lunes, 18 de enero de 2016

Pequeñas Semillitas 2912

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 11 - Número 2912 ~ Lunes 18 de Enero de 2016
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
En el Evangelio de ayer revivíamos lo ocurrido en las bodas de Caná. Dejemos ahora que el mismo Jesús nos haga el relato:
“Estando en una boda en Caná de Galilea, por petición de mi Madre, solicité llenar seis tinajas de agua y convertirlas en vino, dando comienzo a mis señales para manifestar la gloria de mi Padre. Con este gesto de mi Madre han de comprender, pequeños míos, el misterio de su corredención.  Corredención que cobra mayor vigor en el final de los últimos tiempos, porque están necesitados de quien interceda por ustedes ante el cielo y así, como ella intercedió en las bodas de Caná de Galilea, hoy pide por cada uno de ustedes para que tome en mis benditas manos las tinajas vacías de su corazón y las desborde con el agua de mi misericordia. Porque muchos males los aquejan, muchas sanguijuelas quieren beber de su sangre. Tinajas de su corazón que serán desbordadas del agua de mi amor, porque amor les doy y no por migajas sino a granel. Tinajas de su corazón que serán desbordadas del agua de mi perdón, porque mi Madre me pide compasión para con ustedes. Tinajas de su corazón que serán desbordadas del agua de mi bondad, porque mi Madre me pide indulgencia para con ustedes” 
(Revelación de Jesús a Agustín del Divino Corazón)

¡Buenos días!

Jesús, profeta de la alegría
La vida pública de Jesús comienza con una fiesta. Porque el anuncio de la buena nueva sólo puede empezar con un estallido de alegría. Cristo no puede presentarse ante los hombres como un aguafiestas que viene a rebajar el vino de la alegría humana. El trae un vino mejor, no una tinaja de aburrimiento.

Este vino nuevo que prueba el encargado del banquete en Caná, es el anuncio de la gran renovación que Jesús va a traer. Las páginas que siguen en el evangelio de Juan están llenas de la aparición de esta novedad que se implanta en el mundo. Jesús en el templo hablará de su cuerpo como un templo nuevo (2, 19). A Nicodemo explicará la necesidad de un nuevo nacimiento (3, 5). A la samaritana le anunciará el culto nuevo que hay que dar en espíritu y en verdad (4, 23). Y los milagros que siguen son todos signos de la vida nueva que comienza en Cristo (4, 50).

Más tarde, en su predicación, el recuerdo de bodas y banquetes reaparecerá como signo del reino de Dios. Un rey invitará a la boda de su hijo, y ese rey será Dios. Unas doncellas esperarán la llegada del esposo, y el esposo será él. Y, como festejo del pecado perdonado, no se le ocurrirá otro gozo más grande que el del padre que manda matar el becerro cebado. Y él mismo se presenta como el esposo en torno de quien debe haber fiesta perpetua y en cuyo honor no deben ayunar los amigos. Sí, un mensajero extraño este profeta de la alegría (José L. Martín Descalzo)
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Como los discípulos de Juan y los fariseos estaban ayunando, vienen y le dicen a Jesús: «¿Por qué mientras los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan, tus discípulos no ayunan?». Jesús les dijo: «¿Pueden acaso ayunar los invitados a la boda mientras el novio está con ellos? Mientras tengan consigo al novio no pueden ayunar. Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán, en aquel día.
»Nadie cose un remiendo de paño sin tundir en un vestido viejo, pues de otro modo, lo añadido tira de él, el paño nuevo del viejo, y se produce un desgarrón peor. Nadie echa tampoco vino nuevo en pellejos viejos; de otro modo, el vino reventaría los pellejos y se echaría a perder tanto el vino como los pellejos: sino que el vino nuevo se echa en pellejos nuevos». (Mc 2,18-22)

