martes, 13 de marzo de 2012

Pequeñas Semillitas 1649

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 7 - Número 1649 ~ Martes 13 de Marzo de 2012
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Hola…
La incertidumbre que genera la inseguridad, el desempleo y otras situaciones adversas, nos aconsejan ser previsores, ahorrar, administrar, cuidar nuestra persona y nuestros bienes con mayor dedicación.
Reacción sensata indudablemente. Sobre todo en una cultura que se caracteriza por la imprevisión y el despilfarro. No obstante, no conviene convertir esta situación adversa en un pretexto para desentendemos de los valores públicos y obsesionarnos por el bienestar personal. Mucho menos podemos justificar esta conducta insensible y egoísta desde la perspectiva de nuestra fe.
El relato de la expulsión de los mercaderes del templo de Jerusalén es inequívoco. Quien pretenda aprovechar las situaciones ventajosas en que vive -el poder o la riqueza acumuladas- para extraer ventaja de los más débiles, o quien quiera aprovecharse de la ignorancia -ya de las personas ingenuas, no contará con el silencio cómplice ni con la aprobación del Dios y Padre de Jesús.
"La verdad católica"


La Palabra de Dios:
Evangelio del día


En aquel tiempo, Pedro se acercó entonces y le dijo: «Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces?». Dícele Jesús: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
»Por eso el Reino de los Cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos. Al empezar a ajustarlas, le fue presentado uno que le debía 10.000 talentos. Como no tenía con qué pagar, ordenó el señor que fuese vendido él, su mujer y sus hijos y todo cuanto tenía, y que se le pagase. Entonces el siervo se echó a sus pies, y postrado le decía: ‘Ten paciencia conmigo, que todo te lo pagaré’. Movido a compasión el señor de aquel siervo, le dejó en libertad y le perdonó la deuda.
»Al salir de allí aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros, que le debía cien denarios; le agarró y, ahogándole, le decía: ‘Paga lo que debes’. Su compañero, cayendo a sus pies, le suplicaba: ‘Ten paciencia conmigo, que ya te pagaré’. Pero él no quiso, sino que fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase lo que debía. Al ver sus compañeros lo ocurrido, se entristecieron mucho, y fueron a contar a su señor todo lo sucedido. Su señor entonces le mandó llamar y le dijo: ‘Siervo malvado, yo te perdoné a ti toda aquella deuda porque me lo suplicaste. ¿No debías tú también compadecerte de tu compañero, del mismo modo que yo me compadecí de ti?’. Y encolerizado su señor, le entregó a los verdugos hasta que pagase todo lo que le debía. Esto mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si no perdonáis de corazón cada uno a vuestro hermano».
(Mt 18,21-35)

Comentario
Hoy, el Evangelio de Mateo nos invita a una reflexión sobre el misterio del perdón, proponiendo un paralelismo entre el estilo de Dios y el nuestro a la hora de perdonar.
El hombre se atreve a medir y a llevar la cuenta de su magnanimidad perdonadora: «Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces?» (Mt 18,21). A Pedro le parece que siete veces ya es mucho o que es, quizá, el máximo que podemos soportar. Bien mirado, Pedro resulta todavía espléndido, si lo comparamos con el hombre de la parábola que, cuando encontró a un compañero suyo que le debía cien denarios, «le agarró y, ahogándole, le decía: ‘Paga lo que debes’» (Mt 18,28), negándose a escuchar su súplica y la promesa de pago.
Echadas las cuentas, el hombre, o se niega a perdonar, o mide estrictamente a la baja su perdón. Verdaderamente, nadie diría que venimos de recibir de parte de Dios un perdón infinitamente reiterado y sin límites. La parábola dice: «Movido a compasión el señor de aquel siervo, le dejó en libertad y le perdonó la deuda» (Mt 18,27). Y eso que la deuda era muy grande.
Pero la parábola que comentamos pone el acento en el estilo de Dios a la hora de otorgar el perdón. Después de llamar al orden a su deudor moroso y de haberle hecho ver la gravedad de la situación, se dejó enternecer repentinamente por su petición compungida y humilde: «Postrado le decía: ‘Ten paciencia conmigo, que todo te lo pagaré’. Movido a compasión...» (Mt 18,26-27). Este episodio pone en pantalla aquello que cada uno de nosotros conoce por propia experiencia y con profundo agradecimiento: que Dios perdona sin límites al arrepentido y convertido. El final negativo y triste de la parábola, con todo, hace honor a la justicia y pone de manifiesto la veracidad de aquella otra sentencia de Jesús en Lc 6,38: «Con la medida con que midáis se os medirá».
Rev. D. Enric PRAT i Jordana (Sort, Lleida, España)


