PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año 11 - Número 2899
~ Martes 5 de Enero de 2016
Desde la ciudad de
Córdoba (Argentina)
Alabado
sea Jesucristo…
Muchos
pobres viven en lugares particularmente afectados por fenómenos relacionados
con el calentamiento, y sus medios de subsistencia dependen fuertemente de las
reservas naturales y de los servicios ecosistémicos, como la agricultura, la
pesca y los recursos forestales. No tienen otras actividades financieras y
otros recursos que les permitan adaptarse a los impactos climáticos o hacer
frente a situaciones catastróficas, y poseen poco acceso a servicios sociales y
a protección. Por ejemplo, los cambios del clima originan migraciones de
animales y vegetales que no siempre pueden adaptarse, y esto a su vez afecta
los recursos productivos de los más pobres, quienes también se ven obligados a
migrar con gran incertidumbre por el futuro de sus vidas y de sus hijos. Es
trágico el aumento de los migrantes huyendo de la miseria empeorada por la
degradación ambiental, que no son reconocidos como refugiados en las
convenciones internacionales y llevan el peso de sus vidas abandonadas sin
protección normativa alguna. Lamentablemente, hay una general indiferencia ante
estas tragedias, que suceden ahora mismo en distintas partes del mundo. La
falta de reacciones ante estos dramas de nuestros hermanos y hermanas es un
signo de la pérdida de aquel sentido de responsabilidad por nuestros semejantes
sobre el cual se funda toda sociedad civil.
* Francisco, Laudato si’, n. 25
¡Buenos días!
Confío y no temo
“Descarguen
en el Señor todas sus inquietudes, ya que él se ocupa de ustedes”. Si lees y
meditas la Biblia, encontrarás esta exhortación y otras semejantes. Te ayudarán
a fortalecer tu confianza en Dios que te ofrece refugio “a la sombra de sus
alas mientras vienen calamidades” de cualquier clase y magnitud. “No temas,
contigo estoy. Yo te amo”, te asegura Dios.
Ya no temo, Señor, la tristeza, ya no temo,
Señor, la soledad;
porque eres, Señor, mi alegría tengo siempre
tu amistad.
Ya no temo, Señor, a la noche, ya no temo,
Señor, la oscuridad;
porque brilla tu luz en las sombras ya no hay
noche, tú eres luz.
Ya no temo, Señor, los abismos, ya no temo,
Señor, la inmensidad;
porque eres, Señor, el camino y la vida, la
verdad.
Está
alerta porque vendrán tentaciones de cobardía, desanimación y desesperanza. El
enemigo entrará en tu imaginación para levantar en el aire castillos de
dificultades insuperables. Déjale a Jesús el cuidado de todas tus cosas y verás
que todo te irá mejor. Abandónate en él y todo se resolverá con tranquilidad
según sus designios. La confianza en el Señor es la clave.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de
Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús quiso partir para
Galilea. Se encuentra con Felipe y le dice: «Sígueme». Felipe era de Bestsaida,
de la ciudad de Andrés y Pedro. Felipe se encuentra con Natanael y le dice:
«Ése del que escribió Moisés en la Ley, y también los profetas, lo hemos
encontrado: Jesús el hijo de José, el de Nazaret». Le respondió Natanael: «¿De
Nazaret puede haber cosa buena?». Le dice Felipe: «Ven y lo verás».
Vio Jesús que se acercaba Natanael y
dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño». Le
dice Natanael: «¿De qué me conoces?». Le respondió Jesús: «Antes de que Felipe
te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi». Le respondió Natanael:
«Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel». Jesús le contestó:
«¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas
mayores». Y le añadió: «En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y
a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre». (Jn
1,43-51)
Comentario
Hoy, Felipe nos da una lección cabal al
acompañar a Natanael hasta el Maestro. Actúa como el amigo que desea compartir
con otro el tesoro recién descubierto: «Ése del que escribió Moisés en la Ley,
y también los profetas, lo hemos encontrado: Jesús el hijo de José, el de
Nazaret» (Jn 1,45). Rápidamente, con ilusión, quiere compartirlo con los demás,
para que todos puedan recibir sus beneficios. El tesoro es Jesucristo. Nadie
como Él puede llenar el corazón del hombre de paz y felicidad. Si Jesús vive en
tu corazón, el deseo de compartirlo se convertirá en una necesidad. De aquí
nace el sentido del apostolado cristiano. Cuando Jesús, más tarde, nos invite a
tirar las redes nos dirá a cada uno de nosotros que debemos ser pescadores de
hombres, que son muchos los que necesitan a Dios, que el hambre de
trascendencia, de verdad, de felicidad... hay Alguien que puede colmarla por
completo: Jesucristo. «Solamente Jesucristo es para nosotros todas las cosas
(…). ¡Dichoso el hombre que espera en Él!» (San Ambrosio).
Nadie puede dar lo que no tiene o no ha
recibido. Antes de hablar del Maestro, es necesario haber hablado con Él. Sólo
si lo conocemos bien y nos hemos dejado conocer por Él, estaremos en
condiciones de presentarlo a los demás, tal como hace Felipe en el Evangelio de
hoy. Tal como han hecho tantos santos y santas a lo largo de la historia.
Tratar a Jesús, hablar con Él como un
amigo habla con su amigo, confesarlo con una fe convencida: «Rabbí, tú eres el
Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel» (Jn 1,49), recibirlo a menudo en la
Eucaristía y visitarlo con frecuencia, escuchar atentamente sus palabras de
perdón... todo ello nos ayudará a presentarlo mejor a los demás y a descubrir
la alegría interior que produce el hecho de que muchas otras personas le
conozcan y le amen.
