sábado, 27 de octubre de 2012

Pequeñas Semillitas 1853


PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 7 - Número 1853 ~ Sábado 27 de Octubre de 2012
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Mes del Rosario y de las Misiones
   

Alabado sea Jesucristo…
¿Te has puesto a observar la actitud de los pájaros ante las adversidades?
Están días y días haciendo su nido, recogiendo materiales a veces traídos desde largas distancias. Y cuando ya está terminado y están prontos para poner los huevos, las inclemencias del tiempo o la obra del ser humano o de algún animal lo destruye y tira por los suelos lo que con tanto esfuerzo se logró…
¿Qué hace el pájaro? ¿Se paraliza, abandona la tarea?
De ninguna manera. Vuelve a recomenzar, una y otra vez, hasta que en el nido aparecen los primeros huevos.
A veces -muchas veces- antes de que nazcan los pichones algún animal, un niño, una tormenta, vuelve a destruir el nido, pero esta vez con su precioso contenido…
Duele recomenzar desde cero… pero aun así el pájaro jamás enmudece ni retrocede, sigue cantando y construyendo, construyendo y cantando…
¿Has sentido que tu vida, tu trabajo, tu familia, tus amigos no son los que soñaste? ¿Has querido decir basta, no vale la pena el esfuerzo, esto es demasiado para mí?
¿Estás cansado de recomenzar, del desgaste de la lucha diaria, de la confianza traicionada, de las metas no alcanzadas cuando estabas a punto de lograrlo?
Por más que te golpee la vida no te entregues nunca, di una oración, pon tu esperanza al frente y arremete. No te preocupes si en la batalla sufres alguna herida, es de esperar que algo así suceda. Junta los pedazos de tu esperanza, ármala de nuevo y vuelve a arremeter. No importa lo que pase… no desmayes, sigue adelante. La vida es un desafío constante pero vale la pena aceptarlo.
Construye, construye y sigue cantando...


La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy


En aquel tiempo, llegaron algunos que le contaron lo de los galileos, cuya sangre había mezclado Pilato con la de sus sacrificios. Les respondió Jesús: «¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que todos los demás galileos, porque han padecido estas cosas? No, os lo aseguro; y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo. O aquellos dieciocho sobre los que se desplomó la torre de Siloé matándolos, ¿pensáis que eran más culpables que los demás hombres que habitaban en Jerusalén? No, os lo aseguro; y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo».
Les dijo esta parábola: «Un hombre tenía plantada una higuera en su viña, y fue a buscar fruto en ella y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: ‘Ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro; córtala; ¿para qué va a cansar la tierra?’. Pero él le respondió: ‘Señor, déjala por este año todavía y mientras tanto cavaré a su alrededor y echaré abono, por si da fruto en adelante; y si no da, la cortas’».
(Lc 13,1-9)

Comentario
Hoy, las palabras de Jesús nos invitan a meditar sobre el inconveniente de la hipocresía: «Un hombre tenía plantada una higuera en su viña, y fue a buscar fruto en ella y no lo encontró» (Lc 13,6). El hipócrita aparenta ser lo que no es. Esta mentira llega a su cima al fingir virtud (aspecto moral) siendo vicioso, o devoción (aspecto religioso) al buscarse uno mismo y sus propios intereses y no a Dios. La hipocresía moral abunda en el mundo, la religiosa perjudica a la Iglesia.
Las invectivas de Jesús contra los escribas y fariseos —más claras y directas en otros pasajes evangélicos— son terribles. No podemos leer o escuchar lo que acabamos de leer o escuchar sin que estas palabras nos lleguen al fondo del corazón, si realmente las hemos escuchado y entendido.
Lo diré en plural personal, ya que todos experimentamos la distancia entre lo que aparentamos ser y lo que somos de veras. Lo somos los políticos cuando nos aprovechamos del país proclamando que estamos a su servicio; los cuerpos de seguridad cuando protegemos a grupos corruptos en nombre del orden público; el personal sanitario cuando suprimimos vidas incipientes o terminales en nombre de la medicina; los medios de comunicación social cuando falseamos las noticias y pervertimos al personal diciendo que lo estamos divirtiendo; los administradores de los fondos públicos cuando desviamos una parte de ellos hacia nuestros bolsillos (individuales o de partido) y alardeamos de honestidad pública; los laicistas cuando impedimos la dimensión pública de la religión en nombre de la libertad de conciencia; los religiosos cuando vivimos de nuestras instituciones con infidelidad al espíritu y a las exigencias de los fundadores; los sacerdotes cuando vivimos del altar pero no servimos abnegadamente a nuestros feligreses con espíritu evangélico; etc.
¡Ah!: y tú y yo también, en la medida en que nuestra conciencia nos dice lo que tenemos que hacer y dejamos de hacerlo para dedicarnos únicamente a ver la paja en el ojo ajeno sin querer darnos cuenta siquiera de la viga que ciega el nuestro. ¿O no?
—Jesús, Salvador del mundo, ¡sálvanos de nuestras pequeñas, medianas y grandes hipocresías!
Rev. D. Antoni ORIOL i Tataret (Vic, Barcelona, España)