Santoral Católico:
San Humberto
Patrono de los cazadores

Nació probablemente en Tolosa del Languedoc, Francia , hacia el 656 o 658; murió el 30 de mayo de 727 o 728, en Tervuren, Bélgica. Es un santo católico, al que se invoca como protector contra la rabia y se le tiene por celestial patrono de los cazadores, matemáticos, ópticos y metalúrgicos.

Huberto fue el hijo mayor de Bertrán. Como los nobles merovingios de su tiempo, Huberto practicaba asiduamente la caza. Se trasladó a Metz, donde se casó (682) con Floribana, hija de Dagoberto, Conde de Lovaina. Fue una elección matrimonial conveniente por la importancia de las dos familias. Su hijo Floriberto, como Huberto, llegaría a ser obispo de Lieja.

Huberto partió, luego de sentir el llamado del Señor, hacia Mastrique, donde Lamberto era obispo, y a partir de entonces actuó como su director espiritual. Huberto renunció a su rango y derechos de primogenitura en el Ducado de Aquitania en favor de su hermano Eudo, que fue nombrado tutor de Floriberto, el hijo de Huberto y Floribana. Distribuyó a los pobres su riqueza y estudió órdenes sagradas, para ser consagrado presbítero, asistiendo en la administración de la diócesis de Mastrique-Tongeren a San Lamberto. Siguiendo su consejo, partió en romería hasta Roma el año 708, durante su ausencia fue asesinado su obispo y mentor. La hagiografía de Huberto indica que este asesinato fue revelado al Papa con la indicación de designar a Huberto, sucesor de San Lamberto en la diócesis de Mastrique-Tongeren, como así sucedió.

Como obispo, trasladó la sede de Mastrique a Lieja, enterró a su predecesor en una basílica construida para honrar su memoria en el lugar mismo del asesinato y sentó las bases para hacer de Lieja una gran ciudad. Ësta tiene hoy a San Lamberto como su santo patrón y a San Huberto es contado como su primer obispo. El obispo Huberto destacó por su sencillez y austeridad, por intensidad de sus oraciones y ayunos y su famosa elocuencia. Evangelizó el área de la Ardenas.

Huberto muró en Tervuren, Brabante en 727 o 728 y fue enterrado en Lieja. Sus restos fueron luego exhumados el año 825 y trasladados a la abadía benedictina de Andain, situada en la población que actualmente se llama San Huberto. En los siguientes años hasta el Siglo XVI, en que desaparecieron los restos, su sepulcro fue muy visitado y centro de peregrinación.

El nombre y la protección de San Huberto se tomó por algunas Órdenes Militares en el Sglo XV. Felipe IV de España, rey cazador, tenía a San Huberto como protector.
Fuente: Catholic.net


La frase de hoy

“La Cuaresma es un tiempo propicio para aprender a permanecer con María y Juan, el discípulo predilecto, junto a Aquel que en la cruz consuma el sacrificio de su vida por toda la humanidad. Que María, Madre y Esclava fiel del Señor, ayude a los creyentes a proseguir la ‘batalla espiritual’ de la Cuaresma armados con la oración, el ayuno y la práctica de la limosna”

SS Benedicto XVI


Tema del día:
Fidel Castro podría anunciar
su vuelta al Catolicismo
coincidiendo con la visita 
del Papa a Cuba


La posibilidad de que el líder cubano Fidel Castro desee regresar al seno de la Iglesia Católica durante la próxima visita del Papa Benedicto XVI a la Isla se ha convertido en tema de intensa especulación en la prensa italiana.

