sábado, 7 de febrero de 2015

Pequeñas Semillitas 2594

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 10 - Número 2594 ~ Sábado 7 de Febrero de 2015
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Bondadoso Dios, abre mis oídos para que perciban tu voz en estos días, para que pueda oír tu palabra con el corazón y me deje transformar por medio de ella. Hazme sensible a los tenues impulsos a través de los cuales me hablas. Abre mi boca para que te alabe y agradezca todo lo bueno que me has hecho. A través de tu Espíritu Santo hazme capaz de levantar y animar a los demás con mis palabras; que sean palabras de amor que curen y consuelen, que creen relaciones, que reconcilien y liberen, que habrán un nuevo horizonte, que hagan que el cielo se abra sobre la indiferencia de los hombres, palabras que les hagan saber que sus vidas son valiosas y únicas. Amén.

¡Buenos días!

Terapia del elogio
Cada uno tiene sus “fortalezas” y “debilidades”. Lamentablemente sucede que la gente se especializa en detectar y, no pocas veces, agrandar las debilidades del prójimo. De aquí nace el defecto tan común de la maledicencia o murmuración. También hay quienes se distinguen por descubrir las virtudes de los demás. Esto es vital para el buen clima familiar.

Según una investigación reciente sobre las familias, resulta claro que en general hay más intolerancia, más críticas, menos cariño. Existe un gran desgaste por subrayar los defectos de los demás. Esto y la falta de elogio generan relaciones muy frágiles. Así fracasan los matrimonios, y acaban buscando en otras personas lo que no consiguen dentro de su casa. Elogia la buena actitud, la simpatía y el comportamiento de tu cónyuge y de tus hijos. Observa lo que agrada a los otros. Somos parte de una sociedad en la que uno necesita del otro, y los elogios son motivación importante en la vida de cualquiera.

¡Qué nobleza de alma tiene quien descubre y subraya en los demás lo que los honra! Ojalá tú también te distingas en rescatar en los otros ese lado bueno, simpático, agradable que todos tenemos. Es un aspecto del amor a nuestros semejantes. “La caridad es ingeniosa para encontrar siempre motivos de alabanza”, decía san Juan Bosco.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y lo que habían enseñado. Él, entonces, les dice: «Venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco». Pues los que iban y venían eran muchos, y no les quedaba tiempo ni para comer. Y se fueron en la barca, aparte, a un lugar solitario. Pero les vieron marcharse y muchos cayeron en cuenta; y fueron allá corriendo, a pie, de todas las ciudades y llegaron antes que ellos. Y al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas. (Mc 6,30-34)

Comentario
Hoy, el Evangelio nos plantea una situación, una necesidad y una paradoja que son muy actuales.
Una situación. Los Apóstoles están “estresados”: «Los que iban y venían eran muchos, y no les quedaba tiempo ni para comer» (Mc 6,30). Frecuentemente nosotros nos vemos abocados al mismo trasiego. El trabajo exige buena parte de nuestras energías; la familia, donde cada miembro quiere palpar nuestro amor; las otras actividades en las que nos hemos comprometido, que nos hacen bien y, a la vez, benefician a terceros... ¿Querer es poder? Quizá sea más razonable reconocer que no podemos todo lo que quisiéramos.
Una necesidad. El cuerpo, la cabeza y el corazón reclaman un derecho: descanso. En estos versículos tenemos un manual, frecuentemente ignorado, sobre el descanso. Ahí destaca la comunicación. Los Apóstoles «le contaron todo lo que habían hecho» (Mc 6,30). Comunicación con Dios, siguiendo el hilo de lo más profundo de nuestro corazón. Y —¡qué sorpresa!— encontramos a Dios que nos espera. Y espera encontrarnos con nuestros cansancios.
Jesús les dice: «Venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco» (Mc 6,31). ¡En el plan de Dios hay un lugar para el descanso! Es más, nuestra existencia, con todo su peso, debe descansar en Dios. Lo descubrió el inquieto Agustín: «Nos has creado para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que no descanse en ti». El reposo de Dios es creativo; no “anestésico”: toparse con su amor centra nuestro corazón y nuestros pensamientos.
Una paradoja. La escena del Evangelio acaba “mal”: los discípulos no pueden reposar. El plan de Jesús fracasa: son abordados por la gente. No han podido “desconectar”. Nosotros, con frecuencia, no podemos liberarnos de nuestras obligaciones (hijos, cónyuge, trabajo...): ¡sería como traicionarnos! Se impone encontrar a Dios en estas realidades. Si hay comunicación con Dios, si nuestro corazón descansa en Él, relativizaremos tensiones inútiles... y la realidad —desnuda de quimeras— mostrará mejor la impronta de Dios. En Él, allí, hemos de reposar.
Rev. D. David COMPTE i Verdaguer (Manlleu, Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Tobías, el Viejo
Personaje Bíblico 
Información haciendo clic acá
© Catholic.net  

La frase de hoy

"Señor Jesús que has ofrecido en la cruz tu vida por mí porque me amas. Me has amado hasta el final, incluso hasta la muerte. Tú has abierto tu corazón para que yo pueda refugiar en él mi ansiedad, mi desgarramiento, mis sentimientos de culpa. Te doy gracias por tu amor crucificado que me deja en libertad y me permite vivir. Te suplico me concedas que yo acoja de tal manera tu amor en mí, que se derrame a través de mí a las personas con las que cada día tengo contacto. Permíteme ser permeable a tu amor y experimentar en él el fundamento de mi existencia. Amén."
~Ansel Grun~

Tema del día:
La veracidad de los Evangelios
Respecto a la veracidad de los Evangelios, podrían señalarse multitud de razones. Pascal, refiriéndose al testimonio que dieron con su vida los primeros cristianos, señala un argumento muy sencillo y convincente: creo con más facilidad las historias cuyos testigos se dejan martirizar en comprobación de su testimonio.

