martes, 15 de enero de 2013

Pequeñas Semillitas 1923


PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 8 - Número 1923 ~ Martes 15 de Enero de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Alabado sea Jesucristo…
Si queremos ser infantes en la vida espiritual tenemos que aprender a obedecer a Dios, tenemos que tratar siempre de hacer la voluntad de Dios, de lo contrario seríamos niños, sí, pero niños caprichosos y malcriados, que son insufribles para todos los que los rodean.
Deberemos acostumbrarnos a no hacer nuestra voluntad, sino la voluntad de Dios, que a cada momento se nos está manifestando, y que debemos seguir para santificarnos. Porque quien sigue su propia voluntad se hace discípulo de un tonto.
¿Qué diríamos de un niño que en un país desconocido quisiera andar por sí solo, caminar por su cuenta y hacer lo que le venga en gana? Diríamos que no llegará muy lejos, que antes o después tendrá muchos contratiempos que le harán perder salud, y quizás hasta la propia vida.
Pues bien, en la vida espiritual es más peligroso todavía el querer caminar por nosotros mismos, que somos pequeñuelos, porque corremos el riesgo de perdernos en este camino difícil de santificación, y terminar no perdiendo sólo la vida del cuerpo, sino lo que es más terrible, perdiendo también la vida del alma, la gracia de Dios, y al final caer en el abismo infernal.
Recordemos que el primer desobediente fue Lucifer, y veamos cómo le ha ido. No imitemos su proceder, y tratemos de ser niños sí, pero niños obedientes a Dios.


La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy


Llegó Jesús a Cafarnaum y el sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Y quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Había precisamente en su sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar: «¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios». Jesús, entonces, le conminó diciendo: «Cállate y sal de él». Y agitándole violentamente el espíritu inmundo, dio un fuerte grito y salió de él.
Todos quedaron pasmados de tal manera que se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad! Manda hasta a los espíritus inmundos y le obedecen». Bien pronto su fama se extendió por todas partes, en toda la región de Galilea.
(Mc 1,21-28)

Comentario
Hoy, primer martes del tiempo ordinario, san Marcos nos presenta a Jesús enseñando en la sinagoga y, acto seguido, comenta: «Quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas» (Mc 1,21). Esta observación inicial es impresionante. En efecto, la razón de la admiración de los oyentes, por un lado, no es la doctrina, sino el maestro; no aquello que se explica, sino Aquél que lo explica; y, por otro lado, no ya el predicador visto globalmente, sino remarcado específicamente: Jesús enseñaba «con autoridad», es decir, con poder legítimo e irrecusable. Esta particularidad queda ulteriormente confirmada por medio de una nítida contraposición: «No lo hacía como los escribas».
Pero, en un segundo momento, la escena de la curación del hombre poseído por un espíritu maligno incorpora a la motivación admirativa personal el dato doctrinal: «¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad!» (Mc 1,27). Sin embargo, notemos que el calificativo no es tanto de contenido como de singularidad: la doctrina es «nueva». He aquí otra razón de contraste: Jesús comunica algo inaudito (nunca como aquí este calificativo tiene sentido).
Añadimos una tercera advertencia. La autoridad proviene, además, del hecho que a Jesús «hasta a los espíritus inmundos le obedecen». Nos encontramos ante una contraposición tan intensa como las dos anteriores. A la autoridad del maestro y a la novedad de la doctrina hay que sumar la fuerza contra los espíritus del mal.
¡Hermanos! Por la fe sabemos que esta liturgia de la palabra nos hace contemporáneos de lo que acabamos de escuchar y que estamos comentando. Preguntémonos con humilde agradecimiento: ¿Tengo conciencia de que ningún otro hombre ha hablado jamás como Jesús, la Palabra de Dios Padre? ¿Me siento rico de un mensaje que tampoco tiene parangón? ¿Me doy cuenta de la fuerza liberadora que Jesús y su enseñanza tienen en la vida humana y, más concretamente, en mi vida? Movidos por el Espíritu Santo, digamos a nuestro Redentor: Jesús-vida, Jesús-doctrina, Jesús-victoria, haz que, como le complacía decir al gran Ramon Llull, ¡vivamos en la continua “maravilla” de Ti!
Rev. D. Antoni ORIOL i Tataret (Vic, Barcelona, España)