Santoral Católico:
Beato Bartolomé de Braganza
Obispo


Etimológicamente significa “hijo del que detiene las aguas”. Viene de la lengua hebrea.

Fue obispo en el siglo XIII. Cuando se visita París, se ve la santa Capilla que mandó construir el rey Luis IX para alojar las reliquias de la santa Cruz.

Todos los habitantes de Vicenza, Italia, conocen la bella iglesia de la santa Corona. Es un monumento importante de la arquitectura gótica. También se hizo para guardar una espina de la Crucifixión del Señor.

Hay una gran amistad y relación entre la capilla gótica parisina y la de Vicenza. Estas buenas relaciones comenzaron con el rey de Francia y Bartolomé, obispo de esta ciudad.

Había nacido aquí al comienzo del siglo XIII de una familia de condes, los de Braganza. Estudió en Padua. Aquí se unió a los compañeros de santo Domingo que se encontraban en Bolonia.

Inteligente y educado, le encargaron que predicara por Italia en unos tiempos agitados por las herejías, luchas civiles y otras duras dificultades.

Creó una confraternidad de tipo religioso y semi-militar, “los alegres”, para evangelizar a todo el mundo con gozo y con alegría.

En 1256 lo eligieron obispo. Pero, a pesar de su trabajo y celo apostólico, lo desterraron, y tuvo que irse delegado pontificio a Inglaterra y Francia.

Murió en 1270.

Fuente: Catholic.net


La frase de hoy

"No encuentro otro medio más poderoso
para atraer sobre nosotros el Reino de Dios,
que unir a la oración vocal la oración mental,
rezando el Santo Rosario y meditando sus misterios"

San Luis María Griñón de Montfort


Cuentos de Mamerto Menapace:
Historia de un faro


El velero había salido lleno de euforia y de esperanza del puerto de Buenos Aires buscando el Pacífico. Pero al llegar hasta allí no tenía más remedio que bordear la tierra en busca de la brecha que por el Cabo de Hornos le permitiera torcer hacia la derecha rumbo hacia el mar grande. Por eso puso confiado proa al sur, aunque su meta fuera el oeste.

Pero el cambio de rumbo no se hizo. Tal vez se navegaba con las velas demasiado desplegadas. Tal vez fuera de noche cuando se pasó frente a la brecha. A lo mejor sucedió durante una tormenta. No sé. Lo cierto fue que se continuó al sur, rumbo al frío, rumbo al polo. El error se fue haciendo duda a medida que subía a la conciencia. Una vez plenamente instalado en la conciencia, la duda floreció en angustia.

El pobre velero se encontró rodeado por los témpanos, por el frío, las tormentas y un sol lejano que cada vez se alejaba menos del horizonte. Entonces fue cuando se tuvo conciencia de haber equivocado el rumbo. De estar marchando hacia la nada, hacia el vacío del frío y de la muerte. Se le preguntó a la brújula: pero la brújula había enloquecido. Porque en el polo las brújulas enloquecen y comienzan una danza que contagia a los marineros.

