lunes, 20 de enero de 2014

Pequeñas Semillitas 2253

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 9 - Número 2253 ~ Lunes 20 de Enero de 2014
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Formar comunidades vivas, dinámicas que respondan a algún desafío y un propósito permanente es algo complejo.
Los compromisos laborales, la cultura individualista, y algunos otros pretextos, nos mantienen encerrados en la zona de "confort".
La dispersión, y no la cohesión, nos retrata. En la comunidad eclesial pasa lo mismo, participamos en celebraciones religiosas masivas, sin preocuparnos de estrechar lazos de comunión y solidaridad con los demás, que trasciendan el ámbito sagrado.
Se nos complica crear iniciativas de servicio a la comunidad en general o a los miembros de la parroquia en particular.
Dispensarios, manualidades, servicios de ayuda psicológica, clubes de lectura, bazares, mutualidades, cooperativas, mercados de economía solidaria y otros más, podrían ser caminos para convertirnos en una comunidad alternativa, en luz de las naciones.
"La verdad católica"

¡Buenos días!

Respeto y comprensión

Respetar las opiniones del otro es una de las mayores virtudes que un ser humano puede tener. Las personas son diferentes, por lo tanto piensan y actúan de modo diferente. Para una buena convivencia con todos necesitas comprensión: "comprender es una palabra viva y la carne de esa palabra es amor”.  Reflexiona, pues, con amor y comprenderás mejor a los diferentes.

Un día que Voltaire, pensador y filósofo francés, se paseaba por las calles de Londres, se vio de pronto rodeado de varias personas que, al reconocerlo, comenzaron a vociferar: — ¡Colgad a este francés! ¡Matadlo! Sin prestar atención a los insultos de ese público hostil, Voltaire siguió caminando tranquilo, saludando ceremoniosamente con ligeras inclinaciones de cabeza. Luego, encarándose con la muchedumbre, exclamó en voz alta: — Vosotros me queréis matar porque soy francés; pero, respondedme: ¿acaso no es castigo bastante grande no ser inglés? La multitud aplaudió al astuto filósofo y lo acompañó hasta su domicilio entre vítores y aclamaciones.

Las piedras de los cerros caen al lecho de los torrentes y allí rozándose entre sí, pulen sus aristas, se suavizan y se vuelven brillantes. La convivencia cotidiana nos ayuda a madurar y pulirnos. Es un taller donde se forma la personalidad y se arraigan virtudes fundamentales, como la paciencia, la humildad y la bondad. Aprovéchalo.
Padre Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Como los discípulos de Juan y los fariseos estaban ayunando, vienen y le dicen a Jesús: «¿Por qué mientras los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan, tus discípulos no ayunan?». Jesús les dijo: «¿Pueden acaso ayunar los invitados a la boda mientras el novio está con ellos? Mientras tengan consigo al novio no pueden ayunar. Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán, en aquel día.
»Nadie cose un remiendo de paño sin tundir en un vestido viejo, pues de otro modo, lo añadido tira de él, el paño nuevo del viejo, y se produce un desgarrón peor. Nadie echa tampoco vino nuevo en pellejos viejos; de otro modo, el vino reventaría los pellejos y se echaría a perder tanto el vino como los pellejos: sino que el vino nuevo se echa en pellejos nuevos». (Mc 2,18-22)

