miércoles, 5 de junio de 2013

Pequeñas Semillitas 2050

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 8 - Número 2050 ~ Miércoles 5 de Junio de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)

Alabado sea Jesucristo…
Señor, derrama en mí tu vida intensa y armoniosa, para que no me resista al cansancio, al desgaste, a los cambios, y para que no busque falsas seguridades. Enséñame a aceptar con serenidad y fortaleza los límites variados de cada día y las cosas imprevistas. Libérame de toda resistencia interior contra la realidad. Aplaca mi interior inquieto, cura mis nerviosismos y tensiones, para que enfrente con calma y seguridad interior todo lo que me suceda. Destruye toda desconfianza, porque deseo descansar en tu presencia, entregarme en tus brazos, sin pretender escapar de tu mirada de amor. Vive conmigo, Señor, enfrenta conmigo las dificultades. Contigo todo terminará bien. Amén.
Víctor M. Fernández


La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy

En aquel tiempo, se le acercaron a Jesús unos saduceos, que niegan que haya resurrección, y le preguntaban: «Maestro, Moisés nos dejó escrito que si muere el hermano de alguno y deja mujer y no deja hijos, que su hermano tome a la mujer para dar descendencia a su hermano. Eran siete hermanos: el primero tomó mujer, pero murió sin dejar descendencia; también el segundo la tomó y murió sin dejar descendencia; y el tercero lo mismo. Ninguno de los siete dejó descendencia. Después de todos, murió también la mujer. En la resurrección, cuando resuciten, ¿de cuál de ellos será mujer? Porque los siete la tuvieron por mujer».
Jesús les contestó: «¿No estáis en un error precisamente por esto, por no entender las Escrituras ni el poder de Dios? Pues cuando resuciten de entre los muertos, ni ellos tomarán mujer ni ellas marido, sino que serán como ángeles en los cielos. Y acerca de que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés, en lo de la zarza, cómo Dios le dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? No es un Dios de muertos, sino de vivos. Estáis en un gran error».
(Mc 12,18-27)

Comentario
Hoy, la Santa Iglesia pone a nuestra consideración —por la palabra de Cristo— la realidad de la resurrección y las propiedades de los cuerpos resucitados. En efecto, el Evangelio nos narra el encuentro de Jesús con los saduceos, quienes —mediante un caso hipotético rebuscado— le presentan una dificultad acerca de la resurrección de los muertos, verdad en la cual ellos no creían.
Le dicen que, si una mujer enviuda siete veces, «¿de cuál de ellos [los siete esposos] será mujer?» (Mc 12,23). Buscan, así, poner en ridículo la doctrina de Jesús. Mas, el Señor deshace tal dificultad al exponer que, «cuando resuciten de entre los muertos, ni ellos tomarán mujer, ni ellas marido, sino que serán como ángeles en los cielos» (Mc 12,25).
Y, dada la ocasión, Nuestro Señor aprovecha la circunstancia para afirmar la existencia de la resurrección, citando lo que le dijo Dios a Moisés en el episodio de la zarza: «Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob», y agrega: «No es un Dios de muertos, sino de vivos» (Mc 12,26-27). Ahí Jesús les reprocha lo equivocados que están, porque no entienden ni la Escritura ni el poder de Dios; es más, esta verdad ya estaba revelada en el Antiguo Testamento: así lo enseñaron Isaías, la madre de los Macabeos, Job y otros.
San Agustín describía así la vida de eterna y amorosa comunión: «No padecerás allí límites ni estrecheces al poseer todo; tendrás todo, y tu hermano tendrá también todo; porque vosotros dos, tú y él, os convertiréis en uno, y este único todo también tendrá a Aquel que os posea a ambos».
Nosotros, lejos de dudar de las Escrituras y del poder misericordioso de Dios, adheridos con toda la mente y el corazón a esta verdad esperanzadora, nos gozamos de no quedar frustrados en nuestra sed de vida, plena y eterna, la cual se nos asegura en el mismo Dios, en su gloria y felicidad. Ante esta invitación divina no nos queda sino fomentar nuestras ansias de ver a Dios, el deseo de estar para siempre reinando junto a Él.
Pbro. D. Federico Elías ALCAMÁN Riffo (Puchuncaví-Valparaíso, Chile)


Santoral Católico:
San Bonifacio
Obispo y Mártir

La obra misionera de San Bonifacio no habría sido posible sin la organización política y social europea de Carlomagno. Bonifacio o Winfrid parece que perteneció a una noble familia inglesa de Devonshire, en donde nació en el año 673 (o 680). Fue monje en la abadía de Exeter, y después se dedicó a la evangelización de los pueblos germánicos, más allá del Rin. Quiso ir a Frisia, pero no le fue posible por la hostilidad entre el duque alemán Radbod y Carlos Martelo.