Santoral Católico:
San Arnoldo Janssen
Presbítero y Fundador


Arnoldo Janssen nació el 5 de noviembre de 1837 en Goch, una pequeña ciudad de la Baja Renania (Alemania). Segundo entre diez hermanos, aprendió de sus padres la dedicación al trabajo y una profunda religiosidad.

El 15 de agosto de 1861 fue ordenado sacerdote para la diócesis de Münster y fue asignado a enseñar ciencias naturales y matemáticas en la escuela secundaria de Bocholt, donde adquirió fama de maestro estricto pero justo. Por su profunda devoción al Sagrado Corazón de Jesús fue nombrado director diocesano del Apostolado de la Oración. Desde este apostolado, Arnoldo buscó abrirse también a cristianos de otras denominaciones.

Poco a poco creció su conciencia de las necesidades espirituales de la gente aún más allá de los límites de su propia diócesis, hasta convertirse en preocupación por la misión universal de la Iglesia. Decidió dedicar su vida a despertar en la iglesia alemana la conciencia de su responsabilidad misionera. Con este objetivo en mente, en 1873 renunció a su cargo docente y fundó «El pequeño mensajero del Corazón de Jesús». En esta revista mensual ofrecía noticias misionales y animaba a los católicos de lengua alemana a hacer más por las misiones.

Eran tiempos difíciles para la iglesia en Alemania. Bismark había desatado el «Kulturkampf» («batalla por la cultura»), que implicaba una serie de leyes anti-católicas, la expulsión de sacerdotes y religiosos y aún el encarcelamiento de varios obispos.

En esa situación caótica, Arnoldo Janssen sugirió que tal vez algunos de los sacerdotes expulsados podrían ser enviados a las misiones o ayudar en la preparación de misioneros. Poco a poco, y animado por el vicario apostólico de Hong Kong, Arnoldo fue descubriendo que era a él a quien Dios llamaba para esta difícil tarea. Muchos opinaban que no era el hombre indicado, o que los tiempos no estaban maduros. «El Señor desafía nuestra fe a realizar algo nuevo, precisamente cuando tantas cosas se están derrumbando en la Iglesia», fue la respuesta de Arnoldo.

Con el apoyo de varios obispos, Arnoldo inauguró la casa misional en Steyl (Holanda) y dio comienzo a la Congregación de los Misioneros del Verbo Divino. Ya el dos de marzo de 1879 partieron los dos primeros misioneros hacia China. Uno de ellos era José Freinademetz.

Consciente de la importancia de las publicaciones para atraer vocaciones y fondos, Arnoldo estableció la propia imprenta sólo cuatro meses después de inaugurada la casa. Miles de laicos generosos dedicaron tiempo y esfuerzos a la animación misional en los países de habla alemana distribuyendo las revistas de Steyl. De esta manera, la nueva congregación se desarrolló ya desde su inicio como comunidad de sacerdotes y hermanos.

Los voluntarios que ayudaron en la casa misional no sólo fueron hombres. Prácticamente desde el comienzo, un grupo de mujeres se puso al servicio de la comunidad. Su deseo era servir a la misión como religiosas. Este deseo, los años de fiel servicio, y la conciencia de la importancia de las mujeres en las misiones, llevaron a Arnoldo a fundar la congregación de las «Siervas del Espíritu Santo» el 8 de diciembre de 1889. Las primeras Hermanas partieron hacia Argentina en 1895.

