PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 8 - Número 1930 ~ Martes
22 de Enero de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Siempre habrá momentos difíciles y días complicados en
nuestra vida. Nos da la impresión de que ciertas cosas simplemente no estaban
destinadas a pasar y que algunos proyectos simplemente no estaban destinados a
funcionar.
Siempre enfrentaremos decepciones, pero también
recibiremos muchas bendiciones especiales.Todo lo que se nos pide es que nos
elevemos por encima de nuestros infortunios.
Deja que la vida te muestre nuevas maneras de encarar
viejos problemas.
Deja que los días desplieguen ante ti nuevas
posibilidades que hasta entonces desconocías, nuevos sueños que nunca soñaste,
y que te regale las semillas de nuevas ideas que nunca antes sembraste.
Deja que Dios modere tus convicciones y te muestre todo
lo que está oculto detrás de cada escena: la profunda paz del cambio de
estaciones, la majestad de lo que significa tener y ser un amigo, la alegría
que se descubre al comprender que nunca es tarde para volver a empezar.
Deja que Dios brinde abundancia a tu alma y a tu corazón.
Deja que te ayude a alcanzar todo lo que deseas para ser todo lo que eres.
Se trata de una regla muy sencilla: cuanto más das, más
recibes. Y cuanto más lo hagas, más te gustará hacerlo.
Eres una persona maravillosa que merece tener una bella
vida. Y si alguna vez sobreviene la dificultad, sé que puedes elevarte por
encima de ella. ¡Con Dios todo es posible!
Douglas Pagels
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Un sábado, cruzaba Jesús por los sembrados, y sus
discípulos empezaron a abrir camino arrancando espigas. Decíanle los fariseos:
«Mira ¿por qué hacen en sábado lo que no es lícito?». Él les dice: «¿Nunca
habéis leído lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y él y los que le
acompañaban sintieron hambre, cómo entró en la Casa de Dios, en tiempos del
Sumo Sacerdote Abiatar, y comió los panes de la presencia, que sólo a los
sacerdotes es lícito comer, y dio también a los que estaban con él?». Y les
dijo: «El sábado ha sido instituido para el hombre y no el hombre para el
sábado. De suerte que el Hijo del hombre también es señor del sábado».
(Mc 2,23-28)
Comentario
Hoy como ayer, Jesús se las ha de tener con los fariseos,
que han deformado la Ley de Moisés, quedándose en las pequeñeces y olvidándose
del espíritu que la informa. Los fariseos, en efecto, acusan a los discípulos
de Jesús de violar el sábado (cf. Mc 2,24). Según su casuística agobiante,
arrancar espigas equivale a “segar”, y trillar significa “batir”: estas tareas
del campo —y una cuarentena más que podríamos añadir— estaban prohibidas en
sábado, día de descanso. Como ya sabemos, los panes de la ofrenda de los que
nos habla el Evangelio, eran doce panes que se colocaban cada semana en la mesa
del santuario, como un homenaje de las doce tribus de Israel a su Dios y Señor.
La actitud de Abiatar es la misma que hoy nos enseña
Jesús: los preceptos de la Ley que tienen menos importancia han de ceder ante
los mayores; un precepto ceremonial debe ceder ante un precepto de ley natural;
el precepto del reposo del sábado no está, pues, por encima de las elementales
necesidades de subsistencia. El Concilio Vaticano II, inspirándose en la
perícopa que comentamos, y para subrayar que la persona ha de estar por encima
de las cuestiones económicas y sociales, dice: «El orden social y su progresivo
desarrollo se han de subordinar en todo momento al bien de la persona, porque
el orden de las cosas se ha de someter al orden de las personas, y no al revés.
El mismo Señor lo advirtió cuando dijo que el sábado había sido hecho para el
hombre, y no el hombre para el sábado (cf. Mc 2,27)».
San Agustín nos dice: «Ama y haz lo que quieras». ¿Lo
hemos entendido bien, o todavía la obsesión por aquello que es secundario ahoga
el amor que hay que poner en todo lo que hacemos? Trabajar, perdonar, corregir,
ir a misa los domingos, cuidar a los enfermos, cumplir los mandamientos..., ¿lo
hacemos porque toca o por amor de Dios? Ojalá que estas consideraciones nos
ayuden a vivificar todas nuestras obras con el amor que el Señor ha puesto en
nuestros corazones, precisamente para que le podamos amar a Él.
