viernes, 22 de noviembre de 2013

Pequeñas Semillitas 2200

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 8 - Número 2200 ~ Viernes 22 de Noviembre de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Lo divino era para los griegos lo perfecto.  El hombre logra la perfección haciendo el bien, aquello que constituye el ideal verdadero de nuestra realidad personal, la meta adecuada a nuestro ser.  Incrementar la propia bondad es la mejor forma de responder a quien desee dañarnos.
Le preguntaron a Demóstenes, máximo orador de Grecia y del mundo antiguo, qué podrían hacer los hombres para parecerse más a los dioses.
Y Demóstenes respondió: “Hacer el bien a todas horas”.
Luego le preguntaron: Dime, ¿cómo haré para vengarme de mis enemigos?
Y él finalmente respondió: “Hazte mejor que ellos”.

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, entrando Jesús en el Templo, comenzó a echar fuera a los que vendían, diciéndoles: «Está escrito: ‘Mi casa será casa de oración’. ¡Pero vosotros la habéis hecho una cueva de bandidos!». Enseñaba todos los días en el Templo. Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y también los notables del pueblo buscaban matarle, pero no encontraban qué podrían hacer, porque todo el pueblo le oía pendiente de sus labios.
(Lc 19,45-48)

Comentario
Hoy, el gesto de Jesús es profético. A la manera de los antiguos profetas, realiza una acción simbólica, plena de significación de cara al futuro. Al expulsar del templo a los mercaderes que vendían las víctimas destinadas a servir de ofrenda y al evocar que «la casa de Dios será casa de oración» (Is 56,7), Jesús anunciaba la nueva situación que Él venía a inaugurar, en la que los sacrificios de animales ya no tenían cabida. San Juan definirá la nueva relación cultual como una «adoración al Padre en espíritu y en verdad» (Jn 4,24). La figura debe dejar paso a la realidad. Santo Tomás de Aquino decía poéticamente: «Et antiquum documentum / novo cedat ritui» (Que el Testamento Antiguo deje paso al Rito Nuevo»).
El Rito Nuevo es la palabra de Jesús. Por eso, san Lucas ha unido a la escena de la purificación del templo la presentación de Jesús predicando en él cada día. El culto nuevo se centra en la oración y en la escucha de la Palabra de Dios. Pero, en realidad, el centro del centro de la institución cristiana es la misma persona viva de Jesús, con su carne entregada y su sangre derramada en la cruz y dadas en la Eucaristía. También santo Tomás lo remarca bellamente: «Recumbens cum fratribus (…) se dat suis manibus» («Sentado en la mesa con los hermanos (…) se da a sí mismo con sus propias manos»).
En el Nuevo Testamento inaugurado por Jesús ya no son necesarios los bueyes ni los vendedores de corderos. Lo mismo que «todo el pueblo le oía pendiente de sus labios» (Lc 19,48), nosotros no hemos de ir al templo a inmolar víctimas, sino a recibir a Jesús, el auténtico cordero inmolado por nosotros de una vez para siempre (cf. He 7,27), y a unir nuestra vida a la suya.
P. Josep LAPLANA OSB Monje de Montserrat (Montserrat, Barcelona, España)

Santoral Católico:
Santa Cecilia
Virgen y Mártir
Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net    

¡Buenos días!

Con los pies sobre la tierra

Michel Quoist en “Triunfo” afirma: «Hay quienes “no tienen los pies sobre la tierra”, sencillamente vuelan. Vuelas, cuando consideras tus sueños como realidad; cuando pasas el tiempo concibiendo planes que jamás realizas; cuando no te adaptas a las personas y a las cosas. Soñar tu vida no es vivirla».  Aquí tienes un cuento de uno que vive en sus fantasías.

Estaba un paisano sentado al mostrador del boliche tomando una caña, cuando entró otro paisano y le pidió al patrón que le preparara un sándwich de cocodrilo. El bolichero le dijo que no tenía y el paisano se fue.
Asombrado el que estaba tomando la caña, preguntó al patrón:
—Perdone, ¿escuché mal o ese paisano está loco?
—Y claro que está loco –contestó el bolichero–. ¡Mire si voy a empezar un cocodrilo solamente para él!

