PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
12 - Número 3302 ~ Viernes 17 de Marzo de 2017
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
A
pesar de la tristeza y la desesperación, a pesar de los tiempos en que supuse
que nunca lo lograría, a pesar de los años en que la mente parecía una sala de
torturas y el cuerpo una prisión, a pesar de los años de dolor y alejamiento de
mi verdadera naturaleza, ha sido una vida llena de bendiciones, una vida de
riquezas indecibles, y no pudo haber sido de otra manera.
Y
si todo terminara mañana, si cayera el telón, todo quedaría resumido en una
sola palabra, tan sólo quedaría una palabra, y esa palabra sería la misma que
empezó todo esto, esa palabra es: Gratitud.
¡Gracias
Señor! Por todo, por la luz y la oscuridad, por las pérdidas y las ganancias,
por el placer y el dolor, y por la inefable consciencia en donde todo surge y
se desvanece como el canto de un pájaro.
Jeff Foster
¡Buenos días!
Damós y Pitias
Los
amigos son escasos. Los puedes contar con los dedos de la mano y siempre te
sobrarán dedos. Por eso tal vez no tengas muchos, pero los que tienes siempre
serán suficientes para llenar tu alma. Un amigo es como la perla evangélica
que, cuando la encuentras, vas y vendes todo, con tal de poseerla.
Damós y Pitias, filósofos pitagóricos en tiempo de
Dionisio el Joven, fueron célebres por la amistad que los unía. Pitias,
condenado a muerte por el tirano, pidió un corto plazo para arreglar algunos
asuntos. Damós aceptó morir en lugar de
su amigo, si aquel no estaba de regreso el día fijado. Llegada la hora del
suplicio iba a ser decapitado Damós, cuando se presentó Pitias a tomar su
puesto. Se conmovió tanto Dionisio ante tal abnegación que perdonó al condenado
y suplicó, aunque en vano, a los dos filósofos que lo admitieran en su amistad.
“La
amistad es una puerta que se abre, una sonrisa que te alienta, una mirada que
te comprende, una lágrima que se une a tu dolor, una palabra que te anima, y
una crítica que te mejora. Es un elogio que te estimula, un encuentro que te
regocija, un favor sin recompensa, y un esperar sin cansancio”. Valora a tus
amigos, acéptalos.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, Jesús dijo a los grandes sacerdotes y a los notables del pueblo:
«Escuchad otra parábola. Era un propietario que plantó una viña, la rodeó de
una cerca, cavó en ella un lagar y edificó una torre; la arrendó a unos
labradores y se ausentó. Cuando llegó el tiempo de los frutos, envió sus
siervos a los labradores para recibir sus frutos. Pero los labradores agarraron
a los siervos, y a uno le golpearon, a otro le mataron, a otro le apedrearon.
De nuevo envió otros siervos en mayor número que los primeros; pero los trataron
de la misma manera. Finalmente les envió a su hijo, diciendo: ‘A mi hijo le
respetarán’. Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron entre sí: ‘Este es
el heredero. Vamos, matémosle y quedémonos con su herencia’. Y agarrándole, le
echaron fuera de la viña y le mataron. Cuando venga, pues, el dueño de la viña,
¿qué hará con aquellos labradores?».
Dícenle:
«A esos miserables les dará una muerte miserable y arrendará la viña a otros
labradores, que le paguen los frutos a su tiempo». Y Jesús les dice: «¿No
habéis leído nunca en las Escrituras: La piedra que los constructores
desecharon, en piedra angular se ha convertido; fue el Señor quien hizo esto y
es maravilloso a nuestros ojos? Por eso os digo: se os quitará el Reino de Dios
para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos».
