PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 8 - Número 1923 ~ Martes
15 de Enero de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Si queremos ser infantes en la vida espiritual tenemos
que aprender a obedecer a Dios, tenemos que tratar siempre de hacer la voluntad
de Dios, de lo contrario seríamos niños, sí, pero niños caprichosos y
malcriados, que son insufribles para todos los que los rodean.
Deberemos acostumbrarnos a no hacer nuestra voluntad,
sino la voluntad de Dios, que a cada momento se nos está manifestando, y que
debemos seguir para santificarnos. Porque quien sigue su propia voluntad se
hace discípulo de un tonto.
¿Qué diríamos de un niño que en un país desconocido
quisiera andar por sí solo, caminar por su cuenta y hacer lo que le venga en
gana? Diríamos que no llegará muy lejos, que antes o después tendrá muchos
contratiempos que le harán perder salud, y quizás hasta la propia vida.
Pues bien, en la vida espiritual es más peligroso todavía
el querer caminar por nosotros mismos, que somos pequeñuelos, porque corremos
el riesgo de perdernos en este camino difícil de santificación, y terminar no
perdiendo sólo la vida del cuerpo, sino lo que es más terrible, perdiendo
también la vida del alma, la gracia de Dios, y al final caer en el abismo
infernal.
Recordemos que el primer desobediente fue Lucifer, y
veamos cómo le ha ido. No imitemos su proceder, y tratemos de ser niños sí,
pero niños obedientes a Dios.
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Llegó Jesús a Cafarnaum y el sábado entró en la sinagoga
y se puso a enseñar. Y quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba
como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Había precisamente en su
sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar: «¿Qué
tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién
eres tú: el Santo de Dios». Jesús, entonces, le conminó diciendo: «Cállate y
sal de él». Y agitándole violentamente el espíritu inmundo, dio un fuerte grito
y salió de él.
Todos quedaron pasmados de tal manera que se preguntaban
unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad! Manda
hasta a los espíritus inmundos y le obedecen». Bien pronto su fama se extendió
por todas partes, en toda la región de Galilea.
(Mc 1,21-28)
Comentario
Hoy, primer martes del tiempo ordinario, san Marcos nos
presenta a Jesús enseñando en la sinagoga y, acto seguido, comenta: «Quedaban
asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no
como los escribas» (Mc 1,21). Esta observación inicial es impresionante. En
efecto, la razón de la admiración de los oyentes, por un lado, no es la
doctrina, sino el maestro; no aquello que se explica, sino Aquél que lo
explica; y, por otro lado, no ya el predicador visto globalmente, sino
remarcado específicamente: Jesús enseñaba «con autoridad», es decir, con poder
legítimo e irrecusable. Esta particularidad queda ulteriormente confirmada por
medio de una nítida contraposición: «No lo hacía como los escribas».
Pero, en un segundo momento, la escena de la curación del
hombre poseído por un espíritu maligno incorpora a la motivación admirativa
personal el dato doctrinal: «¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta con
autoridad!» (Mc 1,27). Sin embargo, notemos que el calificativo no es tanto de
contenido como de singularidad: la doctrina es «nueva». He aquí otra razón de
contraste: Jesús comunica algo inaudito (nunca como aquí este calificativo
tiene sentido).
Añadimos una tercera advertencia. La autoridad proviene,
además, del hecho que a Jesús «hasta a los espíritus inmundos le obedecen». Nos
encontramos ante una contraposición tan intensa como las dos anteriores. A la
autoridad del maestro y a la novedad de la doctrina hay que sumar la fuerza
contra los espíritus del mal.
¡Hermanos! Por la fe sabemos que esta liturgia de la
palabra nos hace contemporáneos de lo que acabamos de escuchar y que estamos
comentando. Preguntémonos con humilde agradecimiento: ¿Tengo conciencia de que
ningún otro hombre ha hablado jamás como Jesús, la Palabra de Dios Padre? ¿Me
siento rico de un mensaje que tampoco tiene parangón? ¿Me doy cuenta de la
fuerza liberadora que Jesús y su enseñanza tienen en la vida humana y, más
concretamente, en mi vida? Movidos por el Espíritu Santo, digamos a nuestro
Redentor: Jesús-vida, Jesús-doctrina, Jesús-victoria, haz que, como le
complacía decir al gran Ramon Llull, ¡vivamos en la continua “maravilla” de Ti!
