martes, 2 de octubre de 2012

Pequeñas Semillitas 1830


PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 7 - Número 1830 ~ Martes 2 de Octubre de 2012
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Día de los Ángeles Custodios
   

Alabado sea Jesucristo…
Sé que en este momento necesitas un regalo especial que ilumine tu vida. Por eso te envió a mi ángel, para que llene de magia tus días. Solo tienes que elevar tu alma y sentir su cálida presencia. Entrégale tus lágrimas, que él las transformará en perlas. Regálale tus silencios que de ellos hará dulces melodías que entonara en el cielo.
Mi Ángel te hará un regalo… Será un dulce beso que lloverá del cielo que sentirás como una caricia de mi mano amiga. Y en sus bellas alas de seda yo te envió este beso para darte mi alegría, mi comprensión y una cálida compañía.
No estas sola, no estas solo, porque siempre estaré contigo. En tus momentos de felicidad, yo reiré contigo y en tus días de desolación yo te daré abrigo.
Los amigos son Ángeles que nos elevan en sus alas cuando no podemos volar y desistimos del vuelo. Que nos besan el alma con sus palabras de seda, que nos toman la mano para brindarnos consuelo.
Siente sus alas como te abrazan para secar tus lágrimas y darte amor, para escuchar tus palabras, para iluminar tus días, para brindarte confianza y sembrar sosiego a tu andar.
Y recuerda que este es solo un momento en que tus alas se han cerrado por una tristeza que yace en tu dulce corazón. Pero sé que mi Ángel con la dulzura de un beso pintará tu tristeza con los colores del amor.
Descansa en la serenidad de espíritu que te brinda su presencia y disfruta de tu vuelo, solo tienes que creer en ti. Y comienza a volar en los besos que llueven desde el cielo… Que son mis brazos, mis fuerzas, mi ternura y mi amistad.


La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy


Sucedió que como se iban cumpliendo los días de su asunción, Él se afirmó en su voluntad de ir a Jerusalén, y envió mensajeros delante de sí, que fueron y entraron en un pueblo de samaritanos para prepararle posada; pero no le recibieron porque tenía intención de ir a Jerusalén. Al verlo sus discípulos Santiago y Juan, dijeron: «Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?». Pero volviéndose, les reprendió; y se fueron a otro pueblo.
(Lc 9,51-56)

Comentario
Hoy, en el Evangelio, contemplamos cómo «Santiago y Juan, dijeron: ‘Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?’. Pero volviéndose, les reprendió» (Lc 9,54-55). Son defectos de los Apóstoles, que el Señor corrige.
Cuenta la historia de un aguador de la India que, en los extremos de un palo que colgaba en sus espaldas, llevaba dos vasijas: una era perfecta y la otra estaba agrietada, y perdía agua. Ésta —triste— miraba a la otra tan perfecta, y avergonzada un día dijo al amo que se sentía miserable porque a causa de sus grietas le daba sólo la mitad del agua que podía ganar con su venta. El trajinante le contestó: —Cuando volvamos a casa mira las flores que crecen a lo largo del camino. Y se fijó: eran flores bellísimas, pero viendo que volvía a perder la mitad del agua, repitió: —No sirvo, lo hago todo mal. El cargador le respondió: —¿Te has fijado en que las flores sólo crecen a tu lado del camino? Yo ya conocía tus fisuras y quise sacar a relucir el lado positivo de ellas, sembrando semilla de flores por donde pasas y regándolas puedo recoger estas flores para el altar de la Virgen María. Si no fueses como eres, no habría sido posible crear esta belleza.
Todos, de alguna manera, somos vasijas agrietadas, pero Dios conoce bien a sus hijos y nos da la posibilidad de aprovechar las fisuras-defectos para alguna cosa buena. Y así el apóstol Juan —que hoy quiere destruir—, con la corrección del Señor se convierte en el apóstol del amor en sus cartas. No se desanimó con las correcciones, sino que aprovechó el lado positivo de su carácter fogoso —el apasionamiento— para ponerlo al servicio del amor. Que nosotros también sepamos aprovechar las correcciones, las contrariedades —sufrimiento, fracaso, limitaciones— para “comenzar y recomenzar”, tal como san Josemaría definía la santidad: dóciles al Espíritu Santo para convertirnos a Dios y ser instrumentos suyos.
Rev. D. Llucià POU i Sabater (Vic, Barcelona, España)


Santoral Católico:
Los Ángeles Custodios


Dios ha asignado a cada hombre un ángel para protegerle y facilitarle el camino de la salvación mientras está en este mundo. Afirma a este respecto San Jerónimo: “Grande es la dignidad de las almas cuando cada una de ellas, desde el momento de nacer, tiene un ángel destinado para su custodia”.