Ya no tenía sentido seguir. ¿Para qué? Si cada esfuerzo hacia adelante era un paso hacia la nada fría de la muerte. Algo que embretaba aún más entre los hielos, la oscuridad y las tormentas.

Se quiso preguntar a las estrellas. Pero las estrellas revoloteaban en círculo alrededor de un polo cósmico invisible lo mismo que los albatros alrededor del mástil del velero. En el polo, las estrellas no nacen ni mueren, simplemente giran equidistantes al horizonte. Allí, cerca del polo, poner proa una estrella hubiera sido simplemente girar sobre sí mismo.

Entonces ¿nada había ni en el barco ni en el cielo, que fuera capaz de devolver el rumbo? Porque el hecho de no saber dónde se estaba, quitaba todo sentido a lo que se tenía. Los grandes puntos de referencia eran todos ambiguos. Porque en el polo todo es ambiguo, hasta el mismo movimiento.

Y fue entonces cuando se recibió el mensaje.

Tres cortas… una larga… silencio. Tres cortas… una larga… silencio. Tres…

El brillo intermitente despertó la curiosidad de esos hombres hambrientos de señales. No. No podía ser una estrella; porque ese brillo estaba allí, sobre la misma línea horizontal que ellos. Participaba del movimiento de las mismas olas, rodeado por los mismos témpanos y el mismo desamparo del frío y las tormentas. Tenía que ser un signo de presencia humana. Era un faro.

Y el faro continuaba fiel al ritmo de sus intermitencias: tres cortas… una larga… silencio. Tres…

Y esos marineros aturdidos por el ruido y la tormenta que silbaba en el cordaje de sus mástiles hubieran preferido que en lugar de ese silencio, el faro les enviara una palabra con la que se identificara a sí mismo y los ubicara a ellos. Pero el faro en su soledad tenía sólo un medio para comunicarse y manifestar su identidad: la fidelidad al ritmo de sus intermitencias. Y continuó lanzando sobre la tormenta, las olas y los témpanos, su mensaje de luz con pañales de silencio.

¿Desembarcar en el faro? Era imposible. En esas latitudes los faros anidan en arrecifes. La palabra esperada estaba oculta en el silencio del velero mismo. Porque el velero contaba entre sus bienes con un libro de faros. Y fue allí donde los marineros fueron a identificar el mensaje de ese faro. Y fue gracias a la fidelidad precisa y silenciosa a sus intermitencias por la que los marineros, mineros del silencio de ese libro, ubicaron la identidad del faro y con ello un punto de referencia para su propia posición. Entonces cada cosa antes incoherente, aportó su pequeño mensaje provisorio: la posición del sol en el horizonte, la hora del reloj, la danza de la brújula, y hasta las mismas estrellas.

Se supo que se estaba proa al polo. Y se viró en redondo. Y con ello los marineros supieron que el velero se había salvado. O mejor, que para ese velero comenzaba la oportunidad de salvarse.

Porque esa conversión profunda, aparentemente no había cambiado nada en la geografía concreta de su navegación. Seguían rodeados por los témpanos, el frío, las olas y los vientos. Su conversión no les había cambiado de geografía; simplemente los había colocado proa hacia una nueva dirección. Antes, seguir era avanzar hacia la muerte, hacia el frío del polo y de la nada. Ahora, navegar era avanzar hacia la luz, hacia la vida, hacia el encuentro con los demás hombres. Era regresar hacia su pueblo, dejando atrás la geografía del reino de las sombras. Pero allí los dos rumbos participaban aún del mismo medio externo. Y tal vez el esfuerzo para avanzar fuera ahora aún mayor que el anterior. Porque había que hacer frente a todo eso que los había conducido hasta allí. Pero la diferencia estaba en que ahora los esfuerzos tenían sentido porque conducían a la vida. Porque entre los navegantes, lo que desanima no el tener que hacer esfuerzos, sino el que esos esfuerzos sean gestos vacíos de sentido.