Comentario
Hoy comprobamos cómo los judíos, además del ayuno prescrito para el Día de la Expiación (cf. Lev 16,29-34) observaban muchos otros ayunos, tanto públicos como privados. Eran expresión de duelo, de penitencia, de purificación, de preparación para una fiesta o una misión, de petición de gracia a Dios, etc. Los judíos piadosos apreciaban el ayuno como un acto propio de la virtud de la religión y muy grato a Dios: el que ayuna se dirige a Dios en actitud de humildad, le pide perdón privándose de aquellas cosas que, satisfaciéndole, le hubieran apartado de Él.
Que Jesús no inculque esta práctica a sus discípulos y a los que le escuchan, sorprende a los discípulos de Juan y a los fariseos. Piensan que es una omisión importante en sus enseñanzas. Y Jesús les da una razón fundamental: «¿Pueden acaso ayunar los invitados a la boda mientras el novio está con ellos?» (Mc 2,19). El esposo, según la expresión de los profetas de Israel, indica al mismo Dios, y es manifestación del amor divino hacia los hombres (Israel es la esposa, no siempre fiel, objeto del amor fiel del esposo, Yahvé). Es decir, Jesús se equipara a Yahvé. Está aquí declarando su divinidad: llama a sus discípulos «los amigos del esposo», los que están con Él, y así no necesitan ayunar porque no están separados de Él.
La Iglesia ha permanecido fiel a esta enseñanza que, viniendo de los profetas e incluso siendo una práctica natural y espontánea en muchas religiones, Jesucristo la confirma y le da un sentido nuevo: ayuna en el desierto como preparación a su vida pública, nos dice que la oración se fortalece con el ayuno, etc.
Entre los que escuchaban al Señor, la mayoría serían pobres y sabrían de remiendos en vestidos; habría vendimiadores que sabrían lo que ocurre cuando el vino nuevo se echa en odres viejos. Les recuerda Jesús que han de recibir su mensaje con espíritu nuevo, que rompa el conformismo y la rutina de las almas avejentadas, que lo que Él propone no es una interpretación más de la Ley, sino una vida nueva. Rev. D. Joaquim VILLANUEVA i Poll (Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Fabián y San Sebastián 
Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: EWTN    

La frase de hoy

"Probablemente, la lección más grande de nuestras vidas sea aprender a ser libres; libres de las circunstancias, de nuestro entorno, de otras personalidades y, por sobre todas las cosas, libres de nosotros mismos, ya que hasta que no lo seamos, seremos incapaces de brindarnos abiertamente y de servir a nuestros semejantes”
Edward Bach

Tema del día:
La sexalescencia
Si miramos con cuidado podemos detectar la aparición de una franja social que antes no existía: la gente que hoy tiene alrededor de sesenta años. La sexalescencia. Es una generación que ha echado fuera del idioma la palabra "sexagenario", porque sencillamente no tiene entre sus planes actuales el hecho de envejecer. Se trata de una verdadera novedad demográfica parecida a la aparición en su momento, de la "adolescencia", que también fue una franja social nueva que surgió a mediados del siglo XX para dar identidad a una masa de niños desbordados, en cuerpos creciditos, que no sabían hasta entonces dónde meterse, ni cómo vestirse.

Este nuevo grupo humano que hoy ronda los sesenta o setenta, ha llevado una vida razonablemente satisfactoria. Son hombres y mujeres independientes que trabajan desde hace mucho tiempo y han logrado cambiar el significado tétrico que tanta literatura rioplatense le dio durante décadas  al concepto del trabajo.  Lejos de las tristes oficinas de J. C. Onetti o Roberto Arlt, esta gente buscó y encontró hace mucho la actividad que más le gustaba y se ganó la vida con eso.   Supuestamente debe de ser por esto que se sienten plenos… algunos ni sueñan con jubilarse.

Los que ya se han jubilado disfrutan con plenitud de cada uno de sus días sin temores al ocio o a la soledad, crecen desde adentro en uno y en la otra.  Disfrutan, porque después de años de trabajo, crianza de hijos, carencias, desvelos y sucesos fortuitos bien vale mirar el mar con la mente vacía o ver volar una paloma desde el 5º piso del departamento.

Dentro de ese universo de personas saludables, curiosas y activas, la mujer tiene un papel rutilante. Ella trae décadas de experiencia de hacer su voluntad, cuando sus madres sólo podían obedecer y de ocupar lugares en la sociedad que sus madres ni habrían soñado con ocupar.  Esta mujer sexalescente pudo sobrevivir a la borrachera de poder que le dio el feminismo de los 60′, en aquellos momentos de su juventud en los que los cambios eran tantos, pudo detenerse a reflexionar qué quería en realidad. Algunas se fueron a vivir solas, otras estudiaron carreras que siempre habían sido exclusivamente masculinas, otras eligieron tener hijos, otras eligieron no tenerlos, fueron periodistas, atletas o crearon su propio "YO, S.A.".  Pero cada una hizo su voluntad.

