martes, 7 de enero de 2014

Pequeñas Semillitas 2240

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 9 - Número 2240 ~ Martes 7 de Enero de 2014
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Jesús dijo que sus discípulos deben ser la luz del mundo. La luz se comunica, se propaga irresistiblemente, penetra todo lo que no le ofrece resistencia; pone en cada cosa una nota de alegría; porque la luz comunica vida. Que tu testimonio sea una senda de luz que guíe a los que buscan con sinceridad al Señor, “camino, verdad y vida”. Una anécdota curiosa. 
Un anciano viendo cercana su muerte, habló así a sus tres hijos: —No puedo dividir en tres lo que poseo. Es tan poco que perjudicaría a todos. He dejado encima de la mesa una moneda para cada uno de ustedes. Tómenla. El que compre con esa moneda algo con lo que llenar la casa, se quedará con toda la herencia. Se fueron. El primer hijo compró paja, pero sólo consiguió llenar la casa hasta la mitad. El segundo compró sacos de plumas, pero no consiguió llenar la casa mucho más que el anterior. El tercer hijo -que consiguió la herencia- sólo compró una pequeña vela. Esperó hasta la noche, encendió la vela y llenó la casa de luz.

¡Buenos días!

Como flores en primavera

Tanto la fiesta de Navidad como la de los Reyes Magos se caracterizan por los regalos que se hacen. En Navidad cuelgan del arbolito y se sortean o distribuyen entre los presentes. El seis de enero aparecen en los zapatitos de los niños. Es una ocasión para reflexionar en la bondad de Dios cuyos regalos disfrutamos cada día. Agradécelos de todo corazón. Un mensaje de la Reina de la Paz:

“¡Queridos hijos! En estos días, el Señor les está concediendo grandes favores. Que esta semana sea para ustedes una semana de acción de gracias a Dios por todas las bendiciones que Él les ha concedido. Abran sus corazones a Dios, como se abren las flores en primavera en busca del sol. Yo soy su Mamá y deseo que siempre estén cerca del Padre, a fin de que Él conceda cada día abundantes dones a sus corazones. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”.

Has iniciado un nuevo año agradeciendo al Señor, ¿verdad? Dar gracias a Dios te ayudará a ser positivo, optimista, lleno de esperanza. ¿Por qué no lo practicas a lo largo de este primer mes del año? Se trata de descubrir cada día todo lo que te da alegría, satisfacción y contento, y agradecerlo de corazón a Dios. Que vivas dando gracias al Señor.
Padre Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, cuando Jesús oyó que Juan estaba preso, se retiró a Galilea. Y dejando la ciudad de Nazaret, fue a morar en Cafarnaún, ciudad marítima, en los confines de Zabulón y de Neftalí. Para que se cumpliese lo que dijo Isaías el profeta: «Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, camino de la mar, de la otra parte del Jordán, Galilea de los gentiles. Pueblo que estaba sentado en tinieblas, vio una gran luz, y a los que moraban en tierra de sombra de muerte les nació una luz».
Desde entonces comenzó Jesús a predicar y a decir: «Haced penitencia, porque el Reino de los cielos está cerca». Y andaba Jesús rodeando toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos y predicando el Evangelio del Reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia del pueblo. Y corrió su fama por toda Siria, y le trajeron todos los que tenían algún mal, poseídos de varios achaques y dolores, y los endemoniados, y los lunáticos y los paralíticos, y los sanó. Y le fueron siguiendo muchas gentes de Galilea y de Decápolis y de Jerusalén y de Judea, y de la otra ribera del Jordán. (Mt 4,12-17.23-25)

