PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 9 - Número 2234 ~
Miércoles 1 de Enero de 2014
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Por la gracia de Dios, estamos iniciando un nuevo año con
“Pequeñas Semillitas”, que es
nuestro noveno año calendario, con este humilde apostolado que se inició, allá
lejos en el tiempo, como un sencillo envío del Evangelio cada día, para treinta
o cuarenta personas, y ahora constituye una página de gran difusión mundial que
llega a más de veinte mil personas cada día por correo electrónico directo (a
lo que hay que sumar varios miles más de reenvíos que se hacen), y también se
distribuye por las redes sociales (Facebook y Twitter) con una receptividad
extraordinaria, que refleja la inmensa necesidad que tiene el mundo de hoy de
la Buena Nueva de Jesús que humildemente tratamos de difundir.
Doy gracias a Dios por permitirme ser el sembrador de
estas semillitas, y a mis
inspiradores: Jesús, la Virgen de Lourdes, San José y Juan Pablo II, a quienes
siempre me ha gustado llamar respetuosamente mis “asesores de redacción”. Y por
cierto, gracias también a los lectores, que cada año aumentan más, y que son
los destinatarios de este pequeño apostolado laico y quienes me dan fuerzas con
su permanente respuesta para seguir adelante con esta siembra de la Palabra de
Jesús que habrá de continuar por todo el tiempo que el Señor quiera.
Iniciamos pues, un nuevo año de “Pequeñas Semillitas” con
la ayuda de Jesús, María, José y Juan Pablo II…
¡Buenos días!
Mañana abriré
Hoy te ofrezco un famoso soneto de Lope de Vega. Presenta a Jesús como infatigable buscador del hombre, a pesar de su indiferencia, dureza y frialdad de corazón. No se desanima cuando lo rechazamos, sino que persiste una y otra vez en invitarnos al banquete de la amistad, la alegría y la vida en abundancia. Es un buen tema para prepararte para iniciar el Año Nuevo.
¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras? ¿Qué
interés se te sigue, Jesús mío, que a mi puerta, cubierto de rocío, pasas las
noches del invierno a oscuras?
¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras, pues
no te abrí!; ¡qué extraño desvarío, si de mi ingratitud el hielo frío secó las
llagas de tus plantas puras!
Cuántas veces el ángel me decía: "Alma,
asómate ahora a la ventana, verás con cuanto amor llamar porfía"!
¡Y cuántas, hermosura soberana: "Mañana
le abriremos", respondía, para lo mismo responder mañana!
Dios vino en
Jesús a anular el pecado, el sufrimiento y la muerte, viene a traernos consuelo
y salvación para nuestros males profundos. Que a lo largo del año que comienza
“el Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine tu corazón para que puedas
valorar la esperanza a la que has sido llamado”.
Padre Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, los pastores fueron a toda prisa, y
encontraron a María y a José, y al Niño acostado en el pesebre. Al verlo,
dieron a conocer lo que les habían dicho acerca de aquel Niño; y todos los que
lo oyeron se maravillaban de lo que los pastores les decían. María, por su
parte, guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón. Los pastores
se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y
visto, conforme a lo que se les había dicho. Cuando se cumplieron los ocho días
para circuncidarle, se le dio el nombre de Jesús, el que le dio el ángel antes
de ser concebido en el seno. (Lc 2,16-21)
Comentario
Hoy, la Iglesia contempla agradecida la maternidad de la
Madre de Dios, modelo de su propia maternidad para con todos nosotros. Lucas
nos presenta el “encuentro” de los pastores “con el Niño”, el cual está
acompañado de María, su Madre, y de José. La discreta presencia de José sugiere
la importante misión de ser custodio del gran misterio del Hijo de Dios. Todos
juntos, pastores, María y José, «con el Niño acostado en el pesebre» (Lc 2,16)
son como una imagen preciosa de la Iglesia en adoración.
“El pesebre”: Jesús ya está ahí puesto, en una velada
alusión a la Eucaristía. ¡Es María quien lo ha puesto! Lucas habla de un
“encuentro”, de un encuentro de los pastores con Jesús. En efecto, sin la
experiencia de un “encuentro” personal con el Señor no se da la fe. Sólo este
“encuentro”, el cual ha comportado un “ver con los propios ojos”, y en cierta
manera un “tocar”, hace capaces a los pastores de llegar a ser testigos de la
Buena Nueva, verdaderos evangelizadores que pueden dar «a conocer lo que les
habían dicho acerca de aquel Niño» (Lc 2,17).