En el antiguo testamento se puede observar cómo Dios se sirve de sus ángeles para proteger a los hombres de la acción del demonio, para ayudar al justo o librarlo del peligro, como cuando Elías fue alimentado por un ángel (1 Reyes 19, 5.)

En el nuevo testamento también se pueden observar muchos sucesos y ejemplos en los que se ve la misión de los ángeles: el mensaje a José para que huyera a Egipto, la liberación de Pedro en la cárcel, los ángeles que sirvieron a Jesús después de las tentaciones en el desierto.

La misión de los ángeles custodios es acompañar a cada hombre en el camino por la vida, cuidarlo en la tierra de los peligros de alma y cuerpo, protegerlo del mal y guiarlo en el difícil camino para llegar al Cielo. Se puede decir que es un compañero de viaje que siempre está al lado de cada hombre, en las buenas y en las malas. No se separa de él ni un solo momento. Está con él mientras trabaja, mientras descansa, cuando se divierte, cuando reza, cuando le pide ayuda y cuando no se la pide. No se aparta de él ni siquiera cuando pierde la gracia de Dios por el pecado. Le prestará auxilio para enfrentarse con mejor ánimo a las dificultades de la vida diaria y a las tentaciones que se presentan en la vida.

Muchas veces se piensa en el ángel de la guarda como algo infantil, pero no debía ser así, pues si pensamos que la persona crece y que con este crecimiento se tendrá que enfrentar a una vida con mayores dificultades y tentaciones, el ángel custodio resulta de gran ayuda.

Para que la relación de la persona con el ángel custodio sea eficaz, necesita hablar con él, llamarle, tratarlo como el amigo que es. Así podrá convertirse en un fiel y poderoso aliado nuestro. Debemos confiar en nuestro ángel de la guarda y pedirle ayuda, pues además de que él nos guía y nos protege, está cerquísima de Dios y le puede decir directamente lo que queremos o necesitamos. Recordemos que los ángeles no pueden conocer nuestros pensamientos y deseos íntimos si nosotros no se los hacemos saber de alguna manera, ya que sólo Dios conoce exactamente lo que hay dentro de nuestro corazón. Los ángeles sólo pueden conocer lo que queremos intuyéndolo por nuestras obras, palabras, gestos, etc.

También se les pueden pedir favores especiales a los ángeles de la guarda de otras personas para que las protejan de determinado peligro o las guíen en una situación difícil.

El culto a los ángeles de la guarda comenzó en la península Ibérica y después se propagó a otros países. Existe un libro acerca de esta devoción en Barcelona con fecha de 1494.

Actualmente se habla mucho de los ángeles: se encuentran libros de todo tipo que tratan este tema; se venden “angelitos” de oro, plata o cuarzo; las personas se los cuelgan al cuello y comentan su importancia y sus nombres. Hay que tener cuidado al comprar estos materiales, pues muchas veces dan a los ángeles atribuciones que no le corresponden y los elevan a un lugar de semi-dioses, los convierten en “amuletos” que hacen caer en la idolatría, o crean confusiones entre las inspiraciones del Espíritu Santo y los consejos de los ángeles.

Es verdad que los ángeles son muy importantes en la Iglesia y en la vida de todo católico, pero son criaturas de Dios, por lo que no se les puede igualar a Dios ni adorarlos como si fueran dioses. No son lo único que nos puede acercar a Dios ni podemos reducir toda la enseñanza de la Iglesia a éstos. No hay que olvidar los mandamientos de Dios, los mandamientos de la Iglesia, los sacramentos, la oración, y otros medios que nos ayudan a vivir cerca de Dios.

