PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
13 - Número 3660 ~ Lunes 14 de Mayo de 2018
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
La
alegría es una de las principales características de los discípulos de Jesús.
La tristeza, las caras serias, el derrotismo, la amargura... se oponen a la fe
y a la esperanza cristianas y manifiestan desconfianza en la acción del
Espíritu.
En
la entraña del mensaje de Jesús está presente la alegría y la bienaventuranza.
En las palabras del Papa Francisco también se nos habla de “la alegría del
Evangelio”.
En
alas de la alegría, tengamos siempre alzados los ojos hacia el cielo, pisando
fuerte la tierra y arrimando el hombro a la tarea de todos: construir el Reino
de Dios, que es promesa y realidad gozosa.
No
estamos solos para esa tarea: Jesús sigue con nosotros: “sabed que yo estoy con
vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Última frase del evangelio
según Mateo).
¡Buenos días!
En medio de su pueblo
¡Qué
simpático sería un Presidente o un Rey que, vestido como una persona común,
subiera al ómnibus de la esquina para trasladarse y entrara en el supermercado
para comprar lo que desea! ¿No has pensado que Jesús, el mismo Hijo eterno de
Dios, vino a nuestro encuentro y compartió nuestra vida común en medio de
nosotros?
Un soldado norteamericano viajaba un día en ómnibus
haciendo turismo por Suecia. El sueco que viajaba a su lado parecía muy amable,
y el soldado empezó a dialogar con el simpático acompañante. Hablaron de todo
un poco, hasta que el soldado le dijo: —Mi país es el más democrático del
mundo. Cualquier ciudadano puede ir a la Casa Blanca y tratar cualquier
problema con el Presidente. El sueco, para no ser menos, dijo enseguida: —Eso
no es nada, aquí en Suecia, el rey viaja en ómnibus como cualquier persona
corriente. Poco después el acompañante bajó del vehículo y los otros pasajeros
le informaron al soldado que había
viajado junto al rey Gustavo Adolfo VI.
Esto
es lo que hizo Jesús, al dejar a un lado su categoría de Dios y asumir nuestra
condición humana con todos sus límites físicos. San Juan lo destaca en la
introducción a su Evangelio: “El Verbo de Dios se hizo carne y habitó en medio
de nosotros” (Juan 1, 12). ¡Como para meditarlo, y llenarte de admiración y
gratitud!
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Como el Padre me amó, yo también os
he amado a vosotros; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos,
permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y
permanezco en su amor.
»Os
he dicho esto, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea colmado.
Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he
amado. Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos. Vosotros
sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. No os llamo ya siervos, porque
el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque
todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.
»No
me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he
destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; de modo
que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda. Lo que os mando es
que os améis los unos a los otros». (Jn 15,9-17)
Comentario:
Hoy,
la Iglesia recuerda el día en el que los Apóstoles escogieron a aquel discípulo
de Jesús que tenía que sustituir a Judas Iscariote. Como nos dice acertadamente
san Juan Crisóstomo en una de sus homilías, a la hora de elegir personas que
gozarán de una cierta responsabilidad se pueden dar ciertas rivalidades o
discusiones. Por esto, san Pedro «se desentiende de la envidia que habría
podido surgir», lo deja a la suerte, a la inspiración divina y evita así tal
posibilidad. Continúa diciendo este Padre de la Iglesia: «Y es que las
decisiones importantes muchas veces suelen engendrar disgustos».
En
el Evangelio del día, el Señor habla a los Apóstoles acerca de la alegría que
han de tener: «Que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea colmado» (Jn
15,11). En efecto, el cristiano, como Matías, vivirá feliz y con una serena
alegría si asume los diversos acontecimientos de la vida desde la gracia de la
filiación divina. De otro modo, acabaría dejándose llevar por falsos disgustos,
por necias envidias o por prejuicios de cualquier tipo. La alegría y la paz son
siempre frutos de la exuberancia de la entrega apostólica y de la lucha para
llegar a ser santos. Es el resultado lógico y sobrenatural del amor a Dios y
del espíritu de servicio al prójimo.
Romano
Guardini escribía: «La fuente de la alegría se encuentra en lo más profundo del
interior de la persona (...). Ahí reside Dios. Entonces, la alegría se dilata y
nos hace luminosos. Y todo aquello que es bello es percibido con todo su
resplandor». Cuando no estemos contentos hemos de saber rezar como santo Tomás
Moro: «Dios mío, concédeme el sentido del humor para que saboree felicidad en
la vida y pueda transmitirla a los otros». No olvidemos aquello que santa
Teresa de Jesús también pedía: «Dios, líbrame de los santos con cara triste, ya
que un santo triste es un triste santo».