Entonces Winfrid fue a Roma en peregrinación para orar sobre las tumbas de los mártires y recibir la bendición del Papa. San Gregorio II apoyó el compromiso misionero, y Winfrid regresó a Alemania. Se detuvo en Turingia, luego pasó a Frisia, recientemente sometida por los francos, y allí logró las primeras conversiones.

Durante tres años recorrió gran parte del territorio germánico. Los Sajones correspondieron con entusiasmo a su predicación. El Papa lo llamó a Roma, lo consagró obispo y le dio el nuevo nombre de Bonifacio. Durante el viaje de regreso a Alemania, en un bosque de Hessen, hizo derribar un gigantesco roble al que los pueblos paganos le atribuían poderes mágicos, porque decían que era sede de un dios. Ese gesto fue considerado como un desafío a la divinidad y los paganos corrieron para presenciar la venganza del dios ofendido. Bonifacio aprovechó la ocasión para transmitirles el mensaje evangélico. A los pies del roble derribado hizo construir la primera iglesia, que dedicó a San Pedro.

Antes de organizar la Iglesia a orillas del Rin, pensó en la fundación, entre las regiones de Hessen y Turingia, de una abadía, que fuera el centro propulsor de la espiritualidad y de la cultura religiosa de Alemania. Así nació la célebre abadía de Fulda, comparable con la de los benedictinos de Montecassino por la actividad y el prestigio. Eligió a Maguncia como sede arzobispal, pero expresó el deseo de ser enterrado en Fulda.

Ya anciano, pero todavía infatigable, regresó a Frisia. Lo acompañaban unos cincuenta monjes. El 5 de junio había citado cerca de Dokkum a un grupo de catecúmenos. Era el día de Pentecostés; estaban comenzando la celebración de la Misa cuando un grupo de Frisones armadas con espadas asaltaron a los misioneros. Bonifacio les dijo a los compañeros: “No teman. Todas las armas de este mundo no pueden matar nuestra alma”. Cuando la espada de un infiel cayó sobre su cabeza, él trató de cubrirse con el misal, pero el enemigo derribó el libro y le cortó la cabeza al mártir.

Fuente: Catholic.net    

¡Buenos días!

El asno engreído

Te invito a reflexionar hoy sobre la vanidad humana. “La cola del pavo real honra al que la creó; pero, el pavo no tiene nada que ver en ello”, (J. Leclercq). “El vanidoso es como un gallo que se imaginara que el sol sale para oírlo cantar”. “Vasito de barro: ¿por qué te quieres poner tan alto? ¿No ves que si te caes, te quiebras? ¿No sabes que el aroma de tus flores se percibe mejor si estás abajo?”, (V. Gar-Mar).

Una vez le tocó a un asno cargar la imagen de un dios por las calles de una ciudad para ser llevada a su templo. Y por donde él pasaba, la multitud se postraba ante la imagen. El asno, pensando que se postraban por respeto hacia él, se erguía orgullosamente, dándose aires y negándose a dar un paso más. El conductor, viendo su decidida parada, lanzó su látigo sobre sus espaldas y le dijo: —¡Oh, cabeza hueca, todavía no ha llegado la hora en que los hombres adoren a los asnos! (Esopo).

La humildad consiste en el reconocimiento de que Dios es el autor de todo bien. De él proviene todo cuanto tenemos y somos. Y también cuanto tiene y es nuestro prójimo. Por eso no cabe el sentido competitivo de la vida, que está en el fondo de la actitud soberbia y envidiosa. Que intentes vivir en lo concreto de cada día esta sólida verdad.

Padre Natalio

La frase de hoy

“No me importa que me humillen,
con tal de que todo sea para gloria de Dios
y verdadero bien mío, para santificación de mi espíritu...”

Beato Juan XXIII


Tema del día:
Siete maneras de levantar tu ánimo

# 1: Da un paseo
Una buena manera de alejar el mal humor es caminando. No importa lo largo que sea el paseo ni en dónde camines: está demostrado que andar aleja los malos pensamientos y mejora el ánimo.
Además de eso te ayuda a mantenerte en forma, bombea tu corazón y mueve tu cuerpo... En cuestión de minutos te sentirás mucho más relajado y de mejor humor.

# 2: Ríe
Seguro que alguna vez oíste que "la risa es la mejor medicina". ¡Realmente es así!
Cuando te sientas decaído o malhumorado, busca algo que te haga reír: un vídeo divertido, recuerda alguna anécdota agradable, lee una novela de humor... Sea lo que sea, encuentra algo que te haga reír y tenlo a mano para la próxima vez, porque la risa tiene la capacidad de hacerte sentir bien de nuevo en cuestión de segundos.