Los
sumos sacerdotes y los fariseos, al oír sus parábolas, comprendieron que estaba
refiriéndose a ellos. Y trataban de detenerle, pero tuvieron miedo a la gente
porque le tenían por profeta. (Mt 21,33-43.45-46)
Comentario:
Hoy,
Jesús, por medio de la parábola de los viñadores homicidas, nos habla de la
infidelidad; compara la viña con Israel y los viñadores con los jefes del
pueblo escogido. A ellos y a toda la descendencia de Abraham se les había
confiado el Reino de Dios, pero han malversado la heredad: «Por eso os digo: se
os quitará el Reino de Dios para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos» (Mt
21,43).
Al
principio del Evangelio de Mateo, la Buena Nueva parece dirigida únicamente a
Israel. El pueblo escogido, ya en la Antigua Alianza, tiene la misión de
anunciar y llevar la salvación a todas las naciones. Pero Israel no ha sido
fiel a su misión. Jesús, el mediador de la Nueva Alianza, congregará a su
alrededor a los doce Apóstoles, símbolo del “nuevo” Israel, llamado a dar
frutos de vida eterna y a anunciar a todos los pueblos la salvación.
Este
nuevo Israel es la Iglesia, todos los bautizados. Nosotros hemos recibido, en
la persona de Jesús y en su mensaje, un regalo único que hemos de hacer
fructificar. No nos podemos conformar con una vivencia individualista y cerrada
a nuestra fe; hay que comunicarla y regalarla a cada persona que se nos acerca.
De ahí se deriva que el primer fruto es que vivamos nuestra fe en el calor de
familia, el de la comunidad cristiana. Esto será sencillo, porque «donde hay
dos o más reunidos en mi nombre, yo estoy allí en medio de ellos» (Mt 18,20).
Pero
se trata de una comunidad cristiana abierta, es decir, eminentemente misionera
(segundo fruto). Por la fuerza y la belleza del Resucitado “en medio nuestro”,
la comunidad es atractiva en todos sus gestos y actos, y cada uno de sus
miembros goza de la capacidad de engendrar hombres y mujeres a la nueva vida
del Resucitado. Y un tercer fruto es que vivamos con la convicción y certeza de
que en el Evangelio encontramos la solución a todos los problemas.
Vivamos
en el santo temor de Dios, no fuera que nos sea tomado el Reino y dado a otros.
* Rev. D. Melcior QUEROL i Solà (Ribes de Freser,
Girona, España)
Santoral Católico:
San Patricio
Obispo y Patrón de Irlanda
Nació
en Gran Bretaña hacia el año 385. Muy joven fue llevado cautivo por unos
piratas a Irlanda, vendido como esclavo y obligado a guardar ovejas. Recobrada
la libertad, abrazó el estado monástico y clerical. Recibió la ordenación sacerdotal
y fue monje en la abadía de Lérins. Marchó a Roma a estudiar y el papa
Celestino lo consagró obispo y le encomendó la misión de evangelizar Irlanda.
Desplegando sus extraordinarias dotes de misionero y catequista, convirtió a la
fe a numerosas gentes, e instauró la Iglesia en Irlanda. A su muerte había
consagrado varios cientos de obispos y ordenado varios miles de sacerdotes. La
grandeza de su obra evangelizadora puede apreciarse en la historia cristiana de
Irlanda. Murió el año 461, cerca de Down, llamado en su honor Downpatrik
(Irlanda).
Oración: Oh Dios, que
elegiste a tu obispo san Patricio para que anunciara tu gloria a los pueblos de
Irlanda, concede, por su intercesión y sus méritos, a cuantos se glorían de
llamarse cristianos, la gracia de proclamar siempre tus maravillas delante de
los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano
Pensamiento del día
“… Aún no conocía al verdadero Dios… oraba de continuo
durante las horas del día y fue así como el amor de Dios y el temor ante su
grandeza, crecieron más dentro de mí, al tiempo que se afirmaba mi fe y mi
espíritu se conmovía y se inquietaba, de suerte que me sentía impulsado a hacer
hasta cien oraciones en el día y, por la noche otras tantas. Con este fin,
permanecía solo en los bosques y en las montañas. Y si acaso me quedaba
dormido, desde antes de que despuntara el alba me despertaba para orar, en
tiempos de neviscas y de heladas, de niebla y de lluvias. Por entonces estaba
contento, porque lejos de sentir en mi la tibieza que ahora suele embargarme,
el espíritu hervía en mi interior”.
