domingo, 27 de mayo de 2018

Pequeñas Semillitas 3673

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 13 - Número 3673 ~ Domingo 27 de Mayo de 2018
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Solemnidad de la Santísima Trinidad. Núcleo esencial de la fe cristiana: confesamos a un Dios Trino y Uno a la vez. Y, toda nuestra vida espiritual (cuando entramos a la Iglesia; al salir de casa; al concluir o iniciar la Liturgia; cuando el futbolista sale al campo de fútbol; los sacramentos, etc.) gira en torno a la Trinidad. En ella gozamos con el secreto más guardado por Dios Padre, Hijo y Espíritu: el amor.
La Santísima Trinidad es el hogar donde habitan tres personas que, aun siendo distintas, tienen un mismo fondo; los mismos pensamientos; los mismos ideales.
- Una de ellas, Jesús, nos manifestó de una forma radical y nítida a la vez, el auténtico rostro de Dios: el amor, con pasión y sin medida, por el hombre.
- Otra de ellas, el Espíritu, es la permanencia viva, real y operativa de los deseos de un Dios Padre que se nos sigue revelando, día a día, con toda la cercanía de la que es capaz. Y que disfruta cuando ve a sus hijos continuar la misión que Jesús nos encomendó.
- Dios siempre será un misterio. Se revela y, a la vez, siempre guarda una carta “indescifrable” bajo su manga. Pero, cuando le invocamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu, sabemos que estamos llamando a la misma puerta de una misma casa: el cielo.
La Trinidad es la gran familia que vive en el corazón de Dios. Ojalá que nosotros, llamándola tantas veces como lo hacemos: ¡En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo!, nos sintiésemos también tocados para vivir como “UNO” en el amor, en la caridad, en la esperanza, en la fe, en el compromiso y en la fidelidad a la Iglesia.
Nuestro mejor final, para estas palabras, tienen que ser en este día: ¡Gloria a la Trinidad!
Padre Javier Leoz

¡Buenos días!

Educando al prójimo
Cuando de alguien se dice, “es una buena persona”, así simplemente, se la está calificando con la nota más excelente: la bondad. Ser bueno es ser de nobles sentimientos, honrado, servicial, respetuoso con todos, amable, generoso. La bondad sintetiza aspectos muy valiosos de la personalidad, que generan en los demás, aprecio y admiración, atracción y simpatía.

Un señor, muy molesto por el ruido, llamó a la puerta del inquilino del piso inferior y preguntó con mal disimulada rabia: —¿No ve que son las cuatro de la madrugada? ¡No es posible cerrar un ojo con ese ruido! ¿Se puede saber qué es todo ese estruendo? — Sí, señor. ¡Es la grabación de la fiesta que usted hizo ayer hasta la madrugada en su casa!

La anécdota de hoy señala un defecto corriente: la falta de respeto por los demás. Respetar, poniéndose en el lugar de los otros, está en la base de la convivencia humana. Jesús nos advirtió: “No hagas a otro lo que no te gusta que te hagan a ti”. Norma fundamental y obvia, pero tantas veces transgredida por egoísmo o inconsciencia. Recuérdala siempre.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Y al verle le adoraron; algunos sin embargo dudaron. Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo». (Mt 28,16-20)

