sábado, 2 de enero de 2016

Pequeñas Semillitas 2896

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 11 - Número 2896 ~ Sábado 2 de Enero de 2016
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Mi Señor, Tú eres un Dios bueno, de buena voluntad que siempre tiene sus brazos abiertos y el corazón engrandecido para acoger a todos y cuantos se acerquen a Ti buscando tu paz y tu gracia con la intención de ser mejores. En este momento quiero abrirme al dulce misterio de tu encarnación, y cómo los humildes pastores que se acercaron a Ti y salieron llenos de gozo glorificando tu Santo Nombre, también yo quiero llenarme de tus maravillas y experimentar tu paz, tu santidad, tu realeza y toda tu inmensidad. Quiero ser testigo del milagro de tu amor y descubrir que actúas con poder en mi vida, quiero saberme protegido y amado por tu presencia, que me sostienes y cumples cada una de tus promesas en mí y en los míos. Tú gracia siempre me acompaña en mis luchas y me haces salir victorioso y lleno de júbilo. Mi Dios, mi salvador, aquí me tienes, ven y mira lo profundo de mi corazón y repara todas aquellas grietas que el dolor y el sufrimiento han dejado a su paso. Soy para Ti y quiero vivir para Ti, y para eso quiero que me des fortaleza y valentía para hacer nacer tu rostro en cada situación que viva y en cada obra que realice. Amén. (PdeF)

¡Buenos días!

Oración de Año Nuevo
Te invito a iniciar estos flamantes 366 días de 2016, dejándote maravillar por el don fundamental de la vida que te regala Dios. Sabes que su bondad y su misericordia te acompañan a lo largo de la vida. Sabes que, aunque cruces por oscuras quebradas, no debes temer, porque Dios camina a tu lado y nunca te desampara. Puedes hablarle así:

¿Qué me traerá el año que comienzo?  Lo que tú quieras, Señor. Pero te pido fe, para verte en todo. Esperanza, para no desfallecer. Caridad perfecta en lo que haga, piense y quiera. Dame paciencia y humildad, olvido de mí mismo. Dame, Señor, lo que tú sabes me conviene y yo no sé pedir. Que pueda amarte cada vez más, y hacerte amar de los demás. Que sea yo grande en lo pequeño. Que siempre tenga el corazón alerta, el oído atento, las manos y la mente activas, el pie dispuesto. Derrama, Señor, tu gracia sobre los que quiero. Mi amor abarque el mundo y, aunque yo soy pequeño, sé que todo lo colmas con tu bondad inmensa. Amén.

Hermano/a: entra en este 2016, con un corazón agradecido, y dile al Señor, sencillamente, “Gracias, Padre mío, gracias”. El agradecimiento atrae consigo nuevos beneficios, porque al bienhechor le agrada verse correspondido. Que pases un buen día. Hasta mañana.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron adonde estaba él desde Jerusalén sacerdotes y levitas a preguntarle: «¿Quién eres tú?». El confesó, y no negó; confesó: «Yo no soy el Cristo». Y le preguntaron: «¿Qué, pues? ¿Eres tú Elías?». Él dijo: «No lo soy». «¿Eres tú el profeta?». Respondió: «No». Entonces le dijeron: «¿Quién eres, pues, para que demos respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?». Dijo él: «Yo soy voz del que clama en el desierto: Rectificad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías».
Los enviados eran fariseos. Y le preguntaron: «¿Por qué, pues, bautizas, si no eres tú el Cristo ni Elías ni el profeta?». Juan les respondió: «Yo bautizo con agua, pero en medio de vosotros está uno a quien no conocéis, que viene detrás de mí, a quien yo no soy digno de desatarle la correa de su sandalia». Esto ocurrió en Betania, al otro lado del Jordán, donde estaba Juan bautizando. (Jn 1,19-28)

