PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 8 - Número 2154 ~ Lunes
23 de Setiembre de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
¡Con cuánta facilidad el dinero se nos “pega”, nos atrapa
y nos vuelve esclavos!
El dinero (expresión económica del trabajo humano) es
necesario para vivir con las necesidades básicas cubiertas. El dinero no es ni
bueno ni malo. Nosotros somos los buenos o malos administradores. Todos corremos el peligro de ser infieles a Dios
en el uso del dinero, la riqueza económica y los bienes materiales; en
emplearlos sólo en nuestro provecho olvidando socorrer a cuantos padecen
necesidad y tienen menos que nosotros.
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús dijo a la gente: «Nadie enciende
una lámpara y la cubre con una vasija, o la pone debajo de un lecho, sino que
la pone sobre un candelero, para que los que entren vean la luz. Pues nada hay
oculto que no quede manifiesto, y nada secreto que no venga a ser conocido y
descubierto. Mirad, pues, cómo oís; porque al que tenga, se le dará; y al que
no tenga, aun lo que crea tener se le quitará».
(Lc 8,16-18)
Comentario
Hoy, este Evangelio tan breve es rico en temas que atraen
nuestra atención. En primer lugar, “dar luz”: ¡todo es patente ante los ojos de
Dios! Segundo gran tema: las Gracias están engarzadas, la fidelidad a una atrae
a otras: «Gratiam pro gratia» (Jn 1,16). En fin, es un lenguaje humano para
cosas divinas y perdurables.
¡Luz para los que entran en la Iglesia! Desde siglos, las
madres cristianas han enseñado en la intimidad a sus hijos con palabras
expresivas, pero sobre todo con la “luz” de su buen ejemplo. También han
sembrado con la típica cordura popular y evangélica, comprimida en muchos
refranes, llenos de sabiduría y de fe a la vez. Uno de ellos es éste: «Iluminar
y no difuminar». San Mateo nos dice: «(...) para que alumbre a todos los que
están en la casa. Brille así vuestra luz delante de los hombres para que, al
ver vuestras buenas obras, den gloria a vuestro Padre que está en los cielos»
(Mt 5,15-16).
Nuestro examen de conciencia al final del día puede
compararse al tendero que repasa la caja para ver el fruto de su trabajo. No
empieza preguntando: —¿Cuánto he perdido? Sino más bien: —¿Qué he ganado? Y
acto seguido: —¿Cómo podré ganar más mañana, qué puedo hacer para mejorar? El
repaso de nuestra jornada acaba con acción de gracias y, por contraste, con un
acto de dolor amoroso. —Me duele no haber amado más y espero lleno de ilusión,
estrenar mañana el nuevo día para agradar más a Nuestro Señor, que siempre me
ve, me acompaña y me ama tanto. —Quiero proporcionar más luz y disminuir el
humo del fuego de mi amor.
En las veladas familiares, los padres y abuelos han
forjado —y forjan— la personalidad y la piedad de los niños de hoy y hombres de
mañana. ¡Merece la pena! ¡Es urgente! María, Estrella de la mañana, Virgen del
amanecer que precede a la Luz del Sol-Jesús, nos guía y da la mano. «¡Oh Virgen
dichosa! Es imposible que se pierda aquel en quien tú has puesto tu mirada»
(San Anselmo).
Rev. D. Joaquim FONT i Gassol (Igualada, Barcelona,
España)
Santoral Católico:
Santo Padre Pío de
Pietrelcina
Presbítero Capuchino
San Pío de Pietrelcina (Francisco Forgione), presbítero
de la Orden de Hermanos Menores Capuchinos, que en el convento de San Giovanni
Rotondo, en Apulia, se dedicó a la dirección espiritual de los fieles y a la
reconciliación de los penitentes, mostrando una atención particular hacia los
pobres y necesitados, terminando en este día su peregrinación terrena y
configurándose con Cristo crucificado (1968)
Información amplia haciendo clic acá.
Nota: hoy también
se celebra a Santos Zacarías e Isabel, padres de Juan el Bautista. Información
amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net
¡Buenos días!
Clarividencia del Padre Pío
Consta en la
biografía de varios santos dedicados al ministerio de la confesión, que Dios
les regaló el don de la clarividencia, por ejemplo a san Juan Bosco y al santo
Cura de Ars. Por medio de este carisma ayudaban a los penitentes a clarificar y
ordenar su conciencia para recibir con fruto el sacramento del perdón. Aquí
tienes una curiosa anécdota del Padre Pío.