San Patricio
Tema del día:
Señor… enséñanos a orar
“Señor,
enséñanos a orar lo mismo que Juan enseñó
a sus discípulos” Lucas 11:1
Sé
que aún en materia de oración, todavía no se orar. Yo no puedo considerarme un experto guerrero
de oración ni un profundo intercesor, porque sé que mientras más aprendo en el
mundo de la oración más convencido estoy que aún necesito ser enseñado. Hoy recuerdo la paráfrasis que San Francisco
de Asís hizo del Padre Nuestro y quiero aprender de ella.
San
Francisco oró así:
“Padre
Nuestro, el más Santo, nuestro Creador y Redentor, Nuestro Salvador y
Consolador, que estás en los cielos con todos los ángeles y los santos dándole
a ellos luz y dándote a conocer, ya que tú eres luz y declarándoles que tú los
amas. Ya que tú eres amor: habitando en ellos y dándoles la plenitud de
gozo. Ya que tú eres el Señor, Supremo,
eterno y bueno y todo lo bueno viene de ti.
Santificado
sea tu nombre para que nosotros podamos crecer y conocerte más y más y así
apreciar la extensión de tus favores y la magnitud de tus promesas, la
sublimidad de tu majestad, así como la profundidad de tus juicios. Qué tu Reino venga para que tú reines en nosotros por tu
gracia y nos atraigas a tu Reino, donde nosotros te veremos claramente, te
amemos perfectamente y estemos felices
en tu compañía y nos gocemos en ti por siempre.
Qué
tu voluntad sea hecha en la tierra como en el cielo y así nosotros podamos
amarte con todo nuestro corazón. Siempre teniendo en ti nuestra mente. Con toda
nuestra alma determinando ver tu gloria en todo y con todas nuestras fuerzas,
sirviéndote a ti solo.
Que
podamos amar a nuestros vecinos como a nosotros mismos y animarles a ellos a
amarte a ti. Que podamos compartir con ellos en los gozos y en las tristezas.
Danos el pan nuestro de cada día, tu amado hijo, nuestro Señor Jesucristo. Que
podamos recordar y apreciar cuanto él nos amó. Que podamos recordar y apreciar
todo lo que Él dijo y cuanto Él sufrió. Perdónanos nuestras ofensas en tu
inmensurable misericordia, por virtud de la pasión de tu hijo.
Así
como nosotros perdonamos a nuestros deudores ya que si nosotros no perdonamos
perfectamente no podremos recibir ese perdón tampoco. Señor, ayúdanos a olvidar
perfectamente lo que nos ha herido y a perdonar a nuestros enemigos y orar
fervientemente por ellos no retornando mal por mal pero sirviendo a todos.
Amén.
Serafìn Contreras Galeano
Cuaresma día a día
Aborrecer el pecado
I.
La liturgia de estos días nos acerca poco a poco al misterio central de la
Redención. El Señor vino a traer la luz al mundo, enviado por el Padre: vino a
su casa y los suyos no le recibieron (Juan 1, 11)... Así hicieron con el Señor:
lo sacaron fuera de la ciudad y lo crucificaron. Los pecados de los hombres han
sido la causa de la muerte de Jesucristo. Todo pecado está relacionado íntima y
misteriosamente con la Pasión de Jesús. Sólo reconoceremos la maldad del pecado
si, con la ayuda de la gracia, sabemos relacionarlo con el misterio de la
Redención. Sólo así podremos purificar de verdad el alma y crecer en contrición
de nuestras faltas y pecados. La conversión que nos pide el Señor,
particularmente en esta Cuaresma, debe partir de un rechazo firme de todo
pecado y de toda circunstancia que nos ponga en peligro de ofender a Dios. Y
así lo haremos, por la misericordia divina, con la ayuda de la gracia.
