viernes, 13 de agosto de 2010

Pequeñas Semillitas 1154

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 1154 ~ Viernes 13 de Agosto de 2010
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)


Hola !!!
La riqueza verdadera no son las monedas o billetes, sino lo que guardas adentro. Así como el tesoro más caro se esconde en una muy guardada bóveda, de la misma manera el tesoro más precioso del ser humano está bien guardado dentro de sí. Es un tesoro tan especial que muchos han perdido su llave y son incapaces de encontrarla. La búsqueda debe ser dirigida hacia dentro de uno mismo, donde están los tesoros. Son las virtudes, valores, capacidades y potenciales que todos tenemos. Es lo que nos permite sonreír y amar, ser amigo y disfrutar la vida.


La Palabra de Dios:
Evangelio del día


En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos que, para ponerle a prueba, le dijeron: «¿Puede uno repudiar a su mujer por un motivo cualquiera?». Él respondió: «¿No habéis leído que el Creador, desde el comienzo, los hizo varón y hembra, y que dijo: Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne? De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios unió no lo separe el hombre».
Dícenle: «Pues ¿por qué Moisés prescribió dar acta de divorcio y repudiarla?». Díceles: «Moisés, teniendo en cuenta la dureza de vuestro corazón, os permitió repudiar a vuestras mujeres; pero al principio no fue así. Ahora bien, os digo que quien repudie a su mujer -no por fornicación- y se case con otra, comete adulterio».
Dícenle sus discípulos: «Si tal es la condición del hombre respecto de su mujer, no trae cuenta casarse». Pero Él les dijo: «No todos entienden este lenguaje, sino aquellos a quienes se les ha concedido. Porque hay eunucos que nacieron así del seno materno, y hay eunucos que se hicieron tales a sí mismos por el Reino de los Cielos. Quien pueda entender, que entienda».
(Mateo 19, 3-12)

Comentario
Hoy, Jesús contesta a las preguntas de sus contemporáneos acerca del verdadero significado del matrimonio, subrayando la indisolubilidad del mismo.
Su respuesta, sin embargo, también proporciona la base adecuada para que los cristianos podamos responder a aquéllos cuyos tercos corazones les han hecho buscar la ampliación de la definición de matrimonio para las parejas homosexuales.
Al hacer retroceder el matrimonio al plan original de Dios, Jesús subraya cuatro aspectos relevantes por los cuales sólo pueden ser unidos en matrimonio un hombre y una mujer:
1) «El Creador, desde el comienzo, los hizo varón y hembra» (Mt 19,4). Jesús nos enseña que, en el plan divino, la masculinidad y la feminidad tienen un gran significado. Ignorarlo, pues, es ignorar lo que somos.
2) «Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer» (Mt 19,5). El plan de Dios no es que el hombre abandone a sus padres y se vaya con quien desee, sino con una esposa.
3) «De manera que ya no son dos, sino una sola carne» (Mt 19,5). Esta unión corporal va más allá de la poco duradera unión física que ocurre en el acto conyugal. Se refiere a la unión duradera que se presenta cuando un hombre y una mujer, a través de su amor, conciben una nueva vida que es el matrimonio perdurable o unión de sus cuerpos. Es obvio que un hombre con otro hombre, o una mujer con otra mujer, no pueden considerarse un único cuerpo de esa forma.
4) «Pues lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre» (Mt 19,6). Dios mismo ha unido en matrimonio al hombre y a la mujer, y siempre que intentemos separar lo que Él ha unido, lo estaremos haciendo por nuestra cuenta y a expensas de la sociedad.
En su catequesis sobre el Génesis, el Papa Juan Pablo II ha dicho: «En su respuesta a los fariseos, Jesucristo plantea a sus interlocutores la visión total del hombre, sin la cual no es posible ofrecer una respuesta adecuada a las preguntas relacionadas con el matrimonio».
Cada uno de nosotros está llamado a ser el “eco” de esta Palabra de Dios en nuestro momento.
Fr. Roger J. LANDRY (Hyannis, Massachusetts, Estados Unidos)


Santoral Católico
Santos Ponciano e Hipólito, Mártires


Santos mártires Ponciano, Papa, e Hipólito, presbítero, que fueron deportados juntos a Cerdeña, y con igual condena, adornados, al parecer, con la misma corona, fueron trasladados finalmente a Roma, Hipólito, al cementerio de la vía Tiburtina, y el papa Ponciano, al cementerio de Calisto (c. 236).

