sábado, 7 de agosto de 2010

Pequeñas Semillitas 1148

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 1148 ~ Sábado 7 de Agosto de 2010
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)



Hola !!!
El Reino es el regalo que el Padre ha hecho ya a la humanidad en Jesús. Nuestra alegría y nuestra tarea es acoger ese don y mostrarlo al mundo. Cuando hayamos llenado nuestro corazón con lo fundamental, podremos desprendernos y abandonar lo superfluo y secundario.
No por obligación o deber, sino por la alegría de sentirnos más libres y más felices. El corazón humano se centra siempre en su tesoro, por eso es tan importante elegir bien ese tesoro. ¿Dónde tengo puesto mi corazón, mis intereses, mis anhelos?


La Palabra de Dios:
Evangelio del día


En aquel tiempo, se acercó a Jesús un hombre que, arrodillándose ante Él, le dijo: «Señor, ten piedad de mi hijo, porque es lunático y está mal; pues muchas veces cae en el fuego y muchas en el agua. Se lo he presentado a tus discípulos, pero ellos no han podido curarle». Jesús respondió: «¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo habré de soportaros? ¡Traédmelo acá!». Jesús le increpó y el demonio salió de él; y quedó sano el niño desde aquel momento.
Entonces los discípulos se acercaron a Jesús, en privado, y le dijeron: «¿Por qué nosotros no pudimos expulsarle?». Díceles: «Por vuestra poca fe. Porque yo os aseguro: si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: “Desplázate de aquí allá”, y se desplazará, y nada os será imposible».
(Mateo 17, 14-20)

Comentario
Hoy, una vez más, Jesús da a entender que la medida de los milagros es la medida de nuestra fe: «Yo os aseguro: si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: “Desplázate de aquí allá”, y se desplazará» (Mt 17,20). De hecho, como hacen notar san Jerónimo y san Agustín, en la obra de nuestra santidad (algo que claramente supera a nuestras fuerzas) se realiza este “desplazarse el monte”. Por tanto, los milagros ahí están y, si no vemos más es porque no le permitimos hacerlos por nuestra poca fe.
Ante una situación desconcertante y a todas luces incomprensible, el ser humano reacciona de diversas maneras. La epilepsia era considerada como una enfermedad incurable y que sufrían las personas que se encontraban poseídas por algún espíritu maligno.
El padre de aquella criatura expresa su amor hacia el hijo buscando su curación integral, y acude a Jesús. Su acción es mostrada como un verdadero acto de fe. Él se arrodilla ante Jesús y lo impreca directamente con la convicción interior de que su petición será escuchada favorablemente. La manera de expresar la demanda muestra, a la vez, la aceptación de su condición y el reconocimiento de la misericordia de Aquél que puede compadecerse de los otros.
Aquel padre trae a colación el hecho de que los discípulos no han podido echar a aquel demonio. Este elemento introduce la instrucción de Jesús haciendo notar la poca fe de los discípulos. Seguirlo a Él, hacerse discípulo, colaborar en su misión pide una fe profunda y bien fundamentada, capaz de soportar adversidades, contratiempos, dificultades e incomprensiones. Una fe que es efectiva porque está sólidamente enraizada. En otros fragmentos evangélicos, Jesucristo mismo lamenta la falta de fe de sus seguidores. La expresión «nada os será imposible» (Mt 17,20) expresa con toda la fuerza la importancia de la fe en el seguimiento del Maestro.
La Palabra de Dios pone delante de nosotros la reflexión sobre la cualidad de nuestra fe y la manera cómo la profundizamos, y nos recuerda aquella actitud del padre de familia que se acerca a Jesús y le ruega con la profundidad del amor de su corazón.
Rev. D. Fidel CATALAN i Catalan (Cardedeu, Barcelona, España)


Santoral Católico
San Cayetano de Thiene


San Cayetano, muy popular entre los comerciantes y ganaderos, nació en 1480 en Vicenza, cerca de Venecia, Italia. Huérfano de padre a temprana edad, el santo quedó bajos los amorosos cuidados de su madre quien se preocupó por darle una adecuada y cristiana formación.

Cursó estudios en la Universidad de Padua donde obtuvo dos doctorados, y luego, partió a Roma donde ocupó el cargo de Secretario privado del Papa Julio II, y notario de la Santa Sede. A los 33 años fue ordenado sacerdote, y estando en Roma, se inscribió en una asociación llamada "Del Amor Divino", cuyos socios se esmeraban por llevar una vida lo más fervorosa posible y por dedicarse a ayudar a los pobres y a los enfermos.