Rev. D. Antoni ORIOL i Tataret (Vic, Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Arnoldo Janssen
Presbítero y Fundador
Arnoldo Janssen nació el 5 de noviembre de 1837 en Goch,
una pequeña ciudad de la Baja Renania (Alemania). Segundo entre diez hermanos,
aprendió de sus padres la dedicación al trabajo y una profunda religiosidad.
El 15 de agosto de 1861 fue ordenado sacerdote para la
diócesis de Münster y fue asignado a enseñar ciencias naturales y matemáticas
en la escuela secundaria de Bocholt, donde adquirió fama de maestro estricto
pero justo. Por su profunda devoción al Sagrado Corazón de Jesús fue nombrado
director diocesano del Apostolado de la Oración. Desde este apostolado, Arnoldo
buscó abrirse también a cristianos de otras denominaciones.
Poco a poco creció su conciencia de las necesidades
espirituales de la gente aún más allá de los límites de su propia diócesis,
hasta convertirse en preocupación por la misión universal de la Iglesia.
Decidió dedicar su vida a despertar en la iglesia alemana la conciencia de su
responsabilidad misionera. Con este objetivo en mente, en 1873 renunció a su
cargo docente y fundó «El pequeño mensajero del Corazón de Jesús». En esta
revista mensual ofrecía noticias misionales y animaba a los católicos de lengua
alemana a hacer más por las misiones.
Eran tiempos difíciles para la iglesia en Alemania.
Bismark había desatado el «Kulturkampf» («batalla por la cultura»), que
implicaba una serie de leyes anti-católicas, la expulsión de sacerdotes y
religiosos y aún el encarcelamiento de varios obispos.
En esa situación caótica, Arnoldo Janssen sugirió que tal
vez algunos de los sacerdotes expulsados podrían ser enviados a las misiones o
ayudar en la preparación de misioneros. Poco a poco, y animado por el vicario
apostólico de Hong Kong, Arnoldo fue descubriendo que era a él a quien Dios
llamaba para esta difícil tarea. Muchos opinaban que no era el hombre indicado,
o que los tiempos no estaban maduros. «El Señor desafía nuestra fe a realizar
algo nuevo, precisamente cuando tantas cosas se están derrumbando en la
Iglesia», fue la respuesta de Arnoldo.
Con el apoyo de varios obispos, Arnoldo inauguró la casa
misional en Steyl (Holanda) y dio comienzo a la Congregación de los Misioneros
del Verbo Divino. Ya el dos de marzo de 1879 partieron los dos primeros
misioneros hacia China. Uno de ellos era José Freinademetz.
Consciente de la importancia de las publicaciones para
atraer vocaciones y fondos, Arnoldo estableció la propia imprenta sólo cuatro
meses después de inaugurada la casa. Miles de laicos generosos dedicaron tiempo
y esfuerzos a la animación misional en los países de habla alemana
distribuyendo las revistas de Steyl. De esta manera, la nueva congregación se
desarrolló ya desde su inicio como comunidad de sacerdotes y hermanos.
Los voluntarios que ayudaron en la casa misional no sólo
fueron hombres. Prácticamente desde el comienzo, un grupo de mujeres se puso al
servicio de la comunidad. Su deseo era servir a la misión como religiosas. Este
deseo, los años de fiel servicio, y la conciencia de la importancia de las
mujeres en las misiones, llevaron a Arnoldo a fundar la congregación de las
«Siervas del Espíritu Santo» el 8 de diciembre de 1889. Las primeras Hermanas
partieron hacia Argentina en 1895.
En 1896, el P. Arnoldo eligió a algunas de las Hermanas
para formar una rama de clausura, las «Siervas del Espíritu Santo de Adoración
Perpetua». Su servicio a la misión sería la de rezar día y noche por la Iglesia
y especialmente por las otras dos congregaciones misioneras, manteniendo un
servicio ininterrumpido de adoración al Santísimo Sacramento.