Se puede ampliar el tema de los Ángeles haciendo clic acá.

Fuente: Catholic.net


La frase de hoy

“No vemos a los ángeles;
pero en las avenidas oscuras de la angustia,
se acercan y nos llaman.
¡Se parecen a ellos las personas queridas
y no son sino ángeles los seres que nos aman!”

Almafuerte


Tema del día:
Humanos de un ala


Un día un ángel se arrodilló a los pies de Dios y habló: "Señor, visité toda tu creación. Estuve en todos los lugares. Vi que eres parte de todas las cosas. Y por eso vine hasta Ti Señor para tratar de entender. ¿Por qué cada una de las personas sobre la tierra tiene apenas un ala? Los ángeles tenemos dos. Podemos ir hasta el Amor que el Señor representa siempre que lo deseamos. Podemos volar hacia la libertad siempre que querramos. Pero los humanos con su única ala no pueden volar. No podrán volar con apenas un ala.

"Dios respondió: "Sí, ya se eso". "Sé que hice a los humanos solamente con un ala..."

Intrigado el ángel quería entender y preguntó: " ¿Pero, por qué el Señor dio a los hombres solamente un ala cuando son necesarias dos alas para que puedan volar?"

Sin prisa, Dios respondió: "Ellos sí pueden volar, mi ángel. Di a los humanos una sola ala para que ellos pudiesen volar más y mejor que nuestros Arcángeles... Para volar, mi pequeño amigo, tú precisas de tus dos alas. Y aunque libre, tú estas solo. Mas los humanos... Los humanos con su única a la precisarán siempre dar las manos a alguien a fin de tener sus dos alas. Cada uno ha de tener un par de alas. Cada uno ha de buscar su segunda ala en alguien, "en algún lugar del mundo", para que se complete su par. Así todos aprenderán a respetarse y a no quebrar la única ala de la otra persona

Porque pueden estar acabando con su oportunidad de volar. Así mi ángel, ellos aprenderán a amar verdaderamente a la otra persona. Aprenderán que solamente permitiéndose amar, ellos podrán volar. Tocando el corazón de otra persona, ellos podrán encontrar el ala que les falta y podrán finalmente volar. "Solamente a través del amor podrán llegar hasta donde estoy... Así como lo haces Tú, mi ángel. "Ellos nunca, nunca estarán solos al volar."

Oscar Rene Mendoza Vizcaino


Pensamientos sanadores


Pide al Señor que lluevan sus gracias sobre la tierra

Debemos ensanchar nuestra oración diaria, dejando que el Señor la colme de su creatividad, para que por medio de ella, él pueda tocar la mayor cantidad posible de vidas.
Así como Dios dejó que el hombre pusiera nombre a todas las creaturas, también te da a ti la autoridad para pedir bendición sobre toda creatura en esta tierra.
Por lo demás, así como el agua bendita limpia y purifica, pidámosle al Señor que bendiga las nubes del cielo para que la próxima lluvia purifique y limpie nuestra ciudad de todo mal, y a todos los que en ella habitamos.
En nuestro pueblo y ciudades existen lugares donde hay tanto dolor, tanto mal, tanto crimen, tanta estafa, tanta corrupción.
Si todos los cristianos nos unimos y pedimos a Dios que llueva su gracia desde lo Alto, él realizaría algo impresionante.

Destilen, cielos, desde lo alto y que las nubes derramen su justicia. ¡Que se abra la tierra y produzca la salvación, y que también haga germinar la justicia! Yo, el Señor, he creado todo esto. Isaías 45, 8.


Pedidos de oración


Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por Yanina L., de 33 años de edad, de San Lorenzo, Santa Fe, Argentina, que ha tenido un accidente automovilístico con lesión en columna cervical, por lo que rogamos al Señor que la ayude a recuperarse en plenitud y sin secuelas.

Pedimos oración por Katia, 43 años, de Canadá, que este viernes será operada de un pie por segunda vez, para que el Buen Jesús ayude a que todo sea favorable en su evolución.

Pedimos oración para Silvia S. que vive en Santa Fe, Argentina y está con una obstrucción intestinal. Pedimos a la Santísima Virgen que interceda por ella ante Jesús para su pronta recuperación.

