viernes, 18 de enero de 2013

Pequeñas Semillitas 1926


PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 8 - Número 1926 ~ Viernes 18 de Enero de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Alabado sea Jesucristo…
Cuando el corazón amoroso fluye y funciona, no tiene ningún deseo ni quiere nada. Cuando te miro físicamente, en realidad no te veo. Tú eres el Alma. Las cosas que te rodean y que ves físicamente son lo que has colocado afuera en el mundo, para que el Alma viva aquí.
Entonces, si quiero relacionarme contigo, debo relacionarme contigo en el nivel del Alma. Eso es muy fácil de hacer. Lo primero que hacer es tener respeto y lo segundo es cuidar o interesarte por la persona y lo tercero es apoyar a esa persona. Todo eso se llama amar. Si mantenemos la dignidad del ser humano, hemos respetado, apoyado y cuidado a los demás. Tal vez eso no haga ninguna diferencia fuera de nosotros, pero no estamos intentando salvar al mundo. En su lugar, evolucionamos por esa bondad que es nuestra naturaleza.
La meditación es un proceso de tomar conciencia de sí mismo y por último, de auto realización. Los iniciados saben que lo que viene a su encuentro es para su continuo despertar.
John-Roger


La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy


Entró de nuevo en Cafarnaum; al poco tiempo había corrido la voz de que estaba en casa. Se agolparon tantos que ni siquiera ante la puerta había ya sitio, y Él les anunciaba la Palabra.
Y le vienen a traer a un paralítico llevado entre cuatro. Al no poder presentárselo a causa de la multitud, abrieron el techo encima de donde Él estaba y, a través de la abertura que hicieron, descolgaron la camilla donde yacía el paralítico. Viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: «Hijo, tus pecados te son perdonados».
Estaban allí sentados algunos escribas que pensaban en sus corazones: «¿Por qué éste habla así? Está blasfemando. ¿Quién puede perdonar pecados, sino Dios sólo?». Pero, al instante, conociendo Jesús en su espíritu lo que ellos pensaban en su interior, les dice: «¿Por qué pensáis así en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: ‘Tus pecados te son perdonados’, o decir: ‘Levántate, toma tu camilla y anda?’ Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados -dice al paralítico-: ‘A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa’».
Se levantó y, al instante, tomando la camilla, salió a la vista de todos, de modo que quedaban todos asombrados y glorificaban a Dios, diciendo: «Jamás vimos cosa parecida».
(Mc 2,1-12)

Comentario
Hoy vemos nuevamente al Señor rodeado de un gentío: «Se agolparon tantos que ni siquiera ante la puerta había ya sitio» (Mc 2,2). Su corazón se deshace ante la necesidad de los otros y les procura todo el bien que se puede hacer: perdona, enseña y cura a la vez. Ciertamente, les dispensa ayuda a nivel material (en el caso de hoy, lo hace curando una enfermedad de parálisis), pero —en el fondo— busca lo mejor y primero para cada uno de nosotros: el bien del alma.
Jesús-Salvador quiere dejarnos una esperanza cierta de salvación: Él es capaz, incluso, de perdonar los pecados y de compadecerse de nuestra debilidad moral. Antes que nada, dice taxativamente: «Hijo, tus pecados te son perdonados» (Mc 2,5). Después, lo contemplamos asociando el perdón de los pecados —que dispensa generosa e incansablemente— a un milagro extraordinario, “palpable” con nuestros ojos físicos. Como una especie de garantía externa, como para abrirnos los ojos de la fe, después de declarar el perdón de los pecados del paralítico, le cura la parálisis: «‘A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa’. Se levantó y, al instante, tomando la camilla, salió a la vista de todos» (Mc 2,11-12).
Este milagro lo podemos revivir frecuentemente nosotros con la Confesión. En las palabras de la absolución que pronuncia el ministro de Dios («Yo te absuelvo en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo») Jesús nos ofrece nuevamente —de manera discreta— la garantía externa del perdón de nuestros pecados, garantía equivalente a la curación espectacular que hizo con el paralítico de Cafarnaum.
Ahora comenzamos un nuevo tiempo ordinario. Y se nos recuerda a los creyentes la urgente necesidad que tenemos del encuentro sincero y personal con Jesucristo misericordioso. Él nos invita en este tiempo a no hacer rebajas ni descuidar el necesario perdón que Él nos ofrece en su alcoba, en la Iglesia.
Rev. D. Joan Carles MONTSERRAT i Pulido (Sabadell, Barcelona, España)


Santoral Católico:
Santa Margarita de Hungría
Virgen Dominica


Los reyes Bela IV y su mujer María de Lascaris, padres de Margarita, antes de nacer su hija en 1242, la habían ofrecido a Dios por la liberación de Hungría de los tártaros, prometiendo dedicar a su divino servicio en un monasterio a la primera hija que les naciera. El rey Bela, confiando en el Señor, juntó el mayor ejército que le fue posible y, al frente de él, salió contra aquellos enemigos, muy superiores en número y envalentonados con anteriores victorias. Al primer encuentro, los dejó vencidos y huyendo a su tierra. La calma volvió a sus dominios.

