PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 7 - Número 1666 ~ Viernes
30 de Marzo de 2012
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Hola…
Me gusta la sensación de libertad que siento cuando me
quito la pesada capa de críticas, miedo, culpa, resentimiento y vergüenza.
Entonces puedo perdonarme a mi y perdonar a los demás. Eso nos deja libres a
todos.
Renuncio a darle vueltas y más vueltas a los viejos
problemas. Me niego a seguir viviendo en el pasado. Me perdono por haber
llevado esa carga durante tanto tiempo, por no haber sabido amarme a mí, ni
amar a los demás.
Cada persona es responsable de su comportamiento, y lo
que da, la vida se lo devuelve. Así pues, no necesito castigar a nadie, todos
estamos sometidos a las leyes de nuestra propia conciencia, yo también.
Continúo con mi trabajo de limpiar las partes negativas
de mi mente y dar entrada al amor. Entonces me curo.
Louise Hay
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, los judíos trajeron otra vez piedras
para apedrearle. Jesús les dijo: «Muchas obras buenas que vienen del Padre os
he mostrado. ¿Por cuál de esas obras queréis apedrearme?». Le respondieron los
judíos: «No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino por una blasfemia
y porque tú, siendo hombre, te haces a ti mismo Dios». Jesús les respondió: «¿No
está escrito en vuestra Ley: ‘Yo he dicho: dioses sois’? Si llama dioses a
aquellos a quienes se dirigió la Palabra de Dios —y no puede fallar la
Escritura— a aquel a quien el Padre ha santificado y enviado al mundo, ¿cómo le
decís que blasfema por haber dicho: ‘Yo soy Hijo de Dios’? Si no hago las obras
de mi Padre, no me creáis; pero si las hago, aunque a mí no me creáis, creed
por las obras, y así sabréis y conoceréis que el Padre está en mí y yo en el
Padre». Querían de nuevo prenderle, pero se les escapó de las manos. Se marchó
de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde Juan había estado antes
bautizando, y se quedó allí. Muchos fueron donde Él y decían: «Juan no realizó
ninguna señal, pero todo lo que dijo Juan de éste, era verdad». Y muchos allí
creyeron en Él.
(Jn 10,31-42)
Comentario
Hoy viernes, cuando sólo falta una semana para conmemorar
la muerte del Señor, el Evangelio nos presenta los motivos de su condena. Jesús
trata de mostrar la verdad, pero los judíos lo tienen por blasfemo y reo de
lapidación. Jesús habla de las obras que realiza, obras de Dios que lo
acreditan, de cómo puede darse a sí mismo el título de “Hijo de Dios”... Sin
embargo, habla desde unas categorías difíciles de entender para sus
adversarios: “estar en la verdad”, “escuchar su voz”...; les habla desde el
seguimiento y el compromiso con su persona que hacen que Jesús sea conocido y
amado —«Maestro, ¿dónde vives?», le preguntaron los discípulos al inicio de su
ministerio (Jn 1,38)—. Pero todo parece inútil: es tan grande lo que Jesús
intenta decir que no pueden entenderlo, solamente lo podrán comprender los
pequeños y sencillos, porque el Reino está escondido a los sabios y entendidos.
Jesús lucha por presentar argumentos que puedan aceptar,
pero el intento es en vano. En el fondo, morirá por decir la verdad sobre sí
mismo, por ser fiel a sí mismo, a su identidad y a su misión. Como profeta,
presentará una llamada a la conversión y será rechazado, un nuevo rostro de
Dios y será escupido, una nueva fraternidad y será abandonado.
De nuevo se alza la Cruz del Señor con toda su fuerza
como estandarte verdadero, como única razón indiscutible: «¡Oh admirable virtud
de la santa cruz! ¡Oh inefable gloria del Padre! En ella podemos considerar el
tribunal del Señor, el juicio del mundo y el poder del crucificado. ¡Oh, sí,
Señor: atrajiste a ti todas las cosas cuando, teniendo extendidas todo el día
tus manos hacia el pueblo incrédulo y rebelde (cf. Is 65,2), el universo entero
comprendió que debía rendir homenaje a tu majestad!» (San León Magno). Jesús ha
de huir al otro lado del Jordán y quienes de veras creen el Él se trasladan
allí dispuestos a seguirle y a escucharle.
Rev. D. Carles ELÍAS i Cao (Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Zósimo de Siracusa
Los padres del santo fueron terratenientes sicilianos,
que dedicaron a su pequeño hijo al servicio de Santa Lucía y lo colocaron, a la
edad de siete años, en un monasterio que llevaba el nombre de la santa, cerca
de su hogar.