Al llegar Ponciano a la Cátedra de Pedro, en el año 230, encontró a la Iglesia dividida por un cisma, cuyo autor era el sacerdote Hipólito, un maestro afamado por su conocimiento de la Escritura y por la profundidad de su pensamiento. Hipólito no se había avenido a aceptar la elección del diácono Calixto como papa (217) y, a partir de ese momento, se había erigido en jefe de una comunidad disidente, estimando que él representaba a la tradición, en tanto que Calixto y sus sucesores cedían peligrosamente al último capricho.

El año 235 estalló la persecución de Maximiano. Constatando que los cristianos de Roma se apoyaban en los dos obispos, el emperador mandó que arrestasen a ambos, y les condenó a trabajos forzados.

Para que la Iglesia no se viera privada de cabeza en circunstancias tan difíciles, Ponciano renunció a su cargo e Hipólito hizo otro tanto.

Deportados a Cerdeña, se unieron en una misma confesión de fe, y no tardaron en encontrar la muerte. Después de la persecución, el papa Fabián (236-250), pudo llevar a Roma los cuerpos de ambos mártires. El 13 de agosto es precisamente el aniversario de esta traslación.


Pensamiento


Las personas se van,
los amores se pierden en el tiempo.
Los problemas se solucionan.
Hasta el mismo sol se va cada noche para renacer al día siguiente...
No te quedes en el medio del camino, ve más allá...
ALGO TE ESPERA...


Tema del día:
Las manos de Jesús


Las manos de Jesús bendecían, partían el pan, incluso lo multiplicaba. ¿Alguna vez has pensado en las manos de Jesús?

Cierro los ojos y pienso en las manos de Jesús: Fuertes y vigorosas, de carpintero. Y, al mismo tiempo, tiernas, como cuando acariciaba a un niño o limpiaba una lágrima de las mejillas de la Virgen. Manos que extendían, respetuosas, los rollos de las Escrituras en la Sinagoga. Dedos que enfatizaban sus palabras o escribían sobre la arena.

Las manos de Jesús bendecían, partían el pan, incluso lo multiplicaban. Eran manos que curaban y hasta resucitaban. Podían expresar enojo con los mercaderes en el templo y ternura con los enfermos que llegaban a Él.

Las manos de Jesús enseñaban, expresaban, amaban. Con ellas difundía su misericordia y amor. Eran manos que entregaban incesantemente. Manos orantes, cuando Él subía al monte a conversar con su Padre en la madrugada.

Es hermoso meditar en las manos de Jesús e impresionarse con ellas. Pero ¡Cómo duele pensar en ellas crispadas, heridas, perforadas! Manos en cruz y de cruz, rotas por sostener el peso del Nazareno. Manos inertes cubiertas de sangre y bañadas con los besos y lágrimas de su madre abrazándolo muerto. Manos cruzando el pecho, muertas, envueltas por un sudario en la tumba apagada e impasible de José de Arimatea.

Es fácil removerse ante las manos dolorosas de Jesús, pero ¿por qué no podemos ver con tanta claridad sus manos gloriosas? Tal vez porque nos es más familiar el dolor. Sin embargo pienso en el momento en el que Jesús venció a la muerte, cuando resucitó. ¡Qué instante! El sepulcro imprevistamente iluminado, como una explosión, y todos los ángeles venidos del cielo para ser testigos del momento anunciado desde siempre. Y las manos de Jesús, con una vida como nunca antes habían tenido, apartando el sudario. Manos con llagas, pero ¡qué hermosas y resplandecientes, y cuánto amor rebosando en las heridas! Manos vivas, que volverían a bendecir, cortar y repartir el pan y que, tal vez, harían una seña de “hasta pronto” a los apóstoles en la ascensión de Jesús al cielo.