Rev. D. Ignasi FABREGAT i Torrents (Terrassa,
Barcelona, España)
Santoral Católico:
Beata Laura Vicuña
Virgen Adolescente
Nació el 5 de abril de 1891 en Santiago de Chile. Es la
primogénita del matrimonio de José Vicuña y Mercedes del Pino. Poco después de
nacer la segunda hija: Julia, muere su padre quedando la familia en la
indigencia. Mercedes emigra con otros chilenos a la Argentina buscando un
bienestar Así llega a Neuquén en 1899, finalmente llega a la estancia del
Quilquihué, de Junín de los Andes, a trabajar como dependiente y donde comienza
a convivir con Manuel Mora (el dueño de la misma). Laura y Julia ingresan al
colegio María Auxiliadora, de Junín de los Andes. Desde su llegada Laura es muy
sensible a la fe cristiana. A los 10 años recibe la primera Comunión.
En sus segundas vacaciones al volver a la estancia, ya
adolescente, Manuel Mora trata de abordarla y es rechazado. Durante una fiesta
la invita a bailar y al ser nuevamente rechazado la arrastra fuera de la casa y
debe dormir a la intemperie. Mora decide no pagar más la cuota de la escuela,
para acorralarla, pero las hermanas la reciben gratuitamente. Laura decide
ofrecer su vida por la conversión de su madre.
Al poco tiempo sobreviene una inundación en el colegio en
un crudo invierno, Laura se enferma. La madre se la lleva a su casa pero no se
recupera. Entonces decide regresar a Junín, Mora furioso por haber perdido a
Mercedes y ser rechazado por Laura le propina una feroz paliza a la joven.
Viendo próxima su muerte Laura le dice a su madre de su ofrecimiento:
"mamá, la muerte está cerca, yo misma se la he pedido a Jesús. Le he
ofrecido mi vida por ti, para que regreses a Él" y le pide que abandone a
Mora y se convierta. Ella le promete cumplir su deseo. Muere un 22 de enero de
1904, sin cumplir los 13 años. Sus restos desde 1956 están en el Colegio María
Auxiliadora de Bahía Blanca (Argentina).
El milagro
Estudiado y aprobado por la Iglesia Para la Beatificación
de Laura Vicuña Pino.
Les presentamos un extracto del relato efectuado por Sor Ofelia Lobos Arellano, persona que recibió el don de la vida y la salud, religiosa que pertenece al Instituto Hijas de María Auxiliadora, (Santiago de Chile). Testimonio extraído de: http://www.lauravicuna.cl
Los primeros síntomas de lo que sería más tarde una
enfermedad incurable, los experimenté en el año 1947. Con frecuencia tenía
fiebre, me sentía decaída y con dificultades para respirar. Esta sintomatología
se presentó en forma oscilante, respondiendo parcialmente con antibióticos. Progresivamente
el cuadro se hizo intenso y duradero con mayor rebeldía a los medicamentos
hasta llegar a 1955 año en que, por ser portadora de supuración pulmonar y
broncoestasias bilaterales con gran compromiso del estado general, fui sometida
a dos intervenciones quirúrgicas.
En Junio de ese mismo año se realizó el primer tiempo
operatorio que consistió en la extirpación de la língula y los segmentos
anteriores y lateral del lóbulo medio del pulmón derecho. Recuerdo que tuve
muchas complicaciones. Mi situación era peor que antes de la operación. A lo
largo de tres años fui empeorando. Los episodios febriles se sucedieron más
intensos y prolongados con aumento de la dificultad respiratoria. Todos los
tratamientos fueron ineficaces. A fines de 1957 fue indispensable el uso de
oxígeno.
El médico que me atendió a principios de 1958 pronosticó
mi muerte para el invierno de ese mismo año, la que sería causada por
insuficiencia pulmonar y mal estado general. En el mes de Mayo, me encontré en
situación límite. Yo misma no me explicaba por qué no moría.
Encontrándome en estas condiciones, fui invitada a pedir
mi curación por intercesión de Laurita. Lo medité un par de horas tratando de
descubrir la voluntad de Dios. De pronto se hizo una luz muy grande de mí y
comprendí que por intercesión de ella, Dios haría lo que yo eligiera. Sentí que
era muy fácil morir, pero también que no podía ser tan egoísta como para
negarme a vivir, dedicándome a servir a la juventud de acuerdo al carisma
Salesiano que tanto entusiasmó a Laura y que por las circunstancias de la vida
no pudo realizar. Entonces, pedí la vida y la salud necesaria para poder
trabajar. En ese mismo momento sentí que mis pulmones se dilataban rápidamente,
desapareciendo la fiebre y todo otro malestar. Me retiré el oxígeno. Era cerca
de la medianoche por lo que me dispuse a descansar. Al día siguiente desperté
temprano y al bajarme de la cama no sentía ni mareo ni debilidad en las
piernas, absolutamente nada. Sentí que nunca hubiera estado enferma.
