viernes, 6 de febrero de 2015

Pequeñas Semillitas 2593

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 10 - Número 2593 ~ Viernes 6 de Febrero de 2015
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Nunca entregues un libro a quien no sabe leer...
Nunca entregues tu amor a quien no sabe amar...
¿Qué hace alguien con un libro si no sabe leer? Probablemente lo ignorará, lo destruirá, lo usará para cualquier cosa menos para leerlo, se le quedará empolvado en un rincón, rotas sus páginas, o simplemente lo abandonará sin prestarle ninguna atención.
Igual pasaría si entregas tu amor a alguien que no te valora, o que no sabe amar... Tu corazón quedará lastimado, abandonado, dañado e ignorado. Tus "hojas" quedarán rasgadas, maltratadas y tu autoestima quedará afectada. Piénsalo, elige en tu vida a quien te valora y realmente sabe amar
© Oly Sawyer

¡Buenos días!

Comparte tus dones
Existe una inmensa alegría en poder alegrar a otros a pesar de nuestra propia situación. La aflicción compartida disminuye la tristeza, pero cuando la alegría es compartida, se duplica. Si deseas sentirte feliz y realizado, basta compartir tus bendiciones, especialmente ésas que no se pueden comprar con dinero.

Si tienes un regalo, no lo ocultes. Si tienes una canción, cántala. Si tienes talento, ejercítalo. Si tienes amor, bríndalo. Si tienes tristeza, sopórtala. Si tienes felicidad, compártela. Si tienes religión, vive y obra según ella. Si tienes una oración, dila a los cielos. Si tienes una palabra dulce, no la retengas. Porque: todos tenemos regalos que podemos dar. Todos tenemos canciones que podemos cantar. Todos tenemos palabras melodiosas que podemos decir. Todos tenemos plegarias que podemos orar. Todos tenemos amor y alegría que podemos dar. Todos tenemos una vida feliz por vivir. Repartamos por el mundo lo que Dios nos dio para compartirlo generosamente.

Antes de buscar el beneficio personal, pregúntate, ¿qué puedo compartir hoy? En lugar de querer poseer empezarás a donar, guiado por el deseo de ayudar a satisfacer las necesidades de los otros. Cada uno tiene algo para compartir. Dinero, talento, tiempo o una simple oración. La generosidad nos pone en sintonía con nuestra semejanza divina. Ánimo, inténtalo.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, se había hecho notorio el nombre de Jesús y llegó esto a noticia del rey Herodes. Algunos decían: «Juan el Bautista ha resucitado de entre los muertos y por eso actúan en él fuerzas milagrosas». Otros decían: «Es Elías»; otros: «Es un profeta como los demás profetas». Al enterarse Herodes, dijo: «Aquel Juan, a quien yo decapité, ése ha resucitado». Es que Herodes era el que había enviado a prender a Juan y le había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo, con quien Herodes se había casado. Porque Juan decía a Herodes: «No te está permitido tener la mujer de tu hermano». Herodías le aborrecía y quería matarle, pero no podía, pues Herodes temía a Juan, sabiendo que era hombre justo y santo, y le protegía; y al oírle, quedaba muy perplejo, y le escuchaba con gusto.
Y llegó el día oportuno, cuando Herodes, en su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a los tribunos y a los principales de Galilea. Entró la hija de la misma Herodías, danzó, y gustó mucho a Herodes y a los comensales. El rey, entonces, dijo a la muchacha: «Pídeme lo que quieras y te lo daré». Y le juró: «Te daré lo que me pidas, hasta la mitad de mi reino». Salió la muchacha y preguntó a su madre: «¿Qué voy a pedir?». Y ella le dijo: «La cabeza de Juan el Bautista». Entrando al punto apresuradamente adonde estaba el rey, le pidió: «Quiero que ahora mismo me des, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista». El rey se llenó de tristeza, pero no quiso desairarla a causa del juramento y de los comensales. Y al instante mandó el rey a uno de su guardia, con orden de traerle la cabeza de Juan. Se fue y le decapitó en la cárcel y trajo su cabeza en una bandeja, y se la dio a la muchacha, y la muchacha se la dio a su madre. Al enterarse sus discípulos, vinieron a recoger el cadáver y le dieron sepultura. (Mc 6,14-29)