Rev. D. Josep VALL i Mundó (Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Matías
Apóstol
Elegido
en sustitución de Judas Iscariote. Después de la Ascensión del Señor, Pedro
propuso a los hermanos: «Hace falta que se asocie a nosotros como testigo de la
resurrección de Jesús, uno de los que nos acompañaron mientras convivió con
nosotros el Señor». Propusieron dos nombres: José, llamado Barsabás, y Matías.
Rezaron al Señor diciendo: «Tú penetras el corazón de todos; muéstranos a cuál
de los dos has elegido para que, en este servicio apostólico, ocupe el puesto
que dejó Judas». Echaron suertes, le tocó a Matías y lo asociaron a los once
apóstoles (Hch 1,15-26). Nada más sabemos sobre su vida.
Oración: Oh Dios, que quisiste agregar a san Matías
al colegio de los apóstoles, concédenos, por sus ruegos, que podamos alegrarnos
de tu predilección al ser contados entre tus elegidos. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
© Directorio Franciscano - Aciprensa
Pensamiento del día
"No os guardéis a Cristo para vosotros mismos.
Comunicad a los demás la alegría de vuestra fe. De la amistad con Jesús nacerá
también el impulso que lleva a dar testimonio de la fe en los más diversos
ambientes, incluso allí donde hay rechazo o indiferencia. No se puede encontrar
a Cristo y no darlo a conocer a los demás. El mundo necesita el testimonio de
vuestra fe, necesita ciertamente a Dios. Conservad la llama que Dios ha
encendido en vuestros corazones en esta noche: procurad que no se apague,
alimentadla cada día, compartidla con vuestros coetáneos que viven en la oscuridad
y buscan una luz para su camino"
Benedicto
XVI
Tema del día:
¿Qué es una Novena?
Los
católicos a menudo hablan de las ‘novenas’ y, si no hay un conocimiento previo
sobre esta devoción, el nombre puede resultar confuso.
¿Qué
es una novena?
Las
novenas son una parte antigua de la vida devocional de la Iglesia y muchos
remontan el origen de su estructura hasta los días entre la ascensión de Jesús
y la fiesta de Pentecostés.
El
encargo final de Jesús en la tierra antes de ascender a los Cielos fue que
“esperaran la promesa del Padre”.
En
una ocasión, mientras estaba comiendo con ellos, [Jesús] les recomendó que no
se alejaran de Jerusalén y esperaran la promesa del Padre: “La promesa, les
dijo, que yo les he anunciado. Porque Juan bautizó con agua, pero ustedes serán
bautizados en el Espíritu Santo, dentro de pocos días” (Hechos 1,4-5)
Dios
cumplió esta promesa en la fiesta judía de Pentecostés, según se describe en el
segundo capítulo de Hechos. Esta fiesta judía siempre se celebraba 50 días después
de la fiesta de la Pascua judía.
Según
san Lucas, Jesús ascendió al Cielo después de aparecerse a los apóstoles
“durante cuarenta días” (Hechos 1,3) después de su resurrección. Esto significa
que el tiempo entre la ascensión de Jesús y la venida del Espíritu Santo en
Pentecostés es nueve días (sin incluir el día de la ascensión de Jesús).
Muchos
cristianos vieron estos nueve días de oración como un modelo de rezo y
desarrollaron devociones que consistían en nueve días (o meses) de oración por
una intención específica o un santo en particular.
Este
número se consideraba de inspiración divina, así que las ‘novenas’ (de la
palabra latina novem, nueve), se
entendían como una forma perfecta para rezar.
Una
de las novenas más antiguas fue un periodo de oración de nueve meses antes de
la fiesta de Navidad, en imitación del piadoso embarazo de María.
El
número nueve no tardó mucho en ser empleado en todo tipo de situaciones, como
una novena de misas celebradas por una persona o una novena de oraciones para
la restauración de la salud. Así nació la ‘novena’ y se convirtió en parte
central de la devoción católica.