Un signo de madurez es aceptar la realidad y poseer suficiente solidez y equilibrio para vivirla. La persona madura es objetiva: sabe valorarse a sí mismo sin dejar de valorar a los demás. Es capaz de tomar una decisión y sostenerla. Madurez es el arte de vivir en paz con lo que no se puede cambiar. Ejercítate en la sabiduría de “poner siempre los pies sobre la tierra”.
Padre Natalio

Mes de María
Día dieciséis (22/NOV)
Relaciones con el prójimo
CONSIDERACIÓN. María vivió llena de benevolencia para todos. Sus oídos, dice uno de sus historiadores, estaban sin cesar abiertos para oír el bien, pero su boca cerrada, salvo para alabar a Dios o para utilidad del prójimo.
¿No es esta consideración, una condenación notable de nuestra conducta, cuando revelamos sin necesidad las faltas o defectos del prójimo, o que lo acusamos de algo que no ha cometido?
Si un alma recta y verdadera, retrocede, espantada, ante la calumnia, no es así, desgraciadamente, de la maledicencia. No nos dominamos tampoco, nosotros mismos, que nos dejamos arrastrar muy fácilmente a hablar con ligereza del prójimo.
Si hemos sido contrariados en nuestros intentos o heridos en nuestro amor propio, por alguien, no nos venguemos tan pronto, con palabras picantes.
No le robaríamos una moneda y sin escrúpulos, trabajamos en robarle aquello que estima más que la plata o el oro: la estimación de sus semejantes.

EJEMPLO. En el fondo del desierto de Tebaida, un joven anacoreta cayó enfermo. A pesar de sus sufrimientos, una dulce serenidad brillaba en su semblante.
-Hermano, pareces bien feliz, le dijo el superior.
-Lo soy, en efecto, dijo el enfermo.
-¿Me permites una reflexión?
-¡Oh! ¡Padre mío, hablad!
-Muchas veces, en la muerte, el demonio se esconde bajo la cara de un ángel de luz y cubre de flores el pasaje a la eternidad; dime cuál es la razón de esa calma perfecta, de esa alegría que brilla en tus ojos, de esa felicidad inexplicable que te arrebata. Nosotros estamos angustiados y temblamos.
-Padre mío, yo era muy joven, cuando leí en el Evangelio estas palabras sagradas: “No juzguéis y no seréis juzgados”. Las he meditado; nunca he juzgado, he aquí, por qué yo espero en la misericordia de mi Dios.
Expiró pronunciando estas palabras.
San Agustín, imitador de las virtudes de su digna madre que no sufría que se atacara al prójimo en su presencia, había hecho escribir en gruesas letras en la sala donde tomaba sus alimentos, esta sentencia: “Si alguno gusta hablar mal de ausentes, que sepa que esta mesa le está prohibida”.
Un día, uno de sus amigos comenzó a hablar de los defectos del prójimo; él lo reprendió en seguida diciendo: “Borrad esas inscripción o levantaos de la mesa”.

PLEGARIA DE SAN AGUSTÍN. ¡Oh María! no rehuséis vuestro socorro a los desgraciados; levantad el coraje de los débiles y consolad a aquellos que están afligidos; rogad por nosotros, a fin de que todos los que han recurrido a Vos en sus necesidades, sientan los efectos de vuestra protección todopoderosa. Así sea.

RESOLUCIÓN. Seré afable en mis relaciones con el prójimo y no hablaré mal de nadie.

JACULATORIA. María, Refugio de los pecadores, rogad por nosotros.

La frase de hoy

“Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!,
que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que han acudido a vuestra protección,
implorando vuestra asistencia y reclamando vuestro socorro,
haya sido desamparado.
Animado por esta confianza, a Vos también acudo,
¡oh Madre, Virgen de las vírgenes!,
y gimiendo bajo el peso de mis pecados
me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana.
¡Oh Madre de Dios!, no desechéis mis súplicas,
antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente.
Amén”

San Bernardo

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos una oración por el matrimonio de Pamela y Exequiel, queridos amigos de San Lorenzo, Santa Fe, Argentina, que hoy cumplen cinco años de su unión bendecida por Dios y premiada por la llegada de su hijo Pablito. Mañana ellos renovarán ante al Señor los votos matrimoniales. Que Dios los siga bendiciendo.

Pedimos oración por el problema legal de Alba Luz, residente en Guatemala, para que las personas que están cometiendo una injusticia en contra de ella se den cuenta del mal que están actuando y se solucione favorablemente este asunto.