En 1896, el P. Arnoldo eligió a algunas de las Hermanas para formar una rama de clausura, las «Siervas del Espíritu Santo de Adoración Perpetua». Su servicio a la misión sería la de rezar día y noche por la Iglesia y especialmente por las otras dos congregaciones misioneras, manteniendo un servicio ininterrumpido de adoración al Santísimo Sacramento.

Arnoldo murió el 15 de enero de 1909. Su vida fue una permanente búsqueda de la voluntad de Dios, de confianza en la providencia divina y de duro trabajo. Testimonio de la bendición divina sobre su obra es el ulterior desarrollo de la misma: más de 6.000 misioneros del Verbo Divino trabajan hoy en 63 países. Las misioneras Siervas del Espíritu Santo son más de 3.800 hermanas y más de 400 las Siervas del Espíritu Santo de Adoración Perpetua.

Fuente: Catholic.net


¡Buenos días!

El cabrero y su cabra

Un proverbio dice: “La mentira tiene las patas cortas”, a saber, que no puede llegar muy lejos. Quien dice una mentira para evitar una reprensión, no piensa que tarde o temprano se va encontrar con la dura realidad que pretendió ignorar o esconder. Más vale afrontar con valentía la verdad, aunque se deba aceptar una falta y sufrir la corrección.

Llamaba un cabrero a sus cabras para llevarlas al establo. Una de ellas, al pasar por un rico pasto se detuvo, y el cabrero le lanzó una piedra, pero con tan mala suerte que le rompió un cuerno. Entonces el cabrero le suplicó a la cabra que no se lo contara al patrón, a lo que la cabra respondió: - ¡Quisiera yo quedarme callada, mas no podría! Bien claro está a la vista mi cuerno roto.

“Puedes engañar a todo el mundo por algún tiempo. Puedes engañar a algunos por todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo por todo el tiempo”, dijo Abrahán Lincoln. Y el gran orador de Roma, Cicerón, expresó: “Todas las cosas fingidas caen como flores marchitas, porque ninguna simulación puede durar largo tiempo”. Decídete siempre por la verdad.

Padre Natalio


La frase de hoy

"El verdadero error no es equivocarse,
sino no admitirlo ni corregirlo"

Cicerón


Tema del día:
Mendigos digitales


Por la mañana del 4 de octubre de 2012 Facebook superó los mil millones de usuarios registrados que utilizan activamente esa red social al menos una vez al mes.

En un lapso menor a diez años Facebook se ha convertido en un ambiente de socialización que ha derivado en el nacimiento de una nueva «clase social»: la de los mendigos digitales.

Es sabido que la dinámica del compartir es el punto de partida y éxito no sólo de Facebook sino, en general, de todas las redes sociales. El contenido que las personas cargan en los espacios digitales suele ser una ocasión para mostrar a los otros la propia vida y, en torno a eso, despertar una conversación que posibilite conocer impresiones sobre lo compartido. En ese sentido, compartir implica sopesar la relevancia de lo mostrado que, en definitiva, supone calibrar también una forma de aprecio hacia la persona que comparte.

En las relaciones sociales que internet facilita, un "me gusta" equivale a una muestra de aprecio e interés y, en consecuencia, eso se convierte en un objetivo indirectamente buscado al momento de compartir fotografías, pensamientos, videos, etc. En no pocas ocasiones, el deseo de ser tomado en cuenta termina por convertir a la persona en un limosnero de "me gusta"; los "me gusta" acaban convirtiéndose en un alimento de la propia vanidad y, en realidad, importa poco quién los haga mientras sean muchos. De esta manera, la vanidad degenera en gula: los "me gusta" serán siempre pocos y el hambre de ellos será siempre mayor e insaciable.

Como se puede advertir, ya no es la relación interpersonal la que importa ni la que está al centro, sino la «necesidad» de ser tomado en cuenta y a toda costa. ¿Qué es eso sino la búsqueda de popularidad a cualquier precio? Evidentemente, en no pocos casos, el anhelo de relevancia supondrá no sólo ingentes inversiones de tiempo para conocer al segundo quién o cuántos dieron el último "me gusta" sino también el exponerse más y más en el afán de conseguir más reacciones que alimenten el propio ego.