Comentario
Hoy, por así decirlo, recomenzamos. El «Pueblo que estaba sentado en tinieblas, vio una gran luz» (Mt 4,16), nos dice el profeta Isaías, citado en este Evangelio de hoy, y que nos remite al que escuchábamos en Nochebuena. Volvemos a comenzar, tenemos una nueva oportunidad. El tiempo es nuevo, la ocasión lo merece, dejemos —humildemente— que el Padre actúe en nuestra vida.
Hoy comienza el tiempo en que Dios nos da una vez más su tiempo para que lo santifiquemos, para que estemos cerca de Él y hagamos de nuestra vida un servicio de cara a los otros. La Navidad se acaba, lo hará el próximo domingo —si Dios quiere— con la fiesta del Bautismo del Señor, y con ella se da el pistoletazo de salida para el nuevo año, para el tiempo ordinario —tal y como decimos en la liturgia cristiana— para vivir in extenso el misterio de la Navidad. La Encarnación del Verbo nos ha visitado en estos días y ha sembrado en nuestros corazones, de manera infalible, su Gracia salvadora que nos encamina, nuevamente, hacia el Reino del Cielo, el Reino de Dios que Cristo vino a inaugurar entre nosotros, gracias a su acción y compromiso en el seno de nuestra humanidad.
Por esto, nos dice san León Magno que «la providencia y misericordia de Dios, que ya tenía pensado ayudar —en los tiempos recientes— al mundo que se hundía, determinó la salvación de todos los pueblos por medio de Cristo».
Ahora es el tiempo favorable. No pensemos que Dios actuaba más antes que ahora, que era más fácil creer cerca de Jesús —físicamente, quiero decir— que ahora que no le vemos tal como es. Los sacramentos de la Iglesia y la oración comunitaria nos otorgan el perdón y la paz y la oportunidad de participar, nuevamente, en la obra de Dios en el mundo, a través de nuestro trabajo, estudio, familia, amigos, diversión o convivencia con los hermanos. ¡Que el Señor, fuente de todo don y de todo bien, nos lo haga posible!
Rev. D. Jordi CASTELLET i Sala (Sant Hipòlit de Voltregà, Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Raimundo de Peñafort
Presbítero Dominico
Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net    

Palabras del Papa Francisco

“Estos sabios venidos de Oriente nos enseñan a no caer en las asechanzas de las tinieblas y a defendernos de la oscuridad que pretende cubrir nuestra vida. Ellos, con esta santa "astucia", han protegido la fe. Y también nosotros debemos proteger la fe. Protegerla de esa oscuridad. Esa oscuridad que a menudo se disfraza incluso de luz. Porque el demonio, dice San Pablo, muchas veces se viste de ángel de luz. Y entonces es necesaria la santa "astucia", para proteger la fe… En esta fiesta de la Epifanía, que nos recuerda la manifestación de Jesús a la humanidad en el rostro de un Niño, sintamos cerca a los Magos, como sabios compañeros de camino. Su ejemplo nos anima a levantar los ojos a la estrella y a seguir los grandes deseos de nuestro corazón. Nos enseñan a no contentarnos con una vida mediocre, de "poco calado", sino a dejarnos fascinar siempre por la bondad, la verdad, la belleza… por Dios, que es todo eso en modo siempre mayor. Y nos enseñan a no dejarnos engañar por las apariencias, por aquello que para el mundo es grande, sabio, poderoso. No nos podemos quedar ahí”
Papa Francisco

Tema del día:
Aprender de la Sagrada Familia
1) Para saber

El domingo después de la Navidad la Iglesia celebró la fiesta de la Sagrada Familia. El Papa Francisco, en su oración mariana del Ángelus, señaló que “Dios ha querido nacer en una familia humana, ha querido tener una madre y un padre. Como nosotros”. Así toda familia tiene un ejemplo maravilloso a imitar.

2) Para pensar

El Papa señaló que hay tres palabras clave para que una familia viva en paz y alegría. Ellas son: ‘permiso’, ‘gracias’, ‘perdón’.