Comentario
Hoy, en este pasaje de Marcos, se nos habla de la fama de Jesús —conocido por sus milagros y enseñanzas—. Era tal esta fama que para algunos se trataba del pariente y precursor de Jesús, Juan el Bautista, que habría resucitado de entre los muertos. Y así lo quería imaginar Herodes, el que le había hecho matar. Pero este Jesús era mucho más que los otros hombres de Dios: más que aquel Juan; más que cualquiera de los profetas que hablaban en nombre del Altísimo: Él era el Hijo de Dios hecho Hombre, Perfecto Dios y perfecto Hombre. Este Jesús —presente entre nosotros—, como hombre, nos puede comprender y, como Dios, nos puede conceder todo lo que necesitamos.
Juan, el precursor, que había sido enviado por Dios antes que Jesús, con su martirio le precede también en su pasión y muerte. Ha sido también una muerte injustamente infligida a un hombre santo, por parte del tetrarca Herodes, seguramente a contrapelo, porque éste le tenía aprecio y le escuchaba con respeto. Pero, en fin, Juan era claro y firme con el rey cuando le reprochaba su conducta merecedora de censura, ya que no le era lícito haber tomado a Herodías como esposa, la mujer de su hermano.
Herodes había accedido a la petición que le había hecho la hija de Herodías, instigada por su madre, cuando, en un banquete —después de la danza que había complacido al rey— ante los invitados juró a la bailarina darle aquello que le pidiera. «¿Qué voy a pedir?», pregunta a la madre, que le responde: «La cabeza de Juan el Bautista» (Mc 6,24). Y el reyezuelo hace ejecutar al Bautista. Era un juramento que de ninguna manera le obligaba, ya que era cosa mala, contra la justicia y contra la conciencia.
Una vez más, la experiencia enseña que una virtud ha de ir unida a todas las otras, y todas han de crecer orgánicamente, como los dedos de una mano. Y también que cuando se incurre en un vicio, viene después la procesión de los otros.
Rev. D. Ferran BLASI i Birbe (Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Pablo Miki
y compañeros mártires
En Nagasaki, en Japón, pasión de los santos Pablo Miki junto con veinticinco compañeros, Declarada una persecución contra los cristianos, ocho presbíteros o religiosos de la Compañía de Jesús o de la Orden de los Hermanos Menores, procedentes de Europa o nacidos en Japón, junto con diecisiete laicos, fueron apresados, duramente maltratados y, finalmente, condenados a muerte. Todos, incluso los adolescentes, por ser cristianos fueron clavados en cruces, manifestando su alegría por haber merecido morir como murió Cristo (1597).

Compañeros en el martiro: Juan de Goto Soan, Jacobo Kisai, religiosos de la Compañía de Jesús; Pedro Bautista Blásquez, Martín de la Ascensión Aguirre, Francisco Blanco, presbíteros de la Orden de los Hermanos Menores; Felipe de Jesús de Las Casas, Gonzalo García, Francisco de San Miguel de la Parilla, religiosos de la misma Orden; León Karasuma, Pedro Sukeiro, Cosme Takeya, Pablo Ibaraki, Tomás Dangi, Pablo Suzuki, catequistas; Luis Ibaraki, Antonio, Miguel Kozaki y su hijo Tomás, Buenaventura, Gabriel, Juan Kinuya, Matías, Francisco de Meako, Ioaquinm Sakakibara y Francisco Adaucto, neofitos.(1597).

Fecha de canonización: 8 de julio de 1862 por el Papa Pío IX.
© Catholic.net 

Palabras del Papa Francisco

“Las familias deben saber que la Iglesia no escatima esfuerzo alguno para proteger a sus hijos, y tienen el derecho de dirigirse a ella con plena confianza, porque es una casa segura. Por tanto, no se podrá dar prioridad a ningún otro tipo de consideración, de la naturaleza que sea, como, por ejemplo, el deseo de evitar el escándalo, porque no hay absolutamente lugar en el ministerio para los que abusan de los menores”.

Temas Médicos:
Errores comunes en salud
Actuar por instinto o por creencias populares en cuestión de salud puede resultar contraproducente. Estos son algunos ejemplos de acciones equivocadas.

Abrigarse para sudar la fiebre
Cuando se tiene fiebre, hay que evitar tres cosas: abrigarse, bañarse con agua helada y untarse alcohol (pueden causar, sobre todo a los niños, una intoxicación etílica). Lo recomendable es tomar un antipirético y destaparse o tomar baños de agua tibia para reducir la temperatura corporal.

En hemorragia, la cabeza hacia atrás
Ante una hemorragia nasal, lo primero que se debe hacer es presionar la nariz en la parte superior con los dedos a modo de pinza e inclinar la cabeza hacia delante. De esta manera la sangre drena hacia fuera para evitar tragarla o que pase a las vías respiratorias.

Tomar café al despertar
El cuerpo tiene un reloj interno que se encarga de aumentar el grado de alerta a primera hora de la mañana con el incremento de la producción de cortisol. Estos niveles van disminuyendo en las horas posteriores, por lo que resulta más efectivo posponer el consumo de café (y su efecto estimulante) dos o tres horas después de levantarse, y no al despertar como se acostumbra.

Ver televisión para dormir
Prender la televisión o usar otros dispositivos electrónicos con pantalla antes de dormir disminuye el tiempo y la calidad del descanso. Esto se debe a que la luz que emiten tiene una longitud de onda que dificulta la producción de la melatonina en el cerebro, hormona encargada de inducir y mantener el sueño.

