lunes, 2 de septiembre de 2013

Pequeñas Semillitas 2133

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 8 - Número 2133 ~ Lunes 2 de Setiembre de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
No se puede vivir sin el afecto de los que amamos. Aunque la opinión de los desconocidos es menos decisiva, sin embargo no podemos desentendernos de los juicios que los demás realizan sobre nuestra persona.
Somos interdependientes y a veces el aplauso y los honores terminan por hacernos perder piso. Cuando los aplausos vienen aparejados con el poder y el dinero es más demoledora su influencia.
El relato evangélico [de ayer domingo] y la existencia misma del Señor Jesús nos plantean una alternativa excepcional: valorar la propia persona en su auténtica valía y apreciar y acoger el reconocimiento decisivo que Dios otorga al final de la vida, a quienes se dispusieron a reconocerle en los rostros de los marginados, migrantes y excluidos.
La gloria y la fama que otorgan los mortales es volátil, la aprobación decisiva e infalible es la que Dios otorga a los suyos.
"La Verdad Católica"

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús se fue a Nazaret, donde se había criado y, según su costumbre, entró en la sinagoga el día de sábado, y se levantó para hacer la lectura. Le entregaron el volumen del profeta Isaías y desenrollando el volumen, halló el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor».
Enrollando el volumen lo devolvió al ministro, y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en Él. Comenzó, pues, a decirles: «Hoy se cumple esta escritura que acabáis de oír». Y todos daban testimonio de Él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca. Y decían: «¿No es éste el hijo de José?». Él les dijo: «Seguramente me vais a decir el refrán: ‘Médico, cúrate a ti mismo’. Todo lo que hemos oído que ha sucedido en Cafarnaúm, hazlo también aquí en tu patria». Y añadió: «En verdad os digo que ningún profeta es bien recibido en su patria. Os digo de verdad: muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando se cerró el cielo por tres años y seis meses, y hubo gran hambre en todo el país; y a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda de Sarepta de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue purificado sino Naamán, el sirio».
Oyendo estas cosas, todos los de la sinagoga se llenaron de ira; y, levantándose, le arrojaron fuera de la ciudad, y le llevaron a una altura escarpada del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad, para despeñarle. Pero Él, pasando por medio de ellos, se marchó.
(Lc 4,16-30)

Comentario
Hoy, «se cumple esta escritura que acabáis de oír» (Lc 4,21). Con estas palabras, Jesús comenta en la sinagoga de Nazaret un texto del profeta Isaías: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido» (Lc 4,18). Estas palabras tienen un sentido que sobrepasa el concreto momento histórico en que fueron pronunciadas. El Espíritu Santo habita en plenitud en Jesucristo, y es Él quien lo envía a los creyentes.
Pero, además, todas las palabras del Evangelio tienen una actualidad eterna. Son eternas porque han sido pronunciadas por el Eterno, y son actuales porque Dios hace que se cumplan en todos los tiempos. Cuando escuchamos la Palabra de Dios, hemos de recibirla no como un discurso humano, sino como una Palabra que tiene un poder transformador en nosotros. Dios no habla a nuestros oídos, sino a nuestro corazón. Todo lo que dice está profundamente lleno de sentido y de amor. La Palabra de Dios es una fuente inextinguible de vida: «Es más lo que dejamos que lo que captamos, tal como ocurre con los sedientos que beben en una fuente» (San Efrén). Sus palabras salen del corazón de Dios. Y, de ese corazón, del seno de la Trinidad, vino Jesús —la Palabra del Padre— a los hombres.
Por eso, cada día, cuando escuchamos el Evangelio, hemos de poder decir como María: «Hágase en mí según tu palabra» (Lc 1,38); a lo que Dios nos responderá: «Hoy se cumple esta escritura que acabáis de oír». Ahora bien, para que la Palabra sea eficaz en nosotros hay que desprenderse de todo prejuicio. Los contemporáneos de Jesús no le comprendieron, porque lo miraban sólo con ojos humanos: «¿No es este el hijo de José?» (Lc 4,22). Veían la humanidad de Cristo, pero no advirtieron su divinidad. Siempre que escuchemos la Palabra de Dios, más allá del estilo literario, de la belleza de las expresiones o de la singularidad de la situación, hemos de saber que es Dios quien nos habla.
Rev. D. David AMADO i Fernández (Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Antolín de Pamiers
Mártir
En Apamea, lugar de Siria, san Antolin, mártir de la fe, de quien se dice que los paganos lo mataron por destruir ídolos gentiles cuando tenía veinte años de edad. († s.IV) Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net    