Allí su principal ocupación fue la de cuidar las
reliquias de la santa, tarea que no iba con la manera de ser del niño
acostumbrado a la vida de campo, llegando a escapar del convento.
Fue devuelto con humillación y tras soñar con San Lucía
-quien tenía un semblante de enojo- y ver a la Santísima Madre interceder por
él, Zósimo prometió que nunca haría de nuevo tales cosas, adaptándose a la vida
del claustro.
Durante 30 años vivió casi olvidado; al morir el abad de
Santa Lucía, recayó en el obispo de Siracusa designar al nuevo abad, quien
eligió a Zósimo, siendo ordenado luego unos días después como sacerdote.
El santo gobernó el monasterio con tal sabiduría, amor y
prudencia que superó a todos sus predecesores y a todos sus antecesores. Cuando
la sede de Siracusa quedó vacante, el Papa Teodoro designó a Zósimo y lo
consagró. Durante su episcopado, el santo fue notable por su celo en la
enseñanza del pueblo y por su generosidad con los pobres.
San Zósimo murió alrededor del año 660, a la edad de 90
años.
Fuente: Catholic.net
La frase de hoy
“Mucha gente pequeña,
en lugares pequeños,
haciendo pequeñas cosas,
puede cambiar el mundo”
Eduardo Galeano
Temas Médicos:
Prevenir la obesidad infantil
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la
obesidad y el sobrepeso han alcanzado caracteres de epidemia a nivel mundial.
Las cifras asustan. Más de mil millones de personas adultas tienen sobrepeso y,
de ellas, al menos 300 millones son obesas. El crecimiento de la obesidad
infantil es también muy preocupante.
Cuando hablamos de obesidad infantil, nos referimos a la
acumulación excesiva de grasa corporal, especialmente en el tejido adiposo, y
que se puede percibir por el aumento del peso corporal cuando alcanza 20 por
ciento a más del peso ideal según la edad, la talla, y sexo del niño o niña en
cuestión.
Para muchas familias, el tener un hijo gordito,
mofletudo, y lleno de pliegues es todo un logro, una señal de que el niño está
bien, fuerte, y lleno de salud. Pero los expertos en nutrición infantil no
piensan igual. Y van a más: dicen que estas familias están muy equivocadas. Lo
que importa no es que el niño esté gordo o delgado. Lo que interesa es que el
niño esté sano. Y es ahí donde queríamos llegar.
Tanto en Europa como en Estados Unidos, desde los años
noventa hasta hoy, la incidencia de la obesidad infantil se ha duplicado, lo
que es un hecho alarmante…
• Qué y cuánto debe comer un niño
No existe una cantidad exacta de comida a que debe
consumir un niño. Cada niño es un mundo distinto, y sus deseos y necesidades
son diferentes. En razón de eso, es el niño el que puede decir, con exactitud,
cuánto puede comer. Y no se puede obligarle a que coma más. Ni por las buenas
ni por las malas. Normalmente, los niños comen más que las niñas, pero en
cuestión de apetito no se puede generalizar. Pero en definitiva siempre será el
médico pediatra el que dará las pautas de alimentación para cada niño o niña en
particular.
El otro aspecto de fundamental importancia a tener en
cuenta para prevenir la obesidad infantil es la actividad física. Te proponemos
una rutina de ejercicios físicos para ayudar a que los niños puedan regular su
peso y a la vez entretenerse. ¡Atención! Antes de iniciar cualquier rutina de
ejercicios para niños, usted debe consultar primero con el pediatra.
• Algunas sugerencias que dan buenos resultados pueden
ser:
1.- Salir a patinar: es una actividad sumamente
entretenida y divertida que se puede hacer en familia. No es necesario extenderse
mucho en el paseo. Las primeas salidas serán cortas y luego se irán haciendo
más largas.
2.- Los juegos en el agua son otra alternativa. Lo
importante es que el pequeño no se dé cuenta de que está haciendo deporte para
bajar de peso, sino que lo lleva a cabo para disfrutar de un momento agradable.
3.- Salir a caminar. La caminata es uno de los ejercicios
más provechosos. Muchos niños se quejan, pero si la actividad se realiza con
alegría, en familia y sin apuros, sin dudas, el pequeño cambie su actitud y
pueda disfrutar del momento.
