martes, 6 de marzo de 2012

Pequeñas Semillitas 1642

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 7 - Número 1642 ~ Martes 6 de Marzo de 2012
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Hola…
El domingo contemplábamos en el Evangelio el impactante episodio de la Transfiguración del Señor en el monte Tabor, que tanto impresionó a los discípulos que lo acompañaban que hasta propusieron quedarse allí en sendas carpas.
El Tabor es el punto de partida, no un lugar para quedarse. Hay que bajar a la realidad. El ascenso, el encuentro con Dios, nos ayuda a eliminar temores, nos da fuerzas y ánimos para seguir adelante y ser coherentes y consecuentes en la vida con nuestra fe.
Jesús nos invita a no instalarnos en nuestras tiendas de insolidaridad, egoísmo, comodidad, rutina... Nos anima a bajar de las nubes e implicarnos en la realidad 
de la vida cotidiana, a seguir anunciando y viviendo la Buena Noticia con rostro alegre y “transfigurado”.
Hay que continuar el camino. Seguimos a Jesús. Él nos precede y acompaña.

La Palabra de Dios:
Evangelio del día


En aquel tiempo, Jesús se dirigió a la gente y a sus discípulos y les dijo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos. Haced, pues, y observad todo lo que os digan; pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen. Atan cargas pesadas y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas. Todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres; se hacen bien anchas las filacterias y bien largas las orlas del manto; quieren el primer puesto en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, que se les salude en las plazas y que la gente les llame "Rabbí".
»Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar "Rabbí", porque uno solo es vuestro Maestro; y vosotros sois todos hermanos. Ni llaméis a nadie "Padre" vuestro en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre: el del cielo. Ni tampoco os dejéis llamar "Doctores", porque uno solo es vuestro Doctor: Cristo. El mayor entre vosotros será vuestro servidor. Pues el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado».
(Mt 23,1-12)

Comentario
Hoy, con mayor razón, debemos trabajar por nuestra salvación personal y comunitaria, como dice san Pablo, con respeto y seriedad, pues «ahora es el día de la salvación» (2Cor 6,2). El tiempo cuaresmal es una oportunidad sagrada dada por nuestro Padre para que, en una actitud de profunda conversión, revitalicemos nuestros valores personales, reconozcamos nuestros errores y nos arrepintamos de nuestros pecados, de modo que nuestra vida se vaya transformando —por la acción del Espíritu Santo— en una vida más plena y madura.
Para adecuar nuestra conducta a la del Señor Jesús es fundamental un gesto de humildad, como dice el Papa Benedicto: «Que [yo] me reconozca como lo que soy, una creatura frágil, hecha de tierra, destinada a la tierra, pero además hecha a imagen de Dios y destinada a Él».
En la época de Jesús había muchos "modelos" que oraban y actuaban para ser vistos, para ser reverenciados: pura fantasía, personajes de cartón, que no podían estimular el crecimiento y la madurez de sus vecinos. Sus actitudes y conductas no mostraban el camino que conduce a Dios: «No imitéis su conducta, porque dicen y no hacen» (Mt 23,3).
La sociedad actual también nos presenta una infinidad de modelos de conducta que abocan a una existencia vertiginosa, alocada, debilitando el sentido de trascendencia. No dejemos que esos falsos referentes nos hagan perder de vista al verdadero maestro: «Uno solo es vuestro Maestro; (…) uno solo es vuestro Padre; (…) uno solo es vuestro Doctor: Cristo» (Mt 23,8.9.10).
Aprovechemos la cuaresma para fortalecer nuestras convicciones como discípulos de Jesucristo. Tratemos de tener momentos sagrados de "desierto" donde nos reencontremos con nosotros mismos y con el verdadero modelo y maestro. Y frente a las situaciones concretas en las que muchas veces no sabemos cómo reaccionar podríamos preguntarnos: ¿qué diría Jesús?, ¿cómo actuaría Jesús?
Pbro. Gerardo GÓMEZ (Merlo, Buenos Aires, Argentina)


Santoral Católico:
San Olegario, Obispo


De este joven dice su biógrafo estas palabras que llegan a lo más íntimo del alma:" Guardián celoso y maestro de la castidad, afable para todos, generoso con los pobres, esquivo de la vanagloria, despegado de la pompa mundanal y amante fiel de la paz no fingida". Si estas palabras se aplicasen a tu vida personal, te encontrarías más feliz de lo que te hallas en este instante. No me cabe la menor duda.