Arnoldo murió el 15 de enero de 1909. Su vida fue una
permanente búsqueda de la voluntad de Dios, de confianza en la providencia
divina y de duro trabajo. Testimonio de la bendición divina sobre su obra es el
ulterior desarrollo de la misma: más de 6.000 misioneros del Verbo Divino
trabajan hoy en 63 países. Las misioneras Siervas del Espíritu Santo son más de
3.800 hermanas y más de 400 las Siervas del Espíritu Santo de Adoración
Perpetua.
Fuente: Catholic.net
¡Buenos días!
El cabrero y su cabra
Un proverbio
dice: “La mentira tiene las patas cortas”, a saber, que no puede llegar muy
lejos. Quien dice una mentira para evitar una reprensión, no piensa que tarde o
temprano se va encontrar con la dura realidad que pretendió ignorar o esconder.
Más vale afrontar con valentía la verdad, aunque se deba aceptar una falta y
sufrir la corrección.
Llamaba un cabrero a sus cabras para
llevarlas al establo. Una de ellas, al pasar por un rico pasto se detuvo, y el
cabrero le lanzó una piedra, pero con tan mala suerte que le rompió un cuerno.
Entonces el cabrero le suplicó a la cabra que no se lo contara al patrón, a lo
que la cabra respondió: - ¡Quisiera yo quedarme callada, mas no podría! Bien
claro está a la vista mi cuerno roto.
“Puedes engañar a
todo el mundo por algún tiempo. Puedes engañar a algunos por todo el tiempo.
Pero no puedes engañar a todo el mundo por todo el tiempo”, dijo Abrahán Lincoln.
Y el gran orador de Roma, Cicerón, expresó: “Todas las cosas fingidas caen como
flores marchitas, porque ninguna simulación puede durar largo tiempo”. Decídete
siempre por la verdad.
Padre Natalio
La frase de hoy
"El verdadero error no es equivocarse,
sino no admitirlo ni corregirlo"
Cicerón
Tema del día:
Mendigos digitales
Por la mañana del 4 de octubre de 2012 Facebook superó
los mil millones de usuarios registrados que utilizan activamente esa red
social al menos una vez al mes.
En un lapso menor a diez años Facebook se ha convertido
en un ambiente de socialización que ha derivado en el nacimiento de una nueva
«clase social»: la de los mendigos digitales.
Es sabido que la dinámica del compartir es el punto de
partida y éxito no sólo de Facebook sino, en general, de todas las redes
sociales. El contenido que las personas cargan en los espacios digitales suele
ser una ocasión para mostrar a los otros la propia vida y, en torno a eso,
despertar una conversación que posibilite conocer impresiones sobre lo
compartido. En ese sentido, compartir implica sopesar la relevancia de lo
mostrado que, en definitiva, supone calibrar también una forma de aprecio hacia
la persona que comparte.
En las relaciones sociales que internet facilita, un
"me gusta" equivale a una muestra de aprecio e interés y, en
consecuencia, eso se convierte en un objetivo indirectamente buscado al momento
de compartir fotografías, pensamientos, videos, etc. En no pocas ocasiones, el
deseo de ser tomado en cuenta termina por convertir a la persona en un
limosnero de "me gusta"; los "me gusta" acaban convirtiéndose
en un alimento de la propia vanidad y, en realidad, importa poco quién los haga
mientras sean muchos. De esta manera, la vanidad degenera en gula: los "me
gusta" serán siempre pocos y el hambre de ellos será siempre mayor e
insaciable.
Como se puede advertir, ya no es la relación
interpersonal la que importa ni la que está al centro, sino la «necesidad» de
ser tomado en cuenta y a toda costa. ¿Qué es eso sino la búsqueda de
popularidad a cualquier precio? Evidentemente, en no pocos casos, el anhelo de
relevancia supondrá no sólo ingentes inversiones de tiempo para conocer al
segundo quién o cuántos dieron el último "me gusta" sino también el
exponerse más y más en el afán de conseguir más reacciones que alimenten el
propio ego.
