PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
12 - Número 3296 ~ Sábado 11 de Marzo de 2017
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Esboza
una sincera sonrisa... y regálala a quien nunca la ha tenido.
Recoge
un rayo de sol en tu corazón... y hazlo volar allá en donde reina la noche.
Descubre
una fuente... y permite bañarse en ella a quien vive en el barro.
Vierte
una lágrima... y ponla en el rostro de quien nunca ha llorado.
Enciende
el valor en tu pecho... y ponlo en el
ánimo de quien no sabe luchar.
Descubre
la vida... y alienta a quien se arrastra
por ella.
Cultiva
la esperanza... e irradia su luz a tu
alrededor.
Imprégnate
de bondad... y dónala a quien la
desconoce.
Descubre
el amor... y comunica su fuego al mundo.
¡Buenos días!
Otra experiencia del más allá
La
doctora Elisabeth Kübler-Ross es conocida en el mundo entero por sus estudios
sobre enfermos terminales y experiencias cercanas a la muerte. Sus libros han
sido traducidos a más de 25 idiomas. Ella dice que en el más allá, se acaban
las limitaciones de este mundo, los ciegos pueden ver, los sordos oyen y los
mudos hablan otra vez. Narra este caso entre otros muchos.
Brad Barrows era ciego de nacimiento y fue
entrevistado cuando tenía 33 años. Él cuenta la experiencia que tuvo a sus ocho
años en 1968. Por efecto de una neumonía, se le paró el corazón durante unos
cuatro minutos. Sintió que flotaba sobre el techo, vio su cuerpo sin vida y
observó que podía ver todo como una persona sana. Pudo ver la nieve por los
campos con perfecta claridad. Después pasó por un túnel y salió a un campo
iluminado por una luz muy fuerte y hermosa. Allí oyó una música maravillosa que
parecía alabar a Dios. Y encontró un ser de luz, del que emanaba un amor total,
que le dijo que debía regresar
Estas
experiencias del más allá de la muerte son tan reales que marcan la vida futura
de la persona y tienen un efecto transformador positivo. Entre los efectos positivos
más frecuentes suele darse el no tener miedo a la muerte y saber que la tarea
más importante de la vida es amar y hacer el bien a todos (P. Peña). “Pon el
corazón en los bienes del cielo” (S. Pablo).
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo: ‘Amarás a
tu prójimo y odiarás a tu enemigo’. Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y
rogad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial,
que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos.
Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso
mismo también los publicanos? Y si no saludáis más que a vuestros hermanos,
¿qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo también los gentiles? Vosotros,
pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial». (Mt 5,43-48)
Comentario:
Hoy,
el Evangelio nos exhorta al amor más perfecto. Amar es querer el bien del otro
y en esto se basa nuestra realización personal. No amamos para buscar nuestro
bien, sino por el bien del amado, y haciéndolo así crecemos como personas. El
ser humano, afirmó el Concilio Vaticano II, «no puede encontrar su plenitud si
no es en la entrega sincera de sí mismo a los demás». A esto se refería santa
Teresa del Niño Jesús cuando pedía hacer de nuestra vida un holocausto. El amor
es la vocación humana. Todo nuestro comportamiento, para ser verdaderamente
humano, debe manifestar la realidad de nuestro ser, realizando la vocación al
amor. Como ha escrito Juan Pablo II, «el hombre no puede vivir sin amor. Él
permanece para sí mismo un ser incomprensible, su vida está privada de sentido
si no se le revela el amor, si no se encuentra con el amor, si no lo
experimenta y lo hace propio, si no participa en él vivamente».
El
amor tiene su fundamento y su plenitud en el amor de Dios en Cristo. La persona
es invitada a un diálogo con Dios. Uno existe por el amor de Dios que lo creó,
y por el amor de Dios que lo conserva, «y sólo puede decirse que vive en la
plenitud de la verdad cuando reconoce libremente este amor y se confía
totalmente a su Creador» (Concilio Vaticano II): ésta es la razón más alta de
su dignidad. El amor humano debe, por tanto, ser custodiado por el Amor divino,
que es su fuente, en él encuentra su modelo y lo lleva a plenitud. Por todo
esto, el amor, cuando es verdaderamente humano, ama con el corazón de Dios y
abraza incluso a los enemigos. Si no es así, uno no ama de verdad. De aquí que
la exigencia del don sincero de uno mismo devenga un precepto divino:
«Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial» (Mt
5,48).