4.- Las artes marciales para los varones es uno de los
ejercicios que más placer pueden causar. Se estará ejercitando el cuerpo, se
podrá aprender acerca de lo que es la disciplina. El baile para las niñas es
una opción a tener en cuenta.
• Ejercicios para realizar en el hogar:
Si en la casa hay escaleras, disponer de quince minutos
al día para subir y bajar las escaleras. Se puede colocar música para que la
actividad sea más llevadera. La madre o el padre pueden realizar este ejercicio
junto al niño.
Es importante apuntar el tiempo que se ha consumido en la
práctica y cómo se ha sentido el niño realizándola. A medida que pasen las
semanas, se irá aumentando la intensidad y el tiempo.
Mediante el uso de una cuerda de saltar, proponerle al
niño hacer varios saltos.
Poner música y bailar. Esta actividad mejorará el estado
físico, ayudará a eliminar el estrés y los niños lo disfrutarán mucho. Se puede
realizar todos los días a modo de rutina.
• Recomendaciones para prevenir la obesidad infantil:
Los niños al hacer deporte deben divertirse a la vez que
se ejercitan. Deben disfrutar de la actividad que realizan y los deportes en
conjunto son los más adecuados, aunque hay que comprender si a su hijo le da
vergüenza que otros niños lo vean hacer deporte o moverse.
Al principio una buena alternativa es salir con el niño
hasta que gane confianza. Hay que conocer muy bien al niño para poder acercarlo
a los deportes que prefiera.
Hablar con él y preguntarle cuáles son las actividades
que más le gustan y acompañarlo en su desarrollo. Existen muchas maneras de
ayudar a que los niños bajen de peso.
Mediante la creatividad y la buena disposición es posible
en casa y con poco dinero encontrar la manera que mejor se adapta a cada cuerpo
y carácter.
Pensamientos sanadores
Hoy pídele a la Sagrada Familia el don de la superación
de los conflictos
Todos lo sabemos, las relaciones interpersonales no
siempre son sencillas. Con frecuencia las heridas de cada uno se tocan entre
si, produciendo situaciones emocionales que derivan en conflictos.
Sin embargo, el ámbito familiar debe llegar a ser un
espacio de auténtico descanso, un espacio de contención, recuperación y
sanación de las heridas…
Debería ser un sitio en el cual se pudiesen expresar con
libertad los propios sentimientos y los pensamientos constructivos…
Debería ser un lugar en donde, por medio del diálogo, la
paciencia y la comprensión, se aprendiese a crecer en la resolución positiva de
los conflictos y así se vayan solucionando, día a día, los problemas cotidianos
de la convivencia.
Esto es una gracia que vale la pena pedir diariamente y
un esfuerzo para tratar de concretar incesantemente.
Acuérdate de mi,
Señor, por el amor que tienes a tu pueblo; visítame con tu salvación, para que
vea la felicidad de tus elegidos, para que me alegre con la alegría de tu
nación y me gloríe con el pueblo de tu herencia. Salmo 106, 4-5.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa
Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el
cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno,
así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu
Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por la unión de las
familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones
sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Susana, de la provincia de Buenos Aires, Argentina, nos
pide oraciones por su hija, que se ha separado, tiene dos hijos pequeñitos y
está muy mal anímicamente con ideas negativas de no querer seguir adelante en
la vida, por lo que le pedimos a Jesús, que sane su corazón y a María que la
acompañe como Madre del dolor para que pueda superar esta situación y renovar
sus fuerzas para seguir el camino de la vida con fe, esperanza y amor.
Pedimos oración por Elvira, de 93 años, de Santa Fe,
Argentina, que padece un accidente cerebro vascular y está internada siendo
incierto su futuro. Que Jesús, el Buen Pastor, le dé especial atención a esta
ovejita suya para cuidarla y brindarle lo que sea mejor para ella según Su
voluntad.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo
ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible
dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no
publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la
solicitud de oración.
Cuaresma día por día
Desanimarse es una tontería.
Escucha el consejo que da el barrendero a Momo:
"Cuando barro, las cosas son así: a veces tienes ante ti una calle
larguísima. Te parece tan terriblemente larga que crees que nunca podrás
acabar. Y entonces te empiezas a dar prisa. Cada vez que levantas la vista, ves
que la calle no se hace más corta. Y te esfuerzas más todavía, al final estás
sin aliento. Y la calle sigue estando por delante... Nunca se ha de pensar en
toda la calle de una vez ¿entiendes? Sólo hay que pensar en el paso
siguiente.... entonces es divertido... de repente uno se da cuenta de que, paso
a paso, se ha barrido toda la calle."