Comentario:
Hoy, la liturgia nos invita a adorar a la Trinidad Santísima, nuestro Dios, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Un solo Dios en tres Personas, en el nombre del cual hemos sido bautizados. Por la gracia del Bautismo estamos llamados a tener parte en la vida de la Santísima Trinidad aquí abajo, en la oscuridad de la fe, y, después de la muerte, en la vida eterna. Por el Sacramento del Bautismo hemos sido hechos partícipes de la vida divina, llegando a ser hijos del Padre Dios, hermanos en Cristo y templos del Espíritu Santo. En el Bautismo ha comenzado nuestra vida cristiana, recibiendo la vocación a la santidad. El Bautismo nos hace pertenecer a Aquel que es por excelencia el Santo, el «tres veces santo» (cf. Is 6,3).
El don de la santidad recibido en el Bautismo pide la fidelidad a una tarea de conversión evangélica que ha de dirigir siempre toda la vida de los hijos de Dios: «Ésta es la voluntad de Dios: vuestra santificación» (1Tes 4,3). Es un compromiso que afecta a todos los bautizados. «Todos los fieles, de cualquier estado o régimen de vida, son llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad» (Concilio Vaticano II, Lumen gentium, n. 40).
Si nuestro Bautismo fue una verdadera entrada en la santidad de Dios, no podemos contentarnos con una vida cristiana mediocre, rutinaria y superficial. Estamos llamados a la perfección en el amor, ya que el Bautismo nos ha introducido en la vida y en la intimidad del amor de Dios.
Con profundo agradecimiento por el designio benévolo de nuestro Dios, que nos ha llamado a participar en su vida de amor, adorémosle y alabémosle hoy y siempre. «Bendito sea Dios Padre, y su único Hijo, y el Espíritu Santo, porque ha tenido misericordia de nosotros» (Antífona de entrada de la misa).
Mons. F. Xavier CIURANETA i Aymí Obispo Emérito de Lleida (Lleida, España)

Palabras de San Juan Pablo II 
“La Iglesia vive constantemente del misterio de Dios-Trinidad.
Dios que habita en una luz inaccesible:
es el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo,
y al mismo tiempo es Dios,
que compenetra y abraza todas las cosas”.

Predicación del Evangelio:
Un misterio cercano
La vida cristiana se desarrolla totalmente en el signo y en presencia de la Trinidad. En la aurora de la vida, fuimos bautizados «en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo» y al final, junto a nuestra cabecera, se recitarán las palabras: «Marcha, oh alma Cristiana de este mundo, en el Nombre de Dios, el Padre omnipotente que te ha creado, en el nombre de Jesucristo que te ha redimido, y en el nombre del Espíritu Santo que te santifica».

Entre estos dos momentos extremos, se enmarcan otros llamados de «transición» que, para un cristiano, están marcados por la invocación de la Trinidad. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, los esposos se unen en matrimonio y los sacerdotes son consagrados por el obispo. En el pasado, en nombre de la Trinidad, comenzaban los contratos, las sentencias y todo acto importante de la vida civil y religiosa.

No es verdad, por tanto, el que la Trinidad sea un misterio remoto, irrelevante para la vida de todos los días. Por el contrario, son las tres personas más «íntimas» en la vida: no están fuera de nosotros, como sucede con la mujer o el marido, sino que están dentro de nosotros. «Hacen morada en nosotros» (Juan 14, 23), nosotros somos su «templo».

Pero, ¿por qué creen los cristianos en la Trinidad? ¿No es ya bastante difícil creer que Dios existe como para añadir también que es «uno y trino»? ¡Los cristianos creen que Dios es uno y trino porque creen que Dios es amor! La revelación de Dios como amor, hecha por Jesús, ha «obligado» a admitir la Trinidad. No es una invención humana.

Si Dios es amor, tiene que amar a alguien. No existe un amor «al vacío», sin objeto. Pero, ¿a quién ama Dios para ser definido amor? ¿A los hombres? Pero los hombres existen tan sólo desde hace unos millones de años, nada más. ¿Al cosmos? ¿Al universo? El universo existe sólo desde hace algunos miles de millones de años. Antes, ¿a quién amaba Dios para poder definirse amor? No podemos decir que se amaba a sí mismo, porque esto no sería amor, sino egoísmo o narcisismo.

Esta es la respuesta de la revelación cristiana: Dios es amor porque desde la eternidad tiene «en su seno» un Hijo, el Verbo, al que ama con un amor infinito, es decir, con el Espíritu Santo. En todo amor siempre hay tres realidades o sujetos: uno que ama, uno que es amado, y el amor que les une. El Dios cristiano es uno y trino porque es comunión de amor. En el amor se reconcilian entre sí unidad y pluralidad; el amor crea la unidad en la diversidad: unidad de propósitos, de pensamiento, de voluntad; diversidad de sujetos, de características, y, en el ámbito humano, de sexo. En este sentido, la familia es la imagen menos imperfecta de la Trinidad. No es casualidad que al crear la primera pareja humana Dios dijera: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra» (Génesis 26-27).

