PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
13 - Número 3674 ~ Lunes 28 de Mayo de 2018
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Este
es un texto del jesuita Anthony de Mello que me parece hermoso para iniciar la
edición de hoy de "Pequeñas Semillitas". Te invito a leerlo y
meditarlo:
"Usted
perdone", le dijo un pez a otro, "es usted más viejo y con más
experiencia que yo y probablemente podrá usted ayudarme. Dígame: ¿dónde puedo
encontrar eso que llaman Océano? He estado buscándolo por todas partes, sin
resultado".
"El
Océano", respondió el viejo pez, "es donde está ahora mismo".
"¿Esto?
Pero si esto no es más que agua... Lo que yo busco es el Océano", replicó
el joven pez.
"Deja
de buscar, pequeño pez. No hay nada que buscar. Sólo tienes que estar
tranquilo, abrir tus ojos y mirar".
Creo
que la breve narración vale para todos nosotros... Dejar de buscar obstinados y
frenéticos. Aprender a mirar a nuestro alrededor, que allí transcurre la vida y
es el lugar donde podemos encontrar a nuestros semejantes.
¡Buenos días!
Esperando la futura gloria
El
túnel más largo y oscuro se hace un camino llevadero, cuando sabes que al final
te aguarda una salida hacia la luz. Las arenas ardientes del desierto se
superan, cuando peregrinas sobre ellas con la esperanza segura de alcanzar el
oasis reparador. La oración responsorial de hoy —de los salmos 31 y 36—
reavivará tu esperanza.
V. ¡Qué bondad tan grande, Señor, reservas para tus
fieles!
R. ¡Qué bondad tan grande, Señor, reservas para tus
fieles!
V. Se nutren de lo sabroso de tu casa, les das a
beber del torrente de tus delicias.
R. Lo reservas para tus fieles.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. ¡Qué bondad tan grande, Señor, reservas para tus
fieles!
Todo
sufrimiento se hace más soportable, si lo vives mirando hacia el futuro, con la
seguridad de que un día dejarás de padecer. Mejor aún si puedes vivir la
esperanza mayor, la que llega más allá del tiempo, y supera el dolor de la
última pérdida, la muerte, con la promesa de una Vida Plena. “Espera en el
Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor”.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
Un
día que Jesús se ponía ya en camino, uno corrió a su encuentro y arrodillándose
ante Él, le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener en herencia
la vida eterna?». Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino
sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes,
no levantes falso testimonio, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre».
Él, entonces, le dijo: «Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud».
Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le dijo: «Una cosa te falta: anda,
cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo;
luego, ven y sígueme». Pero él, abatido por estas palabras, se marchó
entristecido, porque tenía muchos bienes.
Jesús,
mirando a su alrededor, dice a sus discípulos: «¡Qué difícil es que los que
tienen riquezas entren en el Reino de Dios!». Los discípulos quedaron
sorprendidos al oírle estas palabras. Mas Jesús, tomando de nuevo la palabra,
les dijo: «¡Hijos, qué difícil es entrar en el Reino de Dios! Es más fácil que
un camello pase por el ojo de la aguja, que el que un rico entre en el Reino de
Dios». Pero ellos se asombraban aún más y se decían unos a otros: «Y ¿quién se
podrá salvar?». Jesús, mirándolos fijamente, dice: «Para los hombres,
imposible; pero no para Dios, porque todo es posible para Dios». (Mc 10,17-27)
Comentario:
Hoy,
la liturgia nos presenta un evangelio ante el cual es difícil permanecer
indiferente si se afronta con sinceridad de corazón.
Nadie
puede dudar de las buenas intenciones de aquel joven que se acercó a Jesucristo
para hacerle una pregunta: «Maestro bueno: ¿qué he de hacer para tener en
herencia la vida eterna?» (Mc 10,17). Por lo que nos refiere san Marcos, está
claro que en ese corazón había necesidad de algo más, pues es fácil suponer que
—como buen israelita— conocía muy bien lo que la Ley decía al respecto, pero en
su interior había una inquietud, una necesidad de ir más allá y, por eso,
interpela a Jesús.
