viernes, 13 de febrero de 2015

Pequeñas Semillitas 2600

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 10 - Número 2600 ~ Viernes 13 de Febrero de 2015
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Nosotros no caemos en la cuenta de ello, pero cada vez que nos vamos a confesar con el sacerdote, si hacemos una buena y sincera confesión, salimos nuevos del confesionario, de modo que volvemos a empezar otra vez, limpios de toda mancha.
Recordemos esto para ir más frecuentemente a confesarnos, porque la confesión no sólo nos borra los pecados, sino que nos da fuerzas para dejar de cometerlos, y nos va curando las heridas que esos mismos pecados dejaron en nosotros.
Pero no hagamos como los niños que se rascan en la lastimadura que le pica, porque corremos el peligro de que se infecte la herida y vuelva a sangrar. Tampoco nosotros estemos recordando el pasado, lo que hicimos de malo, dando vueltas y revueltas al asunto, porque eso nos hace mal y no nos deja vivir bien el presente, que es el tiempo que Dios nos regala para que seamos santos.
Recordemos que en cada confesión Dios destruye, aniquila nuestro pecado. ¿Entonces por qué seguimos torturándonos con lo que hemos hecho, si ya Dios no lo recuerda, si ya el Señor lo ha olvidado para siempre?
Seamos astutos porque detrás de estas rememoraciones de los pecados pasados se esconde el demonio, que no quiere vernos en paz, ni felices, y por ello nos tortura con el pasado. No le prestemos oídos y vivamos felices el momento presente.
www.santisimavirgen.com.ar

¡Buenos días!

Los dos burros
La incomprensión entre las personas es una falta común. Entre los mismos miembros de la familia, en las asociaciones apostólicas y grupos humanos sucede lo que la Reina de la Paz señaló en un mensaje: “Hijitos, oren y no permitan que Satanás actúe en sus vidas con malentendidos, incomprensiones y faltas de aceptación entre unos y otros”.

Iban por un camino dos burros atados por el cuello con una cuerda muy corta. A ambos lados del camino encontraron dos fardos de alfalfa fresca y verde. Cada uno tiraba hacia su lado. Pero como la cuerda era corta, ninguno de los dos llegaba a la alfalfa. Se miraron y se entendieron. Fueron los dos juntos a uno de los fardos, y después los dos al otro.

San Pablo a los colosenses los pone en guardia contra las rivalidades, envidias y discordias, obras propias del hombre carnal y terreno. Desea, por el contrario, verlos llenos de los frutos del Espíritu, a saber: amabilidad, confianza mutua, alegría y paz. Por lo tanto, vigila y ora al Espíritu Santo para que arda en tu corazón el fuego de su amor.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús se marchó de la región de Tiro y vino de nuevo, por Sidón, al mar de Galilea, atravesando la Decápolis. Le presentan un sordo que, además, hablaba con dificultad, y le ruegan imponga la mano sobre él. Él, apartándole de la gente, a solas, le metió sus dedos en los oídos y con su saliva le tocó la lengua. Y, levantando los ojos al cielo, dio un gemido, y le dijo: «Effatá», que quiere decir: "¡Ábrete!".
Se abrieron sus oídos y, al instante, se soltó la atadura de su lengua y hablaba correctamente. Jesús les mandó que a nadie se lo contaran. Pero cuanto más se lo prohibía, tanto más ellos lo publicaban. Y se maravillaban sobremanera y decían: «Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos». (Mc 7,31-37)

Comentario
Hoy, el Evangelio nos presenta un milagro de Jesús: hizo volver la escucha y destrabó la lengua a un sordo. La gente se quedó admirada y decía: «Todo lo ha hecho bien» (Mc 7,37).
Ésta es la biografía de Jesús hecha por sus contemporáneos. Una biografía corta y completa. ¿Quién es Jesús? Es aquel que todo lo ha hecho bien. En el doble sentido de la palabra: en el qué y en el cómo, en la sustancia y en la manera. Es aquel que sólo ha hecho obras buenas, y el que ha realizado bien las obras buenas, de una manera perfecta, acabada. Jesús es una persona que todo lo hace bien, porque sólo hace acciones buenas, y aquello que hace, lo deja acabado. No entrega nada a medias; y no espera a acabarlo después.
—Procura también tú dejar las cosas totalmente listas ahora: la oración; el trato con los familiares y las otras personas; el trabajo; el apostolado; la diligencia para formarte espiritual y profesionalmente; etc. Sé exigente contigo mismo, y sé también exigente, suavemente, con quienes dependen de ti. No toleres chapuzas. No gustan a Dios y molestan al prójimo. No tomes esta actitud simplemente para quedar bien, ni porque este procedimiento es el que más rinde, incluso humanamente; sino porque a Dios no le agradan las obras malas ni las obras “buenas” mal hechas. La Sagrada Escritura afirma: «Las obras de Dios son perfectas» (Dt 32,4). Y el Señor, a través de Moisés, manifiesta al Pueblo de Israel: «No ofrezcáis nada defectuoso, pues no os sería aceptado» (Lev 22,20). Pide la ayuda maternal de la Virgen María. Ella, como Jesús, también lo hizo todo bien.
San Josemaría nos ofrece el secreto para conseguirlo: «Haz lo que debas y está en lo que haces». ¿Es ésta tu manera de actuar?
Rev. D. Joan MARQUÉS i Suriñach (Vilamarí, Girona, España)

