PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
13 - Número 3662 ~ Miércoles 16 de Mayo de 2018
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
La
naturaleza humana es muy propensa a empujar ciegamente cuando está asustada o
frustrada.
Por
cierto, a esto se debe que todas las puertas de los teatros o de los otros
edificios públicos, están obligadas por ley a abrirse hacia fuera, ya que es
esa la dirección natural del pánico.
La
oración, sin embargo, es esencialmente lo contrario a ser apresurado debido al
pánico, o la falta de calma.
En
la oración, debes retirarte de la imagen externa, cesar de presionar contra los
sucesos y concentrarte en la Presencia de Dios.
Recuerda:
La puerta del alma se abre hacia adentro
¡Buenos días!
La espada de Damocles
No
envidies a los poderosos, o a las estrellas o astros del cine, del deporte, o
de la vida social. La envidia es como un resentimiento irracional causado por
desear el bien ajeno, un disgusto oscuro que provoca la elevada posición de una
persona, o el brillo de sus cualidades. Detrás de la envidia hay una
incapacidad de asumir con serenidad los propios límites.
Damocles, era un adulador cortesano de Dionisio,
tirano de Siracusa (siglo IV a. C.). Había propagado que Dionisio era un
afortunado al disponer de tan gran poder y riqueza. El tirano para darle un
escarmiento, le ofreció intercambiar con él por un día sus tareas. Así podría
disfrutar de absoluto poder. Esa misma tarde Damocles celebró un opíparo
banquete donde fue servido como un rey. Cuando a mitad de la comida miró hacia
arriba y reparó en la afilada espada que colgaba de un finísimo hilo sobre su
cabeza, empalideció de repente y perdió las ganas de seguir comiendo. Pidió al
tirano abandonar su puesto, diciendo que ya no quería seguir siendo tan
dichoso.
El
envidioso no percibe que su infelicidad no proviene de lo que no tiene, sino de
la falta de aprecio por lo que sí posee. Hay además una falta de compromiso y
responsabilidad con la propia vida, porque el celoso, pendiente de la vida de
otros, no conoce sus fortalezas y posibilidades reales. El Señor te libre de la
dañosa envidia.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, Jesús, alzando los ojos al cielo, dijo: «Padre santo, cuida en tu
nombre a los que me has dado, para que sean uno como nosotros. Cuando estaba yo
con ellos, yo cuidaba en tu nombre a los que me habías dado. He velado por
ellos y ninguno se ha perdido, salvo el hijo de perdición, para que se
cumpliera la Escritura.
»Pero
ahora voy a ti, y digo estas cosas en el mundo para que tengan en sí mismos mi
alegría colmada. Yo les he dado tu Palabra, y el mundo los ha odiado, porque no
son del mundo, como yo no soy del mundo. No te pido que los retires del mundo,
sino que los guardes del Maligno. Ellos no son del mundo, como yo no soy del
mundo. Santifícalos en la verdad: tu Palabra es verdad. Como tú me has enviado
al mundo, yo también los he enviado al mundo. Y por ellos me santifico a mí
mismo, para que ellos también sean santificados en la verdad». (Jn 17,11b-19)
Comentario:
Hoy
vivimos en un mundo que no sabe cómo ser verdaderamente feliz con la felicidad
de Jesús, un mundo que busca la felicidad de Jesús en todos los lugares
equivocados y de la forma más equivocada posible. Buscar la felicidad sin Jesús
sólo puede conducir a una infelicidad aún más profunda. Fijémonos en las
telenovelas, en las que siempre se trata de alguien con problemas. Estas series
de la TV nos muestran las miserias de una vida sin Dios.
Pero
nosotros queremos vivir el día de hoy con la alegría de Jesús. Él ruega a su
Padre en el Evangelio de hoy «y digo estas cosas en el mundo para que tengan en
sí mismos mi alegría colmada» (Jn 17,13). Notemos que Jesús quiere que en
nosotros su alegría sea completa. Desea que nos colmemos de su alegría. Lo que
no significa que no tengamos nuestra cruz, ya que «el mundo los ha odiado,
porque no son del mundo» (Jn 17,14), pero Jesús espera de nosotros que vivamos
con su alegría sin importar lo que el mundo pueda pensar de nosotros. La
alegría de Jesús nos debe impregnar hasta lo más íntimo de nuestro ser,
evitando que el estruendo superficial de un mundo sin Dios pueda penetrarnos.
