jueves, 5 de febrero de 2015

Pequeñas Semillitas 2592

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 10 - Número 2592 ~ Jueves 5 de Febrero de 2015
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Las grandes obras de arte son objetos apreciados, tanto en las colecciones privadas como en las públicas. Y las composiciones de los maestros de la música siguen siendo grandes éxitos después de cientos de años. Sin duda, en esas obras de arte se ha expresado la belleza del alma.
Por si no nos hemos percatado, ahora sepamos que cada uno de nosotros también somos una obra de arte. Más aún: somos una obra del Espíritu. Dios nos creó únicos y especiales. Nadie puede duplicarnos o reemplazarnos.
Por eso, veamos o no nuestra imagen como una obra de arte, sabemos que lo somos.  Y si no hemos pensado que quienes nos rodean pueden ser creaciones valiosas, los debemos observar otra vez. Como creación divina, toda persona encierra una belleza y un valor irreemplazables.

¡Buenos días!

Con toda el alma
“Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Graba en tu corazón estas palabras que yo te dicto hoy. Incúlcalas a tus hijos, y háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas de viaje, al acostarte y al levantarte”. Este es el mandamiento más importante y así como fue dado: “con toda el alma”. Lee ahora lo que sigue:

C. S. Lewis, novelista irlandés (1898-1963) en sus “Cartas del diablo a su sobrino”, describe admirablemente esa tentación que lleva al alma a regatear con Dios. «Háblale —aconseja el diablo veterano a su inexperto sobrino— sobre la “moderación en todas las cosas”. Una vez que consigas hacerle pensar a cualquiera que “la religión está muy bien, pero hasta cierto punto”, podrás sentirte satisfecho acerca de su alma. Una religión moderada es tan buena para nosotros como la falta absoluta de religión, y más divertida.»

¿Te das cuenta? En amar a Dios no debe haber moderación alguna, porque hay que amarlo como él se merece, con toda el alma y con todas las fuerzas. Cuando rebajamos o aguamos nuestra relación con Dios, hacemos algo tan malo como ignorarlo completamente. “La medida de amar a Dios es amarlo sin medida”. ¿Estamos? No vayas a caer en esa sutil tentación del enemigo.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús llamó a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus inmundos. Les ordenó que nada tomasen para el camino, fuera de un bastón: ni pan, ni alforja, ni calderilla en la faja; sino: «Calzados con sandalias y no vistáis dos túnicas». Y les dijo: «Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta marchar de allí. Si algún lugar no os recibe y no os escuchan, marchaos de allí sacudiendo el polvo de la planta de vuestros pies, en testimonio contra ellos». Y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran; expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban. (Mc 6,7-13)

Comentario
Hoy, el Evangelio relata la primera de las misiones apostólicas. Cristo envía a los Doce a predicar, a curar todo tipo de enfermos y a preparar los caminos de la salvación definitiva. Ésta es la misión de la Iglesia, y también la de cada cristiano. El Concilio Vaticano II afirmó que «la vocación cristiana implica como tal la vocación al apostolado. Ningún miembro tiene una función pasiva. Por tanto, quien no se esforzara por el crecimiento del cuerpo sería, por ello mismo, inútil para toda la Iglesia como también para sí mismo»
El mundo actual necesita —como decía Gustave Thibon— un “suplemento de alma” para poderlo regenerar. Sólo Cristo con su doctrina es medicina para las enfermedades de todo el mundo. Éste tiene sus crisis. No se trata solamente de una parcial crisis moral, o de valores humanos: es una crisis de todo el conjunto. Y el término más preciso para definirla es el de una “crisis de alma”.
Los cristianos con la gracia y la doctrina de Jesús, nos encontramos en medio de las estructuras temporales para vivificarlas y ordenarlas hacia el Creador: «Que el mundo, por la predicación de la Iglesia, escuchando pueda creer, creyendo pueda esperar, y esperando pueda amar» (san Agustín). El cristiano no puede huir de este mundo. Tal como escribía Bernanos: «Nos has lanzado en medio de la masa, en medio de la multitud como levadura; reconquistaremos, palmo a palmo, el universo que el pecado nos ha arrebatado; Señor, te lo devolveremos tal como lo recibimos aquella primera mañana de los días, en todo su orden y en toda su santidad».
Uno de los secretos está en amar al mundo con toda el alma y vivir con amor la misión encomendada por Cristo a los Apóstoles y a todos nosotros. Con palabras de san Josemaría, «el apostolado es amor de Dios, que se desborda, con entrega de uno mismo a los otros (...). Y el afán de apostolado es la manifestación exacta, adecuada, necesaria, de la vida interior». Éste ha de ser nuestro testimonio cotidiano en medio de los hombres y a lo largo de todas las épocas.
+ Rev. D. Josep VALL i Mundó (Barcelona, España)

Santoral Católico:
Santa Águeda
Virgen y Mártir
Es una de las más famosas vírgenes y mártires de la antigüedad cristiana, y su nombre fue incluido en el canon romano de la misa. Nació en Catania o Palermo hacia el año 230, de padres cristianos, nobles y ricos. En su juventud consagró su virginidad al Señor. Durante la persecución de Decio, Quinciano, gobernador de la isla de Sicilia, sometió a Águeda a los más crueles y vejatorios tormentos porque se negó ella a las pretensiones amorosas de él, no quiso sacrificar a los dioses y se mantuvo firme en su fe cristiana. Según cuenta la tradición, Quinciano, despechado y furioso, ordenó que le cortaran los pechos; sobrevivió ella milagrosamente. Por fin, condenada a la hoguera, murió virgen y mártir en Catania el 5 de febrero del año 251.
Oración: Te rogamos, Señor, que la virgen santa Águeda nos alcance tu perdón, pues ella fue agradable a tus ojos por la fortaleza que mostró en su martirio y por el mérito de su castidad. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano    

La frase de hoy

“Si vienes, por ejemplo... a las cuatro de la tarde, 
comenzaré a ser feliz desde las tres”
~Antoine de Saint Exupéry~

Historias:
Los caminos de Dios
En el mes de agosto de 2001, Moshe (nombre ficticio), un exitoso empresario de Nueva York, viajó por negocios a Israel.