Según los ateos modernos, Dios no sería más que una proyección que el hombre se hace de sí mismo, como uno que confunde con una persona diversa su propia imagen reflejada en un arroyo. Esto puede ser verdad con respecto a cualquier otra idea de Dios, pero no con respecto al Dios cristiano. ¿Qué necesidad tendría el hombre de dividirse a sí mismo en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo, si verdaderamente Dios no es más que la proyección que el hombre hace de su propia imagen? La doctrina de la Trinidad es, por sí sola, el mejor antídoto al ateísmo moderno.

¿Te parece demasiado difícil todo esto? ¿No has comprendido mucho? Te diría que no te preocupes. Cuando uno está en la orilla de un lago o de un mar y se quiere saber lo que hay del otro lado, lo más importante no es agudizar la vista y tratar de otear el horizonte, sino subirse a la barca que lleva a esa orilla. Con la Trinidad, lo más importante, no es elucubrar sobre el misterio, sino permanecer en la fe de la Iglesia, que es la barca que lleva a la Trinidad.
© Padre Raniero Cantalamessa

Mensaje de María Reina de la Paz 
Mensaje de María Reina de la Paz del 25 de Mayo de 2018

"Queridos hijos, en este tiempo inquieto os invito a tener más confianza en Dios, que es vuestro Padre que está en los Cielos y que me ha enviado para conduciros a Él. Vosotros, abrid vuestros corazones a los dones que Él desea daros, y en el silencio del corazón adorad a mi Hijo Jesús, que ha dado su vida para que viváis en la eternidad, a donde quiere conduciros. Que vuestra esperanza sea la alegría del encuentro con el Altísimo en la vida diaria. Por eso os invito: no descuidéis la oración porque la oración hace milagros. Gracias por haber respondido a mi llamada".

Nuevo vídeo

Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Para verlo tienes que ir al final de esta página

Ofrecimiento para sacerdotes y religiosas
  
Formulo el siguiente ofrecimiento únicamente para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas Semillitas" por e-mail: Si desean recibir los comentarios del Evangelio del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para tener tiempo de preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos pastorales sobre la Palabra de Dios, pueden pedírmelo a feluzul@gmail.com 
Sólo deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia y a qué comunidad religiosa pertenecen.

Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.

 Desde Guatemala, María Victoria G. agradece profundamente a todas las personas que oraron por el postdoctorado de Mario Paredes Escobar, efectuado en Badajoz, España, y por el bienestar de su esposa e hija. Ha terminado exitosamente el postdoctorado y han regresado muy bien a su país natal Guatemala.

 Desde México dan gracias a Dios por su infinita misericordia, ya que los estudios médicos de Lori Q. han salido bien, y libres de cáncer.

 Desde Buenos Aires, Argentina, se agradece a Dios y a todos quienes rezaron por la cirugía de caderas de la señora Olga Flores, que ha salido muy bien. 

♡ Recibimos también un agradecimiento de nuestra lectora Tita V., a Dios y a quienes rezaron por la cirugía de rodilla de su esposo Luis R. V., que ha salido bien, restando ahora solamente el período de recuperación.

Cinco minutos del Espíritu Santo
Mayo 27
"Ven Espíritu Santo. Libérame, para que no alimente la impaciencia y el desprecio hacia otras personas. 
Toma mi mirada para que pueda mirar a los demás como Jesús, con inmensa paciencia. 
Contemplo a Jesús, tan comprensivo con los pecadores, tan paciente y compasivo con las debilidades de sus discípulos, tan cercano a todos. 
Quiero aprender de Jesús, paciente y humilde, para encontrar descanso y alivio en mis impaciencias.
Bendigo a todas las personas que me molestan, que me desagradan, que me cansan, que me perturban, que me interrumpen. 
Las bendigo para que sean cada día más bellas y santas, para que reflejen tu amor y tu hermosura. Pasa tu mano por sus vidas para que sean felices.
Ven Espíritu Santo a mi vida, penetra en mi interior, acaríciame con tu divina calma. 
Cura las heridas de mi intimidad que me llevan a rechazar a los demás. 
Sana la raíz de mi intolerancia, de mis malas reacciones, y regálame el don de la paciencia. Amén."
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

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