© Philip Kosloski - Aleteia
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Cuando
en 1946, la estatua de Nuestra Señora de Fátima fue llevada en procesión de
Bobarral a Lisboa (Portugal), dos amigos se encontraban entre la multitud que
ovacionaba la Virgen. Miraron al cielo:
Tres
palomas, dieron vueltas en el aire y en picada se colocaron juntas en el
zócalo, al pie de la Madona. Hubo, entonces, gritos de alegría salvas de
morteros, pero los pájaros no se asustaron. Una lluvia de flores cayó, y las
palomas no se movieron. Se acurrucaron junto a la estatua y ahí se quedaron
durante horas, agazapadas, inmóviles, dejándose alimentar por la multitud, sin
abandonar su lugar.
El
6 de diciembre de 1946, durante la misa solemne, una paloma se instaló sobre la
corona de la Madona, como símbolo del Espíritu Santo. Y durante la distribución
de la Sagrada Comunión a 4000 fieles, se volvió hacia el altar extendiendo sus
alas y se quedó en esta actitud de adoración hasta el final.
La
multitud la miraba, con asombro y admiración.
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa
Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas,
religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico
de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios
Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las
misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón
de María; por la conversión de todos los
pueblos; por la Paz en el mundo; por
los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los pacientes internados en la Casa de la Bondad
en Córdoba (Argentina); por los niños
con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del
Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países
del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las
familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes
hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y
religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos
oración para dos personas de Córdoba, Argentina: Eliana, una niña de 13 años de edad, con enfermedad oncológica
(cáncer); y Alejandro, de 53 años de
edad, afectado de diabetes, enfermedad coronaria con seis stent colocados, y
cursando ahora un cuadro depresivo. Invocamos la mediación de la Santísima
Virgen para que estos hermanos nuestros puedan alcanzar de Jesús todas sus
gracias de sanación.
Pedimos oración para Luis V., que vive en Maryland, Estados
Unidos, persona mayor, diabético, y que hoy será operado para reemplazo total
de rodilla izquierda, confiando en que la ayuda de Jesús y la Virgen María
permitirán que todo se resuelva favorablemente.
Pedimos oración para dos personas de España: Miguel Ángel S. C., de Burgos, que tras una cirugía de cadera ha sufrido un episodio de trombo embolismo pulmonar y se encuentra ahora en cuidados intensivos; y Ana V., que tendrá otra operación de cerebelo (ya ha tenido varias anteriores), rogando a la Virgen de Lourdes que proteja a ambos e interceda ante Jesús por su recuperación.
Pedimos oración para dos personas de España: Miguel Ángel S. C., de Burgos, que tras una cirugía de cadera ha sufrido un episodio de trombo embolismo pulmonar y se encuentra ahora en cuidados intensivos; y Ana V., que tendrá otra operación de cerebelo (ya ha tenido varias anteriores), rogando a la Virgen de Lourdes que proteja a ambos e interceda ante Jesús por su recuperación.
Continuamos
unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de
Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades,
poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para
el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los
corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que
están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino,
paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al
Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras
debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Cinco minutos del Espíritu Santo
Mayo 14
El
Espíritu Santo actúa como quiere y muchas veces nos sorprende con esa libertad
divina. Hoy, que celebramos al apóstol San Matías, podemos descubrirlo
especialmente. Porque la elección de San Matías se realizó echando suertes
(Hechos 2,23-26). Ese procedimiento sirvió para conocer la decisión de Dios.
Por eso, en la oración los apóstoles dicen: "muéstranos a cuál has
elegido" (v. 24). La elección de Matías era una cuestión del amor de Dios,
que va más allá de todos los criterios humanos.
Si
ellos descubrieron la voluntad de Dios echando suertes, no esperemos que el
Espíritu Santo nos ilumine siempre de una manera maravillosa, porque él nos
hablará de miles de maneras sencillas y nos ayudará a descubrir lo que él
quiere de formas muy ordinarias y poco llamativas.
No
sólo Matías fue elegido con ternura. Cada uno de nosotros fue elegido para
vivir en amistad con Jesús, y es llamado a cumplir una misión que dé muchos
frutos de amor, hasta dar la vida en respuesta a esa elección. Es bello
sentirse agraciado, haber sido elegido gratuitamente, sin que uno lo haya merecido
o comprado con algo, sin que pueda adquirirlo, exigirlo o esperarlo por algún
título u obra personal.
El
Espíritu Santo viene muchas veces a nuestra vida para que cumplamos
determinadas misiones, no porque seamos perfectos, o porque lo merezcamos, sino
por un amor gratuito y libre. Él actúa donde quiere y como quiere. Dejémonos
conducir por él.
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el
más pequeñito de todos)
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