Se nos señala aquí un primer fruto del “encuentro” con
Cristo: «Todos los que lo oyeron se maravillaban» (Lc 2,18). Hemos de pedir la
gracia de saber suscitar este “maravillamiento”, esta admiración en aquellos a
quienes anunciamos el Evangelio.
Hay todavía un segundo fruto de este encuentro: «Los
pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían
oído y visto» (Lc 2,20). La adoración del Niño les llena el corazón de
entusiasmo por comunicar lo que han visto y oído, y la comunicación de lo que
han visto y oído los conduce hasta la plegaria de alabanza y de acción de gracias,
a la glorificación del Señor.
María, maestra de contemplación —«guardaba todas estas
cosas, y las meditaba en su corazón» (Lc 2,19)— nos da Jesús, cuyo nombre
significa “Dios salva”. Su nombre es también nuestra Paz. ¡Acojamos en el
corazón este sagrado y dulcísimo Nombre y tengámoslo frecuentemente en nuestros
labios! Rev. D. Manel VALLS i Serra (Barcelona, España)
Santoral Católico:
Santa María Madre de Dios
Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net
La frase de hoy
“Mis deseos para ti en el año que empieza es que construyas tu vida sobre una base sólida, bien arraigada en Cristo; que fortalezcas tu fe, vivas en la verdad que se te enseñó y que seas agradecido… En el año nuevo recuerda que todo lo puedes en Cristo que te fortalece, sé valiente y no desmayes, Dios estará contigo en todo buen camino que emprendas”
Tema del día:
Maternidad de María
Hoy tenemos varias celebraciones: comienza el nuevo año,
es la octava de Navidad con la circuncisión de Jesús e imposición de su nombre,
es una gran fiesta de la Virgen con el título de Madre de Dios, y es la jornada
mundial sobre la paz.
1. Comienza el nuevo año. Esto no es una celebración
litúrgica, sino algo sólo convencional en el calendario civil. En otras
civilizaciones o culturas comienza el año en otras fechas. Lo nuestro del 1 de
Enero viene de una costumbre romana en que comenzaban a regir los cónsules.
Pero es una ocasión y una oportunidad para pensar que el tiempo pasa y que
debemos hacer realidad lo de: “año nuevo, vida nueva”. El tiempo no es algo
fijo, nosotros pasamos por él y ya no lo podemos recuperar, sólo podemos
aprovechar mejor el que va a venir. “El tiempo es un círculo”, decía el
cardenal Ratzinger. “La tierra realiza su carrera, prescindiendo del
sufrimiento y de las esperanzas de los hombres que sobre ella viven. Sin la fe,
nuestro calendario no es otra cosa que la medida de las rotaciones de la
tierra. Pero la fe transforma el tiempo”. Por eso aprovechemos el comienzo de
un nuevo año para una mayor limpieza de nuestras culpas y un hermoso deseo de
aprovechar esta oportunidad que nos da Dios.
2. A los ocho días circuncidaron a Jesús. A nosotros nos
puede decir muy poco; pero era muy importante para los israelitas: era el día
de la entrada y aceptación legal en la comunidad de Israel y de hacerse
responsable de la carga que supone la ley. Era como otro nacimiento. Decía el
cardenal Ratzinger: “Un hombre no nace propiamente con su nacimiento biológico,
porque no consta sólo de lo biológico, sino de espíritu, de lenguaje, de
historia, de comunidad. Pero para ello necesita de los otros, que le otorgan el
lenguaje, la comunidad, la historia y el derecho. Por eso el día octavo Jesús
se naturalizó legalmente con su pueblo, recibe un nombre y se muestra ciudadano
de nuestra historia”.
La circuncisión es también símbolo de nuestro bautismo.
El nombre de Jesús se lo puso el mismo Dios. Así el ángel se lo dijo a María y
a José. Los israelitas daban mucha importancia al significado, y Jesús
significa “Dios salva”. Debemos poner mucho amor y confianza al pronunciar este
bendito nombre.
3. Celebramos hoy también la solemnidad de María Madre de
Dios. Es el mayor título que un ser creado puede tener. Ha habido muchos que
dicen ser impropio de María llevar ese nombre porque a Dios nadie lo ha hecho.