Pedimos oración por dos hermanos de la provincia de Buenos Aires, Argentina: Emanuel, que tiene un trabajo duro y riesgoso en Bomberos y Policía; y María de los Ángeles que está buscando trabajo. Que el Señor los bendiga, los proteja y derrame sus dones sobre ellos y toda la familia. 

Pedimos oración por Marcela, de Buenos Aires, Argentina, para que, por la providencia de Dios, acepte los tratamientos que tiene que realizar y pueda acceder a una curación.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

“Intimidad Divina”

Morar en Dios

El desasimiento de todo bien creado y de sí misma, permite a la criatura percibir más profundamente la acción divina. “Como a mujer abandonada y de contristado espíritu, te llamó el Señor… Dice tu Dios: Por un breve instante te abandonaré, pero con gran compasión te recogeré” (Is 54, 6-7). Lo mismo que,  después de haber castigado a Israel por sus infidelidades, lo volvió a llamar el Señor a sí devolviéndole su favor, así después de haber purificado a cada alma mediante amargas aflicciones, arideces y abandonos, las atrae “con inmensa compasión” para unirlas a sí. Esta atracción divina se verifica mediante la contemplación, la cual, como dice San Juan de la Cruz, “ciencia de amor…, noticia infusa de Dios amorosa, que juntamente va ilustrando y enamorando el alma, hasta subirla de grado hasta Dios, su Creador, porque sólo el amor es el que une y junta el alma con Dios”… Son entonces momentos de inmenso gozo por el que la criatura pregunta la unión con Dios, gozo que la compensa ampliamente de todas las penas y ansias sufridas en la oscuridad de la noche. La criatura advierte que está en Dios y siente a Dios en sí como una presencia más viva que cualquier presencia creada.

“El amor –dice San Juan de la Cruz– es la inclinación del alma y la fuerza y virtud que tiene para ir a Dios… y así, cuantos más grados de amor tuviere, tanto más profundamente entra en Dios y se concentra con él”. El amor imperfecto no puede producir más que una unión imperfecta, mientras que el amor perfecto genera una unión perfecta: “el amor más fuerte es más unitivo” (Ll 1, 13)… El amor es el peso que arrastra al hombre hacia Dios en proporción a su fuerza. Pero es verdad también lo contrario: que el amor atrae a Dios hasta su criatura. “Si alguno me ama, guardaré mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él y haremos morada en él” (Jn 14, 23). Basta un amor inicial, consistente en la observancia de la ley divina, para asegurar el estado de gracia y por ello, la inhabitación  de Dios en el creyente, el cual vive ya unido a Dios que mora en él.

El amor realiza este prodigio: atrae a Dios hasta el hombre que le ama y lanza al hombre hacia Dios, mediante el amor una pobre criatura, que de por sí es nada, se encuentra con su Creador y se une a él de modo tan íntimo y perfecto que queda del todo transformada y divinizada: la “llegará a herir el amor de Dios hasta… transformarla y esclarecerla según todo el ser y potencia y virtud de ella, según es capaz de recibir, hasta ponerla que parezca Dios” (Ll 1, 13). Esto lo hace el amor, porque no es ello sino una participación de la caridad infinita que es Dios: “Dios es amor” (1 Jn 4, 16); por eso donde hay amor, está Dios: “quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él” (ib.).

Señor, te participo mi gozo y confianza serena: estoy sostenido por tu amo, a él me abandono y me entrego, en él me pierdo… ¡Oh amor inmenso de mi Dios! ¿Cómo puedo amarte de rebote?... Yo no tengo qué ofrecerte sino tus dones que salen de mis manos demasiado estropeados y mutilados… ¡Oh bondad, inagotable ternura, oh padre y madre a la vez, oh amigo fiel y gozoso, oh esposo apasionado y celoso, oh hermano que aconsejas y diriges, oh río profundo y sereno, fuego que destruye y luz que da toda luz, oh Dios, oh Padre, mi todo, oh Amor hacia el que vuelvo de prisa, oh Amor, espérame; heme aquí! Todo es divino. Nada hay profano… Dios Padre mío, Dios amigo mío, ternísimo y providente… Dios más dulce que una madre. (P. Lyonnet, Escritos espirituales)
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D. 
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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