Comentario
Hoy, en el Evangelio de la liturgia eucarística, leemos el testimonio de Juan el Bautista. El texto que precede a estas palabras del Evangelio según san Juan es el prólogo en el que se afirma con claridad: «Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros» (Jn 1,14). Aquello que en el prólogo —a modo de gran obertura— se anuncia, ahora en el Evangelio, paso a paso, se manifiesta. El misterio del Verbo encarnado es misterio de salvación para la humanidad: «La gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo» (Jn 1,17). La salvación nos viene por Jesucristo, y la fe es la respuesta a la manifestación de Cristo.
El misterio de la salvación en Cristo está siempre acompañado por el testimonio. Jesucristo mismo es el «Amén, el Testigo fiel y veraz» (Ap 3,14). Juan Bautista es quien da testimonio, con su misión y mirada de profeta: «En medio de vosotros está uno (…) que viene detrás de mí» (Jn 1,26-27). Y los Apóstoles así entienden la misión: «A este Jesús, Dios le resucitó; de lo cual todos nosotros somos testigos» (Hch 2,32).
La Iglesia toda ella, y por tanto todos sus miembros, tenemos la misión de ser testigos. El testimonio que nosotros traemos al mundo tiene un nombre. El Evangelio es el mismo Jesucristo. Él es la “Buena Nueva”. Y la proclamación del Evangelio a lo largo de todo el mundo hay que entenderla también en clave de testimonio que une inseparablemente el anuncio y la vida. Es conveniente recordar aquellas palabras del papa Pablo VI: «El hombre contemporáneo escucha mejor a quienes dan testimonio que a quienes enseñan (…), o, si escuchan a quienes enseñan, es porque dan testimonio».
* Mons. Romà CASANOVA i Casanova Obispo de Vic (Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Basilio Magno y
San Gregorio Nacianceno
Obispos y Doctores de la Iglesia
Basilio nació en Cesarea de Capadocia, hoy Turquía, el año 330, de familia cristiana; hombre de gran cultura y virtud, estuvo viviendo en Palestina y Egipto. Se retiró al desierto con san Gregorio Nacianceno, a quien había conocido de estudiante en Atenas, para llevar vida eremítica, y allí escribió la regla para sus monjes. El año 370 fue elevado a la sede episcopal de su ciudad natal, en la que sucedió a Eusebio de Cesarea. Combatió a los arrianos; escribió excelentes obras teológicas, en particular sobre el Espíritu Santo, y reglas monásticas que rigen aún hoy en muchos monasterios sobre todo del Oriente. Fue gran bienhechor de los pobres. Murió el día 1 de enero del año 379.

Gregorio nació el año 330 junto a Nacianzo (Capadocia), y se desplazó a diversos lugares por razones de estudio: Cesarea de Palestina, Alejandría y Atenas. Siguió a su amigo Basilio en la vida solitaria, pero fue luego ordenado de sacerdote. El año 381 fue elegido obispo de Constantinopla, pero, debido a las divisiones existentes en aquella iglesia, se retiró a Nacianzo donde murió el 25 de enero de 389 ó 390. Fue llamado el teólogo, por la profundidad de su doctrina y el encanto de su elocuencia.

Oración: Señor Dios, que te dignaste instruir a tu Iglesia con la vida y doctrina de san Basilio Magno y san Gregorio Nacianceno, haz que busquemos humildemente tu verdad y la vivamos fielmente en el amor. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano     

La frase de hoy

"No debo dejar pasar el primer mes del año
sin llevar a tu alma el saludo de mi alma
y desearle toda clase de bendiciones y de felicidad espiritual"
~ Santo Padre Pío ~

Tema del día:
Año Nuevo… oportunidades nuevas
Paz y bien, ternura y misericordia a cada persona, familia y comunidad con quienes caminamos en esta tierra y en este siglo. Vivimos el ciclo festivo de la Natividad de Jesucristo, tiempo y espacio que favorecen un saludo afectuoso y el deseo de abundantes bendiciones del cielo para cada una de las personas que acompañan y les acompañan en el trajín de cada día.

Cerramos un ciclo de vida para abrir otro nuevo. Terminamos el año 2015 de la era cristiana e iniciamos, con esperanza y con incertidumbres, el año 2016.

