domingo, 30 de junio de 2013

Pequeñas Semillitas 2075

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 8 - Número 2075 ~ Domingo 30 de Junio de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)

Alabado sea Jesucristo…
Jesús emprende con decisión su marcha hacia Jerusalén. Sabe el peligro que corre en la capital, pero nada lo detiene. Su vida solo tiene un objetivo: anunciar y promover el proyecto del reino de Dios. La marcha comienza mal: los samaritanos lo rechazan. Está acostumbrado: lo mismo le ha sucedido en su pueblo de Nazaret. Jesús sabe que no es fácil acompañarlo en su vida de profeta itinerante. No puede ofrecer a sus seguidores la seguridad y el prestigio que pueden prometer los letrados de la ley a sus discípulos. Jesús no engaña a nadie. Quienes lo quieran seguir tendrán que aprender a vivir como él.
No nos engañemos. El gran obstáculo que nos impide hoy a muchos cristianos seguir de verdad a Jesús es el bienestar en el que vivimos instalados. Nos da miedo tomarle en serio porque sabemos que nos exigiría vivir de manera más generosa y solidaria. Somos esclavos de nuestro pequeño bienestar. Tal vez, la crisis económica nos puede hacer más humanos y más cristianos.
Hemos de ensanchar el horizonte en el que nos movemos. La familia no lo es todo. Hay algo más importante. Si nos decidimos a seguir a Jesús, hemos de pensar también en la familia humana: nadie debería vivir sin hogar, sin patria, sin papeles, sin derechos. Todos podemos hacer algo más por un mundo más justo y fraterno. Colaborar en el proyecto de Jesús exige dedicación total, mirar hacia adelante sin distraernos, caminar hacia el futuro sin encerrarnos en el pasado.
Recientemente, el Papa Francisco nos ha advertido de algo que está pasando hoy en la Iglesia : “Tenemos miedo a que Dios nos lleve por caminos nuevos, sacándonos de nuestros horizontes, con frecuencia limitados, cerrados y egoístas, para abrirnos a los suyos”.
José Antonio Pagola

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy

Sucedió que como se iban cumpliendo los días de su asunción, Jesús se afirmó en su voluntad de ir a Jerusalén, y envió mensajeros delante de sí, que fueron y entraron en un pueblo de samaritanos para prepararle posada; pero no le recibieron porque tenía intención de ir a Jerusalén. Al verlo sus discípulos Santiago y Juan, dijeron: «Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?». Pero volviéndose, les reprendió; y se fueron a otro pueblo.
Mientras iban caminando, uno le dijo: «Te seguiré adondequiera que vayas». Jesús le dijo: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza». A otro dijo: «Sígueme». Él respondió: «Déjame ir primero a enterrar a mi padre». Le respondió: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el Reino de Dios». También otro le dijo: «Te seguiré, Señor; pero déjame antes despedirme de los de mi casa». Le dijo Jesús: «Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios».
(Lc 9,51-62)

Comentario
Hoy, el Evangelio nos invita a reflexionar sobre nuestro seguimiento de Cristo. Importa saber seguirlo como Él lo espera. Santiago y Juan aún no habían aprendido el mensaje de amor y de perdón: «Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?» (Lc 9,54). Los otros convocados aún no se desprendían realmente de sus lazos familiares. Para seguir a Jesucristo y cumplir con nuestra misión, hay que hacerlo libres de toda atadura: «Nadie que (...) mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios» (Lc 9,62).
Con motivo de una Jornada Misionera Mundial, Juan Pablo II hizo un llamamiento a los católicos a ser misioneros del Evangelio de Cristo a través del diálogo y el perdón. El lema había sido: «La misión es anuncio de perdón». Dijo el Papa que sólo el amor de Dios es capaz de hermanar a los hombres de toda raza y cultura, y podrá hacer desaparecer las dolorosas divisiones, los contrastes ideológicos, las desigualdades económicas y los violentos atropellos que oprimen todavía a la Humanidad. Mediante la evangelización, los creyentes ayudan a los hombres a reconocerse como hermanos.
Si nos sentimos verdaderos hermanos, podremos comenzar a comprendernos y a dialogar con respeto. El Papa ha subrayado que el empeño por un diálogo atento y respetuoso es una condición para un auténtico testimonio del amor salvífico de Dios, porque quien perdona abre el corazón a los demás y se hace capaz de amar. El Señor nos lo dejó dicho en la Última Cena: «Que os améis los unos a los otros, así como Yo os he amado (...). En esto reconocerán todos que sois discípulos míos» (Jn 13,34-35).
Evangelizar es tarea de todos, aunque de modo diferente. Para algunos será acudir a muchos países donde aún no conocen a Jesús. A otros, en cambio, les corresponde evangelizar a su alrededor. Preguntémonos, por ejemplo, si quienes nos rodean saben y viven las verdades fundamentales de nuestra fe. Todos podemos y debemos apoyar, con nuestra oración, sacrificio y acción, la labor misionera, además del testimonio de nuestro perdón y comprensión para con los demás.
Pbro. José MARTÍNEZ Colín (Culiacán, México)

