PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 9 - Número 2239 ~ Lunes 6
de Enero de 2014
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Hoy, al celebrar la Epifanía del Señor, recordamos a los
Reyes Magos. Hay muchas cosas que tenemos que aprender de ellos: su capacidad
para ver la estrella, abiertos y vigilantes a la llamada de Dios. Ellos saben
distinguir perfectamente los signos de los tiempos. No son hombres distraídos.
Escuchan la voz del cielo y la su propio corazón.
Tienen disponibilidad para dejarlo todo y ponerse en
camino. No son hombres instalados, apegados a cosas y lugares, porque viven de
la esperanza. Son hombres libres “de” toda atadura y libres “para” todo
aventura, hambrientos de luz y de Dios.
Nos enseñan su constancia en el seguimiento de la
estrella. No les faltaron dudas y pruebas en el camino. Ellos pasaron también
por la noche, cuando no se ve ni se siente ni se entiende nada; lo difícil de
la noche, cuando Dios es silencio y hasta los más queridos nos abandonan.
Supieron hacer lectura de los hechos. Cuando la estrella
se para ante la casa pobre, no se escandalizan y lo reconocen como Mesías. La
mayoría del pueblo judío no fue capaz de hacer esta lectura. Y es que Dios es
siempre sorprendente, se viste de sencillo y solo se manifiesta a los humildes
y los pequeños.
Luego “cayendo de rodillas lo adoraron”. No basta con
ver. La fe es entrega y amor. Ellos, más que el oro, incienso y mirra,
ofrecieron su corazón. Creyeron y adoraron.
Tuvieron capacidad de cambio. Fueron capaces de volver
por otro camino. Es cosa segura que Dios cambia siempre nuestros planes. Creer
es vivir confiados en la inseguridad.
Se transformaron: en el viaje de vuelta ya no necesitaban
estrellas, porque la estrella la llevaban dentro. Era tal la luz y la alegría
que recibieron, que ellos mismos se convirtieron en estrellas. Y por donde
quiera que pasaban iban dando testimonio de lo que habían visto y oído. Fueron
misioneros de la alegría y el amor.
¡Buenos días!
Las dos ranas
En tu vida se van
dando posibilidades de cambiar para bien. Conviene que te detengas, evalúes con
detención las ventajas, y tomes decisiones sabias y prudentes, porque ésa es la
forma normal de progresar. No caigas en el error de desechar todo cambio por
principio; ni tampoco en el otro extremo, de creer que toda novedad es mejor.
Aquí tienes una fábula sobre el tema.
Vivía una rana felizmente en un pantano
profundo, alejado del camino, mientras su vecina vivía muy orgullosa en una
charca en el centro del camino. La del pantano le insistía a su amiga que se
fuera a vivir al lado de ella, alejada del camino; que allí estaría mejor y más
segura. Pero no se dejó convencer, diciendo que le era muy difícil abandonar un
lugar donde ya estaba establecida y satisfecha. Y sucedió que un día pasó por
el camino, sobre la charca, un carretón, y aplastó a la pobre rana que no había
querido aceptar un cambio oportuno.
Con frecuencia
Dios, por sus profetas, invitó a Israel a revisar su estilo de vida para hacer
los necesarios reajustes que exigía la alianza solemnemente pactada. La Palabra
de Dios sigue invitándonos a cambiar para bien, y nos motiva con sabiduría a
dar pasos de crecimiento espiritual. Ábrete a su mensaje y aprovecha su fuerza
renovadora.
Padre Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey
Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén,
diciendo: «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su
estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle». En oyéndolo, el rey Herodes
se sobresaltó y con él toda Jerusalén. Convocó a todos los sumos sacerdotes y
escribas del pueblo, y por ellos se estuvo informando del lugar donde había de
nacer el Cristo. Ellos le dijeron: «En Belén de Judea, porque así está escrito por
medio del profeta: ‘Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres la menor entre los
principales clanes de Judá; porque de ti saldrá un caudillo que apacentará a mi
pueblo Israel’».
Entonces Herodes llamó aparte a los magos y por sus datos
precisó el tiempo de la aparición de la estrella. Después, enviándolos a Belén,
les dijo: «Id e indagad cuidadosamente sobre ese niño; y cuando le encontréis,
comunicádmelo, para ir también yo a adorarle».
Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y he
aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta
que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el Niño. Al ver la estrella
se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa; vieron al Niño con María
su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron
dones de oro, incienso y mirra. Y, avisados en sueños que no volvieran donde
Herodes, se retiraron a su país por otro camino. (Mt 2,1-12)
Comentario
Hoy, el profeta Isaías nos anima: «Levántate, brilla, Jerusalén,
que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti» (Is 60,1). Esa luz que
había visto el profeta es la estrella que ven los Magos en Oriente, con muchos
otros hombres. Los Magos descubren su significado. Los demás la contemplan como
algo que les parece admirable, pero que no les afecta. Y, así, no reaccionan.
Los Magos se dan cuenta de que, con ella, Dios les envía un mensaje importante
por el que vale la pena cargar con las molestias de dejar la comodidad de lo
seguro, y arriesgarse a un viaje incierto: la esperanza de encontrar al Rey les
lleva a seguir a esa estrella, que habían anunciado los profetas y esperado el
pueblo de Israel durante siglos.
Llegan a Jerusalén, la capital de los judíos. Piensan que
allí sabrán indicarles el lugar preciso donde ha nacido su Rey. Efectivamente,
les dirán: «En Belén de Judea, porque así está escrito por medio del profeta»
(Mt 2,5). La noticia de la llegada de los Magos y su pregunta se propagaría por
toda Jerusalén en poco tiempo: Jerusalén era entonces una ciudad pequeña, y la
presencia de los Magos con su séquito debió ser notada por todos sus
habitantes, pues «el rey Herodes se sobresaltó y con él toda Jerusalén» (Mt
2,3), nos dice el Evangelio.
Jesucristo se cruza en la vida de muchas personas, a
quienes no interesa. Un pequeño esfuerzo habría cambiado sus vidas, habrían
encontrado al Rey del Gozo y de la Paz. Esto requiere la buena voluntad de
buscarle, de movernos, de preguntar sin desanimarnos, como los Magos, de salir
de nuestra poltronería, de nuestra rutina, de apreciar el inmenso valor de
encontrar a Cristo. Si no le encontramos, no hemos encontrado nada en la vida,
porque sólo Él es el Salvador: encontrar a Jesús es encontrar el Camino que nos
lleva a conocer la Verdad que nos da la Vida. Y, sin Él, nada de nada vale la
pena.
Rev. D. Joaquim VILLANUEVA i Poll (Barcelona, España)
Santoral Católico:
Epifanía del Señor
Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net
La frase de hoy
"Tres Reyes de Oriente, de tierras lejanas, seguían la
estrella para adorar al Niño… al Hijo de Dios. Y nosotros pues, ¿qué podemos
hacer? No hay que viajar muy lejos… Ahí, en el silencio de tu alma Él está.
Adora a ese Niño y no esperes más…!!!"
Tema del día:
La Epifanía del Señor
Epifanía
significa manifestación de Dios. Dios se revela a todos: ricos y pobres,
poderosos y humildes, judíos y no judíos. Después de nacer se manifestó a los
pastores, pero luego se manifestó a los magos de oriente. Hoy también quiere
manifestarse a todos. Veamos las enseñanzas que el suceso de los magos nos da
para que Dios se manifieste en nosotros y a través de nosotros en otros muchos.
1- “Ven la
estrella”: En realidad hay muchas estrellas. Unos las ven y otros no. Estas
estrellas pueden ser nuestros familiares y amigos. Especialmente es la Iglesia
en general con los responsables y con todos los que quieren ser fieles al
Señor. Nosotros podemos y debemos ser estrellas para otros muchos: con nuestras
palabras y consejos; pero sobre todo con nuestro buen ejemplo de vida.
2- “Ven en la
estrella un mensaje de Dios”: Mensajes e Dios hay muchos. Para ver en ellos
la mano de Dios se necesita un corazón sencillo y limpio, abierto para Dios.
3- “Se ponen en
camino”: No basta ver la estrella. Hay que actuar. No basta saber el
camino. Hay que ponerse a caminar. Y esto aunque no sepamos el camino exacto,
como les pasaba a los magos. Dejémonos conducir por las enseñanzas de la
Iglesia.
4- “La estrella
desapareció”: No todo es fácil en el camino hacia Dios. Hay momentos
difíciles, que pueden llegar a ser como “noches oscuras”. Dios siempre está con
nosotros, nunca nos abandona. Debemos seguir teniendo esperanza.
5- “Y preguntaron”:
Para responder está la Iglesia y especialmente los sacerdotes. Hay que ser
valientes y consultar. Puede ser una catequista que nos oriente en la fe. Lo
importante es consultar, ya que Dios verá en ello un deseo del bien. Aunque se
pregunte a una persona equivocada, como hicieron los magos que fueron a Herodes
para consultar. Pero Dios se valió del malo para darles una buena respuesta.
