PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 7 - Número 1844 ~ Martes
16 de Octubre de 2012
- AÑO DE LA FE -
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Mes del Rosario y de las
Misiones
Alabado sea
Jesucristo…
Las palabras de júbilo me recuerdan que la alegría es
parte de mi herencia espiritual. Cuando hablo con alegría reclamo mi herencia
de felicidad, paz y gozo.
Haga lo que haga, decido hacerlo con el corazón
regocijado. Sé que recibiré más alegría de la que doy, pues tal es la ley
divina: "Dad y se os dará. Una buena medida, apretada, sacudida,
rebosante, os será puesta sobre las rodillas; pues la medida que deis será la
medida que ricibiréis"
El gozo es como un río caudaloso: fluye constantemente de
Dios a través de mí, uniéndome al júbilo de la gente que me rodea. Juntos
envolvemos nuestro mundo en alegría. Dejo que la fuente de gozo fluya
libremente desde mí, a fin de ser un canal abierto para una alegría aún mayor.
A partir de esa alegría descubro que mis actividades son experiencias
significativas y que los demás son mis amigos.
Saludo cada día con el corazón pleno de júbilo.
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, un fariseo le
rogó que fuera a comer con él; entrando, pues, se puso a la mesa. Pero el
fariseo se quedó admirado viendo que había omitido las abluciones antes de
comer. Pero el Señor le dijo: «¡Bien! Vosotros, los fariseos, purificáis por
fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis llenos de rapiña y maldad.
¡Insensatos! el que hizo el exterior, ¿no hizo también el interior? Dad más
bien en limosna lo que tenéis, y así todas las cosas serán puras para
vosotros».
(Lc 11,37-41)
Comentario
Hoy, el evangelista sitúa a Jesús en un banquete: «Un
fariseo le rogó que fuera a comer con él» (Lc 11,37). ¡En buena hora tuvo tal
ocurrencia! ¡Qué cara debió poner el anfitrión cuando el invitado se saltó la
norma ritual de lavarse (que no era un precepto de la Ley, sino de la tradición
de los antiguos rabinos) y además les censuró contundentemente a él y a su
grupo social. El fariseo no acertó en el día, y el comportamiento de Jesús,
como diríamos hoy, no fue “políticamente correcto”.
Los evangelios nos muestran que al Señor le importaba
poco el “qué dirán” y lo “políticamente correcto”; por eso, pese a quien pese,
ambas cosas no deben ser norma de actuación de quien se considere cristiano.
Jesús condena claramente la actuación propia de la doble moral, la hipocresía
que busca la conveniencia o el engaño: «Vosotros, los fariseos, purificáis por
fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis llenos de rapiña y maldad»
(Lc 11,39). Como siempre, la Palabra de Dios nos interpela sobre usos y
costumbres de nuestra vida cotidiana, en la que acabamos convirtiendo en
“valores” patrañas que intentan disimular los pecados de soberbia, egoísmo y
orgullo, en un intento de “globalizar” la moral en lo políticamente correcto,
para no desentonar y no quedar marginados, sin que importe el precio a pagar,
ni como ennegrezcamos nuestra alma, pues, a fin de cuentas, todo el mundo lo
hace.
Decía san Basilio que «de nada debe huir el hombre
prudente tanto como de vivir según la opinión de los demás». Si somos testigos
de Cristo, hemos de saber que la verdad siempre es y será verdad, aunque
lluevan chuzos. Esta es nuestra misión en medio de los hombres con quienes
compartimos la vida, procurando mantenernos limpios según el modelo de hombre
que Dios nos revela en Cristo. La limpieza del espíritu pasa por encima de las
formas sociales y, si en algún momento nos surge la duda, recordemos que los
limpios de corazón verán a Dios. Que cada uno elija el objetivo de su mirada
para toda la eternidad.