Santoral Católico:
Primeros Mártires de la
Santa Iglesia Romana
Información amplia: clic acá

Fuente: Catholic.net    

¡Buenos días!

Cumpleaños

El día de tu cumpleaños es oportuno para darte un baño de optimismo, un banquete de entusiasmo y una sesión de ideas positivas. Es un pequeño alto en el camino para renovar tus energías, profundizar tus motivaciones, y dilatar tus alegrías… Y ahora una lluvia de ideas:

En este momento tan especial de tu vida… enumera tus bendiciones. Vuelve a descubrir tus capacidades. Sonríe con gratitud por los dones recibidos. Esparce alegría y buen humor. Olvida tus preocupaciones. Deja en manos de Dios el cuidado de todos tus problemas. Reserva tiempo para ti mismo. Ten disponibilidad para recibir a la gente. Goza las maravillas de cada día. Percibe la belleza por doquier. Contempla las estrellas. Observa un amanecer. Reposa entre las flores. Acepta un riesgo. Prueba algo nuevo. Alberga ideas renovadoras. Aminora la marcha. Ten paciencia. Sé prudente. Cultiva la fe. Vive los mensajes de Dios. Confía en los otros. Cree en la vida. Celebra con entusiasmo el don de la vida.

Y empieza un año más de vida con renovadas energías, nuevas ideas, nueva vida y nueva actividad. Que el Señor, fuente y principio de todo bien, te conceda su gracia, derrame sobre ti abundante bendición y te conserve sano y salvo durante todo este nuevo año de tu vida.
Padre Natalio

Palabras del Beato Juan Pablo II

“No cabe duda que el Evangelio es exigente, pero vale la pena seguirlo, porque lleva consigo el secreto de la satisfacción plena de todas las aspiraciones más nobles del corazón. ¡No temas! El Evangelio no está contra ti sino a tu favor. ¡Ten confianza! En el Evangelio, que es Jesús, encontrarás la esperanza firme y duradera a la que aspiras. ¡Ten seguridad! ¡El Evangelio de la esperanza no defrauda! Viviendo el Evangelio el cristiano se hace cada vez más capaz de amar como Cristo”

Beato Juan Pablo II

Tema del día:
Seguir a Jesús

El evangelio de este día tiene dos partes bien diferenciadas con dos temas de los que comentaremos algo, para que cada uno medite ante el Señor lo más conveniente.

En la 1ª parte se habla del camino que iba haciendo Jesús, ya el último, hacia Jerusalén. Al pasar por terreno de los samaritanos manda unos mensajeros a una aldea para pedir posada; pero es rechazado por el hecho de que iba a Jerusalén. Los samaritanos eran enemigos de los judíos y les molestaba que fueran a dar culto en Jerusalén, despreciando quizá el templo de los samaritanos. Los hermanos Santiago y Juan quieren que mande bajar fuego del cielo para que les aniquile, recordando el estilo profético de Elías; pero Jesús les reprende. No habían entendido que el espíritu de Jesús no es de venganza. La religión de Jesús es sobre todo de amor y perdón.

A través de la historia se han hecho muchos atropellos con motivo de la religión. A veces hasta guerras que llaman “de religión”. Pero eso no es religión, al menos la de Jesucristo. Jesús está en contra de todo lo que es fanatismo e intransigencia, pues más que religión es exaltación del propio egoísmo y de intereses materiales.

