viernes, 10 de enero de 2014

Pequeñas Semillitas 2243

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 9 - Número 2243 ~ Viernes 10 de Enero de 2014
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Cuando la vida no te sea fácil, recuerda siempre esto:
-Que sepas, en tu corazón, que hay otros que nunca te olvidan.
-Que siempre encuentres un arco iris después de una tormenta.
-Que celebres las cosas maravillosas que hay en ti. Y cuando llegue el mañana, que puedas comenzar de nuevo.
-Que recuerdes cuántas sonrisas pueden llenar un día.
-Que creas que tus anhelos serán una realidad.
-Que encuentres tiempo para apreciar la vida y tiempo para compartir tu belleza espiritual.
-Que veas tu presente como un regalo, y tu futuro como otro más.
-Que agregues una página dorada al diario de cada nuevo día, y que puedas convertir "la felicidad eterna" en eterna felicidad. Y que siempre sigas sembrando las semillas de tus sueños. Porque si sigues creyendo en ellos, tus sueños seguirán tratando de florecer en ti.

¡Buenos días!

Semillas: el Ángel vendedor

Te ofrezco hoy una hermosa parábola moderna que ilustra una verdad de gran trascendencia para la vida. Te aclarará lo que Dios espera de ti. Lo que logra la oración y lo que no puedes esperar con los brazos cruzados.

Anoche tuve un sueño raro. En la plaza mayor de la ciudad habían abierto un negocio nuevo. El cartel decía: "Regalos de Dios". Entré: un Ángel atendía a los clientes. Yo, asombrado, le pregunté: —¿Qué es lo que vendes, ángel del Señor?  —Ofrezco cualquier don de Dios. —¿Cobras muy caro? —No, los dones de Dios son gratis. Miré los grandes estantes; estaban llenos de ánforas de amor, frascos de fe, bultos de esperanza, cajas de salvación y muchas cosas más. Yo tenía gran necesidad de todas aquellas cosas. Cobré valor y le dije al Ángel: —Dame, por favor, bastante amor a Dios; dame perdón de Dios; un bulto de esperanza, un frasco de fe y una caja de salvación. Mucho me sorprendí cuando observé que el Ángel, de todo lo que yo le había pedido, me había hecho un solo paquete; y el paquete allí estaba en el mostrador, un paquete tan pequeño como el tamaño de mi corazón. —¿Será posible, esto es todo? —pregunté. El Ángel me explicó: —Es todo, Dios nunca da frutos maduros; él sólo da pequeñas semillas, que cada uno debe cultivar.

Querido amigo/a, Dios te ayudará con sus gracias, pero te dejará un buen margen de acción para que colabores con él. No te anula, sino que te invita a poner toda tu buena voluntad con la libertad de un hijo de Dios, “creado a su imagen y semejanza”.
Padre Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea por la fuerza del Espíritu, y su fama se extendió por toda la región. Él iba enseñando en sus sinagogas, alabado por todos.
Vino a Nazaret, donde se había criado y, según su costumbre, entró en la sinagoga el día de sábado, y se levantó para hacer la lectura. Le entregaron el volumen del profeta Isaías y desenrollando el volumen, halló el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor».
Enrollando el volumen lo devolvió al ministro, y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en Él. Comenzó, pues, a decirles: «Esta Escritura, que acabáis de oír, se ha cumplido hoy». Y todos daban testimonio de Él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca. (Lc 4,14-22)

