elegir qué queremos reflejar en los otros es una decisión importante, que deberíamos tomar con sumo cuidado y consciencia. Poder reconocer y apreciar lo mejor de cada persona es un acto de Amor hacia ti mismo, pues “el otro” en realidad no existe, sino que es apenas una extensión de ti.
Somos todos Uno, y según la manera como nos relacionamos con quienes nos rodean, estamos reflejando el modo como nos tratamos a nosotros mismos. No se trata de negar u ocultar las limitaciones o posibles “fallas” -propias o ajenas-, sino de potenciar lo bello, lo sabio y luminoso.
Donde ponemos nuestra atención, aquello crece, se expande y aumenta. Por eso si aprecias de corazón las cualidades positivas de los demás, les ayudas a que crezcan, a que se amen y acepten, y les motivas a que sigan dando lo mejor de sí mismos. Ellos entonces te devuelven ese reflejo, y así, entre todos, vamos creando un mundo donde reinan el Amor, la unión, el respeto y la paz.
¿Qué pasa si alguien insiste en proyectarnos su “oscuridad”? En esos casos podemos seguir reflejándole lo mejor de sí mismo. Las personas que sólo proyectan críticas, juicios, y te “atacan” de alguna manera, son aquellas que no reconocen su propia belleza y no se aman a sí mismas. Entonces a veces lo adecuado es seguir nuestro camino, con aceptación, perdón y desapego. Y aun así podemos guardar a esa persona en el corazón, y seguir enviándole Amor…
Somos Amor, y en la medida en que lo descubras en ti mismo y que se lo reflejes a los demás, vamos percibiendo entre todos que esta es la única realidad posible.
Enriqueta Olivari


Nuevo video

Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
Se trata de una película sobre su vida
“Historia Inédita de Juan Pablo II”
narrada por su secretario Stanislaw Dziwisz.
Puedes acceder en la dirección:


Pedidos de oración

Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por la salud del Padre Carlos Mora Morales, párroco de la ciudad de Brinkmann, Córdoba, Argentina, quien desde hace mucho tiempo padece una dolencia severa en sus piernas, y aun así con bastón o con ayuda ofrece el misterio de la Santa Misa. Y otro pedido de oración para el Padre Ronald Kripp, que ha tenido un accidente con una fractura en una de sus piernas, es salesiano de Vignaud y párroco de Seeber; actualmente está en Córdoba para su recuperación. Que María Auxiliadora acuda en ayuda de ambos sacerdotes para su mejor recuperación.

Pedimos oración por Enevy H., que vive en México, rogando a la Santísima Virgen que la fortalezca porque hace un año ha perdido a su esposo, y tanto ella como sus hijas lo extrañan demasiado. También pedimos por Ceci y Héctor que están próximos a ser papás para que el embarazo llegue a buen término.

Pedimos oración por Sonia M., que vive en California, USA, a quien hoy harán una biopsia de un nódulo tiroideo, para que el Buen Jesús ponga en ella sus manos sanadoras y los resultados sean favorables.

Pedimos oración por Mariel Ángeles, de Córdoba, Argentina, que cursa cinco meses de embarazo y tiene contracciones, por lo que le han indicado reposo absoluto. Que María la proteja como Madre Amorosa.

Pedimos oración por Roberto F., de 61 años, vive en Santos Lugares en la provincia de Buenos Aires, Argentina y se encuentra muy delicado de salud, por lo que rogamos la intercesión del Beato Juan Pablo II para que el Señor le conceda la gracia de sanarse.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y enviarlos a pequesemillitas@gmail.com y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados. Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.


“Intimidad Divina”

Sed perfectos

El conocimiento de Dios en el que, como dice Jesús, consiste la vida eterna, no es un conocimiento teórico que se limite a iluminar la inteligencia, sino un conocimiento que mueve la voluntad a amar a Dios y regula la vida entera según el querer divino. Mostrando al Padre celestial, Jesús enseña a los hombres a amarlo y a postrarse de un modo que le sea grato: “Sed perfectos –dice– como es perfecto vuestro Padre celestial” (Mt 5, 48). Esta breve fórmula compendia dos grandes verdades: el modelo de toda santidad es Dios, porque sólo Dios es la plenitud de la perfección sin mancha alguna de defecto; la voluntad de Dios es que también los hombres sean perfectos y lo sean buscando copiar en sí la perfección misma de Dios. Pero ¿cómo puede una pobre criatura humana imitar la perfección divina? Jesús ha venido a los hombres para darles esa posibilidad. La gracia que Jesús, junto con las virtudes infusas y los dones del Espíritu Santo, ha merecido para los creyentes y les distribuye de continuo, los eleva del plano humano al sobrenatural y divino, por el que son hechos partícipes del amor infinito con que Dios se ama a sí mismo y ama a sus criaturas.

Diciendo “sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial”, Jesús propone un modelo de santidad que ninguna criatura podrá nunca agotar; la perfección de los más grandes santos es nada frente a la perfección de Dios. Jesús, por tanto, enseña a no contentarse nunca con la perfección alcanzada, con los esfuerzos o progresos hechos, pues son nada frente al ideal altísimo por él propuesto. Enseña a no detenerse nunca en el camino de la santidad, a no decir nunca “¡Basta!” Por mucho que se haga, nunca se hará bastante. ¿Quién podrá, en efecto, ser tan justo como Dios, tan misericordioso con él? Mientras que el hombre vive en la tierra, su santidad consiste en tender continuamente hacia la perfección de Dios. “Corremos siempre con el deseo –dice San Agustín–. Nadie mientras está en vida, diga que ha llegado” (In Ps 83,4).

Entre las infinitas perfecciones de Dios, Jesús ante todo señala y propone a los hombres el amor. Precisamente porque “Dios es amor” (1 Jn 4, 16), enseña Jesús que “el mayor y el primer mandamiento” es el amor a Dios y el segundo “semejante al primero” es el amor al prójimo (Mt 22, 36-39). Tampoco el precepto del amor, al igual que el de tender a la perfección, tiene límites; pues por más que el hombre ame a Dios, nunca llegará a amarlo cuanto es amable y cuanto se merece; y por más que ame al prójimo, no lo amará nunca como le ama Dios. El ideal de santidad propuesto por Jesús es tan alto que exige un progreso constante, una escalada continua hacia cumbres cada vez más altas. En este sentido San Pablo escribe humildemente: “Yo, hermanos, no creo haberlo alcanzado todavía. Pero una cosa hago: olvido lo que dejé atrás y me lanzo a lo que está por delante, corriendo hacia la meta”. Y concluye: “Así pues, todos los perfectos tengamos estos sentimientos… Desde el punto a donde hayamos llegado, sigamos adelante” (Fil 3, 13-16).

Dios mío, lo que nos pides por encima de todo es que te imitemos, según las palabras de Cristo: “Sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial”… Quiero, pues, darme a ti con gran deseo de imitarte en tu santidad, en tu pureza y caridad, en tu misericordia y paciencia, en tu prudencia, mansedumbre, y en todas las otras perfecciones tuyas. Por eso te ruego quieras tú mismo imprimir en mi alma una imagen y semejanza perfecta de la santidad de tu vida y de tus virtudes. (San Juan Eudes)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.

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