II.
El esfuerzo de conversión personal que nos pide el Señor debemos ejercitarlo
todos los días de nuestra vida, pero en determinada épocas y situaciones –como
es la Cuaresma– recibimos especiales gracias que debemos aprovechar. Para
comprender mejor la malicia del pecado debemos contemplar lo que Jesucristo
sufrió por los nuestros. El Señor nos ha llamado a la santidad, a amar con
obras, y de la postura que se adopte ante el pecado venial deliberado depende
el progreso de nuestra vida interior, pues los pecados veniales, cuando no se
lucha por evitarlos o no hay contrición después de cometerlos, producen un gran
daño en el alma, volviéndola insensible a las mociones del Espíritu Santo.
Debilitan la vida de la gracia, hacen más difícil el ejercicio de las virtudes,
y disponen al pecado mortal. En la lucha decidida contra todo pecado
demostraremos nuestro amor al Señor. Le pedimos a Nuestra Madre su ayuda.
III.
Para afrontar decididamente la lucha contra el pecado venial es preciso
reconocerlo como tal, como ofensa a Dios que retrasa la unión con Él. Es
preciso llamarlo por su nombre. Debemos pedir al Espíritu Santo que nos ayude a
reconocer con sinceridad nuestras faltas y pecados, a tener una conciencia
delicada, que pide perdón y no justifica sus errores. Fomentemos un sincero
arrepentimiento de nuestros pecados y luchemos por quitar toda rutina al
acercarnos al sacramento de la Misericordia divina. La Virgen, refugio de los
pecadores nos ayudará a tener una conciencia delicada para amar a su Hijo y a
todos los hombres, a ser sinceros en la Confesión y a arrepentirnos de nuestros
pecados con prontitud.
Francisco Fernández Carvajal
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado
Corazón de María; por la conversión de
todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por
los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos
oración por el eterno descanso del alma de Salvador
D. D., de México, que ha partido a la casa del Padre celestial. Brille para
él la luz que no tiene fin.
Pedimos
oración por el hermano país de Perú,
que en los últimos tiempos se ha visto azotado por las fuerzas descontroladas
de la naturaleza lo cual ha ocasionado muchas desgracias. Pedimos a Jesús que
perdone nuestras faltas contra el hermoso planeta que nos dio por casa y
detenga los eventos que están ocurriendo.
Pedimos
oración para Gustavo, de Córdoba,
Argentina, afectado de una enfermedad tumoral, probablemente cancerosa, que
todavía se encuentra en estudios para determinar con exactitud su naturaleza y
luego comenzar el tratamiento. Lo encomendamos a la intercesión del Santo Cura
Brochero y de Nuestra Señora del Valle, pidiendo para él la gracia de sanarse.
Pedimos
oración por Omar H. T., de ciudad de
México, tiene 26 años y al cierre de esta edición lo estaban operando de una
infección en los intestinos, muy grave. Rogamos que salga bien y que los
médicos sean dirigidos por el Espíritu Santo para que recobre su salud.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos de María
Marzo 17
En
algunas estampas se nos presenta a la Virgen María con el pecho resplandeciente
y las manos juntas, como guardando la intimidad de su Corazón, el secreto de la
presencia de la Trinidad en lo más profundo de su ser.
María
fue el más sagrado templo donde habitaba el Espíritu Santo y con eso te está
presentando la manera como debes vivir tu vida; vive tu intimidad con Dios aún
en medio de la agitación de la vida moderna; guarda celosamente la presencia en
ti de ese Dios uno y trino, que vive en ti por la gracia y se ha convertido en
tu propia vida.
No
te olvides nunca de que, por la gracia, te has convertido en un templo sagrado
de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Madre de la Iglesia por el hecho de ser Madre de
Dios, por conquista de martirio, por aclamación de tus hijos, que nunca
olvidemos que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo.
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el
más pequeñito de todos-
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.