El ser humano está hecho para la relación. En
antropología filosófica se habla de «alteridad», de ese deseo del hombre de
salir al encuentro del otro, del ser acogido y acoger. En el fondo, tal vez las
personas que han pasado a engrosar esa nueva y creciente «clase social digital»
están manifestando una inquietud interior más grande que, en realidad,
compartimos todos los seres humanos: el deseo de aprecio y el hambre de
trascendencia.
En la visión cristiana del mundo hay un plus que ayuda a
encauzar esos grandes y profundos anhelos: quien medita en la propia
existencia, en su condición de creatura, puede reconocer que la propia vida
supone un "me gusta" por parte de Dios. ¡Somos amados y en
consecuencia la vida tiene un horizonte! El amor que no acaba ha hecho una opción
por nosotros y la vida es una muestra de ello. Es ese mismo Dios-Amor el que
mantendrá indefectiblemente esa opción por nosotros y la traducirá en la vida
diaria en un amor continuado, en un interés por sus criaturas.
Los usuarios de Facebook tienen la vocación de
desarrollar un estamento social emergente: el de los «multimillonarios de
sentido» que saben que su vida tiene un porqué, independientemente de la
cantidad de "me gusta"... Su riqueza es precisamente saber que son
importantes para Dios y que así su vida se convierte en misión: en la misión de
compartir ese amor a más personas. Sí, los «multimillonarios de sentido» están
llamados a redistribuir esa riqueza.
Autor: Jorge Enrique Mújica, LC
Fuente: www.religionenlibertad.com
Meditación breve
El alumno, según él, había terminado el cuadro. Llamó a
su maestro para que lo evaluara. Se acercó el maestro y observó la obra con
detenimiento y concentración durante un rato. Entonces, le pidió al alumno la
paleta y los pinceles. Con gran destreza dio unos cuantos trazos aquí y allá.
Cuando el maestro le regresó las pinturas al alumno el cuadro había cambiado
notablemente.
El alumno quedó asombrado; ante sus propios ojos la obra
había pasado de mediocre a sublime. Casi con reverencia le dijo al maestro:
- ¿Cómo es posible que con unos cuantos toques, simples
detalles, haya cambiado tanto el cuadro?
- Es que en esos pequeños detalles está el arte. Contestó
el maestro.
Si lo vemos despacio, nos daremos cuenta que todo en la
vida son detalles. Los grandes acontecimientos nos deslumbran tanto que a veces
nos impiden ver esos pequeños milagros que nos rodean cada día. Un ave que
canta, una flor que se abre, el beso de un hijo en nuestra mejilla, son
ejemplos de pequeños detalles que al sumarse pueden hacer diferente nuestra
existencia.
Todas las relaciones -familia, matrimonio, noviazgo o
amistad- se basan en detalles. Nadie espera que remontes el Océano Atlántico
por él, aunque probablemente sí que le hables el día de su cumpleaños. Nadie te
pedirá que escales el Monte Everest para probar tu amistad, pero sí que lo
visites durante unos minutos cuando sabes que está enfermo.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa
Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas
y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los
cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo
son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos
sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y
la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países
del mundo, por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por
el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas
Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por Iris, de Córdoba, Argentina, que ha
perdido por un accidente grave a su hija Araceli en México. Oramos para que el
Señor la reconforte y la sostenga en este difícil momento, y que Él en su
Misericordia acoja a Araceli en su Reino.
Pedimos oración por Beatriz S. P., que vive en la ciudad
de La Punta, San Luis, Argentina, y presenta problemas físicos (sobrepeso,
afección hepática crónica) y anímicos (depresión), rogando a Jesús que la tome
en sus manos y le muestre el camino para salir de esos problemas y encontrar en
Él motivos para sentirse bien y proyectar ese amor a los demás.
Pedimos oración por Marta Estela, de Buenos Aires, Argentina,
afectada de cáncer terminal, para que nuestro Padre Dios le conceda la
sobrevida que sea posible según Su Voluntad y alivie sus dolores físicos y
espirituales.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por
nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible
dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no
publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la
solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y
enviarlos a pequesemillitas@gmail.com
y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan
sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se
reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el
correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados.
Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.
“Intimidad Divina”
El Cuerpo Místico de Cristo
“Yo soy la vid y vosotros los sarmientos” (Jn 15, 5). En
estas palabras de Cristo se funda la doctrina del Cuerpo Místico de Cristo.
Sólo es diferente el símil: en vez de una vid única, se habla de un cuerpo
único del que Jesús es la cabeza y los creyentes sus miembros. Es la
comparación genial de San Pablo que repite de otra forma lo que ya había dicho
Jesús. “A la manera que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los
miembros del cuerpo, con ser muchos, constituyen un solo cuerpo, así también
Cristo… Y vosotros sois miembros de Cristo y miembros cada uno por su parte” (1
Cor 12, 12. 27). La Cabeza de este Cuerpo es Cristo… él ha sido constituido por
el Padre “cabeza suprema de la Iglesia, la cual es el cuerpo suyo” (Ef 1,
22-23). Único cuerpo, única vida; y la vida se deriva de la cabeza a cada uno
de los miembro: “Jesucristo haca vivir a la Iglesia de su propia vida superior,
penetrando de su divina virtud todo su cuerpo y alimentando y sosteniendo cada
miembro… como la vid nutre y hace fructificar los sarmientos que le están
unidos” (Myst. Corp.). Así se afirma
nuevamente cómo todo cristiano vive en Cristo y de la vida de Cristo.
La unión de los bautizados con Cristo, Cabeza del Cuerpo
Místico, no se la ha de entender en sentido idéntico a la unión que existe
entre los miembros de un cuerpo físico. Pues, si bien incorporados a él, cada
uno mantiene plenamente su propia personalidad; pero no se la ha de entender
tampoco como una mera unión moral, la que existe, por ejemplo, entre los
miembros de una misma sociedad. No, es algo mucho más profundo: es una unión
misteriosa y en este sentido se llama mística,
pero real y vital. Unión proveniente de
que en todas las partes del cuerpo de la Iglesia está presente el Espíritu
Santo, el cual “uno e idéntico en número, llena y une toda la Iglesia” (Santo
Tomás). Jesús, en efecto, “nos concedió participar de su Espíritu, quien,
siendo uno solo en la Cabeza y en los miembros, de tal modo vivifica todo el
cuerpo, lo une y lo mueva, que su oficio pudo ser comparado por los Santos
Padres con la función que ejerce el principio de vida o el alma en el cuerpo
humano” (LG).
El Espíritu Santo, “alma de la Iglesia”, es el vínculo
que une y vivifica todos los miembro de Cristo íntima y realmente difundiendo
en ellos la gracia y la caridad. No se trata, pues, de una unión simbólica o
metafórica, sino real; de una realidad que supera todas las otras “como la
gracia supera la naturaleza y como las cosas inmortales trascienden las
perecederas” (ib). El Hijo de Dios, en efecto, “a sus hermanos, congregados de
todos los pueblos, los constituyó místicamente su cuerpo, comunicándoles su
espíritu” (LG 7). Realidad sublime que comprende no solamente la vida terrena
del cristiano, sino que, conservada por él, permanece por toda la eternidad
como única fuente de su dicha, porque “la gracia es semilla de la gloria”. El
cristiano es miembro de Cristo: ésta es su grandeza y su gloria, que sobrepasa
infinitamente toda grandeza y dignidad terrena.
¡Oh amado Esposo y
amoroso Verbo! De un modo que sólo tú conoces y sólo tú entiendes, engendras el
cuerpo de la santa Iglesia… Con tu sangre te has formado un cuerpo bien
organizado y compuesto, cuya Cabeza eres, en cuya belleza se complacen los
ángeles, se admiran los Arcángeles, se enamoran los Serafines y todos los
espíritus angélicos se maravillan, y de ella se alimentan de continuo todos los
bienaventurados de la Patria celestial. Y la misma Santísima Trinidad se
complace en ella del modo que bien sabemos. (Santa María Magdalena de Pazzi)
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.