¡Buenos días!

Afilar el hacha

 “Si vas siempre a velocidades muy altas, cansarás el motor del auto. Si vives siempre bajo presión, tu cuerpo y tu espíritu se gastarán muy pronto. Si corres tanto no encontrarás a nadie y, lo que es más grave, no te encontrarás ni a ti mismo. Si quieres captar lo más profundo que hay en ti, has de saber detenerte y reflexionar”, (M. Quoist). Tómate tiempo para afilar tu hacha.

En cierta ocasión, un hombre joven de nombre Mauro, llegó a un campo de leñadores, ubicado en la montaña, para trabajar. Durante su primer día de tareas trabajó arduamente y como resultado taló muchos árboles. El segundo día, trabajó tanto como el primero, pero su producción fue apenas la mitad del primer día. Al tercer día, se propuso mejorar su producción. Golpeó con furia el hacha contra los árboles, pero los resultados fueron nulos. Al ver el capataz el escaso rendimiento del joven leñador, le preguntó: "¿Cuándo fue la Última vez que afilaste tu hacha?". El joven respondió: "Realmente no he tenido tiempo de hacerlo, he estado demasiado ocupado cortando árboles".

Gran sabiduría es tomarte un tiempo de meditación cada día: para encontrarte con ti mismo y con lo que realmente piensas y deseas. Así despertarás esas energías ocultas e insospechadas que necesitas con urgencia, y darás solidez a tu vida, zarandeada por las vicisitudes del trabajo cotidiano. Aprende y practica la secreta sabiduría de “afilar tu hacha”.
Padre Natalio

La frase de hoy

“El mundo se acabará cuando ya nadie luche,
cuando no se propague el amor,
cuando no brillen más sonrisas,
cuando no reviva la esperanza…
Estamos a tiempo” 
Poeta Icaro

Tema del día:
El nuevo “número 2” del Papa
Tras cinco meses de pontificado, el Papa Francisco ha nombrado el que será su mano derecha para gobernar la Iglesia católica.

El elegido es el arzobispo Pietro Parolin, actual nuncio apostólico en Venezuela, de 58 años, nacido en un pueblo de Vicenza, en el norte de Italia. En 1980 se ordenó sacerdote y seis años más tarde completó sus estudios de Derecho Canónico en la Pontifica Universidad Gregoriana de Roma. Sustituirá, por lo tanto, al cardenal Tarcisio Bertone, muy cuestionado por buena parte del colegio cardenalicio por el escándalo del llamado "Vatileaks", que afectó profundamente a Benedicto XVI, y son muchos los que relacionan su dimisión con este triste asunto de robo de documentos por parte de colaboradores muy cercanos al ya Papa emérito.

Un hombre experimentado

El arzobispo Pietro Parolin es un hombre experimentado en el gobierno de la Iglesia. Ha trabajado con intensidad para defender los intereses de la Iglesia católica en la Venezuela de Hugo Chávez, primero, y con Maduro, después.

Asimismo ha sido durante siete años subsecretario para las Relaciones con los Estados, algo así como el “número dos” de lo que entenderíamos como el "Ministro de Exteriores" de la Santa Sede. En 2009 fue nombrado nuncio del Papa en Venezuela, y desde entonces ha sorteado la infinidad de problemas que generaba el régimen autoritario venezolano. Habla cuatro idiomas: italiano, español, inglés y francés, y, además, ha servido como diplomático papal ante los gobiernos de Nigeria y México.