Ser santo, amar mucho a Dios... cualquier meta se alcanza
siempre. Consiste en dar un paso cada día; por eso, no te desanimes nunca: haz
bien hoy las pequeñas cosas de¡ día.
¡Qué no me desanime, Señor, que es una tontería! Poco a
poco, con pequeños pocos, conseguiré hacer realidad las cosas grandes que
quiero - y Tú también quieres - en mi vida.
Continúa hablándole a Dios con tus palabras
P. José Pedro Manglano Castellary
"Intimidad Divina"
A ti encomiendo mi causa
Jesús no invoca la venganza ni procura sustraerse a sus
enemigos. Verdad es que el Evangelio afirma a veces que “se les escabulló de
las manos” (Jn 10, 39); esto se explica únicamente porque aún no ha llegado la
hora fijada por el Padre. En espera de esta hora, entre los insultos de los
judíos, las amenazas de detenerle, Jesús continúa su obra de evangelización, y
“muchos acudieron a él”. Él sabe que le espera la cruz, sabe que las
afirmaciones acerca de su divinidad y la resurrección de Lázaro irritarán todavía
más a los opositores y harán que los acontecimientos se precipiten, pero con
serenidad y libertad soberanas prosigue su obra. Le sostiene la confianza en el
Padre: “a ti encomendé mi causa” (Jer 20, 12).
Esta es la actitud de confianza en Dios que debe adoptar
y sostener el cristiano en la hora del dolor, de la persecución. “No es el
siervo más que su amo. Si a mi me han perseguido, también a vosotros os
perseguirán” (Jn 15, 20). Quien se proponga vivir a fondo el Evangelio,
defender la verdad, hacer el bien, no podrá evitar la contradicción de ese
mundo que se opuso a Cristo. Y, permitiéndolo Dios, pueden añadirse todavía
sufrimientos e incomprensiones por parte de otras fuentes de oposición, tal vez
por parte de los buenos, de los amigos, hasta de los familiares o de los
hermanos que comparten nuestro mismo ideal. El cristiano no se escandaliza;
sabe que la cruz es parte esencial de la herencia y del seguimiento de Cristo;
sabe que como Cristo salvó al hombre con la cruz, el hombre entra en el camino
de la salvación y coopera a la salvación del mundo llevando su propia cruz.
Conviene recordad que también Jesús en Getsemaní se vio
oprimido por los padecimientos hasta sudar sangre y gemir “Me muero de
tristeza” (Mt 26, 38). En la tristeza mortal de Cristo, todo hombre halla
santificadas sus propias angustias y penas, y halla, al mismo tiempo, fuerzas
para no sucumbir. Refugiándose con Jesús en su plegaria al Padre: “Pero no se
haga lo que yo quiero, sino lo que tú quieres” (vs. 39), el cristiano resiste
los asaltos del dolor, no se ve ni arrollado ni desesperado; el abandono filial
y confiado a la voluntad de Dios le hace capaz de afrontar con sencillez y
hasta con serenidad, las situaciones más trágicas, porque sabe que los que
confían en el Señor no quedarán defraudados.
¡Oh Dios!, el
camino de la cruz es el que reservas a los que más amas: a los que mucho
quieres, llevas por camino de trabajos y mientras más los amas, mayores… Creer
que admites a tu amistad estrecha gente regalada y sin trabajos es disparate.
Tu voluntad no es darnos riquezas, ni deleites, ni honras, ni todas estas cosas
de acá; no nos quiere tan poco… ¿Queremos ver cómo se ha con los que de veras
le dicen que se cumpla en ellos tu voluntad? Preguntémoselo a tu Hijo glorioso,
que te lo dijo cuando en la oración del Huerto… Toda tu voluntad la cumpliste
bien en él en lo que le diste de trabajos y dolores e injurias y persecuciones,
hasta que se le acabó la vida con muerte de cruz. Esto es lo que le dista a
quien más amabas… Así que estos son tus dones en este mundo. Das conforme al
amor que nos tienes; a los que amas más, das de estos dones más; a los que
menos, menos, y conforme al ánimo que ves en cada uno y el amor que te tenemos.
A quien te amare mucho, verás que puede padecer mucho por ti; al que te amare
poco, poco… La medida del poder llevar gran cruz o pequeña, es la del amor.
(Santa Teresa de Jesús, Camino)
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.
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