En la 2ª parte se habla de tres personas que quieren seguir a Jesús o Jesús se lo pide; pero en definitiva no le siguen. A veces creemos que todo aquel que oía el llamado de Jesús le seguía; pero no es así. Y de los que le siguieron alguno le traicionó, otros le dejaron y los mismos apóstoles tenían muchos defectos, que sólo los pudieron dejar con la venida del Espíritu Santo. Jesús se muestra exigente y quizá nos puede parecer hasta duro e incomprensible o poco condescendiente para aquellos tres.

El primero parece que tiene buenas intenciones; pero, al presentarle Jesús lo más duro del seguimiento, se retira. Al segundo le invita el mismo Jesús; pero quiere ir a enterrar a su padre y Jesús no se lo permite. Ya sabemos que esto es una manera de hablar oriental para decir no que hubiera muerto ya su padre, sino que le seguiría cuando su padre hubiera muerto y hubiera sido enterrado. Quizá podrían pasar muchos años. Al tercero no le deja ni despedirse de su familia. Era una manera de expresar que aquella persona estaba demasiado apegada a su familia como para seguir con plenitud al Señor. Jesús no habla de un despedirse físicamente, que es bueno, sino de una actitud interior de demasiado apego a las personas y a las comodidades materiales.

Precisamente en la 1ª lectura de hoy se habla de la llamada del profeta Elías a Eliseo para que fuese su discípulo. Éste era un labrador rico que está arando; pero quiere responder a la llamada. Primero pide despedirse de su familia, para lo cual organiza una gran fiesta de despedida. Algo así hace el apóstol san Mateo, también algo rico, que organiza una fiesta de despedida con sus amigos y con el mismo Jesús.

Cuando hablamos de llamadas de Jesucristo para ser sus discípulos, no sólo pensamos en los que materialmente dejan todo para seguirle como religiosos..., sino que es para todos los que quieran llamarse de verdad cristianos o discípulos de Cristo. Jesús es exigente, quiere generosidad en la entrega y en el amor. Para el apostolado o para la vida cristiana no valen las medias tintas, o como suele decirse: encender una vela a Dios y otra al diablo. Jesús quiere una entrega libre, consciente y sobre todo con pleno amor. Se dice también que el Evangelio es “radical”, es decir que exige de nosotros llegar hasta la raíz de los sentimientos. Hay muchas frases que indican esto: Hay que estar dispuesto a entrar por la puerta estrecha, a perder la vida por El, a caer en la tierra y morir para llevar fruto. Jesús pide una radicalidad, pero promete una recompensa eterna. Por eso, cristiano no es quien se conforma con ir a misa los domingos (muchos ni eso), sino quien vive unido íntimamente con Dios.

Jesús parece como que desilusiona a quien quiere seguirle; pero en realidad no apaga el entusiasmo verdadero, sino las falsas ilusiones y los triunfalismos mesiánicos, que eran abundantes en el tiempo de Jesús. Sigámosle y lo comprobaremos.
P. Silverio Velasco (España)

Junio, mes del Corazón de Jesús
Día 30: La Comunión reparadora

Si quieres amar al Corazón de Jesús debes comulgar su cuerpo muy frecuentemente. ¿No eres digno? Y para hacerla una vez al año ¿te sientes digno? No eres perfecto. Pero la comunión no es un premio; es un medio para llegar a la perfección. ¿Tienes muchos defectos? Para corregirlos tienes necesidad de la comunión. No son los sanos los que tienen necesidad de curación, sino los enfermos. ¿No sabes que la comunión borra por sí todos los pecados veniales y preserva de los mortales?
Fuente: Web Católico de Javier

Nuevo video y artículo

Hay un nuevo video subido a este blog.
Para verlo tienes que ir al final de la página.

Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
Puedes acceder en la dirección:


Nunca olvidemos agradecer

Alguna vez leí que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.

Llega un agradecimiento a Dios Misericordioso y a todas las personas que rezaron por Giuliana Antonella, ya que después de casi ocho meses de tratamiento en Buenos Aires, Argentina, ella ya está en su casa en buenas condiciones de salud y sólo debe hacer controles médicos periódicos.

Desde Buenos Aires, Argentina, agradecen a Dios y a las personas que ayudaron con oraciones por la graduación de médicos cirujanos de: Vikki, Rodolfo, Vivi, Guisela, Luis Pedro y Alfredo. Y también por los 39 años de vida matrimonial de María Victoria y Antonio.