Según algunos medios italianos, como los diarios La Repubblica y La Stampa, Castro estaría preparándose para ser readmitido en la Iglesia Católica. En declaraciones al primero, Alina Fernández, hija de Fidel, indicó que últimamente su padre “se ha acercado a la religión y a Dios”. Fernández, señalan los informes de prensa, es una devota católica y visita Roma con cierta frecuencia.

Otro de los hechos que sugerirían el regreso de Fidel a la Iglesia es el posible encuentro del líder cubano con el Santo Padre, que el gobierno de Cuba no descarta “pese a no estar en el programa”, según dijo hace unos días el embajador cubano en Italia, Eduardo Delgado.

Delgado dijo que el gobierno de Cuba ve la visita del Papa como una “oportunidad para profundizar aún más en las relaciones entre Iglesia y Estado en el país comunista”, que mejoraron “enormemente” desde la histórica visita de Juan Pablo II en 1998.

Aunque la cita con Fidel Castro no es segura, el Santo Padre sí tiene previsto reunirse con su hermano, el presidente Raúl Castro, que recibirá al Pontífice en Santiago de Cuba el 26 de marzo, para conversaciones privadas en La Habana un día después y, por último, despedirle en el aeropuerto el 28 de marzo.

El 3 de enero de 1962, hace poco más de 50 años, el Papa Juan XXIII aplicó la pena de excomunión a Castro tras haberse éste declarado marxista-leninista y anunciar que conduciría a Cuba al comunismo, en su histórico discurso de 2 de diciembre de 1961, además de mostrar su hostilidad hacia la Iglesia con la expulsión de 131 sacerdotes y el cierre de escuelas religiosas.

Juan XXIII tuvo como sustento de esta medida el decreto del Papa Pío XII, elaborado por la Congregación para la Doctrina de la Fe, que estableció la pena de excomunión para todo aquel que difundiera el comunismo.
Fuentes: Alerta Digital y Fluvium


Pensamientos sanadores


Hoy pídele a Dios que bendiga tus músculos

Los músculos de tu cuerpo comenzaron a moverse a medida que se iban formando en el vientre materno.
Quizá no has pensado mucho en esto; tal vez nunca le has agradecido a Dios por ellos. En ocasiones sólo los recordamos cuando sentimos dolor o sufrimos contracturas. Sin embargo, los músculos brindan elasticidad a tu cuerpo y te permiten moverte diariamente.
Tomando conciencia de la importancia que tiene todo el cableado de músculos que recorren tu cuerpo, dale ahora gracias al Señor por cada uno de ellos y pídele que los bendiga, los cubra con su amor y los restaure.
Si alguno de ellos está dolorido, enfermo o atrofiado de algún modo, pon tu mano sobre él y ora a Dios diciendo: “Señor Jesús, tú que todo lo puedes, fortalécelos y sánalos”

No le agrada el vigor de los caballos ni valora los músculos del hombre: el Señor ama a los que lo temen y a los que esperan en su misericordia. Salmo 147, 10-11.


Pedidos de oración

Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Desde la ciudad de San Lorenzo, Santa Fe, Argentina, nuestro amigo Exequiel nos formula los siguientes pedidos de oración: por el eterno descanso del alma de su hermano Cristian Ariel, al cumplirse hoy 8 meses de su pronta llamada al cielo; por los cuatro meses de vida que mañana cumple su hijo Pablito; por el cumpleaños número 30 del propio Exequiel que se celebra el día 15; por los difuntos de las familias Nasif, Sánchez, Perez y Milanovsky. Nos unimos en oración por todas estas intenciones.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración.


Cuaresma día por día


Confesiones descuidadas.

Cuentan que un obrero había encontrado un billete de mil dólares; no le llamó mucho la atención porque en América los billetes son iguales aunque tengan más valor y aquel papelito no le impresionó demasiado. Se lo guardó en un bolsillo, varios días más tarde, al pasar por un Banco, entró a preguntar cuánto valía.

Casi se desmaya cuando se lo dijeron, pues la suma equivalía a tres meses de su jornal...