Poco tiempo después nació una niña a la que pusieron el nombre de Margarita. Con dolor, pero movidos por el amor de Dios, sus padres cumplen la promesa y confían su hija de cuatro años a las dominicas del monasterio de Veszprem, recientemente fundado. La niña, a medida que crece, va adquiriendo los hábitos de la contemplación.

En 1254, a sus doce años, Margarita hace profesión solemne en manos de Fray Humberto de Romanis, Maestro de la Orden, que volvía del capítulo general celebrado en Buda, ciudad principal de aquel reino.

Los reyes, sus padres, contentos de ver a su hija tan feliz en el monasterio, edificaron para ella otro convento en una isla formada por el gran río Danubio y lo dotaron como convenía. Veinte años tenía Margarita cuando, con otras insignes religiosas que la acompañaron, se trasladó al nuevo convento, implantando una vida de rígida observancia.

Al rey su padre, que la amaba tiernamente, le suplicaba que favoreciese a las iglesias, que amparase a viudas y a huérfanos, que hiciese limosnas a los pobres y los defendiese. Y así lo hacía el buen rey.

Como esta caridad, asimismo era grande su pureza. Por costumbres cortesanas, la pretendieron por esposa el Duque de Polonia, y los reyes de Bohemia y de Sicilia, haciéndole ver que obtendría la dispensa de los votos y que su enlace con dichos príncipes sería como un pacto de paz y de alianza entre los reinos. De negarse, sobrevendrían discordias y guerras. Ella se negó rotundamente: se había consagrado al Señor como esposa y con nueva consagración y bendición se había velado en manos del Arzobispo de Estrogenia un día de Pascua del Espíritu Santo.

Murió el 18 de enero de 1270 estando presentes muchos religiosos de la Orden. Recibió los sacramentos y rezando el salmo In te, Domine, speravi, al llegar al versículo In manus tuas, su alma voló al cielo a la edad de 30 años.

Pío XII la invocaba en su canonización el 19 de noviembre de 1943 como mediadora de la tranquilidad y de la paz fundadas en la justicia y la caridad de Cristo, no sólo para su patria, sino para el mundo entero.

Fuente: Catholic.net


¡Buenos días!

Prodigios de misericordia

Los salmos te ofrecen la oportunidad de descubrir pensamientos que impactan con fuerza. Son como perlas que encuentras. Puedes subrayarlos y coleccionarlos. Cuando tengas un conjunto apreciable, intenta unirlos con cierta lógica, y tendrás un precioso collar de frases luminosas para guía, consuelo y animación en tu camino. Es lo que aquí te presento: un bello collage.

En medio de tu templo, Señor, medito en tu misericordia (48). Recuerdo las proezas del Señor, sí, recuerdo tus antiguos portentos, medito todas tus obras, considero tus hazañas. ¡Oh Dios!, tus caminos son santos. ¿Qué Dios es grande como nuestro Dios? (77). Bendito seas, Señor, que has hecho por mí prodigios de misericordia. (31). Gustad y ved qué bueno es el Señor (34). ¿Con qué pagaré al Señor todo el bien que me hizo? (116). Bendice, alma mía al Señor y no olvides nunca sus beneficios (103). El poderoso ha hecho obras grandes por mí, su nombre es santo y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación (Lc 1, 49-50).

Tener fe es haber descubierto el inmenso amor que Dios tiene por ti; y, ante tan enorme y fascinante hallazgo, organizar toda tu vida como una respuesta fiel y coherente. El Espíritu de Dios, Espíritu de amor, te ayude a interiorizar este pensamiento en la meditación, porque está en el centro de la auténtica relación con el Señor. Que él te asista y te bendiga.

Padre Natalio


La frase de hoy

“Lo que hoy siento,
mañana pertenecerá a mi pasado
y ya no me importará,
pero lo que sentiré mañana
habrá dependido de cómo fui hoy…
Por eso no mires hacia atrás,
sólo importa el hoy y el mañana”

Anthony de Mello.


Temas Médicos:
Propiedades del Ginkgo biloba


Es un suplemento extraído de las hojas del árbol de ginkgo, una de las especies de árbol más antiguas existentes capaces inclusive de soportar radiaciones nucleares. Se sabe que desde hace casi 5.000 años el árbol de Ginkgo era considerado como sagrado por los monjes taoístas chinos y que ya en aquel entonces era utilizado para preservar las funciones mentales. En la actualidad más de 250 experimentos han demostrado que de hecho posee buenas cualidades terapéuticas. Pero, no es una panacea como algunos pretenden hacerla aparecer.