Poco a poco fue quedando atrás toda esa geografía polar. Poco a poco las estrellas fueron inclinando sus órbitas buscando el horizonte, y la brújula fue estabilizándose. Y con ello se reentró en el mundo de las exigencias normales de la navegación a vela. Se siguió navegando con fidelidad a esa ruta, proa hacia esa meta donde muerte el sol.

Allá quedó el faro. Exigido por la fidelidad al ritmo de sus intermitencias, a su geografía polar y a su silencio. Porque el misterio personal del faro exige fidelidad a su arrecife, y un profundo respeto por la ruta personal de cada navegante.

Lo que no quita que a veces sufra de nostalgia al recordar a los veleros.


Pensamientos sanadores


Pide aprender el secreto de una vida victoriosa en Jesús

Debemos pedir, cada día, la gracia de aprender el secreto para llevar una vida victoriosa en Jesús.
Esto se logra a medida que sabemos reaccionar de un modo diferente a las ofensas, las tribulaciones, los anhelos incumplidos. Por lo cual es fundamental la manera en que reciclamos estos eventos negativos por medio de la oración de alabanza y glorificando a Dios, no por el dolor mismo sino porque también, en esos momentos, él está junto a nosotros.
Si Dios ha permitido que tal o cual cosa sucediesen, él puede darte una gracia nueva, sanando tu corazón y abriendo tu vida a nuevas gracias y oportunidades.
Esto se logra cuando el corazón humano está íntimamente unido al Corazón de Dios, con la convicción que la unión con él es inquebrantable y que de esa unión surgirán nuevas gracias.
Aunque lo perdido, perdido está, de tu manera de reaccionar, actuar y vivir, dependerá lo que ha de venir.

Pero en todo esto obtenemos una amplia victoria, gracias a aquel que nos amó. Porque tengo la certeza de que ni la muerte ni la vida (…) Romanos 8, 37-38.


Pedidos de oración


Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por el eterno descanso del alma de Anita, de Buenos Aires, Argentina, la niña de 13 años que hace unos días mencionábamos en este espacio porque había sufrido un grave accidente y que ha sido llamada a la presencia del Señor. Que María, nuestra Madre, acompañe y fortalezca a su familia y amigos con la renovada esperanza de la resurrección final y la vida eterna que Jesús nos prometió.

Pedimos oración por dos personas de Buenos Aires, Argentina, que son Carmen (salud mental) y Lorena (discernimiento y salud espiritual). Rezamos por ellas.

Pedimos oración por Felipe, niño de 10 años enfermo de cáncer y por la salud de Manuela, Carmen, Elsa, José y Luis. Todas estas personas son de Argentina.

Pedimos oración por dos personas de México: Raúl J., que vive en Veracruz y tiene un tumor en la cabeza; y Silvia V. que salió mejor en sus últimos estudios pero necesita nuestras plegarias para que siga recuperando su salud. Oramos por ellos.

Pedimos oración por Kevin G., joven de 14 años, de Bogotá, Colombia, que ayer sufrió un desmayo, luego de lo cual ha sido atendido por los médicos y presenta algunas dificultades de origen neurológico cuya naturaleza todavía no está determinada. Pedimos al Divino Niño Jesús que abogue por él en compañía de la efectiva intercesión de nuestra Madre la Virgen Santísima, que Kevin supere esta dificultad y su familia sea acompañada también por nuestra plegaria.

Pedimos oración por las personas que viven en la zona del Caribe azotada por tormentas tropicales o huracanes que han ocasionado víctimas y muchas pérdidas materiales. En especial nos llega un pedido desde Santiago de Cuba, donde nuestra lectora y amiga Idania E. nos muestra a través de una fotografía el estado en que quedó su parroquia la noche del día 24, y que es una muestra de cómo ha quedado toda la ciudad. Oramos por ellos y los acompañamos con la fuerza de la fe.


Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y enviarlos a pequesemillitas@gmail.com y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados. Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.