Nació en la bella ciudad de Barcelona, abierta al mar y a las nuevas corrientes de la cultura y del Evangelio… Su familia era de origen noble por parte del padre y de la madre. Ambos se preocuparon por darle una educación en los valores que nunca defraudan del Evangelio.

El padre –cosa rara hoy en día– quiso llevar y dirigir sus estudios según los criterios de la época en que le tocó vivir. Cuando vio que su preparación intelectual y humanista la recibiría mejor en los canónigos de la catedral, no tuvo inconveniente en confiarles su educación como persona humana.

En los estudios que le prepararían para ser sacerdote, se distinguió por su piedad sincera, su aprovechamiento y su afición o “hobby” por leer a los Santos Padres. Tanto los leyó, meditó y estudió que se convirtió en una verdadero especialista.

El anhelaba la perfección espiritual de su vida. Por eso, al enterarse de que había cerca de Barcelona un convento de canónigos regulares de san Agustín, no dudó lo más mínimo en irse para imitar su virtud. Cuando murió el obispo de Barcelona, desde la aristocracia hasta la gente sencilla, pensó en que el mejor sucesor sería Olegario.

El mismo Papa Pascual II tuvo que obligarle a que aceptara el cargo. No hizo en su misión de pastor distinción alguna entre ricos y pobres. Todos eran hijos de Dios. Participó en algunos concilios de Tarragona, Toulouse, Reims y Lateranense I, san Clermont... Y dada su preparación intelectual, logró derrotar a sus enemigos, los herejes. Murió en el año 1137.

Fuente: Catholic.net


La frase de hoy

“Si supiera que ésta fuera
la última vez que te vea salir por la puerta,
te daría un abrazo, un beso
y te llamaría de nuevo para darte más”

Gabriel García Márquez


Tema del día:
Señor, ¿por qué nos amas tanto?


Ante ti, Señor, pongo mis ojos en esa pequeña puerta, que esconde la grandeza de un amor infinito como infinita es tu bondad, infinita tu paciencia e infinita tu humildad. ¿Por qué, Señor?... ¿Por qué nos amas tanto?

No es posible saber de tu espera eterna en todos los Sagrarios de este mundo, y no sentir la nada que somos, lo poco que merecemos, el fardo que cargamos tan pesado de nuestros errores y faltas, de lo poco que valemos... pero ya ves, Jesús, el saber que estás ahí, me obliga a pensar que si valemos mucho, porque si nos amaste y nos amas hasta dar tu vida por nosotros pues... ¡si que debemos de valer!

Y al pensar en esto me dan ganas de llorar por lo mal que te correspondemos, lo mezquinos y tacaños que somos para todo lo concerniente a tu sagrada persona....horas y horas ante la televisión, ante la "ventanita" de Internet, tardes enteras de cine, de café, de espectáculos, a veces con grandes sacrificios de filas y de dinero para verlos.... todo, todo lo damos, todo nos parece poco para asistir o lograr aquello que nos interesa y seduce....

Pero para ti, Señor, apenas y nos detenemos un instante ante tu figura de Dios hecho hombre muriendo en una cruz con los brazos abiertos para esperarnos y redimirnos.... ¡Qué poco tiempo para tí, Señor!.

Los días trascurren... mañana, tarde y noche y vuelta a lo mismo... ni un pequeño rato, a veces ni un minuto para ti y cuando llega el domingo, que es el Día del Señor, tu Día, si es que nos late entramos al Templo donde tu estás, siempre esperando.... ¡y que larga es la media hora de la misa!

Estamos transitando los cuarenta días que nos llevarán a desembocar en la Semana de los mayores tormentos que se le pueden infligir a un ser humano, pero aún peor a un Dios que por amor acepta libre y voluntariamente todo eso y más, hasta la muerte. ¿Nos paramos, en nuestro loco correr, para pensar un pequeño instante en esto? ¡Cómo desearías que esto ocurriera, Señor!

Quizá nunca nos confesamos de este desamor, de esta gran indiferencia....