# 3: Charla
Hablar con alguien cercano siempre calma el ánimo, aporta paz y mejora el humor. Así que la próxima vez que te sientas mal intenta mantener una buena conversación con alguien cercano a ti: algún amigo, familiar o compañero. Eso te hará sentir mucho mejor; en especial si estás preocupado por algo.

# 4: Escribe
¿Sabías que escribir ayuda a dar claridad a los pensamientos? Incluso dicen que es más efectivo escribir lo que estás sintiendo que hablar sobre ello, porque eso ayuda a canalizar tu estado de ánimo.
Por esa razón intenta llevar siempre contigo un diario, sobre todo los días que estés un poco decaído o de mal humor.

# 5: Toma una ducha
El agua tranquiliza, calma, aporta bienestar y relaja. Pero además de todo eso, también mejora el buen humor. Por eso te recomiendo que siempre que necesites levantar tu ánimo te des una ducha o un buen baño relajante. Regalarte esos pequeños momentos de relajación te servirá para alejar las preocupaciones y recuperar la paz, pero también impedirá que el mal humor se instale en ti.

# 6: Come
Muchas veces estamos tan ocupados que incluso nos olvidamos de comer y tomar la merienda para reponer energías. ¿Te ha ocurrido alguna vez?
Eso pone de mal humor e incluso hace que tu ánimo decaiga. Así que recuerda tener siempre a mano algunos alimentos saludables como galletas de avena o frutas frescas, sobre todo en los días ocupados. Un snack saludable cambia tu humor y levanta tu ánimo al instante.

# 7: Respira
Lo haces miles de veces al día, pero pocas veces eres consciente de ello... Aun así, tomarte unos minutos para respirar profundamente puede traer cambios muy agradables y beneficiosos para tu humor y tu salud.
Concéntrate en la respiración que entra y sale de tu cuerpo, cierra los ojos si lo necesitas, y con cada exhalación siente como la tensión se marcha... Cuando inhales de nuevo, permítete sentirte bien por el aire que recibes.

Pon en práctica estas técnicas cada vez que algo consiga alterar tu humor, y no dejes que nada perturbe tu paz y bienestar.

Desconozco el autor
Imagen de Google


Junio, mes del Corazón de Jesús
Día 5: Los Mandamientos de Dios

Jesús habló claramente: "Si me amas, guarda mis mandamientos" ¿Quieres salvarte? Observa mis mandamientos. Aquí no hay escapatoria: para querer bien a Jesús y para salvarte, es necesario que hagas lo que Él te manda: observar sus santos mandamientos.
A ti no te queda más que obedecer. Sí, es necesario obedecer. Pero la obediencia debe ser completa; observarlos todos y siempre.
Dios no ha dado ni cinco ni siete mandamientos, sino diez; y al infierno se va lo mismo por transgredir uno que los diez. A la cárcel no se va por cometer muchos delitos; basta un solo delito.

Fuente: Web Católico de Javier


Pedidos de oración

Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por la hija de Marta y Rubén, de San Nicolás, Buenos Aires, Argentina, que será operada dentro de 48 horas, rogando a la Virgen de San Nicolás que la proteja y le conceda de Jesús la gracia de la completa recuperación.

Pedimos oración por los integrantes de una familia cubana que bien en Filadelfia, USA: Carlos F., padece Alzheimer; su esposa Eloísa tuvo una caída y le han operado un pie (ambos en un hogar de ancianos); el hijo Jaime tuvo un derrame cerebral; y el otro hijo, Carlos, es sacerdote y padece una enfermedad neurológica. Que Jesús Misericordioso derrame abundantes bendiciones y protección sobre todos ellos.

De la misma ciudad de Filadelfia, pedimos oración por Martha P., que viene padeciendo una anemia persistente por lo cual será sometida a estudios endoscópicos de aparato digestivo. Que la Santísima Virgen la acompañe durante la prueba y los resultados sean favorables.

Pedimos oración por la señora Edda, de 65 años de edad, de Miami, Usa, que estando de viaje en Perú contrajo una bacteria que le ha afectado el aparato respiratorio y se encuentra ahora en tratamiento. Que el Buen Jesús la libere pronto de esta enfermedad.

Pedimos oración por Eric, 19 años, que vive en Sacramento, California, USA, para que Jesús, el Buen Pastor, lo aleje de las malas compañías, las sectas y la droga, y le haga encontrar los caminos que conducen hacia Él. También oramos por su mamá Graciela, para que María la fortalezca en el dolor y en la esperanza.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y enviarlos a feluzul@gmail.com y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados. Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.