Frente al Santísimo Sacramento uno podría preguntarse ¿y dónde están ahora las manos de Jesús, que lo tenemos escondido en un pedacito de pan? No diré nada nuevo: observo mis manos. Estas manos pueden ser orantes, dar misericordia, ser enérgicas, sensibles, amorosas. Pueden volver a abrir las escrituras respetuosamente y escribir sobre la arena. Sí, parecen mis manos, pero Jesús quiere usarlas y son, en realidad, suyas. Observa tus manos. También pueden ser orantes, enérgicas, sensibles, amorosas y, si tú lo permitieras, podrían regalar al mundo bendiciones y misericordia. Sí, también son tuyas, pero Jesús las quiere suyas. ¡Cuántas manos podría tener Jesús hoy si se las entregáramos!

Las manos de Jesús, las tuyas -tú que lees- y las mías -yo que escribo. Nuestras manos. Las manos de Jesús.


Meditación breve
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Si alguna vez siento que las preocupaciones están a punto de abrumarme, sé que existe un lugar donde puedo hallar la serenidad y fe renovada. Allí donde yo esté estará Dios. Allí donde yo esté morarán la paz y la seguridad.
Aspiro profundamente unas cuantas veces y me concentro en la presencia de Dios, que me llena, me eleva y me cura. Soy bendecida por una conciencia más amplia de una Presencia amorosa y protectora, que aguarda ser reconocida por mí.
Para entrar abro la puerta del lugar donde mora la paz, guía la sabiduría y provee el amor. Unida con Dios, cada día, cada momento, se resuelve por sí solo. Mi espíritu, mente y cuerpo se aposentan en un todo armonioso. Mi realidad es la realidad con el Creador.
Gra Baq


Pedidos de oración


Pedimos una especial oración por Luisa Fernanda Galán Molina y Mario Paredes, que mañana sábado contraerán matrimonio en Guatemala. Que Dios bendiga esta unión.


Pedimos oración por Ramiro Daniel C. de 21 años de edad residente en Huinca Renancó, Córdoba, Argentina, afectado de insuficiencia renal terminal, en plan de diálisis y a la espera de un transplante renal. Existe la posibilidad que su mamá Silvia sea la donante si las condiciones médicas así lo permiten. Rezamos a Jesús Misericordioso para le otorgue a Ramiro la gracia de sanarse a través de esa operación.


Desde la Isla del Encanto, Puerto Rico, nos escribe Patricia T. F. para pedir que incluyamos en oraciones a una cantidad de personas de su conocimiento o amistad, y que son: sus compañeras de oficina Carmen, Edna, Sussette, Teresa Lucía y Johanna; su esposo que próximamente estará de viaje; sus compañeras de Gym, especialmente Esther que acaba de ser intervenida y resultó cáncer de mama; sus amigos de la playa José Ángel, María Elisa y sus hijos Noelia y René; Doña Noelia, Alga y su familia, Yuyin y familia, Luz. Por todos ellos que son su familia adoptada, pide oraciones y nos sumamos en la plegaria.


Pedimos oración por una joven argentina de 20 años llamada María R. que está internada, en estado terminal en un hospital público, con muy poca asistencia de su madre y de su familia. Rogamos a Dios Misericordioso que la ayude en este tránsito final y a María Santísima como verdadera Madre que esté a su lado para asistirla, consolarla y acompañarla.


Pedimos oración por Sheila M. que vive en Dallas (USA) y que el próximo día 18 de agosto deberá ser operada de una afección de la parte baja de la columna. Que el Buen Jesús asista a los médicos para que todo salga bien.


Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.


Ven Espíritu Santo...!


Espíritu Santo, es verdad que el mundo no ha reconocido al enviado del Padre, y que los arquitectos del Antiguo Testamento rechazaron la piedra fundamental y única de nuestra redención; pero el Padre la resucitó de entre los muertos constituyéndola en la única reconocida por Él, sin la cual nadie podría salvarse; concédenos también a nosotros como a los Apóstoles, no callar nunca lo que hemos visto y oído, porque primero hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. Así sea.
P. Florentín Brusa cmf


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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