Comentario
Hoy recordamos que «quien ama Dios, ame también a su hermano» (1Jn 4,21). ¿Cómo podríamos amar a Dios a quien no vemos, sin no amamos a quien vemos, imagen de Dios? Después que san Pedro renegara, Jesús le preguntó si le amaba: «Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te amo» (Jn 21,17), respondió. Como a san Pedro, también a nosotros nos pregunta Jesús: «¿Me amas?»; y queremos responderle ahora mismo: «Tú lo sabes todo, Señor, tú sabes que te amo a pesar de mis deficiencias; pero ayúdame a demostrártelo, ayúdame a descubrir las necesidades de mis hermanos, a darme de verdad a los otros, a aceptarlos tal como son, a valorarlos».
La vocación del hombre es el amor, es vocación a darse, buscando la felicidad del otro, y encontrar así la propia felicidad. Como dice san Juan de la Cruz, «al atardecer seremos juzgados en el amor». Vale la pena que nos preguntemos al final de la jornada, cada día, en un breve examen de conciencia, cómo ha ido este amor, y puntualizar algún aspecto a mejorar para el día siguiente.
«El Espíritu del Señor está sobre mí» (Lc 4,18), dirá Jesús, haciendo suyo este texto mesiánico. Es el Espíritu del Amor que así como hizo del Mesías el «ungido para llevar la buena nueva a los pobres» (cf. Lc 4,18), también “reposa” encima nuestro y nos conduce hacia el amor perfecto: como dice el Concilio Vaticano II, «todos los fieles, de cualquier estado o condición, son llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad». El Espíritu Santo nos transformará como hizo con los Apóstoles, para que podamos actuar bajo su moción, otorgándonos sus frutos y, así, llevarlos a todos los corazones: «El fruto del Espíritu es: caridad, paz, alegría, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, templanza» (Gal 5,22-23).
Rev. D. Llucià POU i Sabater (Vic, Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Gregorio de Nisa
Obispo
En la ciudad de Nisa, en la región de Capadocia, san Gregorio, obispo, hermano de san Basilio el Grande, admirable por su vida y doctrina, que, por haber confesado la recta fe, fue expulsado de su sede por el emperador arriano Valente (c. 394).

Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net    

La frase de hoy

“La gracia de Dios nos ayuda a andar y nos sostiene.
Nos es tan necesaria como las muletas a un lisiado” 
Santo Cura de Ars

Tema del día:
Uno debería saber…
Uno debería saber que no pasa nada si te moja la lluvia, que el sereno no enferma, y que lo único que pasa cuando duermes con el pelo mojado es que mojas al almohada.

Uno debería saber que  el que vive por dinero, trabaja por dinero, piensa solo en dinero, terminar por vivir una vida vacía, sin sentido y a veces ni se da cuenta que es por eso.

Uno debería saber lo que es tener una pasión. Una pasión más grande que cualquier amor que hayas sentido. Uno debería saber mirar dentro de sí y estar dispuesto a enfrentar el que no le guste lo que encuentra.

Uno debería saber lo que es un comienzo. Arrancar con una idea. Un sueño. Uno debería saber lo que es reconocer que las cosas no salieron bien. Uno debería saber que humildad significa saber perder. Uno debería saber que perder no es tan malo como la gente piensa. Uno debería saber administrar la derrota, y buscar el triunfo a través del fracaso.

Uno debería saber abrazar de distintas formas. Uno debería conocer diez mil y más tipos de besos.

Uno debería saber que las mejores noches dan paso a las mañanas más duras. Uno debería saber que a veces hace falta la fuerza de un imperio para pararse de la cama. Uno debería saber lo que es un dolor de espalda, de estómago y de cabeza. Uno debería saber que ninguno de esos dolores es comparable con el dolor de la conciencia.

Uno debe saber que el mal existe, pero no importa. Uno debe saber que el bien existe y que eso es lo único que importa.

Uno debe saber que es necesario estar solo. A veces. Saber estar solo. Que estar solo es algo que se aprende. Bailar solo. Ir al cine solo. Comer solo. Ver televisión solo. Dormir solo. Pensar solo. Hablar solo. Encerrarse en un mundo que es inalcanzable para el resto de la humanidad. Inventar un universo. Caminarlo cuando uno siente que el mundo se le queda pequeño y que nadie, nadie sabe lo que es probarse tus zapatos.

Uno debería saber el poder que tiene una palabra. Que las amistades más importantes nacen en quince minutos. Que las amistades que duran más de quince minutos no las debilita nada. Uno tiene que saber que a lo mejor toda una vida de amistad acaba cuando te das cuenta que ese amigo que creías tener era más producto de tu imaginación que de la realidad. Uno tiene que saber que a veces la realidad es desengaño.