En
nuestra vida cristiana tenemos que aprender a superar esa visión que reduce la
fe a una cuestión de mero cumplimiento. Nuestra fe es mucho más. Es una
adhesión de corazón a Alguien, que es Dios. Cuando ponemos el corazón en algo,
ponemos también la vida y, en el caso de la fe, superamos entonces el conformismo
que parece hoy atenazar la existencia de tantos creyentes. Quien ama no se
conforma con dar cualquier cosa. Quien ama busca una relación personal,
cercana, aprovecha los detalles y sabe descubrir en todo una ocasión para crecer
en el amor. Quien ama se da.
En
realidad, la respuesta de Jesús a la pregunta del joven es una puerta abierta a
esa donación total por amor: «Anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres
(…); luego, ven y sígueme» (Mc 10,21). No es un dejar porque sí; es un dejar
que es darse y es un darse que es expresión genuina del amor. Abramos, pues,
nuestro corazón a ese amor-donación. Vivamos nuestra relación con Dios en esa
clave. Orar, servir, trabajar, superarse, sacrificarse... todo son caminos de
donación y, por tanto, caminos de amor. Que el Señor encuentre en nosotros no
sólo un corazón sincero, sino también un corazón generoso y abierto a las
exigencias del amor. Porque —en palabras de san Juan Pablo II— «el amor que
viene de Dios, amor tierno y esponsal, es fuente de exigencias profundas y
radicales».
P. Joaquim PETIT
Llimona, L.C. (Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Germán de París
Obispo
Nació
en Autun (Borgoña, Francia) a comienzos del siglo VI. Recibió una sólida
formación y se ordenó de sacerdote; después ingresó en el monasterio de San
Sinforiano de Autun, del que sería abad. Fue hábil administrador de los bienes,
promotor de la observancia de la Regla y de la austeridad, protector de los
pobres. Lo nombraron obispo de París el año 556. Mientras personalmente
conservaba el estilo de vida monástico, alivió la suerte de los pobres, edificó
iglesias, trató de frenar las contiendas civiles, denunció los vicios de la
corte, rigió su diócesis con sabiduría. Fundó el monasterio que llevaría su
nombre: Saint-Germain-des-Prés. Murió el año 576.
http://es.catholic.net/op/articulos/32167/germn-de-pars-santo.html#
© Directorio Franciscano – Aciprensa – Catholic.net
Pensamiento del día
"La
vida es un eterno ascensor...
Al
subir, mira con simpatía las personas con quien cruzamos...
podremos
encontrarlas cuando estuviéramos
bajando.
Cuando
ayudemos a alguien,
que
lo hagamos sin esperar recompensas...
con
nuestra solidaridad, la recompensa será la felicidad".
-Marcial Salaberry-
Tema del día:
Las personas son regalos
Las
personas son regalos que la vida me ha dado. Y como todos los regalos, llegan
envueltas. Algunas vienen envueltas en forma muy bella, otras de una manera
menos atractiva, y otras cerradas con gran rigidez. Algunas llegan maltratadas,
pero otras llegan como "Entrega Especial". Pero la envoltura no es el
regalo y es importante darse cuenta de esto, ya que es muy fácil equivocarse y
juzgar el contenido por el estuche.
A
veces el regalo se abre con facilidad; otras veces se necesita la ayuda de
otras personas. Tal vez porque tienen miedo, quizá antes fueron heridas y no
quieren ser lastimadas de nuevo. Pudo ser que alguna vez se abrieron y fueron
desechadas. Quizá ahora se sienten más bien como "cosas", que como
seres humanos.
Yo
soy una persona. Como todas las demás personas, también soy un regalo. Poseo
una bondad que es sólo mía, y sin embargo, algunas veces tengo miedo de mirar
dentro de mi envoltura. Tal vez temo decepcionarme, quizá no confío en lo que
llevo dentro, o puede ser que en realidad nunca he aceptado el regalo que soy.
Cada
encuentro y comunicación entre personas es un intercambio de regalos. Mi regalo
soy yo, tú eres tu regalo. Somos obsequios de Dios, unos para otros.