No es raro encontrarse con gente que no sabe lo que tiene; puede ser un cuadro de un pintor famoso, un objeto antiguo, unas monedas raras, unos sellos valiosísimos... Cuando nos enteramos, solemos sentir una especie de envidia. No se nos ocurre pensar que nosotros también tenemos un tesoro que quizá no apreciamos: El Sacramento de la Penitencia. Tal vez al recibirlo frecuentemente y sepamos que no sólo sirve para perdonar los pecados graves, sino también los leves; que aumenta la gracia santificante y nos proporciona una gracia especial para rechazar las tentaciones... Sin embargo, a lo mejor nos parece que no nos aprovecha demasiado, que no nos hace mejores; que nos acusamos una y otra vez de los mismos pecados, inútilmente... Si eso pensamos, lo más probable es que nuestras confesiones no sean buenas. La Penitencia es un sacramento que Jesús pagó con su vida. Debemos cuidar todo lo que tiene que ver con la confesión.

¿Hago bien el examen? ¿Pido perdón con dolor? ¿Digo los pecados en concreto y también los veniales? ¿Hago propósito de no volver a cometerlos? ¿Cumplo la penitencia?

Continúa hablándole a Dios con tus palabras
P. José Pedro Manglano Castellary


"Intimidad Divina"

Humildes y confiados

Durante la Cuaresma… el pueblo cristiano tiene la necesidad de reconocer sus faltas, de confesar que ciertos extravíos del mundo moderno se deben a sus infidelidades, a la incoherencia de su vida con los principios del Evangelio. Es necesario humillarse, tanto individualmente como colectivamente, aceptar con humildad y con espíritu de expiación las consecuencias de las propias culpas, pero al mismo tiempo volverse a Dios con confianza, implorando para sí y para todos la gracia del perdón y de la conversión. La humildad cristiana no encierra al hombre en sí mismo, no le lleva al envilecimiento, no le torna desconfiado respecto a la misericordia de Dios, sino que le conduce a él con confianza filial. El hijo está seguro del amor del padre, sabe que el padre está siempre pronto a perdonarle con tal que vuelva a él con el corazón contrito, con el deseo de una vida mejor.

Estas son las disposiciones  que Dios quiere ver en sus hijos después del pecado: humildad, propósito de conversión, confianza en su misericordia. La humildad abre el corazón a la confianza. Precisamente porque el hombre experimenta en sí no poder contar con sus propias fuerzas, se refugia en Dios con plena confianza, seguro de hallar en él la ayuda necesaria para levantarse del pecado y poner en práctica sus buenos propósitos. En realidad, Dios, mientras resiste a los soberbios, “enseña su camino a los humildes” (Sal 25, 9).

La desconfianza en la misericordia de Dios, aunque sea después de graves caídas, no es nunca un índice de verdadera humildad, sino antes bien de engañoso orgullo y de tentación diabólica. Si Judas hubiera sido humilde, en lugar de desesperarse, habría sabido, como Pedro, pedir perdón y llorar sus pecados. La humildad es la virtud que sitúa al hombre en su verdadero puesto, y éste, frente a Dios, es un puesto de hijo débil y miserable, si, pero confiado. “La humildad, dice Teresa de Jesús, es el ungüento de nuestras heridas”. Dios mismo permite que el hombre experimente su propia debilidad, precisamente para que de ahí saque una conciencia más viva de su indigencia, se despoje de toda seguridad presuntuosa en sí mismo y se vuelva a él con mayor humildad y confianza.

Jesús, en vez de adelantarme con el fariseo, repito, llena de confianza, la humilde oración del publicano. Pero, sobre todo, imito la conducta de Magdalena. Su asombrosa, o mejor, su amorosa audacia, que encanta a tu corazón seduce al mío. Sí, estoy segura de que aunque tuviera sobre la conciencia todos los pecados que pueden cometerse, iría con el corazón roto por el arrepentimiento a arrojarme en tus brazos, porque sé muy bien cuánto amas al hijo pródigo que vuelve a ti. En tu misericordia preveniente, has preservado a mi alma del pecado mortal; pero no es eso lo que me eleva a ti por la confianza y el amor. (Santa Teresa del Niño Jesús)
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.