Uno tiene que saber que el amor duele, que la lealtad es algo duro de mantener, que es fácil ser sincero hasta que la única forma de sobrevivir es decir una mentira. Uno tiene que saber que paga más ser honesto. Uno tiene que saber que los principios son el alimento fundamental del corazón.

Uno tiene que saber que todo tiene un costo. Que todo en la vida es un compromiso. Que siempre va haber alguien que te pida algo a cambio.  

Uno tiene que saber que recorrer un camino trazado por uno mismo implica quebrar muchas lanzas, rupturas, adioses, desencuentros, momentos de duda, de soledad, y una lucha constante de devolverse, o desviarse, de caminar un camino trazado por otro, que en apariencia es más fácil, pero que sólo lleva a un terreno donde hay arrepentimiento.

Uno tiene que saber que siempre habrá alguien que critique, que diga que no, que trate de cerrarte la puerta que tú quieres abrir porque le da miedo ver que otros son libres.

Uno debería saber que la libertad es algo interno, que la vida es un juego constante entre voluntad y destino.

Uno debería saber que ninguna decisión es definitiva.

Uno debería saber que mientras más complejo el objetivo más vale la pena deshacerlo todo y volver a empezar.

Uno tiene que saber que puede lograr cualquier cosa que se proponga.

Uno tiene que saber que los que tienen suerte son los que están convencidos de que la tienen, y los que no se paran a oler las flores, sino que se sientan a trabajar duro a pintarlas, describirlas, y luego salen a buscarlas. Sin parar.

Uno debería escuchar su cuerpo. Uno debería saber escuchar su corazón. Uno debería saber que a veces es necesario que manden los sentimientos, pero que es lógico dejar que sea la razón la que tenga la última palabra.

Uno debería saber que lo que dicen los demás tal vez te importa, pero que al final no cuenta para nada, uno tiene que saber que esa gente que uno llama los demás siempre termina por cambiar de opinión.

Uno debería saber que la mejor cura para una tristeza es que la cocina se llene de un olor que te recuerde la infancia, como el plátano frito o una torta que está subiendo en el horno.
        
Uno debería saber tantas cosas. Tantas cosas que a veces pareciera que una vida no basta.
Extractado de internet

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Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio. 

Pedimos oración por la señora Josefina F., de Córdoba, Argentina, internada en delicado estado, para que por la intercesión del Beato Federico Ozanán, el Señor restaure su salud si esa es Su voluntad.

Pedimos oración por Henio G., que vive en Guatemala, y hace dos años tiene unas heridas que no le cicatrizan (originadas en disparos), para que Jesús y su Santa Madre lo ayuden a superar estas dificultades, pueda sanarse y recuperar su ánimo y su posibilidad de trabajar.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

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Desde hace años hemos tenido esta sección llamada “El rincón de los lectores” destinada a dar cabida a los mensajes, opiniones y comentarios de las personas que leen Pequeñas Semillitas, que han podido expresarse libre y respetuosamente. Ahora, con nuestra presencia en Facebook, la posibilidad de manifestarse es mucho más abierta, directa y permanente.
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Un estímulo todos los días

Enero 10

No es bueno comenzar el día sin ganas, sin algo que nos estimule, aunque sea muy pequeño o muy simple.
Por ejemplo, piensa en la posibilidad de encontrarte con alguien que te agrada, en el proyecto de colocar una planta en el jardín o de leer un libro que te guste, de contemplar el atardecer en calma, de hacer feliz a alguien, de encender una vela en una iglesia, de preparar algo sabroso para comer, de escuchar música que te haga bien, etc.
Hay muchas cosas bellas, agradables y valiosas que podrías imaginar y que podrías llegar a realizar a lo largo del día. Piensa en esas cosas y deja que broten las ganas de realizarlas. Recuerda que Dios te dice: “Hijo, trátate bien con lo que tengas… No te prives de pasarte un buen día” (Eclo 14,11.14).
Si crees sinceramente que algo es realmente bueno, y es posible, entonces no lo postergues, no te lo niegues, no te limites. Búscalo y saca lo mejor de esa experiencia. Si miras por la ventana y ves algo lícito que te gusta, no tienes por qué quedarte en la ventana. No lo dejes pasar. Sal a la calle antes que sea tarde.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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