El jueves 9, entre una reunión y otra, el empresario aprovechó para comer algo en una pizzería de la esquina, en el centro de Jerusalén. El lugar estaba llenísimo. Moshe se dio cuenta que iba a tener que esperar mucho en una gran fila, si quisiese comer algo, pero realmente no tenía tanto tiempo. Indeciso e impaciente, se acercó al mostrador esperando un milagro. Viendo la angustia del extranjero, un israelí le ofreció pasar primero que él. Muy agradecido, Moshe aceptó. Hizo su pedido, comió rápidamente y se dirigió a su próxima reunión.

Menos de 2 minutos después de haber salido, oyó un ruido terrible. Asustado, le pregunto a un muchacho que venía por el mismo camino que él, qué había pasado. Le dijo que un hombre bomba había detonado una bomba en la pizzería Sbarros.

Moshe se puso blanco. Por apenas 2 minutos, escapó del atentado. Inmediatamente se acordó del israelí que le ofreció su lugar en la fila. Seguramente todavía estaba en la pizzería. Aquel hombre salvó su vida y ahora podría estar muerto. Asustado, corrió para el local del atentado para ver si aquel hombre necesitaba ayuda. Pero encontró un caos total.

Los terroristas habían colocado muchos clavos en la bomba para aumentar su poder destructivo. Además del terrorista de 23 años, otras 18 personas murieron, entre ellas 6 chicos. Otras 90 estaban heridas, algunas gravemente. Las sillas de la pizzería estaban desparramadas por la calle, las personas gritaban y lloraban y algunas trataban de ayudar. Policías y voluntarios socorrían a todos los heridos. Un dispositivo adicional ya estaba siendo desarmado por el ejército...

Moshe busco a su salvador entre los ruidos de las sirenas, pero no consiguió encontrarlo. Decidió que intentaría por todos los medios saber lo que ocurrió con su salvador. Estaba vivo gracias a él y necesitaba saber si estaba vivo o no, para ayudarlo y sobre todo, agradecerle por su vida. Su gratitud hizo que se olvidara de la reunión que tenía. Comenzó a recorrer los hospitales, y finalmente lo encontró herido pero fuera de peligro.

Conversó con el hijo de este israelí que ya estaba al lado de su padre y le contó lo que había ocurrido. Le dijo que le debía su vida, por eso podían contar con él para cualquier ayuda que necesitasen. Le dejo su tarjeta personal e insistió que le avisaran en caso de que precisen algo.

Un mes después, Moshe recibe un llamado de este muchacho en Nueva York, diciendo que su padre necesita hacerse una operación de emergencia y según el médico, el mejor hospital para ese tipo de cirugía estaba en Boston. Moshe no lo pensó 2 veces y organizó todo para que pudiera ser operarlo en pocos días. Además, insistió en ir a recibirlo y acompañarlo hasta Boston personalmente. Tal vez otra persona no hubiese hecho tanto, pero Moshe se sentía en la obligación de devolver el gran favor.

Ese martes por la mañana, Moshe dejó de ir a trabajar para viajar a Boston y recibir a su amigo. Por lo tanto... ese día 11 de setiembre de 2001 a las 9 de la mañana no estuvo en su oficina del piso 101 de las Torres Gemelas.

¿Cómo lo ves? No son coincidencias ni casualidades las que nos pasan, son los caminos que Dios nos indica.
-Relatado por el Rabino Issocher Frand-

Nuevo vídeo y artículo

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Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por las siguientes personas de México: Eduardo R. R., que será operado en Phoenix por tercera vez de un tumor cerebral; Ana Elena A., de Morelia, complicada luego de una cirugía de columna; y Ana Claudia C., de Torreón, a quien mañana operan de un tumor cerebral. Que Nuestra Señora de Guadalupe interceda ante Jesús por la salud de todos ellos. Amén.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Unidos a María
El Infierno tiembla ante María. El demonio tiene más terror de un suspiro de María, que de los rayos de la ira divina. Porque para el diablo es mayor humillación el haber sido vencido por una débil doncella, muy inferior a él en naturaleza, y tiene terror de la Virgen.
Siendo esto así, no sé cómo todavía nosotros no nos unimos más a María y la llamamos en nuestro auxilio más a menudo, pues si lo hiciéramos no caeríamos tan miserablemente en los pecados que solemos caer.
Unidos a María estaremos a salvo de Satanás y de todos sus demonios, que no podrán hacernos ningún mal, porque bajo el manto de la Virgen estamos más seguros que los pollitos bajo las alas de la gallina.
Si sabemos que Dios es Fiel, también sabemos que María, después de Dios, es la persona más fiel, y lo que promete lo cumple. Si Ella ha prometido socorrernos si la invocamos, entonces no seamos perezosos y llamemos a María en nuestra ayuda, porque antes fallarán el cielo y la tierra, antes que se pueda decir que María abandonó al poder del Mal a uno de sus hijos que la invocó.
Si entendiéramos un poco más lo que es María, quién es María, qué poder tiene, no andaríamos por la vida con tristeza en el alma ni desanimados por nada, sino siempre caminando valientemente con el corazón alegre, porque conociendo a María, conviviendo con Ella, no se puede ser infeliz ni en este mundo ni en el venidero.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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