Santoral Católico:
Beato Jordán de Sajonia
Presbítero Dominico
Nació en Burgherg (Westfalia) en torno al año 1175 o 1185, hijo de los condes de Ebernstein. Estudió en la Universidad de París, y era ya maestro en artes y bachiller en teología cuando, en 1220, se encontró allí con santo Domingo. La palabra y el ejemplo del Santo lo convenció, y no tardó en vestir el hábito de los dominicos. El fundador de la Orden de Predicadores murió en agosto de 1221, y el capítulo general celebrado en París el año 1222 lo eligió como sucesor suyo al frente de la Orden. Es una de las grandes figuras de su Orden, contribuyó grandemente a su difusión y supo transmitir a la posteridad las líneas esenciales de la espiritualidad de Domingo y los rasgos que caracterizan a su familia religiosa. Fue hombre de palabra elocuente, tierno corazón y celo apasionado por llevar a todos el amor de Cristo. Peregrinó a Tierra Santa; a su regreso, la nave naufragó frente a las costas de Siria y él murió ahogado; era el 13 de febrero de 1237.
© Directorio Franciscano    

La frase de hoy

“Después de tanto caminar he aprendido algo...
Que sólo existe un idioma en el mundo, EL AMOR...
Que solo existe un lenguaje para entenderlo, EL CORAZÓN...
Que solo existe una raza, LA HUMANA...
Y que solamente hay un DIOS,
y ¡Éste está en todas partes!”

Temas Médicos:
Tabaco y adolescentes
Los adolescentes y los jóvenes son un mundo en ebullición. Los cambios físicos se unen a los cambios sociales. La psicología atraviesa numerosos conflictos a la hora de adaptarse a los nuevos horizontes y a las alternativas abiertas ante la vida de cada adolescente.

Hay dos características en los adolescentes y jóvenes que tienen un gran peso a la hora de tomar decisiones que luego pueden dejar muy marcada toda la existencia futura.

La primera se refiere a un cierto sentimiento de invulnerabilidad. Es normal que los adultos (padres, educadores) avisen y prevengan a los hijos sobre los peligros que van a encontrarse. Emborracharse, empezar a fumar, ciertas fiestas donde se vive un ambiente de desenfreno, el inicio precoz de una vida sexual descontrolada, conllevan numerosos peligros. Pero el joven, con no poca inconsciencia, piensa que a él los peligros no le van a tocar, mientras que sólo se concentra en vivir nuevas aventuras. Luego llega la hora de las sorpresas: la vida se impone con todo su realismo, a veces con la noticia de una enfermedad grave o por medio de un accidente; o, en nuestro caso, con una dependencia muy difícil de cortar.

La segunda característica es la búsqueda de identidad a través del grupo. El adolescente se siente inseguro, inestable, necesitado de apoyos. El grupo le permite en parte perderse, delegar la responsabilidad en la masa, y en parte aferrarse a quien lleva la voz cantante al orientar y “dirigir” el comportamiento de los que tienen una psicología más débil. La búsqueda de ser aceptado en el grupo, de ser considerado como “grande”, lleva muchas veces a transgresiones de normas y a aventuras más o menos peligrosas, así como al consumo de ciertas sustancias “prohibidas” o excitantes, especialmente del tabaco.

Estas dos características tienen una mayor incidencia cuando el joven se encuentra ante el mundo de las drogas, del alcohol, y del tabaco. La situación es más compleja respecto del alcohol y del tabaco por el hecho de que se trata de sustancias aceptadas normalmente en el mundo de los adultos, mientras que todavía persiste en muchos ambientes un rechazo a las drogas.

Por lo mismo, cada año miles de jóvenes son introducidos en el mundo del humo, en la dependencia (mayor o menor) del tabaco.