Rev. D. Pedro IGLESIAS Martínez (Rubí, Barcelona, España)
Santoral Católico:
Santa Margarita María de
Alacoque
Recipiente de las
revelaciones
del Sagrado Corazón de Jesús
En la festividad de San Juan evangelista de 1673, sor
Margarita María, que tenia 25 años, estaba en adoración ante el Santísimo
Sacramento. En ese momento tuvo el privilegio particular de la primera de las
manifestaciones visibles de Jesús que se repetirían durante dos años más, todos
los primeros viernes de mes. En 1675, durante la octava del Corpus Christi,
Jesús se le manifestó con el corazón abierto, y señalando con la mano su
corazón, exclamó: “He aquí el corazón que ha amado tanto a los hombres, que no
se ha ahorrado nada, hasta extinguirse y consumarse para demostrarles su amor.
Y en reconocimiento no recibo de la mayoría sino ingratitud.”
Margarita María Alacoque, escogida por Jesús para ser la
mensajera del Sagrado Corazón, hacía un año que vestía el hábito de las monjas
de la Visitación en Paray le Monial. Había nacido el 22 de agosto de 1647 en
Verosvres, en Borgoña. Su padre, juez y notario, había muerto cuando Margarita
era todavía muy joven.
A los nueve años hizo su primera comunión y a los 22
recibió la Confirmación, a la que se preparó con una confesión general: empleó
quince días escribiendo en un cuaderno la larga lista de sus faltas para
leérselas luego al confesor. En esa ocasión añadió al nombre de Margarita el de
María. Después, habiendo vencido las últimas resistencias de la madre, que
hubiera preferido verla casada, pudo entrar al convento de la Orden de la
Visitación, fundado 60 años antes por San Francisco de Sales, ofreciéndose
desde el día de su entrada como “víctima al Corazón de Jesús.”
Las extraordinarias visiones con que fue favorecida le
causaron al principio incomprensiones y juicios negativos hasta cuando, por
disposición divina, fue puesta bajo la dirección espiritual del jesuita Santo
Claudio de la Colombière. En el último periodo de su vida, elegida maestra de
novicias, tuvo el consuelo de ver difundida la devoción al Corazón de Jesús, y
los mismos opositores de un tiempo se convirtieron en fervorosos
propagandistas. Murió a los 43 años de edad, el 17 de octubre de 1690.
Si quieres saber más de la vida de Margarita María de
Alacoque consulta acá.
Fuente: Catholic.net
Tema del día:
A 50 años del Concilio
Vaticano II
Papa Benedicto XVI lanzó este jueves un "Año de la
Fe" coincidiendo con el 50 aniversario del histórico Concilio Vaticano II,
que modernizó la Iglesia católica, e invitó a los mil 200 millones de católicos
del mundo a recuperar la "tensión positiva" de entonces.
En la plaza San Pedro, con un tiempo radiante de otoño,
una larga procesión compuesta por cientos de obispos provenientes del mundo
entero salió por la Puerta de Bronce, situada a la derecha de la basílica, en
una procesión similar a la que se vivió del 11 de octubre de 1962, cuando
empezó el histórico Concilio Vaticano II.
Al acercarse al altar en la explanada, los obispos
tomaron sus mitras en la mano, llevando únicamente bonetes rojos (cardenales) o
púrpuras (obispos), y un coro cantó un himno compuesto especialmente para el
"Año de la Fe".
Catorce de los 70 padres que participaron en el Concilio
Vaticano II (1962-65), entre ellos monseñor Leonardo Felice, de 97 años, ex
arzobispo de Cerreto (Italia), estaban en la procesión.
El Papa Benedicto XVI, que llevaba una casulla verde, al
igual que los obispos, se dirigió al altar para hablar a la multitud. Según
Juan Pablo II, fallecido en 2005, y Benedicto XVI, su sucesor, ese Concilio, el
21º en dos mil años, sigue siendo "la brújula" de la Iglesia para el
siglo XXI.
El Papa aprovechó el lanzamiento del "Año de la
Fe" para hacer este jueves un llamamiento a los católicos para que se
inspiren de los documentos del Concilio Vaticano II, "una expresión
luminosa de la fe" y para que recuperan la "tensión positiva" de
entonces. Lamentó sin embargo el "desierto" que atraviesa la fe en
algunos países pero aseguró que "también en el desierto se puede volver a
descubrir el valor de lo que es esencial para vivir".