* Rev. D. Joan COSTA i Bou (Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Sofronio de Jerusalén
Patriarca
Nació
en Damasco y de joven ingresó en el monasterio de San Sabas. Luego estuvo
viajando para conocer los monasterios más famosos, al tiempo que combatía la
herejía monofisita (una sola naturaleza en Cristo). El año 634 fue elegido
patriarca de Jerusalén. Entonces tuvo que pelear duramente contra la herejía
monotelita, que recortaba la figura de Cristo y que tenía el apoyo de la corte
imperial de Constantinopla. Vivió las trágicas circunstancias de la invasión de
los musulmanes y en el 638 le tocó entregar la ciudad al califa Omar. Murió el
año 639.
© Directorio Franciscano
Pensamiento del Santo Padre Pío
Un
día uno de sus hijos espirituales le preguntó:
Padre,
¿cómo puedo crecer en el amor?
Respuesta
del Padre Pío:
“Cumpliendo
con exactitud y
con
recta intención las propias obligaciones,
guardando
la ley del Señor.
Si
haces esto con constancia y perseverancia,
crecerás
en el amor”
Tema del día:
Vivir la Cuaresma
1) Para saber
Comenzó
la Cuaresma y, como cada año, el Papa envió un mensaje. Ahora tiene como lema:
“el otro es un don”. Nos invita a reconocer en el otro el rostro de Cristo,
pues cada vida que encontramos es un don y merece acogida, respeto y amor.
En
este tiempo recibimos siempre una fuerte llamada a la conversión, a volver a
Dios «de todo corazón», a no contentarse con una vida mediocre, sino a crecer
en la amistad con el Señor. Jesús es el amigo fiel que nunca nos abandona,
porque incluso cuando pecamos espera pacientemente que volvamos a él y, con
esta espera, manifiesta su voluntad de perdonar.
2) Para pensar
Hace
varios años, un grupo de niños dieron una lección al mundo. Se trataba de niños
austriacos que decidieron reunir sus ahorros y enviárselos a la Madre Teresa de
Calcuta, acompañados de una carta que se transcribe a continuación:
Querida
Madre Teresa: Hace pocos días nos hablaron de usted en la clase de religión.
Nos pusieron unas diapositivas para hacernos ver la miseria de las gentes de
Calcuta y lo que usted está llevando a cabo en su favor. Quedamos todos muy
impresionados de su amor hacia tales personas. Usted se preocupa de los que no
tienen casa, y cuida a los moribundos, dándoles esperanza y fortaleciendo su
fe.
Usted
nos ha demostrado que no son las riquezas lo que hace felices, sino el amor de
Dios y de su hijo Jesús y de nuestros semejantes. Usted nos está dando un gran
ejemplo y nosotros queremos hacer lo posible para imitarla y para ofrecerle
colaboración. Queremos construir el reino de Dios en derredor nuestro.
Un
pequeño donativo por nuestra parte servirá para demostrarle que somos
admiradores de su obra. Le deseamos a usted y a sus colaboradores fuerza para
servir a los demás, mucha paciencia y alegría. La ponemos en nuestras oraciones
e invocamos sobre usted las más abundantes bendiciones de Dios. Porque las
palabras de Jesús en el Sermón de la Montaña encuentran aquí aplicación:
‘Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia’.
3) Para vivir
La
Cuaresma es un tiempo propicio para intensificar la vida del espíritu a través
de los medios santos que la Iglesia nos ofrece: el ayuno, la oración y la
limosna. En este tiempo se nos invita a escuchar y a meditar la Palabra de
Dios.
El
Papa comentó la parábola del hombre rico y el pobre Lázaro. La parábola
comienza presentando a los dos personajes principales, pero el pobre es el que
viene descrito con más detalle: él se encuentra en una situación desesperada,
está echado a la puerta del rico y come las migajas que caen de su mesa.
Pero
Lázaro es un don, un tesoro de valor incalculable, un ser querido, amado,
recordado por Dios, aunque su condición concreta sea la de un desecho humano.
Lázaro
nos enseña que el otro es un don. La justa relación con las personas consiste
en reconocer con gratitud su valor. Incluso el pobre en la puerta del rico, no
es una carga molesta, sino una llamada a convertirse y a cambiar de vida. Una
invitación que nos hace esta parábola es la de abrir la puerta de nuestro
corazón al necesitado, porque cada persona es un don, sea vecino nuestro o un
pobre desconocido, es otro Cristo a nuestro lado.