El Ginkgo biloba protege la salud de varias maneras, sobre todo por sus propiedades antioxidantes que neutraliza los radicales libres que pueden dañar las células nerviosas al igual que otras células. Los monjes taoístas lo tenían como uno de los secretos de la longevidad que aplicaban a los emperadores y la nobleza de China.

En segundo lugar el Ginkgo aumenta la cantidad de oxígeno disponible para el cerebro.  Esto lo logra al incrementar el contenido de oxígeno en la sangre, aumentar el abasto de sangre al cerebro y mejorar la disponibilidad de glucosa en el cerebro.

En tercer lugar el Ginkgo evita la coagulación excesiva de la sangre. Se cree que el Ginkgo también puede ayudar a mejorar la transmisión de información en las células cerebrales. Algunos estudios han demostrado que el ginkgo puede ayudar a mejorar el tiempo de reacción en pruebas de memoria y que puede ayudar a mejorar las capacidades mentales de personas de edad avanzada.

En la actualidad se estudia su utilidad para mejorar la memoria en pacientes de Alzheimer y para ayudar a retrasar los síntomas en personas en las primeras etapas de esta enfermedad. No tiene efectos inmediatos pero a mediano o largo plazo, la mejoría en la memoria y sobre todo para su prevención es algo que da buenos resultados.

El Ginkgo biloba también posee ciertas propiedades que lo hacen beneficioso para las personas que padecen de depresión. Una de las razones por las cuales las personas de edad avanzada son más susceptibles a la depresión parece ser una reducción en la cantidad de receptores de serotonina en las células nerviosas del cerebro.

Estos resultados apuntan a la posibilidad de que el Ginkgo biloba ayuda a combatir la depresión resultante de los cambios cerebrales debidos al envejecimiento y que a su vez ayude a combatir al menos algunos de los efectos del envejecimiento sobre el cerebro.

El Ginkgo biloba también puede ser de utilidad para las personas diabéticas. Aunque no posee un efecto marcado sobre el azúcar en la sangre, si tiene una serie de beneficios importantes para la persona diabética. Uno de los principales problemas que presenta la diabetes es el daño que causa a los nervios y a las arterias. Se ha encontrado que el ginkgo biloba puede ayudar a minimizar o prevenir estos daños. El ginkgo biloba mejora la circulación sanguínea en las personas diabéticas y les ayuda a prevenir las ulceraciones que se producen cuando la diabetes no está adecuadamente controlada.

Es importante que el Ginkgo biloba que se adquiera indique en la etiqueta que es un extracto estandarizado. Un extracto estandarizado es uno que ha sido preparado de forma tal que contiene una cierta concentración garantizada de una o más sustancias. Por este medio se intenta que un extracto de una planta contenga la cantidad deseada de las sustancias activas en esta planta.

Existe la posibilidad de que el Ginkgo biloba interactúe con algunos medicamentos o produzca en el organismo algunas reacciones secundarias indeseables, por lo que su uso no debe hacerse sin antes consultar a un profesional médico.


Meditación breve


Mi corazón estaba más cargado de lo que jamás pensé podría estarlo. Estaba sentado en la sala de espera de la Unidad de Cuidados Intensivos a las 3:00 de la mañana, después de que mi hijo se viese involucrado en un accidente automovilístico. Él luchaba por su vida. Su hija, mi única nieta, trágicamente había perecido en el accidente. Mis pensamientos, temores y dolor no me dejaban conciliar el sueño.
Mientras estaba sentado allí, preguntándole a Dios por qué, Él me reveló Su gracia y paz. Allí se hallaba un hombre que más tarde descubrí había luchado contra un cáncer por 7 años, perdido a su esposa por el cáncer, y que tenía a su propio hijo en coma en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Sin embargo, este hombre se acercó a mi esposa y a mí y nos preguntó si necesitábamos una sábana o almohada.
El hospital en Fort Worth, Texas le permitía a la gente literalmente "acampar" en la sala de espera de la Unidad de Cuidados Intensivos, y ya que éramos los nuevos en la manzana, no estábamos al tanto de esos detalles. Este hombre, quien todavía llevaba una enorme carga, se estiró y puso su fe en acción, aún en medio de su propia desesperación.
Dios me mostró, a través del simple acto de bondad de este hombre, que Él se basta para sacarnos adelante de cualquier situación. Mi hijo sobrevivió y enterramos a nuestra nietecita de un año. En medio de todo eso, he visto a Dios manifestarse y ofrecernos esperanza, aún en nuestra hora más oscura. Este simple acto de bondad me demostró que Dios puede obrar a través nuestro, aún cuando nuestras cargas nos tengan contra el piso.