Viendo que el estado de relajación de los católicos era sumamente grande y escandaloso, se propuso fundar una comunidad de sacerdotes que se dedicaran a llevar una vida lo más santa posible y a enfervorizar a los fieles, fundando la orden de los Padres Tetinos. Además, San Cayetano fundó varias asociaciones dedicadas a realizar préstamos a los más pobres con muy bajos intereses. Sus momentos libres los dedicaba, donde quiera que estuviera, a atender a los enfermos en los hospitales, especialmente a los más abandonados y repugnantes.

En sus últimos años, el santo fue presa de muchas enfermedades y sufrimientos. Falleció el 7 de agosto del año 1547, en Nápoles, a la edad de 67 años.


ORACIÓN
Glorioso San Cayetano, aclamado por todos los pueblos padre de providencia porque socorres con grandes milagros a cuantos te invocan en sus necesidades: acudo a tu altar, suplicando que presentes al Señor los deseos que confiadamente deposito en tus manos.
(Aquí se expresan las gracias que se desea obtener)
Haz que estas gracias, que ahora te pido, me ayuden a buscar siempre el Reino de Dios y su Justicia, sabiendo que Dios, que viste de hermosura las flores del campo y alimenta con largueza las aves del cielo, me dará las demás cosas por añadidura.
Amén.


Pensamiento

“Paz sin fin, paz verdadera.
Paz que al alba se levante y a la noche no se muera“

Rafael Alberti


Historias:
Daniel y el pordiosero


Éramos la única familia en el restaurante con un niño. Yo senté a Daniel en una silla para niño y me di cuenta que todos estaban tranquilos comiendo y charlando. De repente, Daniel pegó un grito con ansia y dijo: ¡Hola amigo! Golpeando la mesa con sus gorditas manos. Sus ojos estaban bien abiertos por la admiración y su boca mostraba la falta de dientes en su encía. Con mucho regocijo él se reía y retorcía. Yo miré alrededor y vi la razón de su regocijo.

Era un hombre andrajoso con un abrigo en su hombro; sucio, grasoso y roto. Sus pantalones eran anchos y con el cierre abierto hasta la mitad y sus dedos se asomaban a través de lo que fueron unos zapatos. Su camisa estaba sucia y su cabello no había recibido una peinilla por largo tiempo. Sus patillas eran cortas y muy poquitas y su nariz tenía tantas venitas que parecía un mapa. Estábamos un poco lejos de él para saber si olía, pero seguro olía mal.
Sus manos comenzaron a menearse para saludar. "Hola bebito, cómo estás muchachón", le dijo el hombre a Daniel.

Mi esposa y yo nos miramos, ¿qué hacemos? Daniel continuó riéndose y contestó, "hola, hola amigo".
Todos en el restaurante nos miraron y luego miraron al pordiosero. El viejo sucio estaba incomodando a nuestro hermoso hijo.

Nos trajeron nuestra comida y el hombre comenzó a hablarle a nuestro hijo como un bebé. Nadie creía que era simpático lo que el hombre estaba haciendo. Obviamente él estaba algo borracho. Mi esposa y yo estábamos avergonzados. Comimos en silencio; menos Daniel, que estaba súper inquieto y mostrando todo su repertorio al pordiosero, quien le contestaba con sus niñadas.

Finalmente terminamos de comer y nos dirigimos hacia la puerta. Mi esposa fue a pagar la cuenta y le dije que nos encontraríamos en el estacionamiento. El viejo se encontraba muy cerca de la puerta de salida. "Dios mío, ayúdame a salir de aquí antes de que este loco le hable a Daniel". Dije orando, mientras caminaba cercano al hombre.

Le di un poco la espalda tratando de salir sin respirar ni un poquito del aire que él pudiera estar respirando. Mientras yo hacía esto, Daniel se volvió rápidamente en dirección hacia donde estaba el viejo y puso sus brazos en posición de, cárgame.

Antes de que yo se lo impidiera, Daniel se abalanzó desde mis brazos hacia los brazos del hombre. Daniel en un acto de total confianza, amor y sumisión recargó su cabeza sobre el hombro del pordiosero. El hombre cerró sus ojos y pude ver lágrimas corriendo por sus mejillas. Sus viejas y maltratadas manos llenas de cicatrices, dolor y duro trabajo, suave, muy suavemente, acariciaban la espalda de Daniel. Nunca dos seres se habían amado tan profundamente en tan poco tiempo. Yo me detuve aterrado.

El viejo hombre se meció con Daniel en sus brazos por un momento, luego abrió sus ojos y me miró directamente a los míos. Me dijo en voz fuerte y segura, "usted cuide a este niño". De alguna manera le contesté: "así lo haré" con un inmenso nudo en mi garganta. El separó a Daniel de su pecho, lentamente, como si tuviera un dolor.