Vivamos
pues, hoy, con la alegría de Jesús. ¿Cómo podemos conseguir más y más de esta
alegría del Señor Jesús? Obviamente, del propio Jesús. Jesucristo es el único
que puede darnos la verdadera felicidad que falta en el mundo, como lo
testimonian esas citadas series televisivas. Jesús dijo, «si permanecéis en mí,
y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y lo conseguiréis»
(Jn 15,7). Dediquemos cada día, por tanto, un poco de nuestro tiempo a la
oración con las palabras de Dios en las Escrituras; alimentémonos y consumamos
las palabras de Jesús en la Sagrada Escritura; dejemos que sean nuestro
alimento, para saciarnos con la su alegría: «Al inicio del ser cristiano no hay
una decisión ética o una gran idea, sino el encuentro con un acontecimiento,
con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida» (Benedicto XVI).
Fr. Thomas LANE (Emmitsburg, Maryland, Estados
Unidos)
Santoral Católico:
San Simón Stock
Presbítero Carmelita
Nació
en el condado de Kenk (Inglaterra). Primero fue ermitaño y después ingresó en
la Orden de los Carmelitas, cuando éstos llegaron a Inglaterra hacia el año
1242. Según otra tradición, fue uno de los cruzados y peregrinos que tomaron el
hábito en el mismo Monte Carmelo, atraídos por la vida de oración que llevaban
los solitarios que allí moraban. El capítulo general de los carmelitas,
celebrado en Aysleford el año 1247, lo eligió prior general de la Orden, que
rigió admirablemente. Pidió al papa Inocencio IV que confirmara la regla de la
Orden, que la adaptaba a Occidente y la pasaba de ser puramente eremítica a ser
orden mendicante consagrada al apostolado. Era muy devoto de la Virgen y, según
la tradición, recibió de la Virgen María en una aparición el privilegio del
Escapulario del Carmen, tan querido por la piedad popular. Fundó conventos y
murió en Burdeos (Francia) el 16 de mayo de 1265.
Oración: Señor, Dios nuestro, que llamaste a san Simón Stock a servirte en la familia
de los Hermanos de Santa María del Monte Carmelo; concédenos, por su
intercesión, vivir como él entregados siempre a tu servicio y cooperar a la
salvación de los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano - Aciprensa
San Juan Nepomuceno
Mártir
Nació en Bohemia (Checoslovaquia) entre los años 1340
- 1350, en un pueblo llamado Nopomuc, de ahí el sobrenombre Nepomuceno.
Fue párroco de Praga y obtuvo el doctorado en la
Universidad de Padua. Después ocupó el alto puesto de Vicario General del
Arzobispado.
El rey de Praga, Wenceslao, se dejaba llevar por dos
terribles pasiones, la cólera y los celos y dicen las antiguas crónicas que
siendo Juan Nepomuceno confesor de la reina, se le ocurrió al rey que el santo
le debía contar los pecados que la reina le había dicho en confesión, y al no
conseguir que le revelara estos secretos, se propuso matarlo. Luego el rey tuvo
otro gran disgusto, consistió en que el monarca se proponía apoderarse de un
convento para regalar las riquezas que allí había a un familiar. El Vicario
Juan Nepomuceno se opuso a esto rotundamente, ya que evidentemente esos bienes pertenecían
a la Santa Iglesia.
El rey se llenó de cólera, el Santo fue torturado y
su cuerpo arrojado al río Mondalva. Esto ocurrió en el año 1393. Los vecinos
recogieron el cadáver para darle santa sepultura.
© EWTN - Aciprensa
Pensamiento del día
“Cuando los problemas vengan a enterrarte,
recuerda que eres semilla.
Sólo te están sembrando;
germinarás y saldrás a la superficie nuevamente
y darás fruto porque habrás madurado”
Bernardo Stamateas
Tema del día:
“Custodiar el rebaño”
El
Papa Francisco recordó a los Obispos que su misión es cuidar el rebaño, el
pueblo de Dios, y no hacer carrera eclesiástica: “sois Obispos para el rebaño,
para custodiar el rebaño, no para escalar en una carrera eclesiástica”.