Las campañas basadas sólo en la información sobre los peligros del humo son muy importantes, pero no son suficientes, por lo que acabamos de decir acerca de la psicología del adolescente. Un joven de 18 años, fumador incontrolado, se reía cuando los demás le aconsejaban que dejase el tabaco. ¿Qué respondía? Que su padre, médico, también fumaba y estaba tan sano...

No faltan, es verdad, jóvenes maduros que comprenden el peligro y se apartan del cigarro. Pero la mayoría se siente bastante desprotegido, y cede con facilidad a la imitación de lo que observan en sus coetáneos.

Una campaña de prevención, por lo tanto, tiene que ir más a fondo. Interpela a toda la sociedad, desde los niveles más altos de liderazgo hasta la familia y los amigos.

A nivel general, ayuda mucho el ofrecer modelos (“ídolos”) que no fuman. Si los cantantes que arrastran a miles de adolescentes son vistos con el cigarrillo en la mano, la influencia de este gesto es enorme. Si, en cambio, en conciertos de jóvenes, en películas y programas televisivos, en los campos de juego, etc., el cigarrillo resulta prácticamente invisible, se podrá controlar mucho la imaginación más o menos consciente de los jóvenes a la hora de apreciar la atracción del humo.

A un nivel más cercano, la familia y la escuela juegan un papel decisivo. Si el padre y la madre, si los profesores y otros adultos fuman, sus consejos al hijo o al estudiante para que no entre en el mundo de la dependencia tendrán muy poco valor, serán escuchados como palabras casi huecas. Si, en cambio, los padres y educadores no fuman o, al menos, se esfuerzan por no hacerlo ante los hijos o los alumnos, sus consejos estarán acompañados por un ejemplo que ensalza en mucho el valor de las palabras.

Pero el punto central es siempre el mismo joven. Si al inicio de estas líneas subrayamos su complejo de invulnerabilidad y su dependencia del grupo, no por ello hemos de minusvalorar su libertad, su capacidad de comprensión y su apertura a los valores.

Si el adolescente no ha fumado y tiene un temperamento más independiente, basta con que haya recibido una buena información para que diga no a quienes le invitan a entrar en el mundo del tabaco. En cambio, si ya se ha acostumbrado al gusto de la nicotina, o piensa que si deja los cigarrillos empezará a engordar (una idea que pueden tener no pocas muchachas), necesitará una mayor fuerza de voluntad para cortar con aquello a lo que ya se ha iniciado. Sobre todo, necesitará convencerse de que lo que ahora hace por gusto pronto lo hará por dependencia, y entonces su libertad (el gran tesoro de cualquier joven o adulto) empezará a debilitarse bajo las cadenas de la adicción.

Con un buen conocimiento de la psicología del joven, de sus modelos y comportamientos, de los influjos que recibe, será posible hacer un trabajo más incisivo para apartarlo de la dependencia del tabaco. Quizá podrá parecer algo difícil, más cuando hay actitudes de rebeldía hacia los padres y los educadores. Pero con paciencia y afecto, las dos llaves que todo joven acoge en su corazón, podrá aceptar aquellos consejos que le damos por su bien. Vale mucho su salud, y vale mucho ese autodominio de quien se libera de cadenas que ofrecen satisfacciones pasajeras y poco saludables.
© Fernando Pascual

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración para las siguientes personas de Guatemala: Julio César G., que es ciego, de escasos recursos, se sostiene económicamente con la venta de dulces y ha sido atropellado por un auto sufriendo fractura de clavícula y cadera debiendo ser operado; por el matrimonio de José y Linda, pidiendo por su sanación y restauración; y para Fernando, lector de esta página a través de una aplicación especial pues él es ciego, tiene 58 años, es psicólogo y trabaja para el bienestar de los matrimonios y familias. Que el Señor lo ayude en su proyecto y le envíe muchas personas a las que pueda ayudar.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Unidos a María
Cuando decimos que María es el prototipo de la Iglesia, queremos decir que María está en la Iglesia, más Madre que la Iglesia, más Esposa que la Iglesia, y por la exención del pecado original, más Virgen que la Iglesia.
Esto quiere decir que María es Madre, es Esposa, es Virgen, antes de la Iglesia y para la Iglesia. Que es en ella, y sobre todo por ella que la Iglesia es Madre, Esposa es Virgen.
Es por un impulso misterioso que viene de María, es por una excelencia misteriosa que se difunde desde María, que la Iglesia puede ser a su vez realmente Madre, realmente Esposa así como realmente Virgen.
En el orden de las grandezas de la santidad, que son las grandezas supremas, María está alrededor de Cristo como la primera ola de la Iglesia, generadora de todas las demás, hasta el fin de los tiempos.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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