En la primavera de 1967, en el tren del
trayecto Nápoles-Foggia, se encontraron dos madres con sus respectivas hijas
que iban a ver al padre Pío para confesarse. Las dos chicas se hicieron
rápidamente amigas. María Teresa, que ya había estado con el fraile, viendo a
la otra en minifalda, le aconsejó que cambiara de ropa al llegar a San Giovanni
Rotondo, porque si no el santo fraile la haría alejarse del confesionario. Las
dos chicas fueron a una tienda, y la napolitana, compró una falda larga. Pero,
mirándose al espejo, dijo: “¡Si me viese mi novio, pensaría que soy un
payaso!”. Al otro día, la chica de Nápoles, que estaba esperando, vio que se
abría la ventanilla y oyó que le decían: “Fuera, ¡vete! Yo no confieso a los
payasos”.
Con el padre Pío,
los trucos no funcionaban. Ella pensaba que conformaría así al santo, pero por
otro lado continuaría cediendo para agradar a su novio. A Dios no le agradan
los engaños. Por eso iluminó al santo fraile. Un refrán popular dice: “No está
bien encender una vela a Dios y otra al diablo”. Dios quiere corazones enteros
y no partidos.
Padre Natalio
Pensamientos del Padre Pío
“La oración es la mejor arma que tenemos;
es la llave al corazón de Dios.
Debes hablarle a Jesús, no solo con tus labios sino con
tu corazón.
En realidad, en algunas ocasiones debes hablarle solo con
el corazón...”
“Reza, espera y no te preocupes.
La preocupación es inútil.
Dios es misericordioso y escuchará tu oración...”
“El sufrimiento de los males físicos y morales
es la ofrenda más digna que puedes hacer
a aquel que nos ha salvado sufriendo”
Tema del día:
La Virgen de Aparecida
1) Para saber
En su visita al Santuario de Nuestra Señora de Aparecida,
en Brasil, el Papa Francisco puso a los pies de la Virgen la vida del pueblo
latinoamericano. Invitó a recordar que la Madre de Dios y madre nuestra
intercede siempre por la vida de sus hijos.
El origen de la imagen de Nuestra Señora de Aparecida se
remonta al siglo XVIII cuando fue sacada del río por unos pescadores y
rápidamente manifestó su intercesión al realizar muchos milagros. Su devoción
creció hasta ser nombrada Patrona de Brasil. Es una imagen de 40 cm y presenta
una piel color canela oscura.
2) Para pensar
Una prueba de esa solicitud de la Santísima Virgen lo
muestra un relato que no es difícil de creer, pues siempre está solícita para
salvarnos.
La historia comienza el 12 de octubre de 1995, el día de
Nuestra Sra. Aparecida, durante un programa de televisión donde un pastor
llamado Sérgio Von Helder tuvo un acceso de furia y con una total falta de
respeto por la creencia ajena, comenzó a patear la imagen de la Patrona del
Brasil, generando una de las mayores polémicas religiosas de la historia de
Brasil.
Este pasado tuvo un final más que sorprendente. Tiempo
después del episodio, este Pastor de la llamada Iglesia Universal del Reino de
Dios, comenzó a sentir fuertes dolores en la pierna izquierda, la misma con que
había pateado la imagen. Los dolores aumentaron y probó varios tratamientos,
sin resultados. Los médicos recomendaron ir a los Estados Unidos en una clínica
especializada. Fue y estuvo un tiempo internado.
Pero había una enfermera que le dedicó, siempre, una
atención especial, lo acompañaba en los momentos más difíciles y de intenso
dolor, principalmente durante las noches en que el dolor no pasaba por nada del
mundo, ella cuidada su pierna y le daba confort y esperanza. El tiempo fue
pasando hasta que por fin se curó.
Su alegría era tanta que quiso dar una fiesta de
agradecimiento a todo el equipo médico. Durante la fiesta, Sérgio notó que la
enfermera, que había sido tan importante en su recuperación, no estaba en la
fiesta.
Entonces fue en busca del Director de la Clínica con el
propósito de saber dónde estaba la enfermera, negra, simpática y atenta que lo
había amparado en todas esas noches de dolor y desespero. Y para su gran susto,
el Director le dijo no conocer a tal enfermera y que no había ninguna enfermera
negra que trabajara en el Hospital. Sergio insistía preguntando a otros médicos
y enfermeras, pero nadie siquiera imaginaba quién pudiera ser. Fue ahí cuando
cayó de rodillas, en llantos, en plena fiesta, dándose cuenta de lo sucedido.
Cayó en cuenta que todo ese tiempo, la enfermera que estuvo a su lado en todos
esos momentos de dolor y dificultades era Nuestra Señora la Virgen Aparecida.
Lleno de vergüenza y remordimientos, Sérgio se convirtió
al Catolicismo y hoy cuenta agradecido su sorprendente historia.
3) Para vivir
El Papa, durante su homilía en Aparecida, alentó a los
fieles a mantener la esperanza, pues Dios nunca abandona a sus hijos ante las
dificultades. La solicitud de nuestra Señora es una muestra de ello. Hay muchas
muestras de cariño y amor que María, a pesar de no ser buenos hijos, no deja de
mostrarnos. Nunca olvidemos de acudir a Ella.
