PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 9 - Número 2259 ~ Domingo
26 de Enero de 2014
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
El primer escritor que recogió la actuación y el mensaje
de Jesús lo resumió todo diciendo que Jesús proclamaba la “Buena Noticia de
Dios”. Más tarde, los demás evangelistas emplean el mismo término griego
(euanggelion) y expresan la misma convicción: en el Dios anunciado por Jesús
las gentes encontraban algo “nuevo” y “bueno”.
En el Evangelio de Jesús los creyentes nos encontramos
con un Dios desde el que podemos sentir y vivir la vida como un regalo que
tiene su origen en el misterio último de la realidad que es Amor. Para mí es
bueno no sentirme solo y perdido en la existencia, ni en manos del destino o el
azar. Tengo a Alguien a quien puedo agradecer la vida.
En el Evangelio de Jesús nos encontramos con un Dios que,
a pesar de nuestras torpezas, nos da fuerza para defender nuestra libertad sin
terminar esclavos de cualquier ídolo; para no vivir siempre a medias ni ser
unos “vividores”; para ir aprendiendo formas nuevas y más humanas de trabajar y
de disfrutar, de sufrir y de amar. Para mí es bueno poder contar con la fuerza
de mi pequeña fe en ese Dios.
En el Evangelio de Jesús nos encontramos con un Dios que
despierta nuestra responsabilidad para no desentendernos de los demás. No
podremos hacer grandes cosas, pero sabemos que hemos de contribuir a una vida
más digna y más dichosa para todos pensando sobre todo en los más necesitados e
indefensos. Para mí es bueno creer en un Dios que me pregunta con frecuencia
qué hago por mis hermanos.
En el Evangelio de Jesús nos encontramos con un Dios que
nos ayuda a entrever que el mal, la injusticia y la muerte no tienen la última
palabra. Un día todo lo que aquí no ha podido ser, lo que ha quedado a medias,
nuestros anhelos más grandes y nuestros deseos más íntimos alcanzarán en Dios
su plenitud. A mí me hace bien vivir y esperar mi muerte con esta confianza.
Ciertamente, cada uno de nosotros tiene que decidir cómo
quiere vivir y cómo quiere morir. Cada uno ha de escuchar su propia verdad.
Para mí no es lo mismo creer en Dios que no creer. A mí me hace bien poder
hacer mi recorrido por este mundo sintiéndome acogido, fortalecido, perdonado y
salvado por el Dios revelado en Jesús.
José Antonio Pagola
¡Buenos días!
Las moscas en la miel
Hay tres frentes
que asechan la rectitud moral del hombre: tener más cosas (codicia), disponer
de más poder (orgullo), disfrutar más satisfacciones de los sentidos (sensualidad).
Por ejemplo: comer es necesario, pero comer en exceso es gula. El elemento común
de las tres tentaciones es el egoísmo, el amor desordenado por uno mismo, que
nos lleva al orgullo, a la codicia y a la sensualidad, y nos impide amar de
verdad. Una fábula para aclarar.
De un panal se derramó su deliciosa miel, y
las moscas acudieron ansiosas a devorarla. Y era tan dulce que no podían
dejarla. Pero sus patas se fueron prendiendo en la miel y no pudieron alzar el
vuelo de nuevo. Ya a punto de ahogarse en su tesoro, exclamaron: - ¡Nos
morimos, desgraciadas nosotras, por quererlo tomar todo en un instante de
placer! (Esopo).
A tu alrededor y
dentro de ti mismo hay seducciones que pueden arrastrarte fuera del recto
camino. Jesús te recomienda estar atento, pensar bien lo que haces, tener
control sobre tus apetencias; y además recurrir a la oración para fortalecer tu
decisión de llevar una vida en la presencia de Dios que sea agradable a sus
ojos. Este es el combate del cristiano.
Padre Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Cuando oyó que Juan había sido entregado, se retiró a
Galilea. Y dejando Nazaret, vino a residir en Cafarnaúm junto al mar, en el
término de Zabulón y Neftalí; para que se cumpliera el oráculo del profeta
Isaías: «¡Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí, camino del mar, allende el
Jordán, Galilea de los gentiles! El pueblo que habitaba en tinieblas ha visto
una gran luz; a los que habitaban en paraje de sombras de muerte una luz les ha
amanecido». Desde entonces comenzó Jesús a predicar y decir: «Convertíos, porque
el Reino de los Cielos ha llegado».
Caminando por la ribera del mar de Galilea vio a dos
hermanos, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés, echando la red en el mar,
pues eran pescadores, y les dice: «Venid conmigo, y os haré pescadores de
hombres». Y ellos al instante, dejando las redes, le siguieron. Caminando
adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan,
que estaban en la barca con su padre Zebedeo arreglando sus redes; y los llamó.