Este jueves está prevista también una procesión con
antorchas organizada por la Acción Católica Italiana, que recuerda a la que
tuvo lugar hace 50 años, cuando miles de fieles caminaron de noche hasta llegar
bajo las ventanas del Papa Juan XXIII.
El Papa italiano, conocido por su sencillez, saludó
entonces a la multitud, en ese primer día de Concilio, con un discurso ahora
histórico conocido como "de la luna", que suscitó un entusiasmo
considerable en una Iglesia a menudo rígida. "El mundo entero está reunido
aquí. Parece que la propia luna se apresuró esta noche para ver este
espectáculo (...) Mi persona no cuenta: es un hermano que os habla", dijo
Juan XXII ante los fieles en medio de aplausos.
Aquel 11 de octubre de 1962 se abrían las sesiones del
Concilio Ecuménico de la Iglesia Católica de nuestro tiempo. Al decir de Juan
XXIII, su inspirador y propulsor, “se abrían las ventanas de la Iglesia a fin
de que entrara un nuevo aire desde el exterior que posibilitara una oxigenación
y una renovación”.
Germinaban, también, las ansias y las esperanzas de
muchos católicos (teólogos, biblistas, pastoralistas y laicos) que desde muchos
años antes venían trabajando por una renovación en las estructuras bíblicas, de
operatividad e institucionales de la Iglesia.
Los Acuerdos (Documentos) del Vaticano II sobre la
constitución interna de la comunidad-iglesia ('Lumen Gentium') y sobre la mutua
relación entre la Iglesia y nuestro mundo ('Gaudium et Spes'), constituyen la
base sobre la que el Concilio deseaba que nuestra comunidad se oxigenara y
renovara. Iglesia comunidad de creyentes que ofrece la vida y el testimonio de
Jesucristo, e Iglesia que dialoga con las realidades de su tiempo y ofrece su
servicio a las gentes de hoy. Esos Documentos vuelven a las raíces de las
vivencias de las primeras comunidades cristianas, a la vez que indican senderos
operativos para hacer presente, hoy, en nuestra cultura, el “camino de Jesús”.
Es del caso preguntarse en qué medida aquellas
propuestas, deseos y esperanzas se han hecho realidad. Cuando miramos la vida
de la Iglesia y los desafíos para la evangelización en los tiempos presentes,
caemos en la cuenta de que hay temas que recién están empezando a estrenarse y
otros que podrían desaparecer a causa de retrocesos y olvidos de lo querido y
propuesto por el Concilio.
Que el Señor ilumine a su Iglesia para que viva en ella
el espíritu del Concilio Vaticano II del que recordamos los 50 años de su
inicio.
Material de internet
La frase de hoy
“Oh María, Madre de Jesús y Madre nuestra, hemos venido
aquí esta mañana para invocaros como primera estrella del Concilio que va a
comenzar; como luz propicia en nuestro camino que se dirige confiado a la gran
asamblea ecuménica que es universal expectación. Hoy una vez más y en nombre de
todo el episcopado, os pedimos dulcísima Madre llamada Auxilium Episcoporum para nosotros, obispo de Roma, y para todos
los obispos del mundo, que nos alcancéis la gracia de entrar en el aula
conciliar de la Basílica de San Pedro como entraron en el cenáculo los
apóstoles y los primeros discípulos de Jesús: un solo corazón, un único latido
de amor a Cristo y a las almas, un solo propósito de vivir e inmolarnos por la
salvación de los pueblos y de cada uno de los hombres”
Beato Juan XXIII
11-Oct-1962
Pensamientos sanadores
La irrealidad
La fantasía genuina es una rama que parte del árbol de la
creatividad, la cual es fundamental para crecer y desarrollar las diversas
áreas de la vida.