“Intimidad Divina”

La Sagrada Liturgia

La liturgia no es sólo el culto perfecto que la Iglesia en unión con Cristo su Cabeza, tributa a Dios; pues abarca, expresa y prolonga todo el misterio de Cristo redentor en sus aspectos fundamentales de glorificación del Padre y de salvación de los hombres. Jesús, “único mediador entre Dios y los hombres” (1 Tm 2, 5), único y eterno Sacerdote, ha realizado la “obra de la redención humana y de la perfecta glorificación de Dios… principalmente por el misterio pascual de su bienaventurada pasión, resurrección de entre los muertos y gloriosa ascensión” (SC 5). Esto sucedió de una vez para siempre en un determinado momento histórico; mas para que su obra se prolongue a través de los siglos en beneficio de todos los hombres, Cristo continúa ininterrumpidamente su oficio sacerdotal sea en la gloria del cielo donde está “siempre vivo para interceder a su favor” (He 7, 25), sea aquí en la tierra donde lo ejerce por medio de la Iglesia su Esposa, a la que ha constituido depositaria de su Sacrificio y de sus sacramentos. El Sacrificio y los sacramentos constituyen precisamente el contenido esencial de la sagrada Liturgia, mediante la cual la Iglesia, íntimamente unida a Cristo y por su virtud, al mismo tiempo que continúa dando a Dios el culto perfecto, continúa actuando la salvación de los hombres.

En las diferentes acciones litúrgicas Cristo está siempre presente obrando en su Iglesia y por medio de ella. “Está presente en el sacrificio de la Misa… sobre todo bajo las especies eucarísticas. Está presente con su virtud en los sacramentos… Está presente en su Palabra, pues cuando se lee en la Iglesia la Sagrada Escritura, es él quien habla. Está presente, por último cuando la Iglesia suplica y canta salmos, el mismo que prometió: “Donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18, 20) (SC 7). Aparece así con claridad que la Liturgia no hace más que expresar de modo sensible y actualizar eficazmente las dos inseparables misiones del sacerdocio de Cristo: la gloria del Padre y la redención del mundo. Y en efecto, en el sacrificio eucarístico renueva su inmolación justamente a tal fin. Luego en los sacramentos santifica a modo que en el bautismo seamos muertos, sepultados y resucitados con él (Rm 6, 4), en la penitencia seamos absueltos y purificados en virtud de su pasión, y en la Eucaristía nos alimentamos de su Cuerpo y de su Sangre entregados para nuestra salvación.

Y al regenerarnos y santificarnos en Cristo, los sacramentos nos hacen capaces por eso mismo de participar en el culto perfecto que Cristo tributa a su Padre. “Con razón, pues –dice el Concilio–, se considera la Liturgia como el ejercicio del sacerdocio de Jesucristo. En ella los signos sensibles significan y cada uno a su manera realizan la santificación del hombre, y así el Cuerpo místico de Jesucristo, es decir, la Cabeza y los miembros, ejerce el culto público íntegro” (SC 7). Por su participación en las acciones litúrgicas, el fiel queda asociado a la doble función del sacerdocio de Cristo: la glorificación del Padre y la santificación de los hombres. “En consecuencia, toda celebración litúrgica, por ser obra de Cristo sacerdote y de su Cuerpo, que es la Iglesia, es acción sagrada por excelencia, cuya eficacia… no la iguala ninguna otra acción de la Iglesia” (ib.).

Antes de dejar este mundo, instituisteis, divino Salvador, el sacrificio de la nueva Ley para renovar incesantemente vuestra inmolación. También instituisteis los sacramentos a fin de comunicar a la almas vuestra vida. Pero dejasteis a vuestra Iglesia el cuidado de acompañar este sacrificio y estos sacramentos con símbolos, ceremonias, exhortaciones, súplicas, etc. a fin de que así pueda ella honrar más y más el misterio de la Redención, facilitar a sus hijos la inteligencia y la ayuda convenientes para aprovecharse bien de él… Ayúdame, ¡oh Señor!, a no echar en olvido que todos los recursos que nos ofrece la santa Liturgia no son otra cosa que medios para… hacer morir al hombre viejo a fin de que Vos, ¡oh Jesús!, podáis vivir y reinar en su lugar… Que la misa, las oraciones y los ritos oficiales me ayuden a acrecentar mi participación en tu vida interior y en tus virtudes, y a ser un verdadero reflejo tuyo a los ojos de los fieles. (G. B. Chautard, El alma de todo apostolado).

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D. 
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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