Y ellos al instante, dejando la barca y a su padre, le siguieron. Recorría
Jesús toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del
Reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. (Mt 4,12-23)
Comentario
Hoy, Jesús nos da una lección de “santa prudencia”,
perfectamente compatible con la audacia y la valentía. En efecto, Él —que no
teme proclamar la verdad— decide retirarse, al conocer que —tal como ya habían
hecho con Juan Bautista— sus enemigos quieren matarlo a Él: «Sal y vete de
aquí, porque Herodes quiere matarte» (Lc 13,31). —Si a quien pasó haciendo el
bien, sus detractores intentaron dañarle, no te extrañe que también tú sufras
persecuciones, como nos anunció el Señor.
«Cuando oyó que Juan había sido entregado, se retiró a
Galilea» (Mt 4,12). Sería imprudente desafiar los peligros sin un motivo
proporcionado. Solamente en la oración discernimos cuándo el silencio o
inactividad —dejar pasar el tiempo— son síntomas de sabiduría, o de cobardía y
falta de fortaleza. La paciencia, ciencia de la paz, ayuda a decidir con
serenidad en los momentos difíciles, si no perdemos la visión sobrenatural.
«Recorría Jesús toda Galilea, enseñando en sus sinagogas,
proclamando la Buena Nueva del Reino y curando toda enfermedad y toda dolencia
en el pueblo» (Mt 4,23). Ni las amenazas, ni el miedo al que dirán o las
posibles críticas pueden retraernos de hacer el bien. Quienes estamos llamados
a ser sal y luz, operadores del bien y de la verdad, no podemos ceder ante el
chantaje de la amenaza, que tantas veces no pasará de ser un peligro hipotético
o meramente verbal.
Decididos, audaces, sin buscar excusas para postergar la
acción apostólica para “después”. Dicen que «el “después” es el adverbio de los
vencidos». Por eso, san Josemaría recomendaba «una receta eficaz para tu
espíritu apostólico: planes concretos, no de sábado a sábado, sino de hoy a
mañana (...)».
Cumplir la voluntad de Dios, ser justos en cualquier
ambiente, y seguir el dictamen de la conciencia bien formada exige una
fortaleza que hemos de pedir para todos, porque el peligro de la cobardía es
grande. Pidamos a nuestra Madre del Cielo que nos ayude a cumplir siempre y en
todo la voluntad de Dios, imitando su fortaleza al pie de la Cruz.
Rev. D. Josep RIBOT i Margarit (Tarragona, España)
Palabras del Beato Juan Pablo
II
"Promover una espiritualidad de la comunión, exige
ante todo una radical conversión a Cristo, una dócil apertura a la acción de su
Espíritu Santo y una acogida sincera de los hermanos. Vestirse de Cristo,
conlleva ponerle en el centro de la vida personal y comunitaria; en el centro
de las actividades didácticas y de toda otra forma de apostolado".
Tema del día:
Llamado a la conversión
El evangelio nos presenta hoy el comienzo de la
predicación de Jesús. En primer lugar nos señala una circunstancia especial que
da motivo a que Jesús comience a predicar: el hecho de que Juan Bautista había
sido encarcelado. Es un signo de delicadeza. No se trata de competir, sino de
continuar, ampliar y mejorar. Hay otra circunstancia, que es importante para
los israelitas: es el comenzar a predicar en “los términos de Zabulón y
Neftalí”, que habían sido los primeros en ser conquistados por el rey persa
hacía siglos; pero que eran signo de esperanza y de luz, como lo había
anunciado el profeta. Se llamaba “Galilea de los gentiles”, porque, aunque
había muy buenos israelitas, una gran parte de la población tenía muchas raíces
paganas y por tanto necesitaba más la luz de la verdad y la fe. Ahora va a
venir sobre estas tierras y sus habitantes la luz de la palabra de Dios por la
predicación de Jesús.
El primer mensaje de Jesús fue: “Convertíos, porque está
cerca el reino de los cielos”. Jesús y el Bautista anuncian que el Reino de
Dios está cerca; pero en Jesús parece que ya está presente. De hecho está
plenamente en Jesús; pero quien acepte su palabra, ya está bajo el Reinado de
Dios. Las traducciones actuales suelen poner más “reinado” que “reino”, ya que
“reino” puede confundirse con un territorio. Este primer mensaje es como la
tónica dominante de toda la predicación de Jesús: la venida del reinado de
Dios, que es la buena noticia que nos invita al cambio.
Este cambio o conversión es para todos nosotros. Para
algunos será un cambio total de orientación en su vida y en su manera de pensar.
Para los que creemos conocer y seguir a Jesús, es un continuo adentrarse más en
el seguimiento de Cristo y es ajustar continuamente nuestro pensamiento y
nuestra acción al pensar y hacer de Cristo, que se realiza sobre todo por la
iluminación del corazón en el trato con el Señor.