Comentario
Hoy comprobamos cómo los judíos, además del ayuno prescrito para el Día de la Expiación (cf. Lev 16,29-34) observaban muchos otros ayunos, tanto públicos como privados. Eran expresión de duelo, de penitencia, de purificación, de preparación para una fiesta o una misión, de petición de gracia a Dios, etc. Los judíos piadosos apreciaban el ayuno como un acto propio de la virtud de la religión y muy grato a Dios: el que ayuna se dirige a Dios en actitud de humildad, le pide perdón privándose de aquellas cosas que, satisfaciéndole, le hubieran apartado de Él.
Que Jesús no inculque esta práctica a sus discípulos y a los que le escuchan, sorprende a los discípulos de Juan y a los fariseos. Piensan que es una omisión importante en sus enseñanzas. Y Jesús les da una razón fundamental: «¿Pueden acaso ayunar los invitados a la boda mientras el novio está con ellos?» (Mc 2,19). El esposo, según la expresión de los profetas de Israel, indica al mismo Dios, y es manifestación del amor divino hacia los hombres (Israel es la esposa, no siempre fiel, objeto del amor fiel del esposo, Yahvé). Es decir, Jesús se equipara a Yahvé. Está aquí declarando su divinidad: llama a sus discípulos «los amigos del esposo», los que están con Él, y así no necesitan ayunar porque no están separados de Él.
La Iglesia ha permanecido fiel a esta enseñanza que, viniendo de los profetas e incluso siendo una práctica natural y espontánea en muchas religiones, Jesucristo la confirma y le da un sentido nuevo: ayuna en el desierto como preparación a su vida pública, nos dice que la oración se fortalece con el ayuno, etc.
Entre los que escuchaban al Señor, la mayoría serían pobres y sabrían de remiendos en vestidos; habría vendimiadores que sabrían lo que ocurre cuando el vino nuevo se echa en odres viejos. Les recuerda Jesús que han de recibir su mensaje con espíritu nuevo, que rompa el conformismo y la rutina de las almas avejentadas, que lo que Él propone no es una interpretación más de la Ley, sino una vida nueva.
Rev. D. Joaquim VILLANUEVA i Poll (Barcelona, España)

Santoral Católico:
Santa Margarita de Hungría
Virgen Dominica
Hija de Bela IV, rey de Hungría, nació en Turoc (Dalmacia) el año 1242. Sus padres hicieron voto de consagrarla a Dios si liberaba a su patria de los tártaros. Desde pequeña se educó en las dominicas, en el monasterio de Santa María, fundado por su padre junto a Buda, en el que hizo la profesión religiosa en 1254. Es una de las grandes místicas medievales de Hungría. En la vida conventual, realizaba las tareas más humildes, con gran espíritu de pobreza y mortificación. No tenía una gran cultura, pero desde niña se hacía leer las Escrituras y se confiaba a la guía espiritual de su confesor, el dominico P. Marcelo, que fue Provincial de Hungría. Rezaba siempre las mismas oraciones y tenía una particular devoción a la Pasión de Cristo y a la Eucaristía. Llegó a un alto grado de contemplación, acompañada de visiones y otros dones de Dios. Murió el 18 de enero de 1270 en su convento.
© Directorio Franciscano    

La frase de hoy

"Gracias al buen Jesús, tengo todavía un poco de fuerza.
¿Y de qué no es capaz la criatura cuando tiene la ayuda del buen Jesús?"
~ Santo Padre Pío ~

Tema del día:
¿Existe el infierno?
¿Existe el infierno? Por supuesto que sí. Dios mismo, que tanto nos ama, nos habla de él. Sin embargo, hay personas que piensan que si Dios es amor y si Dios es padre, no puede existir el castigo del infierno. Esas personas están profundamente equivocadas. Dios es Padre misericordioso, pero también es justo. Dios nos ha hecho libres y por tanto, si una persona no quiere saber nada de Dios y no quiere cumplir sus mandamientos, Dios no es culpable de su perdición. Si uno se encierra en una habitación y no deja que entre la luz del sol, ¿quién tiene la culpa de que esa habitación esté a oscuras? Dios está deseando que nos acojamos a su misericordia, pero si un pecador rechaza voluntariamente la misericordia de Dios, él y sólo él es el culpable de su condenación.

La existencia del infierno es un dogma de fe, es decir, una verdad de fe proclamada solemnemente por el Magisterio de la Iglesia como perteneciente a la Revelación, y por tanto irreformable. Además, la fe claramente nos dice que "las almas de los que mueren en estado de pecado mortal van al infierno".

Los católicos no debemos basar nuestra buena conducta en el temor al infierno, sino en el amor a Dios. Sin embargo, es conveniente recordar que hay un castigo justo. El temor nos debe ayudar a evitar aquello que nos causa daño. En momentos de debilidad y ceguera, cuando acecha la tentación, pensar en el infierno es conveniente y provechoso.