Conocedor de la Curia

El sustituto del cardenal Tarcisio Bertone al frente de la Secretaría de Estado es también italiano, de carrera diplomática, y buen conocedor del funcionamiento de la curia vaticana. Estos tres requisitos eran fundamentales en el perfil de la persona que está llamada a revolucionar la estructura organizativa del Vaticano.

En la Santa Sede hay una ley no escrita desde hace muchos siglos que "sugiere" la conveniencia de nombrar a un Secretario de Estado italiano si el Pontífice no es del país de la pizza.

En el caso del arzobispo Pietro Parolin reúne este perfil: es italiano, conoce muy bien el funcionamiento de Secretaría de Estado y está considerado un gran diplomático.

También ha sido importante que el arzobispo Parolin haya estado alejado de Roma en los últimos años del pontificado de Benedicto XVI, época convulsa en el pequeño Estado Vaticano por las luchas por el poder de algunos eclesiásticos. Esa "distancia" ha sido considerada por algunos analistas como idónea para ejercer como futuro Secretario de Estado, ya que tendrá más libertad para "revolucionar" la estructura de la Curia, así como la renovación de las personas.

Reestructuración de la Curia vaticana

Está previsto que en octubre el Papa Francisco tenga una reunión con los ocho cardenales que forman la comisión que creó para reflexionar sobre la mejor manera de gobernar la Iglesia, lo cual implicaba también dar un giro a la actual estructura administrativa de la Santa Sede. El Pontífice ya ha expresado en público su deseo de aligerar la burocracia eclesial, sin desistir en eliminar el IOR, el llamado `Banco del Vaticano´, o cuando menos variar sus objetivos.

¿Qué pasará con el cardenal Bertone?

Está previsto que el actual Secretario de Estado continúe en su cargo hasta mediados de octubre. Con 78 años se jubilará, y previsiblemente pondrá a disposición de Francisco de todos sus cargos, aunque mantendrá el de Camarlengo, cuya función consiste en gobernar la Iglesia católica desde el periodo que va desde la muerte o renuncia del Pontífice, hasta la elección de uno nuevo.
Luis del Real Espanyol
Religión en Libertad

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por el señor Otoniel V., de Bogotá, Colombia, quien se encuentra muy delicado de salud luego de la amputación de una pierna. Lo colocamos en las Santas Manos del Señor para que se haga Su Voluntad.

Pedimos oración por Silvia W., de Costa Rica, que se ha brotado con una alergia muy molesta que hasta ahora no responde a los medicamentos.

Pedimos oración por las siguientes personas de Argentina: Genuario C. de Aluminé, Neuquén, que fue operado de vesícula pero continua con problemas de páncreas, rogando a la Virgencita de Lourdes lo proteja, ya que lleva cinco meses con esta enfermedad lo que lo desalienta. Pedimos también por la salud de Sergio B., de Córdoba, que le han diagnosticado cáncer de páncreas y ya lo han derivado a su casa por lo avanzado de su proceso; y por la salud de José H., de la ciudad de Córdoba, que se encuentra en su casa con avanzadas metástasis en los huesos, con fuertes dolores, rogando por él y su familia para soportar con entereza las dificultades.

Pedimos oración por Mirta H. de R., de Buenos Aires, Argentina, a quien han detectado cáncer de pulmón con metástasis múltiples. Por lo avanzado y extendido del proceso sólo van a hacer tratamientos paliativos. Que el Señor Misericordioso la proteja, María la fortalezca y acompañe en estas difíciles circunstancias, y la familia encuentre el refugio en Cristo.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

“Intimidad Divina”