© Pbro. José Martínez Colín
Cuaresma día a día
Llamados a la santidad
I.
Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto (Mateo
5, 48), nos dice el Evangelio de la Misa. El Señor no sólo se dirige a los
Apóstoles sino a todos los que quieren ser de verdad sus discípulos. Para
todos, cada uno según sus propias circunstancias, tiene el Señor grandes exigencias.
El Maestro llama a la santidad sin distinción de edad, profesión, raza o
condición social. Esta doctrina del llamamiento universal a la santidad, es,
desde 1928, por inspiración divina, uno de los puntos centrales de la
predicación de San Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei, quien ha vuelto a
recordar que el cristiano, por su Bautismo, está llamado a la plenitud de la
vida cristiana, a la santidad. Más tarde, el Concilio Vaticano II ha ratificado
para toda la Iglesia esta vieja doctrina evangélica: el cristiano está llamado
a la santidad, desde el lugar que ocupa en la sociedad. Hoy podemos
preguntarnos si nos basta solamente con querer ser buenos, sin esforzarnos
decididamente en ser santos.
II.
La santidad, amor creciente a Dios y a los demás por Dios, podemos y debemos
adquirirla en las cosas de todos los días, que se repiten muchas veces, con
aparente monotonía. “Para la gran mayoría de los hombres, ser santo supone
santificar el trabajo, santificarse en su trabajo y santificar a los demás con
el trabajo, y encontrar así a Dios en el camino de sus vidas” (Conversaciones
con Monseñor Escrivá de Balaguer, 55) Santificar el trabajo: bien hecho,
cumpliendo en forma fidelísima la virtud de la justicia y afán constante por
mejorar profesionalmente. Santificarnos en el trabajo: Nos llevará a
convertirlo en ocasión y lugar de trato con Dios, ofreciéndolo a Él, y viviendo
las virtudes humanas y sobrenaturales. Santificar a los demás con el trabajo:
El trabajo puede y debe ser medio para dar a conocer a Cristo a muchas personas
si somos ejemplares en la manera cristiana de actuar, llena de naturalidad y de
firmeza.
III.
La Iglesia nos recuerda la tarea urgente de estar presentes en medio del mundo,
para conducir a Dios todas las realidades terrenas. Así lo hicieron los
primeros cristianos. Esto sólo será posible si nos mantenemos unidos a Cristo
mediante la oración y los sacramentos. El Señor pasó su vida en la tierra
haciendo el bien (Hechos 10, 38). El cristiano ha de ser “otro Cristo”. Esta es
la gran fuerza del testimonio cristiano. Pidamos a Nuestra Madre que nos ayude
ser testigos de su Hijo, mientras nos esforzamos en buscar la santidad en
nuestras circunstancias personales.
Francisco Fernández Carvajal
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Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado
Corazón de María; por la conversión de
todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por
los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la
falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras
enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los
presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las
víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad
de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento;
por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas
Almas del Purgatorio.
Pedimos oración para la niña Nahiara, de la provincia de Córdoba, Argentina, actualmente internada por un cuadro severo de convulsiones, en estado de coma y a la espera que se estabilice para poderla trasladar a un centro pediátrico de alta complejidad en Buenos Aires. Que la Virgen de Lourdes la proteja y Jesús la toque con sus manos sanadoras.
Pedimos oración para la niña Nahiara, de la provincia de Córdoba, Argentina, actualmente internada por un cuadro severo de convulsiones, en estado de coma y a la espera que se estabilice para poderla trasladar a un centro pediátrico de alta complejidad en Buenos Aires. Que la Virgen de Lourdes la proteja y Jesús la toque con sus manos sanadoras.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos de María
Marzo 11
Según
leemos en el Evangelio, una buena mujer alabó a María por ser la madre de
Jesús. Jesús no negó aquella alabanza, pero puntualizó que era más dichosa aún
por escuchar la Palabra de Dios y practicarla (Lc 11, 27-28).
Nuestra
vida debe acomodarse al espíritu del Evangelio; sus máximas y normas son las
que deben regir nuestra vida; nuestros criterios han de ir por las líneas que
nos traza. Debemos juzgar los acontecimientos con la escala de valores que el
Evangelio nos propone.
María, ayúdanos a escuchar la Palabra de Dios en las
Escrituras y en los acontecimientos de nuestra vida.
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el
más pequeñito de todos-
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