Reconozcamos que no fue un asunto fácil y todavía lo van diseñando cotidianamente. Pero algunas cosas ya pueden darse por sabidas, por ejemplo que no son personas detenidas en el tiempo; la gente de "sesenta o setenta"", hombres y mujeres, maneja la compu como si lo hubiera hecho toda la vida.  Se escriben, y se ven, con los hijos que están lejos y hasta se olvidan del viejo teléfono para contactar a sus amigos y les escriben un e-mail con sus ideas y vivencias.  Por lo general están satisfechos de su estado civil y si no lo están, no se conforman y procuran cambiarlo. Raramente se deshacen en un llanto sentimental. A diferencia de los jóvenes; los sexalescentes conocen y ponderan todos los riesgos. Nadie se pone a llorar cuando pierde: sólo reflexiona, toma nota, a lo sumo… y a otra cosa.

La gente mayor comparte la devoción por la juventud y sus formas superlativas, casi insolentes de belleza, pero no se sienten en retirada. Compiten de otra forma, cultivan su propio estilo…

Ellos, los varones no envidian la apariencia de jóvenes astros del deporte, o de los que lucen un traje Armani, ni ellas, las mujeres, sueñan con tener la figura tuneada de una vedette. En lugar de eso saben de la importancia de una mirada cómplice, de una frase inteligente o de una sonrisa iluminada por la experiencia.

Hoy la gente de 60's o 70's, como es su costumbre, está estrenando una edad que todavía NO TIENE NOMBRE (yo les llamo “adultos menores”…), antes los de esa edad eran viejos y hoy ya no lo son, hoy están plenos física e intelectualmente, recuerdan la juventud, pero sin nostalgias, porque la juventud también está llena de caídas y nostalgias y ellos lo saben. La gente de 60's y 70's de hoy, celebra el sol cada mañana y sonríe para sí misma muy a menudo…  Quizás, por alguna razón secreta que sólo saben y sabrán los del siglo XXI.
Tomado de internet / No figura el autor / Imagen: Google

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por Pedro T., de Argentina, que por sus problemas de salud está iniciando un tratamiento médico, rogando al Señor que lo bendiga con sus gracias.

Pedimos oración por Salmay M., niña de nueve años afectada de leucemia, encomendándola a la Santísima Virgen para que ella con su amor maternal la proteja y pida a Jesús por su curación.

Pedimos oración por Nicolás Andrey J. M., que vive en Colombia, para que consolide su proceso de conversión y el Espíritu Santo lo ilumine y lo aparte de malas amistades y le muestre los caminos que debe transitar en su vida.

Pedimos oración por el alma de Jaime L. M., de México, que ha partido al encuentro del Padre celestial.

Pedimos oración por Ofelia A. M. F., de México, 3 meses de edad, operada del corazón, todavía en estado muy delicado, rogando al Señor que la proteja y permita su total recuperación.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Un estímulo todos los días
Enero 20
Muchas veces sabemos lo que está mal, reconocemos lo que es detestable y oscuro, pero igualmente lo cometemos en nuestro propio ámbito. Manifestamos asco, pero también lo hacemos. Cuando llega la ocasión, recordando que otros lo hacen nos preguntamos: “¿Por qué yo no? ¿Acaso tendré que ser el único tonto?
Esta capacidad de encontrar excusas se desarrolla de tal manera que nos sentimos justificados para hacer cualquier cosa, aunque no nos atrevamos a decirlo en voz alta. Interiormente pensamos: “Hay otros peores que yo”. Consuelo de tontos. Porque el descuido de los valores nos afecta también a nosotros. Sería mejor tratar de construir un mundo diferente, donde no tengamos que cuidarnos tanto unos de otros.
Seguir a Jesús es también un camino de cambio, es una forma de actuar, es un estilo de vida. No podemos escuchar el Evangelio y quedar iguales. No se trata de ser inmaculados, porque siempre seremos débiles e imperfectos, pero lo importante es el intento sincero de cambiar, de crecer, de ofrecerle a Jesús algo cada vez mejor. Las excusas no hacen más que justificar la mediocridad y la dejadez.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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