Mucha gente vive como si no existiera el infierno y no les interesa que se hable de él. Ellos dicen que nadie ha venido del otro mundo para mostrarnos la existencia del infierno, pero están equivocados, ya que el propio Jesucristo vino al mundo y nos habló de él. Jesús llama al infierno "gehenna", palabra aramea que se refiere al valle del Hinnon, situado al sur de Jerusalén. Era un vertedero de desechos de la ciudad y el fuego que allí ardía y los gusanos de la basura, vinieron a ser símbolos de los tormentos eternos. En el evangelio podemos leer las siguientes referencias de Jesús hablando del infierno: Lo llama "gehenna de fuego" (Mt. 5,22) "gehenna donde el gusano no muere ni el fuego se extingue" (Mc. 9, 46-47); "fuego eterno" (Mt. 25,41); "fuego inextinguible" (Mt. 3,12; Mc 9,42); "horno de fuego" (Mt. 13,42); "suplicio eterno" (Mt. 25,46)... Allí hay tinieblas (Mt. 8,12; Mt 22,13, Mt. 25,30), "aullidos y rechinar de dientes" (Mt. 13,42, Lc. 13,28).

No perdamos de vista además, que el infierno es nada menos que eterno, no hay vuelta atrás posible.

Es bueno recordar en este momento la escena del rico Epulón, contada por Jesús a los fariseos: había un hombre rico que vestía de púrpura y lino finísimo, y cada día celebraba espléndidos banquetes. Un pobre, en cambio, llamado Lázaro, yacía sentado a su puerta, cubierto de llagas, deseando saciarse de lo que caía de la mesa del rico. Y hasta los perros acercándose le lamían sus llagas. Sucedió, pues, que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán; murió también el rico y fue sepultado. Estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantando sus ojos vio a lo lejos a Abrahán y a Lázaro en su seno; y gritando, dijo: Padre Abrahán, ten piedad de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en estas llamas. Contestó Abrahán: Hijo, acuérdate de que tú recibiste bienes durante tu vida y Lázaro, en cambio, males; ahora, pues, aquí él es consolado y tú atormentado. Además de todo esto, entre vosotros y nosotros hay interpuesto un gran abismo, de modo que los que quieren atravesar de aquí a vosotros, no pueden; ni pueden pasar de ahí a nosotros. Y dijo: Te ruego entonces, padre, que le envíes a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos, para que les advierta y no vengan también a este lugar de tormentos. Pero replicó Abrahán: Tienen a Moisés y a los Profetas. ¡Que los oigan! El dijo: No, padre Abrahán; pero si alguno de entre los muertos va a ellos, se convertirán. Y les dijo: Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, tampoco se convencerán aunque uno de los muertos resucite"(Lc 16, 19-31).

En la actualidad, Dios podría decir algo así como "Ahí tenéis las palabras del Papa, de los obispos, de vuestros sacerdotes, que os hablan en mi nombre. Si a ellos no les hacéis caso, es inútil que resucite a un muerto para avisaros de que hay infierno y que a él podéis ir, porque no haréis caso.
* Javier López

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por el alma de Monseñor Ricardo Urioste, que fue llamado por Nuestro Señor el jueves pasado. Él era Obispo en San Salvador, El Salvador, Centro América y fue el dirigente de la causa para la Beatificación de Monseñor Oscar Arnulfo Romero. El día 30 de diciembre tuvo una caída en su casa de habitación, lo que le provocó un Accidente Cerebro Vascular; estuvo hospitalizado y en cuidados intensivos; pero no se logró su recuperación; tenía 90 años.

Pedimos oración por dos personas de Argentina: Cristian M., grave luego de un grave accidente de auto. Y Rosa Z., operada de un tumor en el intestino. Que la Virgen de Luján interceda ante Jesús para la recuperación de ambos.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Los cinco minutos de Dios
Enero 18
Cuando nacemos, no somos todavía del todo hombres, al menos no somos los hombres que debemos ser, que luego llegaremos a ser.
Tenemos dos nacimientos. ¿Cuándo es nuestro segundo nacimiento? Cuando llegamos a tomar conciencia, no de lo que somos, sino de lo que debemos llegar a ser; no de lo que deseamos, sino de lo que debemos desear llegar a ser.
Al fin y al cabo, el hombre se hace a medida que va haciendo, que se va esforzando por ser lo que debe ser; si el joven es el producto del niño, el hombre es el producto del joven; en ese sentido el niño es el padre del hombre.
No nos hacemos viejos cuando ya hemos vivido cierto número de años, sino cuando vamos perdiendo el entusiasmo de nuestro ideal.
Santos llegan a ser, no los que comenzaron, sino los que continuaron y continuaron continuando; los que nunca se cansaron de continuar.
De poco te servirá entregarte al servicio de Dios si no perseveras en él, si te encuentras con Cristo, pero luego te alejas de Él. El encuentro ha de ser definitivo, para ya nunca volverse a separar. “El que pone la mano en el arado y mira hacia atrás no sirve para el Reino de Dios” (Lc 9,62)
* P. Alfonso Milagro

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.