Dueños de si

“Todo me es lícito”; más no todo me conviene. “Todo me es lícito”; más no me dejaré dominar por nada” (1 Cr 6, 12). Así rebate San Pablo la pretensión de los que, con excusa de libertad, quieren gozarlo todo, experimentarlo todo. La libertad de las prescripciones de una ley oprimente, instaurada por Cristo y ratificada por el Apóstol, no puede ser sinónimo de desenfreno. “Nada de comilonas y borracheras, nada de lujurias y desenfrenos, nada de rivalidades y envidias. Revestíos más bien del Señor Jesucristo y no os preocupéis de la carne para satisfacer sus concupiscencias” (Rm 13, 13-14). “Todo es lícito” al cristiano; “para los limpios todo es limpio” (Tt 1, 15), pero a condición de que sirva al bien propio o ajeno y no esclavice a nadie. La libertad de los hijos de Dios tiene un campo más amplio que el de la impureza, la gula o la cólera. “No me dejaré dominar de nada”: es el programa del que quiere venir a ser dueño de sí para someterse a un único señorío: el señorío libertador de Dios.

Hablando de las cualidades necesarias al que ha sido llamado a presidir las comunidades cristianas dice San Pablo: “no (sea) colérico…, no violento…, sino dueño de sí” (Tt 1, 7-8), “moderado, enemigo de pendencias” (1 Tm 3,3). El dominio de sí es fruto de la templanza, la cual refrena la ira, la cólera y la violencia. El cristianismo no quiere formar débiles o cobardes, en los que toda reacción vivaz está apagada y todo gesto varonil destruido: quiere personalidades fuertes, capaces de dominar todo exceso de cólera. Templanza y fortaleza no se anulan mutuamente, sino concurren a formar al cristiano: “dueño de sí”: manso y pacífico en las relaciones con el prójimo, pero pronto a hacerse violencia a sí mismo para señorear las propias pasiones y los altibajos del humor. Exactamente al contrario del prepotente y colérico que se impone a los demás por la violencia, pero interiormente es débil y sin vigor para frenarse a sí mismo y plegarse a la mansedumbre evangélica.

“No hagas nada en un arrebato de violencia” (Ecli 10, 6), porque “el iracundo pronto está lleno de necedad”. Y la primera es la de dejarse ofuscar la mente por la cólera, exponiéndose a realizar acciones desconsideradas. En efecto, “la mira del hombre no obra la justicia de Dios” (Sant 1, 20). Cuando el corazón está trastornado por el arrebato de la cólera, es imposible discernir lo verdadero y lo bueno, es imposible darse cuenta de la voluntad de Dios. Sólo en la calma y paz interior, puede el hombre percibir las invitaciones del Espíritu Santo y hacerse disponible a su acción. Juan XXIII escribía en su diario: “Conservar mi paz, y en la paz un gran fervor; no apartarme de ningún modo del sistema que me aconseja humildad y mansedumbre en todo, aunque sienta cualquier impulso o tentación en contra, mansedumbre que no es en manera alguna pusilanimidad” (El diario del alma, 1939). Es un eco de las frecuentes exhortaciones de San Pablo a los cristianos a portarse “con toda humildad y mansedumbre” (Ef. 4, 2) y a ser “apacibles, mostrando una perfecta mansedumbre con todos los hombres” (Tt 3, 2). Por lo demás templanza y mansedumbre se cuentan entre los frutos del Espíritu Santo (Gl 5, 22).

Haz, Señor, que nos revistamos de concordia, manteniéndonos en el espíritu de humildad y continencia, apartados muy lejos de toda murmuración y calumnia, justificados por nuestras obras y no por nuestras palabras… Nuestra alabanza ha de venir de ti, oh Dios, y no de nosotros mismos. El testimonio de nuestra buena acción sea dado por otros, como lo fue dado a nuestros padres que fueron justos. El descaro y la arrogancia y la temeridad dicen con los maldecidos por Dios; la modestia y la humildad y la mansedumbre con los bendecidos por Dios. Ayúdanos a ver cuáles son los caminos para alcanzar esta bendición…; y a llevar a cabo toda obra buena con fervor y generosidad de ánimo. (San Clemente Romano)
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D. 
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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