Recibí a mi niño, y el viejo hombre me dijo: "Dios lo bendiga señor, usted me ha dado un hermoso regalo".
No pude decir más que un entrecortado gracias. Con Daniel en mis brazos, caminé rápidamente hacia el carro. Mi esposa se preguntaba por qué estaba llorando y sosteniendo a Daniel tan apretadamente, y por qué yo estaba diciendo: “Dios mío, Dios mío, perdóname".

Yo acababa de presenciar el amor más puro a través de la inocencia de un pequeño niño que no vio pecado, que ni hizo ningún juicio; un niño que vio un alma y unos padres que vieron un montón de ropa sucia. Yo fui un cristiano ciego, cargando un niño que no lo era.

Desconozco el autor


Humor por tres


En un cementerio, mientras todos ofrendaban flores y lloraban a sus muertos, Pepito sollozaba, al tiempo que ponía un plato de arroz, como ofrenda para su muertito. Un muchacho que lo miraba le preguntó en tono de burla:
¿A qué hora sale a comer su arroz el difunto?
Pepito con seriedad contesta:
A la misma hora que el tuyo sale a oler las flores.



Jaimito llega a la casa después de su último día de clases y le dice a su papá:
Papá, ¿te acuerdas que a principio de año me dijiste que me pagarías $10.000 si pasaba el año?
El papá le responde:
Sí, hijito, ¿por qué? No me digas que...
Jaimito lo interrumpe y le dice:
¡Sí papá! ¡Te ahorré ese gasto!



Un hombre llega a su casa después de visitar a su suegra en el hospital y le dice a su mujer:
Cariño, tu madre viene a vivir con nosotros.
¿Por qué dices eso?
Porque el médico me ha dicho que esperemos lo peor.


Meditación breve


Estamos tan acostumbrados a ver a Jesús crucificado, que nos parece la cosa más natural del mundo. Muchos no caen en la cuenta de que si Cristo no hubiera muerto por nosotros, todos los hombres estaríamos irremediablemente perdidos para siempre en el infierno.
Todo el mundo dice que Cristo nos salvó, que Jesucristo es el Salvador. Pero pocos explican por qué es nuestro Salvador, y por qué sin Cristo el destino de la humanidad sería horroroso por toda la eternidad.
Es que Cristo es Dios, es infinito por ser Dios, y con su infinitud pagó la deuda infinita que los hombres habíamos contraído con Dios por el pecado, ya que un solo pecado mortal, como ofende a Dios, que es un ser de dignidad infinita, merece un castigo infinito, es decir, el Infierno.
Por eso era necesario que alguien que fuera infinito, pagara las deudas de los pecados de los hombres, y así los salvara, o por lo menos abriera la puerta a la salvación, para que, los que quisieran salvarse, lo pudieran hacer gracias a la Redención obrada por Jesucristo.
Así que esto es bueno que siempre lo meditemos, porque si tenemos esperanzas de ir al Cielo y si de hecho vamos a él, es solo gracias al Sacrificio redentor de Jesús, que nos amó hasta el extremo, como ama a su Padre.


Pedidos de oración


Pedimos oración por la salud de Fátima Belén, Fati, la niña de Córdoba, Argentina, que está hace un año en tratamiento por leucemia, actualmente mejorada, pero con sus defensas muy bajas por el mismo tratamiento y por lo tanto muy expuesta a contraer procesos infecciosos. También pedimos por Valentín, su hermano, que ha vivido de manera muy traumática la enfermedad de Fati y ahora está en tratamiento psicológico. Que María y Jesús atiendan las necesidades de toda esta familia.


Pedimos oración por José Francisco Cruzat, el niño de Chile portador de una grave afección cardíaca al que se le ha implantado con exito un marcapasos y ya está de regreso en su hogar, para que su mejoría se consolide y salga definitivamente del riesgo de vida. Que por la intercesión de Fray Andresito, el Señor Misericordioso esté junto a él.


Pedimos oración por Hugo, de San José de Puerto Rico, que se encuentra en una grave situación de desamparo, para que la Divina Providencia atienda sus necesidades físicas, materiales y espirituales.


Pedimos oración por la salud de Percy, de la Comunidad del Carmen, de Chimbote, Perú, que es el motor de amor de esa comunidad, amigo, consejero, padre, hermano... Que el Buen Jesús lo asista en su enfermedad y le conceda lo mejor.


Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.


Ven Espíritu Santo...!


Espíritu Santo, ayúdanos a comprender cada vez mejor que a la luz se llega por la cruz, a la resurrección por la pasión, a la gloria por el sufrimiento, y a la vida eterna dejando la vida temporal; como dice San Pablo: “Si padecemos ahora con Cristo, es decir en su santa gracia, seremos glorificados con Él eternamente”. Así sea.
P. Florentín Brusa cmf


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-



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