6- “Apareció de
nuevo la estrella”: Dios parece que se esconde. Si todo fuese muy fácil no
tendríamos mérito. Pero Dios siempre termina por consolar a aquel que sinceramente
le busca de corazón.
7- “Y encontraron
a Jesús”: Jesús debe ser el final de toda nuestra búsqueda espiritual.
Nosotros no vamos tras de unas ideas o filosofías; vamos tras de una persona
que es Dios que se hizo hombre por nuestro amor. Y nuestra tranquilidad es que
le podemos encontrar. Está sobre todo en la Eucaristía. Está también en los sencillos, en los pobres,
en su Palabra, en el amor fraternal.
8- “Y postrándose,
le adoraron”: No basta con ver. La fe es entrega y amor.
9- “Y le ofrecieron
sus dones”: ¿Qué le ofreceremos nosotros? Lo mejor que le podemos ofrecer
es nuestro corazón; pero, juntamente con él, también le ofrezcamos nuestro
trabajo apostólico, de modo que podamos hacer que al menos alguien se acerque
un poco más al Señor. Si queremos simbolizar los dones de los magos, podemos
ofrecerle el oro de nuestro amor como la mejor ofrenda a Dios, el incienso, que
es nuestra constante oración que se eleva al cielo, y la mirra, que es la
aceptación paciente de los trabajos, sufrimientos y dificultades de nuestra
vida.
10- “Y se
volvieron por otro camino”: Quien encuentra verdaderamente a Jesús no puede
seguir el camino anterior. Debe comenzar a vivir por otro camino, el camino de
la justicia, de la paz, del amor. Sepamos aceptar los nuevos planes que Dios
nos propone.
Quizá la intención principal de san Mateo, cuando contaba
el suceso de los magos, era exponer, como luego lo hizo a través de todo el
evangelio, que el mensaje de Jesús es universal, que no es sólo para una raza o
una nación, sino para todo el mundo. Por eso al recordar este suceso, la
Iglesia nos estimula a trabajar por la evangelización de todas las gentes. Este
es un día misionero por excelencia, porque Jesús no sólo se manifestaba a los
judíos, sino desde el principio nos enseñó que había venido para salvar a todos
los pueblos. Así nos lo dicen hoy el profeta Isaías y san Pablo en la 1ª y 2ª
lectura.
P. Silverio Velasco (España)
Nuevo video y artículo
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Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa
Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la
Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos
políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de
las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los
jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y
religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por Gastón R., de la provincia de Buenos Aires, Argentina, que está afectado de una infección en la rodilla con cierto riesgo de amputación rogando a Jesús Misericordioso que lo toque con su mano y que la Virgen de Schoenstatt lo cubra con su amoroso manto.
Pedimos oración por Gastón R., de la provincia de Buenos Aires, Argentina, que está afectado de una infección en la rodilla con cierto riesgo de amputación rogando a Jesús Misericordioso que lo toque con su mano y que la Virgen de Schoenstatt lo cubra con su amoroso manto.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por
nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Un estímulo todos los días
Enero 6
Hoy se recuerda a los Reyes
Magos. El Evangelio nos habla de ellos en Mt. 2, 1-12. Estos magos de
oriente eran astrólogos, poseedores de una ciencia que enorgullecía a los
habitantes de la zona del río Éufrates. A través de un signo celestial Dios les
anunció el nacimiento de un nuevo rey que debía ser homenajeado: Jesús. Pero la
figura de los magos de Oriente en realidad simboliza a los pueblos paganos que
acercan su homenaje al Mesías. Por eso en ellos estamos representados todos los
creyentes, de todos los pueblos de la tierra, que conocimos a Jesús y lo
adoramos. En ellos también está representada tu persona.
Cuando el texto nos dice que los magos “se llenaron de
inmenso gozo”, nos invita a preguntarnos si estamos viviendo con alegría
nuestro propio encuentro con Jesús. Por eso, lo más importante no son esos
magos. En definitiva, hoy cada uno de nosotros celebra que Cristo se ha
manifestado a su propia vida.
Él podría haberte salvado sin que lo conocieras, pero
además de eso ha querido revelarte su hermosura, ha querido regalarte su
amistad, ha querido manifestarse a tu vida y ofrecerte un trato íntimo y
personal. Has podido conocerlo. Qué bueno sería que te detuvieras a celebrar
ese encuentro.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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