Sin embargo, cuando se rompe el equilibrio interior, la
fantasía se vuelve en contra de la persona, a tal punto que algunos se separan
tanto de la realidad que se sienten literalmente desconectados del mundo que
los rodea, o ven las situaciones cotidianas totalmente distorsionadas e
irreales.
Pero cuando estas personas llegan a reconocer su problema
y se dejan ayudar, van recibiendo de Dios la capacidad para reconectarse
progresivamente de modo sensible y objetivo con su entorno y logran un
equilibrio que les permite desarrollar su vida, con su mirada puesta en las cosas
del cielo, pero también con los pies puestos en la tierra.
Jesús le preguntó
(al ciego): “¿Qué quieres que haga por ti?”. Él le respondió: “Maestro, que yo
pueda ver”. Jesús le dijo: “Vete, tu fe te ha salvado”. Enseguida empezó a ver
y lo siguió por el camino. Marcos 10, 51-52.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa
Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el
cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno,
así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu
Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos
políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de
las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos especial oración por Waldo, que vive en Santiago
de Chile, que manifiesta estar viviendo momentos de mucha necesidad, de
aflicción, de enorme sufrimiento y adversidad. Probablemente el dolor más
grande que un ser humano puede enfrentar, por todo lo cual se siente muy
descorazonado. Necesita oración abundante y generosa de todos los lectores de
esta página, por él y por su pequeño hijo. Ruego que todos nos sumemos pidiendo
a Jesús y a la Santísima Virgen por este querido hermano nuestro.
Pedimos oración por una intención especial de nuestra
lectora Stella, de Colombia. Por la iluminación y sanación espiritual de
algunas familias, que no vamos a nombrar, pero Jesús bien conoce y estamos
seguros que obrará sobre ellas con su misericordia infinita.
Pedimos oración por Danilo H. A., de Guatemala, que tiene
4 hijos, por desintegración de su hogar desde hace 8 años se volvió alcohólico,
deja de beber unos días y vuelve como con más fuerza y dura hasta dos meses
bebiendo. Ha estado internado pero no se ha recuperado. Por eso rogamos al
Señor que entre en su corazón y lo sane de esta enfermedad para que pueda ser
un hombre de bien en la sociedad y recupere su familia.
Pedimos oración por el alma de Félix Antenor, de Lima,
Perú, de quien mañana se cumplen 15 años de su partida a la cas del Padre
celestial.
Pedimos oración por Otto, de República Dominicana, hombre
joven de 36 años, quien presenta una posible anomalía en su glándula tiroidea,
por lo que será sometido a diversos estudios a fin de un diagnóstico más
preciso. Rogando al buen Jesús que lo acompañe y le dé la confianza en fe de
que todo será para bien.
Pedimos oración por Ralph M., que vive en la ciudad de
Guatemala y quien sufre de cáncer y se encuentra sumamente delicado de su
salud, para que Dios le conceda la paz y reconciliación espiritual y la
fortaleza para tolerar los dolores y molestias que sufre en esta etapa de su
vida. Igualmente pedimos a Nuestro Señor Jesucristo que le conceda a su familia
el consuelo y fortaleza para aceptar las decisiones del Padre Eterno.
Pedimos oración por Carlos, de Buenos Aires, que hoy será
operado de cataratas, para que por la intercesión de Santa Lucía, patrona de la
vista, reciba la gracia de recuperarse bien y pronto.
Pedimos oración por la salud de Carina, de San Rafael,
Mendoza, que ha sufrido un accidente cerebro vascular. Que María Santísima la
proteja y Jesús esté con ella para que pueda sanarse.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo
ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible
dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no
publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la
solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y
enviarlos a pequesemillitas@gmail.com
y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan
sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se
reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el
correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados.
Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.