Han pasado 42 años a la fecha, durante este tiempo he
gozado de la salud necesaria para desempeñar mi trabajo en medio de niños y
jóvenes. Doy Gracias a Dios, a mi protectora Laura Vicuña, a mis Superioras y
Hermanas, a mi familia, a los médicos y enfermeras y a todas las personas que
me han brindado su apoyo a lo largo de mi vida.
Sor Ofelia Lobos trabaja actualmente en el Liceo María
Auxiliadora de los Andes, existen radiografías anteriores a la intercesión
donde se observa medio pulmón y radiografías posteriores con los dos pulmones
en pleno funcionamiento.
Fuente: Catholic.net
¡Buenos días!
Amigo de sí mismo
Por un sabio plan
divino las personas somos distintas, tenemos diversas capacidades, diferentes
inclinaciones y gustos. Es una realidad y tienes que aceptarla buenamente, sin
dejarte alcanzar ni por la envidia del bien ajeno, ni por el orgullo de lo que
te ha tocado. Es señal de madurez la aceptación serena de ti mismo con tus capacidades
y carencias.
Padre mío, fuente de mi vida. Dame la gracia
de hacerme amigo de mí mismo. Si alguna vez sentí vergüenza de ser como soy, te
pido perdón a ti, autor de mi vida y mi ser. Perdona mi insensatez y mi
ingratitud. Desde ahora quiero sentirme contento de ser como soy, feliz de ser
como soy. Te alabo, te admiro y te agradezco por estas manos, este rostro, esta
figura general. Bendito seas por haberme hecho tal como me hiciste. En tus
manos me entrego, feliz de ser como soy.
Recuerda que los
demás te necesitan tal como el Señor ha querido que fueras. No conviene que te
pongas una máscara o representes una comedia. Puedes decirte a ti mismo: “voy a
llevarles algo especial, pues nunca se encontraron ni se encontrarán con
alguien como yo; soy una persona única salida de las manos de Dios”. Dios te
valora, hazlo tú también.
Padre Natalio
La frase de hoy
“Los pañales y los políticos
han de cambiarse a menudo…
y por los mismos motivos”
Sir Bernard Shaw
Tema del día:
La familia,
lugar para hablar
de Dios
1) Para saber
Respecto al “Año de la Fe”, el Papa Benedicto XVI se
cuestionaba recientemente: ¿cómo hablar de Dios en nuestro tiempo? ¿Cómo
comunicar el Evangelio, para abrir caminos a su verdad salvífica en los corazones,
a menudo cerrados?”
El mismo Papa respondía que podemos hablar de Dios porque
Dios habla con nosotros. La primera condición será escuchar la palabra de Dios,
tanto en la Sagrada Escritura como en nuestra oración, pues Dios habla y se
preocupa por nosotros.
En Jesús, encontramos el rostro de Dios, que ha bajado de
su Cielo, para enseñarnos el "arte de vivir", el camino hacia la
felicidad viviendo plenamente como hijos de Dios.
Podemos tomar como ejemplo a san Pablo, que no habla de
una filosofía que él desarrolló, ni habla de ideas que inventó, sino que habla
del Dios que ha entrado en su vida, de un Dios real que vive y ha hablado con
él.
2) Para pensar
Así, para hablar de Dios, hemos de empezar por hablar
primero nosotros con Él. Un escritor, Emilio Rojas, nos pone el ejemplo de la
importancia de empezar por uno mismo.
Un niño dejó sus juegos para dirigirse a su padre y
preguntarle: “¿Por qué a mi amigo Jaime siempre lo reprende su papá y tú
conmigo no haces lo mismo?”
El padre respondió: “Porque la disciplina se impone a
quien no cumple con su deber”.
El niño volvió a preguntar: “Pero... ¿no crees que
después de tanto tiempo, Jaime ya debería ser como su padre quiere?”
“Hijo ‑respondió
el padre‑,
si quien imparte disciplina no es a la vez disciplinado, no puede ser
obedecido, a menos que lo haga por la fuerza, pero entonces, lo que va
sembrando es rebeldía”.
3) Para vivir
En nuestro tiempo, dice el Papa, un lugar especial para
hablar de Dios es la familia, que es la primera escuela para comunicar la fe.