El
Santo Padre hizo esta afirmación durante la homilía de la Misa celebrada en
Casa Santa Marta este martes 15 de mayo. En este sentido, puso como ejemplo a
San Pablo: “Su gran amor es Jesucristo. Su segundo amor, el rebaño”.
El
Pontífice reflexionó sobre la lectura de los Hechos de los Apóstoles en la que
San Pablo se reúne con los ancianos de la Iglesia y los presbíteros en Éfeso
para hacer examen de conciencia y despedirse de ellos. “Se trata de un
fragmento muy fuerte, un fragmento que llega al corazón; pero también es un
fragmento que nos hace ver el camino que todo Obispo debe seguir a la hora de
despedirse”.
Francisco
señaló que el Obispos debe saber discernir “cuándo es el Espíritu de Dios el
que habla y cuándo es el espíritu del mundo, y sabe defenderse cuando habla el
espíritu del mundo”.
Pablo
sabe que camina “hacia la tribulación, hacia la cruz y esto nos hace pensar en
la entrada de Jesús en Jerusalén. Él entraba para partir, y Pablo va hacia la
pasión”. El Apóstol “se ofrece al Señor, obediente, empujado por el Espíritu.
Es el Obispo que va adelante siempre, pero siguiendo el Espíritu Santo. Ese es
Pablo”.
“El
testamento de Pablo es un testimonio. Y también es un anuncio, e incluso un
desafío: ‘Yo ya he hecho el camino. Continuad vosotros’. Qué lejano queda este
testamento de los testamentos mundanos: ‘Esto se lo dejo a aquel, aquello a
aquel otro…’, tantos bienes. Pablo no tenía nada, sólo la gracia de Dios, la
valentía apostólica, la revelación de Jesucristo y la salvación que el Señor le
había dado”.
El
Papa terminó con una reflexión personal: “Cuando leo esto pienso en mí, porque
también yo soy Obispos y deberé despedirme”.
“Pido
al Señor la gracia de poder despedirme así”. “Que el Señor nos de la gracia a
todos nosotros de poder despedirnos así, con este espíritu, con esta fuerza,
con este amor a Jesucristo, con esta confianza en el Espíritu Santo”.
© Aciprensa
Nuevo vídeo
Hay
un nuevo vídeo subido al blog
de
"Pequeñas Semillitas" en
internet.
Para
verlo tienes que ir al final de esta página
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Desarrolla
el sentido del humor. Más, no todo es
hacer un chiste y provocar la risa.
La
ética del buen humor exige que evites descalificar y menospreciar a las
personas. Nadie tiene derecho a ridiculizar o mortificar a sus semejantes.
Cada
persona es sujeto de dignidad humana, cualquiera que sea su posición social, su
situación económica o su aspecto físico.
Es
provechoso que te rías con los demás; pero es inhumano que te rías de ellos.
Llora,
y llorarás solo. ¡Sonríe y muchos sonreirán contigo!
Cinco minutos del Espíritu Santo
Mayo 16
"Hoy
dejo en tu presencia, Espíritu Santo, a todos mis seres queridos. Porque sólo
están seguros si tú te apoderas de sus vidas. Penetra en ellos con tu fuerza,
cúralos de toda enfermedad y de toda debilidad.
Sana
también todo lo que esté herido en su interior, todo mal recuerdo, toda
angustia, todo mal sentimiento.
Tú
conoces sus perturbaciones interiores y sólo tú puedes liberarlos de sus males
más profundos.
Bendice
a mis seres queridos, Espíritu Santo. Concédeles éxito en lo que emprendan.
Ilumínalos para que acierten en sus decisiones y concédeles que se cumplan sus
sueños más preciosos.
Muéstrales
el camino para alcanzar su felicidad. Derrama en ellos tu paz, tu alegría, tu
amor. Llénalos de esperanza, de luz, de consuelo.
Y
transfórmalos cada día, Espíritu de vida, para que puedan madurar y crecer,
para que sean cada vez más bellos por dentro. Corrige sus defectos y sus vicios
y muéstrales la hermosura de las virtudes.
Derrama
en ellos tu amor para que se parezcan cada vez más a Jesús y sigan sus pasos.
Llénalos de ti, Espíritu Santo.
Fortalécelos,
libéralos, inúndalos.
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el
más pequeñito de todos)
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