El ser humano está hecho para la relación. En antropología filosófica se habla de «alteridad», de ese deseo del hombre de salir al encuentro del otro, del ser acogido y acoger. En el fondo, tal vez las personas que han pasado a engrosar esa nueva y creciente «clase social digital» están manifestando una inquietud interior más grande que, en realidad, compartimos todos los seres humanos: el deseo de aprecio y el hambre de trascendencia.

En la visión cristiana del mundo hay un plus que ayuda a encauzar esos grandes y profundos anhelos: quien medita en la propia existencia, en su condición de creatura, puede reconocer que la propia vida supone un "me gusta" por parte de Dios. ¡Somos amados y en consecuencia la vida tiene un horizonte! El amor que no acaba ha hecho una opción por nosotros y la vida es una muestra de ello. Es ese mismo Dios-Amor el que mantendrá indefectiblemente esa opción por nosotros y la traducirá en la vida diaria en un amor continuado, en un interés por sus criaturas.

Los usuarios de Facebook tienen la vocación de desarrollar un estamento social emergente: el de los «multimillonarios de sentido» que saben que su vida tiene un porqué, independientemente de la cantidad de "me gusta"... Su riqueza es precisamente saber que son importantes para Dios y que así su vida se convierte en misión: en la misión de compartir ese amor a más personas. Sí, los «multimillonarios de sentido» están llamados a redistribuir esa riqueza.

Autor: Jorge Enrique Mújica, LC
Fuente: www.religionenlibertad.com


Meditación breve


El alumno, según él, había terminado el cuadro. Llamó a su maestro para que lo evaluara. Se acercó el maestro y observó la obra con detenimiento y concentración durante un rato. Entonces, le pidió al alumno la paleta y los pinceles. Con gran destreza dio unos cuantos trazos aquí y allá. Cuando el maestro le regresó las pinturas al alumno el cuadro había cambiado notablemente.
El alumno quedó asombrado; ante sus propios ojos la obra había pasado de mediocre a sublime. Casi con reverencia le dijo al maestro:
- ¿Cómo es posible que con unos cuantos toques, simples detalles, haya cambiado tanto el cuadro?
- Es que en esos pequeños detalles está el arte. Contestó el maestro.
Si lo vemos despacio, nos daremos cuenta que todo en la vida son detalles. Los grandes acontecimientos nos deslumbran tanto que a veces nos impiden ver esos pequeños milagros que nos rodean cada día. Un ave que canta, una flor que se abre, el beso de un hijo en nuestra mejilla, son ejemplos de pequeños detalles que al sumarse pueden hacer diferente nuestra existencia.
Todas las relaciones -familia, matrimonio, noviazgo o amistad- se basan en detalles. Nadie espera que remontes el Océano Atlántico por él, aunque probablemente sí que le hables el día de su cumpleaños. Nadie te pedirá que escales el Monte Everest para probar tu amistad, pero sí que lo visites durante unos minutos cuando sabes que está enfermo.


Pedidos de oración

Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por Iris, de Córdoba, Argentina, que ha perdido por un accidente grave a su hija Araceli en México. Oramos para que el Señor la reconforte y la sostenga en este difícil momento, y que Él en su Misericordia acoja a Araceli en su Reino.

Pedimos oración por Beatriz S. P., que vive en la ciudad de La Punta, San Luis, Argentina, y presenta problemas físicos (sobrepeso, afección hepática crónica) y anímicos (depresión), rogando a Jesús que la tome en sus manos y le muestre el camino para salir de esos problemas y encontrar en Él motivos para sentirse bien y proyectar ese amor a los demás.

Pedimos oración por Marta Estela, de Buenos Aires, Argentina, afectada de cáncer terminal, para que nuestro Padre Dios le conceda la sobrevida que sea posible según Su Voluntad y alivie sus dolores físicos y espirituales.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y enviarlos a pequesemillitas@gmail.com y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados. Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.