Como un acto de desagravio, a tanta frialdad y olvido, recordamos el Salmo 50:

"Misericordia, Señor, hemos pecado."
Por tu inmensa compasión y misericordia,
Señor, apiádate de mi y olvida mis ofensas.
Lávame bien de todos mis delitos y purifícame de mis pecados
Puesto que reconozco mis culpas, tengo siempre presentes mis pecados.
Contra ti solo pequé, Señor, haciendo lo que a tus ojos era malo.
Crea en mi, Señor, un corazón puro, un espíritu nuevo para cumplir tus mandamientos.
No me arrojes, Señor, lejos de ti, ni retires de mi tu santo espíritu.
Devuélveme tu salvación, que regocija, y mantén en mí un alma generosa.
Señor, abre mis labios y cantará mi boca tu alabanza.
Misericordia, Señor, hemos pecado"

Sé que nos miras con ojos llenos de amor porque eres Padre y te damos un poco de pena al vernos tan vulnerables... pero ese gran amor nos dará la fuerza que necesitamos para tratar de ser cada día un poco mejores y pensar también un poco más en ti.

Es todo lo que nos pides... es todo lo que deseas.

Ma Esther De Ariño


Pensamientos sanadores


Hoy pídele a Dios que bendiga tus oídos

Todos lo sabemos: escuchar a Dios no siempre es sencillo.
Con frecuencia, podemos confundir la voz de los propios pensamientos con la voz de Dios; y otras veces llegamos a creer que la voz interior que nos sugiere algunos buenos pensamientos es la propia, cuando, en cambio, es el Señor quien nos está hablando.
El aprender a distinguir lo que viene de Dios, lo que viene de nosotros mismos, o más aún, lo que viene como tentación encubierta, ha de ser una de las tareas a las cuales nos hemos de abocar con mayor responsabilidad si queremos realmente convertirnos y crecer en serenidad y santidad.
Dispongámonos a bajar el nivel de ruido que hay a nuestro alrededor, pero especialmente en nuestra cabeza; y pidámosle a Jesús, que así como abrió los oídos a los sordos para que pudiesen oír, también toque nuestros oídos, a fin de que podamos experimentar lo hermoso que es escuchar su dulce voz.

El que tenga oídos, que oiga. Mateo 11, 15


Pedidos de oración

Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por Emilio (el tío Milo), que es salvadoreño pero vive en Miami (USA), que está pasando un momento muy malo en su salud, con una intervención quirúrgica que debió ser suspendida por su condición delicada. Que Jesús, que lo dio todo por amor, ponga sus manos sobre él y si es Su voluntad le conceda la gracia de superar sus problemas y curarse.

Seguimos rezando por la bebé Agnes, de Buenos Aires, Argentina, que nació el 16 de febrero último, con sólo siete meses de gestación, por lo que su estado es delicado y necesita muchos cuidados especiales. La ponemos en las manos de María, Madre de Dios y Madre nuestra, que seguramente la cuidará de la mejor manera y hará que los médicos puedan recuperarla en plenitud para alegría de sus padres, familiares y de todos los que amamos el milagro de la vida.

Pedimos oración por Laura H. y su hijo Miguel Ángel, de México, pues el jueves se hará el trasplante de riñón. Y por Andrea, de Brasil, que tiene cáncer y se ha puesto mal. Que Jesús Misericordioso abrace a estos hermanos y hermanas y les conceda la paz y la sanación.

Pedimos oración por Nicolás, que vive en Esperanza, Santa Fe, Argentina, tiene 25 años y está viviendo un momento de mucha vulnerabilidad laboral y familiar, por lo que lo encomendamos a la Sagrada Familia de Nazaret para que con su ayuda pueda superar los problemas y volver a una vida normal y feliz.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración.


Cuaresma día por día


Callar.

Después de ser condenado, Pilatos ordena que azoten a Jesús. Dos soldados brutales descargan toda su fuerza sobre la espalda de Jesús. Noventa golpes pueden contarse en la sábana santa. Cada látigo tenía varias cuerdas y la punta de las cuerdas poseía pequeños trozos de plomo sin pulir, con puntas y salientes que hirieron todo el cuerpo de nuestro Dios. Jesús lo sufrió por ti y por mí. Era tan doloroso que muchos de los condenados morían en la flagelación. María, nuestra madre, lo ve todo y sufre, pero se calla, porque quiere que Jesús nos salve y para ello debe morir.

Madre, haz que sepa callar; no contestar a mis padres, no protestar, no decir siempre la última palabra. Aunque sea injusto, o tenga motivos para protestar... que me calle. También Tú podrías haber dicho muchas cosas, y te callaste. Me cuesta pero ayúdame: que sepa callar.