"Pequeñas Semillitas" por e-mail


Si lo deseas puedes recibir todos los días "Pequeñas Semillitas" por correo, más el agregado de un powerpoint. Las suscripciones son gratuitas y se realizan únicamente por invitación. Hay que solicitarlas a Melissa, la moderadora del Grupo a: picaflor05@gmail.com  o a: picaflor.cl@gmail.com  
Las inscripciones son moderadas y pueden demorar un par de días, siendo importante que no te suscribas desde una computadora de tu oficina o lugar laboral, y que sólo te inscribas si de verdad estás dispuesto/a a leer todos los días nuestros mensajes e incluso compartirlos con tus amigos y conocidos reenviándoselos por correo electrónico.
Felipe de Urca


"Intimidad Divina"

Que brille vuestra luz

Hay un apostolado común a todos: sacerdotes, religiosos, laicos, activos y contemplativos, del que podía decir San Pablo: “Sed mis imitadores, como yo lo soy de Cristo” (1 Cr 11, 1). Lo que el mundo pide a los creyentes no es tanto una doctrina abstracta, cuanto el ejemplo de un Evangelio encarnado en lo concreto de cada día, y no sólo en un sector, sino en todos los sectores de la vida. Entre los más graves errores de nuestro tiempo ha sido denunciado “el divorcio entre la fe y la vida diaria de muchos” (GS 43). Esto es ocasión de escándalo y de grave daño para el Evangelio, porque nadie está dispuesto a dar crédito a quien predica una doctrina que no vive y tal vez niega con su conducta. Escándalo y daño tanto más graves cuanto provienen de personas que, por el lugar que ocupan en la Iglesia, están obligadas más especialmente a encarnar el espíritu evangélico. De ellas podría repetirse lo que dijo Jesús de los fariseos: “…no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen” (Mt 23, 3).

Jesús enseñó a orar, ayunar y dar limosna en secreto, para que sólo el Padre celestial lo sepa y lo recompense, pero ha enseñado también a obrar de modo que las obras buenas de cada uno sirvan a los demás de aliciente al bien. “Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mt 5, 16). Si hay que guardarse de la ostentación, hay que guardarse también del respeto humano y de cualquier otro motivo egoísta que se oponga a la profesión abierta y valerosa de la fe tanto en obras como en palabras. Sólo portándose en toda circunstancia según el Evangelio, puede el cristiano ser apóstol, luz y guía de los hermanos. Jesús que declaró “Yo soy la luz del mundo” (Jn 8, 12), ha transmitido esa misión a sus discípulos afirmando: “Vosotros sois la luz del mundo” (Mt 5, 14).

Pero esto se realiza a condición de que estén íntimamente unidos a él, única Luz, y vivan sus enseñanzas con tal plenitud que se conviertan a su vez en luz. El sacerdocio de los fieles, en virtud del cual, por medio del bautismo, son incorporados al Sacerdocio de Cristo, les impone ese deber; por eso el Vaticano II insiste en que los bautizados “den testimonio por doquiera de Cristo” mediante “una vida santa” (LG 10). Les recuerda a los laicos que su profesión de vida integralmente cristiana “adquiere… una eficacia singular por el hecho de que se lleva a cabo en las condiciones comunes del mundo” (ib 35) y puede, por ello, influir en todos los estratos de la sociedad. A cuantos profesan los consejos evangélicos se les dice que su vida “proporciona al mundo y debe proporcionarle un espléndido testimonio y ejemplo de santidad” (ib 39). Se exhorta a los miembros del clero a que “abunden en todo bien espiritual”. A todos y a cada uno repite la Iglesia las palabras de Jesús: “Sois la luz del mundo… Brille así vuestra luz”.

Dios omnipotente, suplicamos tu misericordia para que no sólo nos concedas escuchar tu palabra, sino también ponerla en práctica… Destruye en nosotros lo que debe ser destruido y vivifica lo que debe ser vivificado… Concédenos, oh Dios, creer con el corazón, profesar con la boca y confirmar con las obras de tu alianza con nosotros, para que los hombres, viendo nuestras obras buenas, te glorifiquen a ti, Padre nuestro que estás en el cielo, por Jesucristo nuestro Señor, cuya es la gloria por los siglos de los siglos. (Orígenes)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.