El Concilio Vaticano II habla de los padres como los primeros mensajeros de
Dios, llamados a redescubrir su misión, asumiéndose la responsabilidad en la
educación, en abrir la conciencia de los pequeños al amor de Dios como un
servicio esencial para sus vidas, siendo los primeros catequistas y maestros de
la fe para sus hijos.
En esta tarea es importante saber aprovechar las
oportunidades para introducir en la familia la fe y hacer madurar una reflexión
crítica respecto a las muchas influencias a las que están sometidos los hijos.
Esta atención de los padres es también sensibilidad en el reconocimiento de las
posibles preguntas religiosas que se hacen mentalmente los niños. A veces basta
un programa de televisión, un comercial o anuncio por la calle para formarles
un criterio verdadero. Así, se ayudará a todos los miembros de la familia a
comprender que la fe no es una carga, sino una fuente de alegría profunda, pues
nos señala el camino a la felicidad, respondiendo a cualquier circunstancia.
Esa fe se ha de comunicar con la alegría, que no oculta
la realidad del dolor o del sufrimiento, sino que sabe ofrecer criterios para
interpretarlos desde la perspectiva de la esperanza cristiana.
Así, la familia debe ser un ámbito donde se aprende a estar
juntos, para conciliar los conflictos en el diálogo mutuo, que se sabe
escuchar, entenderse y amarse, para ser signo del amor misericordioso de Dios.
Pbro. José Martínez Colín
Meditación breve
Para hacer un buen regalo bastan un buen corazón y algo
de ingenio. Para aquellos que tienen
estos dones será fácil hallar los medios para halagar a otros y al mismo tiempo
proporcionarse un gran placer por hacerlo.
Un jubilado se lamentaba de que sus recursos eran
insuficientes para aportar al parque de recreo de los niños del barrio. Su
mujer le sugirió que empleara las mañanas en enseñarles a los niños a hacer
cometas y barquitos de vela. Siguiendo el consejo, pudo ver con satisfacción
que contribuía al éxito del parque, igual como los que daban dinero.
Los regalos humildes hechos con verdadero cariño y ajenos
a todo interés, tienen la virtud de proporcionar mayor placer a los ricos que a
los pobres, ya que el afecto es una de las pocas cosas que no compra el dinero.
Una persona muy adinerada me confesó una vez que ninguno
de los costosos regalos que había recibido durante su vida le había
proporcionado mayor placer como el que sintió cuando el hijito de su chofer le
obsequió una sarta de pescados cogidos por él mismo en un arroyo cercano.
No, no hace falta ser rico para ser generoso. Todos
podemos dar algo que sea útil a otra persona. Dotado de un espíritu noble, un
pordiosero puede dar tanto como un príncipe.
Corinne Updegraff
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia
Católica; por el Papa, los sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y
todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los
cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo
son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos
sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y
la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países
del mundo, por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por
el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas
Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por Augusto V., que vive en Ecuador y
está internado en terapia intensiva luego de cirugía, con problemas renales y
complicaciones de diabetes, hipertensión arterial y trombo embolismo pulmonar.
Que el Buen Jesús lo acompañe y si es Su Voluntad lo ayude a superar estas
difíciles situaciones.
Pedimos oración por una familia de Buenos Aires,
Argentina, formada por papá Carlos y su hijo Pablo, para que consigan trabajo;
y mamá Mabel con problemas de lumbalgia y migrañas. Que los Santos Arcángeles
los guíen, iluminen y protejan…
Pedimos oración por la salud de René R. A., 71años, que
se encuentra en el Intensivo del Hospital San Juan de Dios en Guatemala,
suplicando a nuestro Padre y a María Santísima (él es muy devoto de la Virgen
de Guadalupe) que le den fuerza y salud a su corazón para que logre resistir
todo el tratamiento que conlleva curarse de la neumonía.
Pedimos oración por la joven Alexandra A. A., de
Guatemala viviendo en Nueva York, ya que lamentablemente su situación es
bastante delicada, pues el cáncer lo tiene radicado en el estómago y no la
pueden operar, por lo que esta semana empezarán con la quimioterapia, estando
su situación y su vida absolutamente en las manos de Dios.
Pedimos oración por el completo restablecimiento de la
salud de José Mauricio D. G., que vive en Cali, Colombia, tiene 26 años y luego
de padecer una afección de mononucleosis infecciosa no se ha recuperado del
todo y todavía tiene células enfermas en su cuerpo, rogando al Señor Jesús que
lo sane definitivamente.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por
nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible
dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no
publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la
solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y
enviarlos a pequesemillitas@gmail.com
y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan
sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se
reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el
correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados.
Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.
“Intimidad Divina”
La doctrina de
Jesús
Las verdades que Jesús enseña son tan importantes, tan
esenciales, que el conocerlas o no, el prestarles fe o negársela es cuestión de
vida o muerte; la suya no es una doctrina facultativa, sino de tal modo
necesaria que sin ella no se puede llegar a la vida eterna. Y justamente porque
su doctrina es absolutamente indispensable, Jesús, para ayudar a los hombres a
prestarle fe, ha demostrado su verdad con milagros. A los judíos obstinados que
no querían creer en él les decía: “estas mismas obras que hago testifican
acerca de mí que el Padre me ha enviado” (Jn 5, 36); y en otra ocasión añade:
“Ya que a mí no me creéis, creed a mis obras” (Jn 10, 38). Y cuando los
discípulos del Bautista fueron a preguntarle si era él el Mesías en quien
habían de creer, Jesús dijo sencillamente: “Id y anunciad a Juan lo que oís y
veis: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los muertos
son resucitados” (Mt 11, 4-5). Jesús es el único Maestro que puede garantizar
con milagros la verdad de su doctrina: “con palabras y obras, signos y
milagros… lleva a plenitud toda la revelación y la confirma con testimonio
divino” (DV 4).
Jesús quiere que su doctrina sea comprendida por todos,
aun por los sencillos e ignorantes; y aun insiste en decir que ha venido en
particular “a anunciar a los pobres la buena noticia” (Lc 4, 18). Jesús no es
un maestro que busque gloria o aplausos; busca únicamente el bien de sus
discípulos: usa un lenguaje sencillo que todos pueden entender y se sirve de
las cosas más humildes y comunes para enseñar las verdades más sublimes, como
cuando, por ejemplo, toma pie del agua del pozo, para hablar del agua viva de
la gracia, o de las vides del campo para explicar el misterio de nuestra unión
con él, vid verdadera. Jesús no espera que se le vaya a buscar, sino que es un
maestro que va en busca de sus discípulos buscándolos dondequiera: en el banco
de los alcabaleros, en las casas y en los círculos de los publicanos, por las
calles, por las plazas, en los campos; enseña en las sinagogas y en la puerta
del templo, lo mismo que desde la barca de Pedro o desde los ribazos verdes de
los montes; acoge de noche a Nicodemo y se detiene junto al pozo de Siquem para
esperar a la Samaritana.
Jesús expone su doctrina de modo adaptado no sólo a la
mentalidad y a las necesidades de las turbas de Palestina, sino también a las
de todas las generaciones futuras; por eso su palabra es siempre viva, actual,
apropiada a las necesidades de cada tiempo y de cada persona. Frente a su
enseñanza se forman dos grupos. El de los hombres soberbios y obstinados que no
han querido creer ni siquiera a los más estrepitosos milagros; de ellos dice
Jesús: “Si yo no viniera y les hablara, no tuvieran pecado; mas ahora no tienen
excusa de su pecado” (Jn 15, 22). El de los hombres rectos, sinceramente
deseosos de la verdad, que han acogido su palabra con fe y amor. Jesús se
complace de ello y dice: “Te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra,
porque encubriste estas cosas a los sabios y prudentes y las descubriste a los
pequeñuelos” (Mt 11, 25).
¡Oh Jesús! Tú eres
el dulce maestro que has subido a la cátedra para enseñarnos la doctrina de la
verdad, y el alma que la sigue no puede caer en las tinieblas. Eres el camino
por el que vamos a esa escuela, es decir, a seguir tus obras. Así has dicho: Yo
soy el Camino, Verdad y Vida. Y así es en verdad, porque el que te sigue, oh
Verbo, con la verdadera y santa pobreza, humilde y manso, tolerando toda
injuria y sufrimiento, con verdadera y santa paciencia, aprendiendo de ti,
dulce Maestro, que eres su camino, hace a todos bien a cambio de mal; y ésta es
tu doctrina. ¡Oh dulce Maestro!, bien nos has enseñado el camino y la doctrina,
y bien dijiste que eres Camino, Verdad y Vida. Por eso el que sigue tu camino y
tu doctrina, no puede tener en sí la muerte, sino que recibe en sí vida
perdurable; y no hay demonio, ni criatura, ni injuria recibida que se la pueda
quitar, si él no quiere. (Santa Catalina de Sena, Epistolario)
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.
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