Continúa hablándole a Dios con tus palabras.

P. José Pedro Manglano Castellary


El rincón de los lectores


# María Concepción Müller – Buenos Aires – Argentina – 5/Mar/12
Queridos amigos en el Señor, que gracias a Felipe y a sus páginas nos mantiene comunicados aunque no nos conozcamos… pero tenemos un papá en común y una mamá que nos acoge a todos… Tratemos de colaborar con esta hermosa misión que se ha impuesto este cordobés “de fierro”, ya que su tiempo, tal como el nuestro, tiene un inmenso valor, y los equipos que deben sostener este sistema también lo tienen… Basta con estar un día sin internet para darse cuenta de ello, y conozco el costo de mantenimiento porque lo vivo a diario en mi trabajo.
Un abrazo para todos, en María, rogando por la generosidad de todos…
María


# Marina Ruiz – Andalucía – España – 5/Mar/12
Hola a todos los seguidores de "Pequeñas Semillitas". Vivo al Sur de España, en Andalucía y cada día voy alimentando mi espíritu con el Boletín publicado por
Felipe de Urca. En el de hoy he visto la petición que hace para que económicamente ayudemos, pues los gastos van en aumento y quizás se vea obligado, muy  a su pesar a suspender "Pequeñas Semillitas".
¡¡Por favor, no lo consintamos!! No podemos consentir esto suceda. Es un Boletín muy enriquecedor y poniendo todos de nuestra parte, haremos que "Pequeñas Semillitas" no desaparezca...Seamos generosos. Que cada uno, en la medida que pueda, ayude. Estoy segura lo vamos a hacer.
Confío que pronto pueda escribir Felipe diciendo... GRACIAS a todos, por la ayuda recibida.
Un cariñoso saludo, de la andaluza
Marina Ruiz


"Intimidad Divina"

Dicen y no hacen

Decía Jesús a propósito de los escribas y fariseos: “Haced, pues, y observad todo lo que os digan; pero no imitéis su conducta, porque ellos dicen y no hacen” (Mt 23, 3). Jesús no duda en reconocer la autoridad de los doctores de la ley, cuya misión era instruir religiosamente al pueblo, y recomienda seguir sus enseñanzas… pero pone abiertamente en guardia contra la conducta de los doctores de la ley y descubre su fallo fundamental: “dicen y no hacen”. Conocer suficientemente el campo de las realidades espirituales sin preocuparse de llevar a la práctica esa teoría, crea situaciones deformantes; se discute de virtud y de santidad y se actúa a un nivel de pasiones y de vicios no combatidos, hasta el punto de no sentir el absurdo de un comportamiento que está negando con los hechos lo que afirman las palabras.

El Concilio lamenta que los católicos, poseyendo “toda la verdad revelada por Dios y todos los medios que la gracia ofrece… no la aprovechen para vivir con el fervor debido; razón por la cual el rostro de la Iglesia aparece menos refulgente ante el mundo y el crecimiento del Reino de Dios se retarda” (UR 4). A fuerza de tantos comentarios e interpretaciones, el Evangelio es demasiado poco conocido y vivido como Cristo lo predicó. Es necesario abrir el corazón… y meditar profundamente las palabras del Señor: “dicen y no hacen”, y tener la valentía de revisar nuestra propia vida a la luz de esas palabras.

¡Cuántas cosas buenas se dicen, cuántas verdades se conocen y se afirman, y sin embargo no calan y no se traducen en práctica; quedan perdidas en el campo de las ideas. Ser ejecutores de la verdad, ser realizadores del Evangelio, ser testigos de Cristo son las metas hacia las cuales urge tender incesantemente. El cristiano no puede ser un acróbata que hace cabriolas entre lo lícito y lo prohibido, o un calculador que pesa con balanza exacta sus aportaciones; el cristiano está llamado a ser una criatura que vive en el amor (Ef, 5, 1), sirviendo a Dios con corazón de hijo y al prójimo con entrega fraternal.

Dice el Señor: “¿Por qué recitas mis preceptos, y tienes siempre en la boca mi alianza, tú que detestas mi enseñanza, y te echas a la espalda mis mandatos? Esto haces, ¿y me voy a callar? ¿Crees que soy como tú? Te acusaré, te lo echaré en cara. El que me ofrece acción de gracias, ése me honra; al que sigue el buen camino le haré ver la salvación de Dios. (Salmo 50, 16-17, 21-23)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.