"Intimidad Divina"
Miembros los unos de los otros
“La vocación cristiana –enseña el Vaticano II– es también
por su naturaleza vocación al apostolado” (AA 2). Por el mero hecho de quedar
por el bautismo constituido miembro de la Iglesia, el cristiano está llamado a
colaborar al bien y desarrollo de ella. “Así como en el conjunto de un cuerpo
vivo no hay miembros que se comportan de forma meramente pasiva, sino que todos
participan en la actividad vital del cuerpo, de igual manera en el Cuerpo
místico de Cristo, que es la Iglesia todo el cuerpo crece según la operación
propia de cada uno de sus miembros” (Ef 4, 16). Cada miembro vive por la vida
que recibe del cuerpo a que pertenece, y, compartiendo la vida, comparte
también necesariamente su actividad. Un miembro totalmente pasivo estaría
paralizado o muerto. Este proceso que tiene lugar mecánicamente en los miembros
de un cuerpo físico, como es el cuerpo humano, debe realizarse de modo
consciente y responsable en cada bautizado, miembro vivo del Cuerpo místico de
Cristo.
Todos los creyentes “congregados en el Pueblo de Dios e
integrados en el único Cuerpo de Cristo bajo una sola Cabeza, cualesquiera que
sean, están llamados a contribuir con todas sus fuerzas… al crecimiento de la Iglesia
y a su continua santificación. El apostolado… es, pues, participación en la
misma misión salvífica de la Iglesia, apostolado al que todos están destinados
por el Señor mismo, en virtud del bautismo y de la confirmación” (LG 33). Es
claro que cada cual será apóstol según los dones recibidos de Dios y su
vocación personal, pero deben serlo todos, porque en el bautismo y en la
confirmación todos recibieron una verdadera investidura apostólica y con ella
la caridad “que es alma de todo apostolado”. Las formas y responsabilidades
particulares serán diferentes para los Obispos, sacerdotes, personas
consagradas a Dios, padres o simples cristianos; pero todos son apóstoles,
porque todos indistintamente han sido asumidos e insertos por Cristo como
miembros vivos de su Cuerpo místico.
Ningún cristiano puede desinteresarse de la salvación de
los hermanos, pues “siendo muchos, no formamos más que un solo cuerpo, siendo,
cada uno, por su parte, los unos miembros de los otros” (Rm 12, 5), por eso el
bien de uno es bien de todos. Cristo ha unido a los bautizados en la
solidaridad de su amor y ha fundado la Iglesia como comunión de caridad, en la
que cada uno debe colaborar al bien recíproco. El, único Salvador, tiene el
poder de salvar y santificar directamente a todos los hombres, sin la ayuda de
nadie; sin embargo, en línea ordinaria lo quiere hacer por medio de sus
miembros. “Misterio tremendo y nunca bastante meditado; que la salvación de
muchos dependa de las oraciones y mortificaciones voluntarias emprendidas por
los miembros del Cuerpo místico de Jesucristo y de la cooperación de los
Pastores y de los fieles” (Pío XII, Myst. Corp.). Es el misterio de la comunión
de los santos, comunión de gracia y de caridad porque es comunión de vida en
Cristo.
Señor, tú sabes por
qué grito a ti con confianza casi audaz, porque eres tú quien, inspirándome
compasión y amor, me apremias a elevar mis voces a tu trono… Veo las almas
perdidas de innumerables pecadores, y, al verlo, se me destroza, o más bien… se
me dilata el corazón, y así, vencida por la compasión, no puedo menos de llorar
su miseria, como si me viese semejante a ellas, manchada con el fango de sus
culpas… Señor, tú en el curso de tu vida mortal, llevaste el peso de dos
cruces, llevando sobre tu espalda la suma pesada de nuestros pecados; así, para
que yo fuese perfectamente semejante a ti, me cargaste con dos cruces: una me
abate con las enfermedades y demás angustias del cuerpo, la otra me traspasa el
alma dolorida por la perdición y ceguera de tantos miserables pecadores
obstinados. Te ofrezco mi vida, Señor, ahora y para siempre, cuando a ti te
plazca; la entrego para gloria tuya, rogándote humildemente, por la virtud de
tu pasión, que limpies y purifiques de todo defecto… a la Iglesia, tu Esposa… y
no tardes más. (Santa Catalina de Siena, Oraciones y Elevaciones).
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.
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