Estadísticas de los Blogs

El siguiente es el estado demostrativo de la cantidad de visitas registradas en los dos blogs que llevamos adelante en internet: "Pequeñas Semillitas" y "Juan Pablo II inolvidable". Esta información se publica el primer día de cada mes, pero como mañana (1° de Julio) no se editará el boletín, la publico hoy.

Debe recordarse que las visitas se cuentan desde el inicio de cada uno de ellos que ha sido en fechas distintas:

   Desde el 1º de Marzo de 2007 hasta hoy ha sido visitado por 1.891.079 lectores. Durante el último mes (junio 2013) registró 11.601 nuevas visitas.

   Desde el 25 de Diciembre de 2009 hasta hoy ha sido visitado por 360.214  lectores. Durante el último mes (junio 2013) registró 2.872 nuevas visitas.

“Intimidad Divina”

Domingo 13 del Tiempo Ordinario

Las exigencias del servicio del Señor son el hilo conductor de las reflexiones que brotan de las lecturas de hoy. Durante la misteriosa teofanía en el monte Horeb, Elías recibe de Dios el mandato de consagrar profeta a Eliseo. Bajado del monte lo encontró arando; “pasó  a su lado y le echó encima su manto” (1 Re 19, 19); este gesto profético significaba la misión profética de que le investía. La respuesta fue casi inmediata: Eliseo dejó los bueyes y corrió en pos de Elías. Sólo una cosa le pide: “Déjame decir adiós a mis padres; luego vuelvo y te sigo” (ib. 20). Detalle conmovedor, por humanísimo, que muestra cómo la llamada divina no hace al hombre insensible a los afectos familiares, aunque le pide su sacrificio, cuando es necesario, para dedicarse enteramente al servicio de Dios y del prójimo. Dios tiene el derecho a pedir al hombre dejarlo todo –profesión, haberes, casa, familia– para seguir su llamamiento.

En el paso evangélico de Lucas que hay se lee (9, 51-62) hay un paralelismo muy pronunciado con este episodio. Después de la teofanía del Tabor, Jesús emprende con sus apóstoles un largo viaje hacia Jerusalén, donde será procesado y crucificado. Por el camino encuentra tres candidatos a discípulos, que representan a los innumerables que querrían seguirle a lo largo de los siglos, y a los que les precisa las condiciones de su seguimiento… Es claro que las condiciones están ligadas a una vocación particular: sacerdotal, religiosa o semejante. Pero no se piense que no interesan para nada al simple fiel. A todos –aun en la vida familiar, profesional o social– les puede sonar la hora en que se imponga tomar una actitud de entrega heroica, pagad a precio bien caro. Hay que tener entonces el valor de meditar también estas palabras fuertes del Evangelio para reaccionar contra la concepción de un cristianismo mediocre, fácil, perezoso y reducido a la medida de las comodidades e intereses propios.

En la segunda lectura (Gl 1, 13-18) recuerda San Pablo que el cristiano ha sido llamado por Cristo a la libertad; pero que ésta no ha de ser confundida con el capricho o la comodidad propia, que antes o después llevan a la esclavitud del pecado, sino que debe servir a la caridad: “sed esclavos unos de otros por amor” (ib. 13). El servicio generoso de los hermanos, aceptado por amor de Dios, libra del egoísmo como ninguna otra cosa y no es raro que exija sacrificios semejantes a los que insinuó Jesús a los tres candidatos a discípulos que se encontró en su camino a Jerusalén.

Señor Jesús, te lo ruego, ordena mis afectos; siento un gran temor de faltar a lo que te debo, a los celos de tu amor, a la intimidad de tu ternura. Tú ves a quién y cómo amo y que no me reservo; te doy plenos poderes, me pongo a tu disposición: corta, mortifica, conserva, purifica, santifica, haz brotar. Sólo te pido que nada en mí turbe tu mirada de complacencia… Oh Señor, tú ves que sólo deseo agradarte, pero ves también que soy miserable, mundano, apegado a la belleza creada, pobre de toda sólida virtud, inestable, nervioso y débil. Defiéndeme contra mi debilidad y haz que a toda costa sea tuyo, como tú quieres que lo sea. Ignoro la medida de tu gracia, ignoro los designios de tu providencia; siento que no puedo menos de desfallecer y caer, disiparme y abandonar tus caminos y buscarme a mí mismo aun en el bien que hago. ¡Ten piedad de mí, Señor! (L. de Grandmaison)
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.  
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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