“Intimidad Divina”

El Cuerpo Místico de Cristo

“Yo soy la vid y vosotros los sarmientos” (Jn 15, 5). En estas palabras de Cristo se funda la doctrina del Cuerpo Místico de Cristo. Sólo es diferente el símil: en vez de una vid única, se habla de un cuerpo único del que Jesús es la cabeza y los creyentes sus miembros. Es la comparación genial de San Pablo que repite de otra forma lo que ya había dicho Jesús. “A la manera que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, con ser muchos, constituyen un solo cuerpo, así también Cristo… Y vosotros sois miembros de Cristo y miembros cada uno por su parte” (1 Cor 12, 12. 27). La Cabeza de este Cuerpo es Cristo… él ha sido constituido por el Padre “cabeza suprema de la Iglesia, la cual es el cuerpo suyo” (Ef 1, 22-23). Único cuerpo, única vida; y la vida se deriva de la cabeza a cada uno de los miembro: “Jesucristo haca vivir a la Iglesia de su propia vida superior, penetrando de su divina virtud todo su cuerpo y alimentando y sosteniendo cada miembro… como la vid nutre y hace fructificar los sarmientos que le están unidos” (Myst. Corp.). Así se afirma nuevamente cómo todo cristiano vive en Cristo y de la vida de Cristo.

La unión de los bautizados con Cristo, Cabeza del Cuerpo Místico, no se la ha de entender en sentido idéntico a la unión que existe entre los miembros de un cuerpo físico. Pues, si bien incorporados a él, cada uno mantiene plenamente su propia personalidad; pero no se la ha de entender tampoco como una mera unión moral, la que existe, por ejemplo, entre los miembros de una misma sociedad. No, es algo mucho más profundo: es una unión misteriosa y en este sentido se llama mística, pero real y vital. Unión proveniente  de que en todas las partes del cuerpo de la Iglesia está presente el Espíritu Santo, el cual “uno e idéntico en número, llena y une toda la Iglesia” (Santo Tomás). Jesús, en efecto, “nos concedió participar de su Espíritu, quien, siendo uno solo en la Cabeza y en los miembros, de tal modo vivifica todo el cuerpo, lo une y lo mueva, que su oficio pudo ser comparado por los Santos Padres con la función que ejerce el principio de vida o el alma en el cuerpo humano” (LG).

El Espíritu Santo, “alma de la Iglesia”, es el vínculo que une y vivifica todos los miembro de Cristo íntima y realmente difundiendo en ellos la gracia y la caridad. No se trata, pues, de una unión simbólica o metafórica, sino real; de una realidad que supera todas las otras “como la gracia supera la naturaleza y como las cosas inmortales trascienden las perecederas” (ib). El Hijo de Dios, en efecto, “a sus hermanos, congregados de todos los pueblos, los constituyó místicamente su cuerpo, comunicándoles su espíritu” (LG 7). Realidad sublime que comprende no solamente la vida terrena del cristiano, sino que, conservada por él, permanece por toda la eternidad como única fuente de su dicha, porque “la gracia es semilla de la gloria”. El cristiano es miembro de Cristo: ésta es su grandeza y su gloria, que sobrepasa infinitamente toda grandeza y dignidad terrena.

¡Oh amado Esposo y amoroso Verbo! De un modo que sólo tú conoces y sólo tú entiendes, engendras el cuerpo de la santa Iglesia… Con tu sangre te has formado un cuerpo bien organizado y compuesto, cuya Cabeza eres, en cuya belleza se complacen los ángeles, se admiran los Arcángeles, se enamoran los Serafines y todos los espíritus angélicos se maravillan, y de ella se alimentan de continuo todos los bienaventurados de la Patria celestial. Y la misma Santísima Trinidad se complace en ella del modo que bien sabemos. (Santa María Magdalena de Pazzi)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.

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