Haber llegado a la muerte por ser fieles a las enseñanzas de los Evangelios otorga a esas personas una fuerte garantía de veracidad. Por lo menos, se conocen pocos mentirosos que hayan muerto por defender sus mentiras.

Además, es bastante llamativo, por ejemplo, que los evangelistas no callen sus propios defectos ni las reprensiones recibidas de su maestro, así como que relaten hechos embarazosos para los cristianos, que un falsificador podría haber ocultado. ¿Por qué no se han corregido, o al menos pulido un poco, los pasajes más delicados? ¿Qué razones hay, por ejemplo, para que se narre la traición y dramática muerte de Judas, uno de los doce apóstoles, elegido personalmente por Jesucristo? Ha habido muchas oportunidades -señala Vittorio Messori- para omitir ese episodio, que desde el inicio fue motivo de escarnio contra los cristianos ("¿Qué clase de profeta es este -ironizaba Celso-, que no sabe siquiera elegir a sus seguidores?"). Sin embargo, el pasaje ha llegado inalterado hasta nosotros. La única explicación razonable es que este hecho, por desgraciado que fuera, ocurrió realmente. Los evangelistas estaban obligados a respetar la verdad porque, de lo contrario -y dejando margen a otros motivos-, las falsificaciones habrían sido denunciadas por sus contemporáneos. Los cristianos fueron en aquellos tiempos objeto de burlas, se les consideró locos, pero no se puso en discusión que lo que predicaran no correspondiera a la verdad de lo que sucedió.

Además, puestos a inventar, difícilmente los evangelistas hubieran ideado episodios como la huida de los apóstoles ante la Pasión, la triple negación de Pedro, las palabras de Cristo en el Huerto de los Olivos o su exclamación en la cruz ("Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?"), sucesos que nadie habría osado escribir si no hubieran sido escrupulosamente reales, pues resultaban muy contrarios a la idea de un Mesías, victorioso y potente, tan arraigada en la mentalidad hebrea de la época. Ante contrastes de este tipo, el propio Rousseau, nada sospechoso de simpatía hacia la fe católica, solía afirmar, hablando de los Evangelios: "¿Invenciones...? Amigo, así no se inventa".

En estos dos últimos siglos se ha pretendido innumerables veces negar la veracidad de los Evangelios. Sin embargo, los avances científicos han ido evidenciando que la mayoría de esos argumentos estaban dictados por el prejuicio ideológico. Y toda esa crítica, que en algunos momentos pareció poner en crisis la fe tratando de eliminar su base histórica, ha logrado más bien, como de rebote, fortalecerla. Un gran número de sucesivos descubrimientos ha ido barriendo poco a poco toda la nube de hipótesis que se habían formado en su contra. "Hoy -asegura Lucien Certaux-, después de dos siglos de ensañamiento crítico, estamos descubriendo con sorpresa que, posiblemente, el modo más científico de leer los Evangelios es leerlos con sencillez."
© Alfonso Aguiló

Humor de niños

Una niña le estaba hablando de las ballenas a su maestra. La profesora dijo que era físicamente imposible que una ballena se tragara a un ser humano porque aunque era un mamífero muy grande su garganta era muy pequeña. La niña afirmó que Jonás había sido tragado por una ballena.
Irritada, la profesora le repitió que una ballena no podía tragarse a ningún humano; físicamente era imposible. La niña dijo:
- Cuando llegue al cielo le voy a preguntar a Jonás.
La maestra le preguntó:
- ¿Y qué pasa si Jonás se fue al infierno?
La niña le contestó:
- Entonces le pregunta usted.

En un autobús dirigiéndose hacia Acapulco se encontraba Pepito y su mamá.
Y le pregunta Pepito:
-Oye mami, ¿Cómo se llama el pueblito que pasamos?
-No lo sé, hijo.
Pasa media hora y le vuelve a preguntar:
-Mami, ¿Cómo se llama el pueblo que pasamos hace media hora?
-Que no lo sé, hijo.
Pasando veinte minutos más le hace la misma pregunta y la mamá responde:
-Que no sé, ya te dije, ¿Por qué tanta insistencia?
A lo que responde Pepito:
-Es que quiero saber cómo se llama el lugar donde se quedó mi hermanito.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

María Ángels, de Barcelona, España, pide oraciones por su problema de salud, por su familia y por Anna y Carmen, para que tengan fe. Oramos por ellos.

Pedimos oración por Luis María, de Santa Fe, Argentina, 65 años, afectado de linfoma testicular, cardiopatía severa y ahora deficiencia renal. Suplicamos a Jesús, por mediación de su Santa Madre, la gracia de la recuperación, y también fortaleza para su esposa y sus hijos.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Unidos a María
Corramos tras los perfumes de la Virgen Pura, cobijémonos bajo su manto para ser defendidos y protegidos del enemigo infernal que quiere hacer cualquier cosa para perdernos eternamente. María es el Gran Signo de que habla el Apocalipsis, pues Ella es la Mujer vestida de Sol, con la Luna bajos su pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.
Cada día debemos unirnos más a María, porque Satanás nos odia, y mucho más nos odia porque somos devotos de la Virgen, la cual lo suplantó en el puesto que él que tenía en el Cielo y que perdió por soberbia. Nuestra lucha no es contra seres de carne y sangre, sino contra los principados y las potestades infernales. Necesitamos una ayuda adecuada, que es la Santísima Virgen. Confiemos en Ella.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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