Pbro. José Martínez Colín
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa
Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la
Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos
políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de
las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los
jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y
religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por dos personas de Guatemala, que son: Oscar R., que tiene su salud
quebrantada; y David E., que está bajo
tratamiento de quimioterapia. Rogamos al Buen Jesús que los toque con sus manos
sanadoras.
Pedimos oración por Steven
Rafael P., que vive en Quito, Ecuador, y tiene que rendir un examen muy importante, por lo que rogamos a nuestra
dulcísima Madre María Auxiliadora que le guíe y lo ilumine para que pueda pasar
el año escolar y siga con su vida estudiantil.
Pedimos oración por Malemy
G., de Argentina, para que Dios Nuestro Señor le resuelva un gran problema
familiar.
Pedimos oración por Guadalupe
G., que vive en Aguascalientes, México, gravemente enfermo e internado en
un hospital. Que la Virgen Guadalupana interceda por él para que Dios le
conceda la gracia de recuperar su salud.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por
nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
“Intimidad Divina”
El Espíritu Santo
y la actividad
La Iglesia en la oración al Espíritu Santo afirma que
Dios instruye a sus fieles iluminando sus corazones con la luz del Espíritu
Santo (MR); y según la palabra de Jesús, esta acción del Espíritu Paráclito se
extiende a todas las cosas: “el Paráclito… os lo enseñará todo y os recordará
todo” (Jn 14, 26). No sólo, pues, la oración, sino también la actividad del
cristiano debe ser iluminada por el Espíritu Santo. Es útil considerar lo
primero la actividad más estrechamente unida a la vida espiritual, que consiste
en esforzarse por practicar día a día los buenos propósitos formulados en la
oración. Magnífico empeño, pero que con frecuencia se reduce a un trabajo
prevalentemente “moral” y demasiado poco “teologal”. En otras palabras, se
procura corregir los defectos y ejercitar las virtudes con intención de agradar
a Dios, pero quedándose en la práctica como desconectados de Dios. El cristiano
entonces trabaja solo, olvidado de que en él hay quien podría no sólo ayudarlo,
sino trabajar mucho mejor que él… En suma, se trata de obrar en todas las cosas
adaptándose al impulso interior de la gracia y a la inspiración del Espíritu
Santo; se trata de ceder y confiar la marcha de la vida interior a la dirección
del divino Paráclito.
También en las relaciones con el prójimo, en el desempeño
de los deberes cotidianos, en la actividad profesional y especialmente en las
obras de apostolado, es preciso dejarse guiar por el Espíritu Santo. Él debe
tomar la dirección de toda la conducta del cristiano. A tal fin es necesario
mantenerse en contacto con él aún en medio de la acción; unos breves momentos
de pausa de vez en cuando servirán para intensificar este contacto o reanudarlo
cuando la actividad excesiva o los impulsos de las pasiones lo hubiesen
interrumpido de algún modo. “No hago nada por mi propia cuenta –dijo Jesús–,
sino que lo que el Padre me ha enseñado eso es lo que hablo” (Jn 8, 28). Esta
es la norma de conducta del cristiano: obrar en dependencia continua de Dios,
que, por medio de su Espíritu, inspira lo que se debe hacer y ayuda a ponerlo
en práctica.
En este campo, con todo, hay que saber distinguir las
inspiraciones del Espíritu Santo de los movimientos de la naturaleza y de las
insinuaciones del espíritu maligno. Sin esta prudente discreción, se podría
caer fácilmente en ilusiones o engaños, considerando inspiración divina lo que
es, en cambio, fruto de impulsos más o menos inconscientes de la propia
naturaleza. Las verdaderas inspiraciones del Espíritu Santo mantienen y hacen
entrar cada vez más en la línea de la voluntad de Dios, es decir, en la línea
de las órdenes de los superiores y de los deberes del propio estado. Cuando
sucede al revés, hay motivos para temerlo todo: porque el Espíritu Santo no
puede mover sino al cumplimiento de la voluntad de Dios y, por ende, no puede
inspira nada que sea contrario a la obediencia y al propio deber. En los casos
dudosos se debe recurrir al consejo de una persona iluminada y prudente, y
entonces el que está verdaderamente guiado por el Espíritu Santo, será dócil en
plegarse al parecer ajeno, aunque sea contrario al suyo.
Tú eres, oh Espíritu Santo, quien inspiras no
sólo mi oración, sino también mis acciones, quien presidirás mis relaciones con
el prójimo y producirás en mí esos frutos admirables que son dones tuyos, como dones
tuyos son todas las virtudes pues solos no podríamos nunca alcanzarlas… No s
obra ya de modo humano sino de modo divino, por ti, oh Espíritu Santo, que
estás en nosotros. “Los que son movidos por el Espíritu Santo, esos son hijos
de Dios”; ésta es la verdadera vida, la vida de los hijos de Dios. Haz, pues,
que sea esa mi vida. (Sor Carmela del Espíritu Santo).
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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