La manera de actuar Jesús no era dando recetas concretas
o prácticas para un cambio, sino iluminando los corazones, abriendo la visión
para que cada uno comience a actuar como El, que era “reflejo del Padre”. Y
luego incorporando a algunas personas para que, contando con la iluminación y
la fuerza del Espíritu, puedan seguir su tarea en el mundo. Por eso, al mismo
tiempo que predicaba, Jesús fue reuniendo junto a sí hombres sencillos,
trabajadores, a quienes les iba a infundir esta ilusión. Los cuatro primeros
fueron cuatro pescadores. Es de notar que en aquel tiempo la pesca era uno de
los trabajos más arriesgados. Ahora les proponía un trabajo más arriesgado: ser
pescadores de hombres o de personas, que era el trabajo mismo de Jesús y que
será el de todo aquel que quiera ser plenamente discípulo suyo.
Predicar el Reino de Dios no es ser predicador de
calamidades o denunciador de males e injusticias. Alguna vez tendrá que ser en
parte; sino que es sobre todo construir, dar aliento y perdón y esperanza. La
palabra de Dios siempre es salvadora, constructiva, alentadora y eficaz. La
esencia del cristianismo no son esencialmente ideas o prácticas. Es Cristo, su
persona. Por eso no es tan importante el saber cuánto la vivencia sentida.
Claro que para sentir hay que saber. De alguna manera nos llama a todos no sólo
para preocuparnos por salvar nuestra alma, sino para que seamos luz que ilumine
a otros. Son todas las almas las que Dios quiere salvar.
Para ello comencemos con nuestra propia conversión. Este
cambiar con relación al Reino de Dios se puede entender de dos maneras: Hay que
cambiar porque viene el Reinado de Dios, o hay que cambiar “para que” venga,
porque cambiando, en el hecho de nuestro mismo cambio, ya está viniendo ese
Reinado.
Para extender este Reinado de una manera humana Jesús
comenzó a llamar a quienes serían los predicadores de esta fe, los apóstoles.
Hoy nos trae el evangelio la llamada a Pedro y Andrés, a Juan y Santiago.
Pidamos hoy por los continuadores de los apóstoles y estemos dispuestos a
escuchar las continuas llamadas del Señor.
P. Silverio Velasco (España)
Mensaje de María Reina de la
Paz
Mensaje de María Reina de la Paz del 25 de Enero de 2014
¡Queridos hijos! Oren, oren, oren para que el reflejo de
su oración influya en las personas que encuentren. Pongan en sus familias la
Sagrada Escritura en un lugar visible y léanla para que esas palabras de paz
fluyan en sus corazones. Oro con ustedes y por ustedes, hijitos, para que día
tras día estén aún más abiertos a la voluntad de Dios. Gracias por haber
respondido a mi llamado.
Nuevo video
Hay un nuevo video subido a este blog.
Para verlo tienes que ir al final de la página.
Oración por la Patria
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos. Nos
sentimos heridos y agobiados. Precisamos tu alivio y fortaleza. Queremos ser
nación, una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso
por el bien común. Danos la valentía de la libertad de los hijos de Dios para
amar a todos sin excluir a nadie, privilegiando a los pobres y perdonando a los
que nos ofenden, aborreciendo el odio y construyendo la paz. Concédenos la
sabiduría del diálogo y la alegría de la esperanza que no defrauda. Tú nos
convocas. Aquí estamos, Señor, cercanos a María, que desde Luján nos dice:
¡Argentina! ¡Canta y camina! Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Un estímulo todos los días
Enero 26
Todos estamos llamados a renunciar a algo por el bien
común. ¿Pero cómo alguien podría ser capaz de renunciar a algo por los demás si
sólo vive dominado por la obsesión del placer, del confort, del tener y del
poder? ¿Cómo podemos renunciar a algo si no desarrollamos otros valores más
altos? ¿Por qué razón uno va a ser injusto o corrupto, si eso le sirve para
mantener y desarrollar un bienestar personal sin límites?
Cuando el valor exclusivo de los ciudadanos es tener una
satisfacción inmediata sin compromisos, ¿de dónde podrán salir las fuerzas para
ser honestos, generosos, ciudadanos responsables? Sólo la fuerza de la ley y de
la policía podría protegernos unos de otros. Pero eso nunca será suficiente,
porque la ley siempre puede ser violada. Terminaremos comiéndonos unos a otros.
Los cristianos tratamos de obrar bien y de ser mejores,
no porque hay una ley que lo ordena, sino porque queremos responder a un amor
infinito que ha tomado nuestra vida. Eso nos permite ir más allá de nuestros
placeres y necesidades superficiales, y nos estimula a esforzarnos, a ser
honestos y a entregarnos por un mundo mejor. ¿Ese es realmente tu ideal? ¿Eso
se refleja en tus opciones concretas?
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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