En parte tienen razón; pero María es la madre de Jesús y, como Jesús, además de
hombre, es Dios, a su madre la podemos llamar Madre de Dios. Así lo entendieron
los obispos reunidos en Éfeso en el año 431. Y desde entonces así la
proclamamos, señalando la unión tan profunda con su Hijo “en las penas y
alegrías”, y también en la redención y en las gracias que Dios nos va dando.
Por eso es también nuestra madre espiritual y madre de la Iglesia. En este día
nos alegramos por las maravillas que Dios ha hecho en su madre. Pero ella, aun
colmada de dones, siguió siendo libre y cooperó generosamente. Si María es
nuestra madre, la contemos nuestros problemas y pidamos su ayuda para
superarlos; pero sobre todo hagamos en este nuevo año lo que gustaría a nuestra
madre del cielo.
4. Jornada mundial de la paz. Así se llama este día desde
1967. La paz fue el deseo de los ángeles el día de Navidad. En la 1ª lectura de
hoy se desea la paz, shalom. Esta palabra hebrea, que tantas veces pronunciaría
Jesús, no indica sólo una ausencia de guerra, sino un deseo de paz interior y
exterior, indica acogida y fraternidad, armonía consigo mismo, con la
naturaleza y sobre todo con Dios. Es obra de la justicia y del amor. En este
año el papa Francisco ha puesto como lema: “La fraternidad, fundamento y camino
para la paz”. Para conseguir la paz necesitamos vivir en fraternidad. Lo
contrario es el egoísmo, fuente de todos los males. La familia es la fuente de
la fraternidad; pero sobre todo viviendo el amor de Dios. Que María, madre de
Dios y madre nuestra nos ayude a conseguirlo.
P. Silverio Velasco
Mensaje de María Reina de la
Paz
Mensaje de María Reina de la Paz del 25 de diciembre de
2013
¡Queridos hijos! Les traigo al Rey de la Paz, para que Él
les dé su paz. Ustedes, hijitos, oren, oren, oren. El fruto de la oración se
podrá ver en los rostros de las personas que se han decidido por Dios y su
Reino. Yo, con mi Hijo Jesús, los bendigo a todos con la bendición de la paz.
Gracias por haber respondido a mi llamado.
Nuevo video y artículo
Hay un nuevo video subido a este blog.
Para verlo tienes que ir al final de la página.
Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo
II inolvidable"
Puedes acceder en la dirección:
Estadísticas
El siguiente es el estado demostrativo de la cantidad de
visitas registradas en los dos blogs que llevamos adelante en internet: "Pequeñas Semillitas" y "Juan Pablo II inolvidable".
Esta información se publica el primer día de cada mes.
Debe recordarse que las visitas se cuentan desde el
inicio de cada uno de ellos que ha sido en fechas distintas:
Desde el 1º de
Marzo de 2007 hasta hoy ha sido visitado por 1.958.129 lectores. Durante el último mes (diciembre 2013) registró
9.827 nuevas visitas.
Desde el 25 de
Diciembre de 2009 hasta hoy ha sido visitado por 378.313 lectores. Durante el
último mes (diciembre 2013) registró 2.222
nuevas visitas.
Un estímulo todos los días
Enero 1
Empezar un año nuevo es una posibilidad preciosa, un regalo, una esperanza. En realidad cada mañana es un milagro. Tomar conciencia del regalo de la vida es un asombro. Por eso, más que el año que comienza, lo que interesa es este día que se te ofrece. Puede ser el último, puede ser la gran ocasión para detenerte en las pequeñas cosas que esta tierra te da. Estas pueden ser las últimas horas para entregarte con confianza a lo que cada momento te regale. Hoy es un día para luchar con ganas y gozar con calma. Hoy es un día para el encuentro con Dios. No lo dejes pasar.
De la calidad de cada día dependerá la calidad del año.
Es verdad que uno también tiene que planificar cosas y elaborar propósitos a
mediano y largo plazo, pero esos proyectos sólo se cumplen en la medida en que
uno pone todo de sí en cada minuto y en cada día de su vida.
Hoy estás invitado a la fiesta de la vida. Hoy estás
unido a todo el universo en esta celebración. No te sientas excluido, porque
hay un lugar para ti y el mundo te necesita sano y feliz. Procura que este día
valga la pena.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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