Eddie Gallagher


Pedidos de oración

Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por Antonio E., de 90 años de edad, que vive en la provincia de Buenos Aires, Argentina, a quien casi todos los meses le realizan transfusiones de sangre por su situación de salud. Rogamos al Señor Misericordioso que lo fortalezca física y espiritualmente tanto a él como a Elsa, su esposa.

Pedimos oración por Lorely R., de Danlí, Honduras, para que Dios Nuestro Señor le restablezca su salud y le de mucha fortaleza, a ella, su familia y sus amistades que mucho la quieren, por ser una excelente y joven mujer.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y enviarlos a pequesemillitas@gmail.com y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados. Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.


“Intimidad Divina”

Jesús y el Espíritu Santo

Aunque la gracia sea creación por igual de las tres Personas de la Santísima Trinidad, sin diferencia ni distinción alguna, su efusión se atribuye particularmente a la tercera Persona, al Espíritu Santo. En este sentido también el inmenso don de la gracia que inunda la humanidad de Jesús se ha de atribuir a la acción del Espíritu Santo. El alma de Jesús es tan bella, tan santa, tan íntimamente unida a la divinidad, que el Espíritu Santo “tiene sus delicias en habitar en ella como en su templo preferido”. Y habita con tal plenitud y señorío, que inspira, dirige y guía todas las acciones de Jesús; por eso el Espíritu Santo “es llamado con toda propiedad Espíritu de Cristo, o sea Espíritu del Hijo” (Myst. Corp.). Varias veces se dice en el Evangelio que Jesús, “lleno del Espíritu Santo”, era “conducido por el Espíritu” (Lc 4, 1); y esto sucedía no sólo en circunstancias particulares, sino siempre. Jesús mismo lo afirmó al comienzo de su ministerio, en la sinagoga de Nazareth: “El Espíritu del Señor sobre mí, por cuanto me ungió; para evangelizar a los pobres me ha enviado…” (ib. 18). Jesús nunca era movido de otro impulso, de otro espíritu que no fuese el Espíritu Santo.

“Consumada la obra que el Padre encomendó realizar al Hijo sobre la tierra, fue enviado el Espíritu Santo el día de Pentecostés a fin de santificar indefinidamente a la Iglesia y para que de este modo los fieles tengan acceso al Padre por medio de Cristo en un mismo Espíritu” (LG 4). Jesús con su muerte y resurrección ha merecido a los hombres no sólo la gracia sino al mismo autor de la gracia, al Espíritu Santo, que ya había prometido a los apóstoles, y que luego, subido al cielo, les envió el día de Pentecostés. También ahora reciben los bautizados el Espíritu Santo ene dependencia de Jesús. Él es siempre quien, en unión con el Padre, lo envía, de modo que este divino Espíritu “es distribuido por la plenitud del mismo Cristo según la medida del don de Cristo” (Myst. Corp.) El creyente recibe el Espíritu Santo sólo si está unido a Cristo, y a su vez el Espíritu Santo lo une a Cristo.

Vivir en Cristo es vivir en el Espíritu Santo; ser miembro del Cuerpo místico de Cristo es ser templo del Espíritu Santo: “¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?” (1 Cor 3, 16). La gracia que Cristo ha merecido y dispensa a los hombres, no se derrama en ellos sin la intervención del Espíritu Santo; todo crecimiento de los fieles en la gracia depende de la acción creadora del Espíritu Santo y de la acción mediadora de Cristo. “Cristo está en nosotros por su Espíritu, que él nos comunica y por medio del cual obra en nosotros de tal modo que se debe decir que toda realidad divina operada por el Espíritu Santo en nosotros, es operada también por Cristo” (Myst. Corp.).

Oh poder del Padre eterno, ayúdame; sabiduría del Hijo, ilumina los ojos de mi entendimiento; dulce clemencia del Espíritu Santo, inflámame y une mi corazón en ti… Confieso, dulce y eterna bondad de Dios, que la clemencia del Espíritu Santo y tu ardiente caridad quiere unir e inflamar mi corazón en ti, y los corazones de todas las criaturas racionales… Tú ardes con el fuego de tu Espíritu, y consumes y arrancas de raíz todo amor y afecto carnal de los corazones de las plantas tiernas que has dignado trasplantar en el Cuerpo místico de la santa Iglesia. Dígnate, oh Dios, trasladar los afectos mundanos al jardín de tu amor, y darnos un corazón nuevo con conocimiento verdadero de tu voluntad, para que, desasidos del mundo, de nosotros mismos y del amor propio, y llenos del verdadero fervor de tu amor… te sigamos sólo por ti, con total pureza y ferviente caridad. (Santa Catalina de Siena, Plegarias y Elevaciones)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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