¿Nostalgia? ¿Añoranzas? ¿Melancolía? ¿Memoria agradecida? ¿Soñar? ¿Desear? ¿Anhelar? ¿Hacer proyectos? En la vida hay fechas socialmente simbólicas y significativas con diferentes cargas de inspiración, reflexión y compromiso. Ésta es una de ellas. Tiempo propicio para replantearnos valores, actitudes, propósitos y corresponsabilidades.

El año que ha terminado empieza a ser la historia que has y hemos construido junto con tu familia, compañeros, sociedad, Iglesia, gente sin nombre. Tu conciencia es el mejor testigo y juez de decisiones, acciones, omisiones, solidaridad y complicidades, en el bien o en el mal. El veredicto de tu examen de conciencia debe ser base para soñar y proyectar tu futuro. Ojalá que ninguna de tus acciones haya sembrado inhumanidad en tus relaciones con el prójimo y con la casa común.

El año que empieza es otra oportunidad para imaginar el mundo que anhelamos y necesitamos y decidir qué hacer para construirlo. Lo más importante empieza en casa, en familia y se hace en equipo, con generosidad y responsabilidad. Los niños y adolescentes están siendo artífices de una nueva sociedad que todavía no es.

Los adultos podemos aportarles algo, si surge de la esencia humana y de los valores fundamentales, para que ese cometido se logre con la experiencia del pasado y la esperanza de un futuro de dignidad y de paz. La responsabilidad y la tarea son de todos.

El Papa Francisco, en su mensaje del 1 de enero, Jornada Mundial de la Paz 2016, nos invita a hacernos corresponsables en la lucha contra todas las formas de indiferencia que hay en nuestra casa común. Nos dice, con convicción y claridad, que sólo venciendo la indiferencia vamos a conquistar la paz. Nos recuerda que Dios no es indiferente, que a Dios le importa la humanidad, que Dios no nos abandona.

Al terminar un año e iniciar otro pensemos en aportar nuestros dones para que el año 2016 sea el mejor año de la historia. Tu iniciativa y entrega significan un destello de esperanza para hacer más habitable este mundo y contrarrestar la barbarie que nos acecha de diferentes maneras. Con generosidad y espíritu de colaboración, con imaginación y audacia, podemos darle un contenido esperanzador al año que iniciamos.

El futuro que queremos está en la providencia de Dios y en nuestras manos si las llenamos de misericordia, inteligencia y audacia.

Que Dios nos bendiga y nos guarde. Que haga brillar su rostro misericordioso sobre nuestros proyectos. Que nos conceda la paz.

Un abrazo fraterno de aprecio y solidaridad en estos días de soñar en grande y de propósitos especiales. Con mis mejores deseos de abundantes bendiciones de misericordia y de paz.
†Sigifredo Noriega
Obispo de/en Zacatecas
Fuente: “Nuestra edad”

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Los cinco minutos de Dios
Enero 2
Los niños y los adultos ya vamos soñando con los Reyes Magos; los niños por los Reyes, y los adultos porque añoramos nuestra niñez.
¡Es que resulta hermoso volver a soñar con sueños de niño!
Llega un rey de barba blanca y otro de barba de trigo; llega un rey de cara negra: los tres van buscando un Niño.
Montan en tres camellos, que por curvas y caminos los llevan en sus jorobas: los tres van buscando un Niño.
Pasan ciudades con torres, donde hay chiquitos dormidos, y cruzan campos de sombras: los tres van buscando un Niño.
Vienen de palacios de oro estos tres reyes magníficos, montados en dromedarios: los tres van buscando a un Niño.
Este tiene un manto rojo y aquel un manto amarillo, un manto azul el tercero: ya lo encontraron al Niño.
Baltazar le ofrece mirra y Melchor presenta el oro; Gaspar ofrece el incienso: a los tres sonríe el Niño.
También los adultos debemos ofrecer nuestros obsequios al Señor; pero debemos hacerlo con corazón de niño. “Encontraron al niño con María, su madre, y postrándose le rindieron homenaje; luego abrieron sus cofres, y le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra” (Mt 2,11)
* P. Alfonso Milagro

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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