Es
difícil pensar que aquel que me ha lastimado, es también un regalo de Dios.
Pero si vemos la ofensa como una envoltura maltratada y no nos quedamos con
ella, seguramente encontraremos un hermoso regalo, pues de cada suceso Dios nos
tiene una enseñanza para crecer en su amor y en nuestra fe.
Nosotros
mismos podemos tener una envoltura maltratada por el tiempo o las
circunstancias, pero lo que llevamos dentro siempre será hermoso, pues quien lo
puso ahí es nuestro Creador. Sólo tenemos que ver hacia adentro y estar listos
para darnos. Descubre en tu interior todos los dones con los que El Señor te
conformó y sé el digno regalo para los que te necesitamos.
El rincón del lector
Desde
hace años hemos tenido esta sección llamada “El rincón del lector” destinada a dar cabida a los mensajes,
opiniones y comentarios de las personas que leen Pequeñas Semillitas, que han
podido expresarse libre y respetuosamente. Ahora, con nuestra presencia en
Facebook, la posibilidad de manifestarse es mucho más abierta, directa y
permanente.
Igual
vamos a mantener esta sección para los que deseen expresarse por esta vía. Para
que tu mensaje se publique debes dirigirlo por correo electrónico a feluzul@gmail.com con el título "El rincón del lector" y
deberá ser muy breve y no contener conceptos agraviantes para nada ni para
nadie.
Los
mensajes serán moderados por el propietario de esta página y se publicarán a
medida que el tiempo y el espacio en la misma lo permitan, y no se admitirán
réplicas o respuestas públicas a mensajes anteriores de otros lectores.
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Jim
Caviezel, actor norteamericano de la película La Pasión de Cristo declaró a CNA
(Catholic News Agency) que se había apoyado en las Escrituras, en la misa
diaria y en el Rosario para encarnar la santidad en el cine, en la nueva
película “Pablo, apóstol de Cristo”.
La
película que salió en cartelera el 23 de marzo del 2018, presenta la persecución
de los primeros cristianos en Roma bajo el emperador Nerón, con un San Pablo
prisionero transmitiendo un mensaje de esperanza al final de su vida. Caviezel
interpreta el papel de San Lucas, que visita regularmente a San Pablo en
prisión para hacerle preguntas sobre su historia y su apostolado al servicio de
Cristo.
La
película muestra a Lucas al servicio de la comunidad cristiana primitiva de
Roma, en el papel de médico, guía espiritual y escritor. San Lucas menciona a
la Virgen María más que cualquier otro escritor, subraya Jim Caviezel que
agrega: El Rosario me ayuda a concentrarme, a rezar. Voy a la misa diariamente
y la Eucaristía es Cristo en mí. (…) Todo lo que hago es siempre con la ayuda
del Cielo. Dirige mi camino, me guía. Lo que ofrezco a Dios lo saco del don que
él me ha dado. Y el Señor lo multiplica y lo bendice de una manera que nunca
hubiera creído posible.
(Un minuto con María)
Cinco minutos del Espíritu Santo
Mayo 28
El
Espíritu Santo derrama en nosotros el fuego del amor, para que amar no sea una
obligación, sino una necesidad, un gusto, una elección verdaderamente libre.
Cuando
dejamos que el Espíritu Santo nos impulse al amor, entonces ya no somos
esclavos de miles de cosas que tenemos que cumplir. Somos libres, porque nos
brotan espontáneamente las obras que agradan al Señor.
Cuando
el Espíritu nos ha transformado, la libertad cristiana es convertirse en
esclavos de los demás (Gálatas 5,13), porque el Espíritu Santo nos libera de
nosotros mismos para hacernos uno con el hermano y ganarlo para Cristo:
"Siendo libre, me hice esclavo de todos" (1 Corintios 9,19). Y así,
en lugar de perderla, ganamos la más preciosa libertad, la liberación que
produce el amor. Porque un corazón generoso es un corazón liberado del peor de
los males: la indiferencia.
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el
más pequeñito de todos)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.