La primera es importante porque no hay que ser “entrometidos” dice el Papa. Hay que aprender a ser respetuosos con cada uno de sus miembros. Por ello se pide “permiso”. Sobre todo los hijos han de tener mucho respeto tanto para sus padres, pero también con sus hermanos. Hay que saber ver en la otra persona a alguien con dignidad, sea mayor o menor. A veces, es común que los mayores se aprovechen de los menores o los menosprecien olvidando que frente a Dios todos somos sus hijos. Para ello hay que ser humildes, pues es poner a consideración de otra persona mi actuar, procurando no molestarla.

La segunda palabra clave es “gracias”. ¡Cuántas veces una madre se afana en preparar la comida, llevar a sus hijos al colegio, asear la casa y no recibe ni un “gracias”; y no solo de los hijos sino también del marido. No es que las cosas se realicen para obtener las gracias, sino que es una muestra también de humildad, de no sentirse con “derecho” a todo. Si se aprende a dar gracias a los demás, también se le darán gracias a Dios.

Y la tercera palabra clave es “perdón”. No es raro que nos equivoquemos. Pero al darnos cuenta de que hemos hecho algo malo y pedimos perdón, dice el Papa, ¡en esa familia hay paz y hay alegría!”.

Dice una leyenda que dos hermanos viajaban por el desierto y en un punto del viaje discutieron, y uno le dio una bofetada al otro. El otro, ofendido, escribió en la arena: "Hoy, mi hermano me golpeó". Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse. El que había sido golpeado comenzó a ahogarse, pero su hermano lo salvó. Al recuperarse hizo una inscripción en una piedra: "Hoy mi hermano me salvó la vida". Intrigado, le preguntó: "¿Por qué primero escribiste en la arena y ahora en una piedra?". Sonriendo, le respondió: "Cuando alguien nos ofende, debemos escribir en la arena, donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo. Pero cuando nos ayuda, debemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón, donde ningún viento podrá borrarlo".

3) Para vivir

El Santo Padre apuntó que podemos imaginarnos cómo actuaría la Sagrada Familia para imitarla: “Es un ejemplo que hace tanto bien a nuestras familias, las ayuda a convertirse cada vez más en comunidad de amor y de reconciliación, en la que se experimenta la ternura, la ayuda recíproca, el perdón recíproco”.

Concluyó el Papa invitando a pedirle a María Santísima, la Madre de Jesús y Madre nuestra, y a San José, que iluminen, consuelen, y guíen a toda familia del mundo.
Pbro. José Martínez

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración para que cesen los incendios en Claromecó, Cascallares y Balneario Marisol de la Provincia de Buenos Aires. Que llegue la lluvia para apagar los fuegos que consumen bosques nativos y amenazan casas habitadas. Y también pedimos la gracia de las lluvias para todas las otras regiones de diversos países que atraviesan por sequías importantes.

Pedimos oración por Claudia R., de la provincia de Buenos Aires, que hoy será operada de un serio problema en el estómago, para que Jesús Misericordioso la ayude a superar la cirugía y poder curar su enfermedad.

Pedimos oración por Adanila R. P., de Managua, Nicaragua, que esta delicada de salud y posiblemente la operen, rogando al Padre del cielo que tome el control sobre ella que y sean sus manos quienes la toquen.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Un estímulo todos los días

Enero 7

“Señor, coloca en mi interior el anhelo de ser fecundo, de ser útil, el sueño de producir algo bueno para los demás. Sana toda pereza, toda indiferencia, todo desánimo, para que no te ofenda con pecados de omisión. Todo lo que me diste es para comunicarlo y hacerlo fructificar.
Que pueda levantarme cada mañana con muchos deseos de hacer el bien a los hermanos. Ayúdame a descubrir mejor mis talentos, para gastar bien mis energías y dejarle a este mundo algo bello y verdadero.
Arranca de mi interior todo egoísmo, toda indiferencia y toda comodidad, para que entregue mis energías y las libere en el servicio y el trabajo. Amén.”
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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