Pedimos oración por Elda, de Buenos Aires, Argentina, a quien hoy realizarán una punción de tiroides para biopsia. Además, hace un tiempo, está dolorida por una lumbalgia persistente. Que su Ángel Custodio la acompañe y que Jesús Misericordioso la toque con su mano para conseguir su sanación.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y enviarlos a pequesemillitas@gmail.com y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados. Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.


"Intimidad Divina"

Espíritu de fortaleza

El Espíritu Santo, al mismo tiempo que instruye al cristiano sobre sus deberes de hijo de Dios, le da también fuerza para cumplirlos. “Recibirás la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros mis testigos” (He 1, 8), dijo Jesús a sus discípulos momentos antes de subir al cielo. No se trata de la virtud de la fortaleza otorgada al bautizado junto con las demás virtudes infusas, sino de un don particular del Espíritu Santo que supera el modo humano de obrar, sobrepujando las limitaciones y debilidades que persisten aun en el hombre más virtuoso. Después de Pentecostés los Apóstoles, revestidos de este don, aparecieron completamente transformados. Si, cuando la captura de Jesús habían huido y después de su muerte se habían encerrado en casa “por miedo a los judíos” (Jn 20, 19), recibiendo el Espíritu Santo se presentaron al pueblo y sin temor alguno comenzaron la predicación. La fuerza del Espíritu Santo obraba en ellos.

San Pablo pide a Dios que los creyentes sean “robustecidos por la acción de su Espíritu en el hombre interior” (Ef 3, 16). El hombre interior es el hombre nuevo regenerado por el bautismo, debe crecer y desarrollarse, y como su nacimiento fue por virtud del Espíritu Santo, así su crecimiento se efectúa por su poder. El hombre interior debe ser “robustecido”, fortalecido, y corroborado por el Espíritu para alcanzar la edad perfecta, la “estatura de la plenitud de Cristo” (Ef 4, 13). Toda la acción del Espíritu Santo mira, en efecto, a plasmar al cristiano perfecto, al hijo adoptivo de Dios, conforme “a la imagen de su Hijo… primogénito entre muchos hermanos” (Rm 8, 29). Es necesario, por eso, que el creyente se deje asir y poseer por el Espíritu, que se deje formar y reformar según su beneplácito. El mismo Espíritu le dará la fuerza de decir siempre sí a sus inspiraciones y seguir de continuo sus llamamientos.

Hace falta coraje para ser fiel a toda costa a la ley de Dios y para soportar valerosamente todas las tribulaciones de la vida, y hace falta más aún para secundar esa acción interior del Paráclito y no retroceder ante las pruebas con que él purifica y robustece a los que en él se confían. Es un maestro dulce y suave, pero también exigente, porque no puede llevar al cristiano a la plena conformidad con Cristo, sin hacerlo pasar por el camino de la cruz y sin pedirlo todo. Justamente es en este campo donde el hombre espiritual experimenta su flaqueza: intuye lo que Dios quiere de él, a veces lo ve con claridad, pero no tiene fuerza para realizarlo al menos cabalmente. Es el gran momento del hombre de buena voluntad pero inmaduro todavía. Se precisa pedir muy humildemente el auxilio del Espíritu Santo y al mismo tiempo no desistir de las tentativas personales. Los esfuerzos repetidos con constancia son una tácita pero eficaz invocación del don de fortaleza. En el momento oportuno intervendrá el Espíritu Santo con su poder para robustecer lo que es débil y pusilánime.

Oh Espíritu Santo, alma de mi alma, yo te adoro. Ilumíname, guíame, fortaléceme, consuélame, enséñame lo que debo hacer, dame tus órdenes: te prometo someterme a todo lo que desees de mí y aceptar todo lo que permitas que suceda (D. Mercier)
Oh Espíritu Santo, rompe mi rigidez interior, la inquietud y la turbación que me impide reposar en ti… Lo que tú quieres de mí es una franca, dulce, sencilla y pacífica adhesión a tu voluntad, es un dejar hacer, un estar pasivamente en tus manos como cera blanda: es un no inquietarme ni atormentarme como si todo lo que sucede no dependiese de mí sino de ti. (L. de Grandmaison)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
 
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.