Saltarse el desayuno
Una dieta equilibrada exige cinco comidas al día: desayuno, onces, almuerzo, merienda y cena. El primero aporta energía para afrontar las tareas de la mañana y evita comer demasiado en las comidas principales por un apetito excesivo. Es más importante en los niños, porque sin desayuno y junto al sedentarismo, aumentan el riesgo de obesidad.

Fumar para relajarse
La sensación de alivio y relajación que se experimenta con un cigarrillo se debe a que calma el síndrome de abstinencia. De hecho, fumar provoca ansiedad. Lo ideal entonces es abandonar el cigarrillo definitivamente, porque el alivio en realidad genera más dependencia.

Cruzar las piernas
Este acto afecta la espalda (porque obliga a cargar todo el peso en un solo lado haciendo que la columna se incline) y los músculos de la cadera. Sentarse siempre con las piernas tocando el suelo y formando un ángulo de 90 grados entre las rodillas y las caderas es lo ideal.

Aplazar lo difícil para el final
Comenzar por las tareas más complejas transmite un mensaje de confianza y de no evitar el reto, para afrontar el resto de tareas con una mayor seguridad (con esa sensación de que lo peor ya ha pasado). El alivio y la tranquilidad redundarán en un mayor rendimiento general en el día.

Consumir fruta de postre
La fruta contiene un monosacárido denominado fructosa que, ingerido tras la comida, provoca un aumento rápido de los niveles de insulina en sangre y hace que todo lo comido tenga más facilidad de convertirse en grasa. Además, en ocasiones produce gases.

Beber agua en exceso
Demasiada agua obliga a los riñones a eliminar más líquido y, con él, electrolitos que son necesarios para el organismo, como el calcio, el potasio, el magnesio o el sodio. Lo recomendable son dos litros y medio al día: en esta cantidad se incluyen también los alimentos (un filete de carne a término medio tiene un 40 por ciento de agua).

• Hacer la dieta de la vecina
A la hora de ponerse a régimen, es preciso tener en cuenta una serie de factores como el sexo, la edad, las alergias e intolerancias alimentarias y enfermedades como la hipertensión o la diabetes, que condicionarán el contenido nutricional y calórico. Por eso, es fundamental no hacer la dieta de otras personas sin la evaluación previa de un médico o nutricionista.

Mucha o poca sal
La sal solo es perjudicial para quienes no la pueden eliminar, por lo que son ellos y no toda la familia los que deben sustituir este condimento por otros como la cayena, el romero o el orégano. Suprimirla en personas jóvenes con tensión baja puede dar mareos, pérdidas de conocimiento o lipotimias. Lo ideal es ni mucha, ni poca.

Tomar analgésicos sin fórmula
Con el consumo de analgésicos hay que ser especialmente cuidadosos: no es recomendable tomarlos con demasiada frecuencia porque pueden generar una tolerancia y producir efectos renales o gástricos negativos.
© EFE Reportajes en El Tiempo

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración para Francisco Javier P. M., de 23 años de edad, de Santa Tecla, El Salvador, Centro América, que está invadido por la tristeza porque su novia Natalya se suicidó. Le pedimos a Jesús por él y también rogamos que ella, en el momento de su último suspiro, haya invocar a Dios.

Pedimos oración por María Guadalupe M. B., de León, México, operada el 28 de enero del corazón y sin reacción favorable hasta ahora y con algunas complicaciones médicas. La familia solicita oraciones y pone a María Guadalupe en las santas manos de Dios confiando en que Él le concederá lo mejor.

Pedimos oración para María Elena A., que vive en Guadalajara, México, cursando un embarazo de 5 meses y en reposo absoluto por placenta previa, por lo que rogamos la mediación de la Santísima Virgen para que esta gestación llegue a término sin problemas para madre y criatura.

Pedimos oración por la salud de Emilla A. G., de Antofagasta, Chile, enferma de cáncer de mamas. Dios es bueno y escuchará nuestra plegaria.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Unidos a María
María es la que más sufrió después de Jesús. Ella es invocada por la Iglesia como Reina de los mártires, pues todos los tormentos juntos de todos los mártires no igualan el sufrimiento atroz que Ella padeció. Por eso también tiene un puesto tan alto en el Cielo. Y María, si bien ya está en la gloria del Paraíso, sigue sufriendo por los pecados de los hombres y la ingratitud humana, pues no ha dejado de padecer moral y espiritualmente, y así vemos que derrama abundantes lágrimas, incluso de sangre, en sus distintas apariciones, indicándonos con ello cuánto sufre todavía por los hombres. Es nuestro deber de buenos hijos el consolar su Corazón Doloroso con nuestro amor y entrega, y Ella nos recompensará eternamente.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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