* Rev. D. Rafel FELIPE i Freije (Girona, España)
Santoral Católico:
San Simeón
Estilita
Nace cerca del año 400 en el pueblo de
Sisan, cerca de Tarso, donde nació San Pablo. De pequeño se dedicaba a
pastorear ovejas por los campos, pero en su corazón y en su mente su deseo de
ser santo y ver al Padre en el cielo comenzó a crecer y cobrar mayor fuerza. A
los 15 años entró a un monasterio, donde se dedicó a rezar intensamente y hacer
extremas penitencias para la conversión de su alma, alejar las tentaciones y la
conversión de las almas pecadoras.
Ante la extremidad de sus penitencias,
el Abad le ordenó irse del monasterio por temor a que otros monjes también
siguieran su ejemplo. El santo fue a vivir a una caverna donde permaneció hasta
el final de sus días. En dicho lugar, fue protagonistas de las más extremas y
duras penitencias para lograr la pureza de su alma. Miles de feligreses acudían
a visitar al santo, quien predicaba elocuentemente muchos sermones y homilías;
también acudían funcionarios reales y hasta el propio emperador para pedirle
consejos muy sabios para lograr la convivencia pacífica y armoniosa en su
reino.
No comía sino una vez por semana, y la
mayor parte del día y la noche la pasaba rezando. Murió el 5 de enero del año
459. Estaba arrodillado rezando, con la cabeza inclinada, y así se quedó
muerto, como si estuviera dormido. En su sepulcro se obraron muchos milagros y
junto al sitio donde estaba su columna se construyó un gran monasterio para
monjes que deseaban hacer penitencia.
© Aciprensa
La frase de hoy
“Esta noche es muy especial pues
recordaremos la generosidad de los Reyes Magos y tendremos la oportunidad de
celebrar junto a nuestros seres queridos. Una noche como hoy hace cientos de
años atrás los Reyes pudieron ver al recién nacido Jesús, ellos pudieron sentir
que era nuestro Redentor. Entregamos un juguete a un pequeño y a cambio
recibimos una gran sonrisa. Las cosas más sencillas son las que nos hacen felices.
Dios los bendiga.”
Tema del día:
Carta a los Reyes
Magos 2016
- Dejad en este viejo mundo abundancia
de TORRENTES DE AGUA para mojar e inutilizar la pólvora que dan vida a tantas
armas y guerras fratricidas.
- Traed un poco de ALEGRIA, de esa que
se lleva dentro y no de la superficial que sonríe por fuera, a tantas personas
que caminan sin rumbo porque no han solucionado el alma que llevan dentro.
- Aportad a las mentes de los que nos
dirigen DESEOS de solucionar los problemas que en verdad nos preocupan. Que
huyan del camino fácil y estéril; de lo sectario que todo lo confunde, margina
y enfrenta.
- Sembrad en el temple individualista y
relativista la SOLIDARIDAD y la caridad con los que nos rodean. Frente a una
sociedad que pregona "tú vive" haz que seamos felices diciendo
"vivamos juntos".
- En la casa de nuestro corazón
depositad, en este Año de la Misericordia, un VENTILADOR. Para que con él
alejemos de nosotros toda riqueza que nos hace caminar de espaldas a los que,
tal vez, no poseen nada o muy poco.
- En un rincón de la azotea de nuestro
pensamiento dejad una GOMA DE BORRAR. A veces somos esclavos de ofensas
realizadas y recibidas. Nuestros hombros están mejor cuando soportan menos
cargas de odios, rechazos o venganzas.
- A nuestros ojos, que ven lo que
quieren y cuando quieren, colocadles unas GAFAS CELESTIALES. Que veamos, en los
que nos rodean, hermanos y no adversarios; ilusión y no fracaso; esperanza y no
pesimismo; a Dios y no sólo el elemento humano.
- Brindadnos a vuestro paso un poco de
AMOR A DIOS. En un entorno social que sólo valora lo que se ve y se toca
necesitamos descubrir a Aquel que, sin verlo, es lo único que queda al final de
nuestra vida. Derramad en las personas errantes y sin sentido un poco de
confianza en los misterios divinos. Nada de lo que se ve es eterno y, no todo
lo eterno, se ve a simple vista: dadnos vuestra intuición de caminantes.
- A nuestra conciencia dejadle en su
puerta un FILTRO. Sometidos al pensamiento único podemos llegar a pensar que,
lo legal, es bueno y que, lo ilegal, es lo anormal. En nombre de las leyes se
han realizado y se siguen llevando a cabo multitud de actos que atentan contra
la dignidad humana. Que ese filtro nos procure distinguir que lo bueno siempre
será noble y que, lo malo, nunca será bueno.
- A nuestras manos ofrecedles unas
TIJERAS. Que seamos capaces de cortar de nuestra vida cristiana (a veces
excesivamente cómoda e interesada) todo aquello que nos dificulta ser
cristianos de cuerpo entero. Vosotros os postrasteis ante un Dios humanado y,
nosotros, lo hacemos con excesivos "dioses" que se creen divinos.
- Finalmente, a nuestros pies, calzadles
ZAPATOS con el número que DIOS coloca en el día de nuestro Bautismo. Que no nos
falte fe en nuestras familias. Caridad en nuestros caminos. Oración en nuestras
decisiones. Comunión en nuestra convivencia. Fuerza en nuestras convicciones y
alegría en nuestra forma de ser, vivir y transmitir la fe.
* Javier Leoz
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia
Católica; por el Papa Francisco, por
el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el
triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María; por la conversión de todos los pueblos; por
la Paz en el mundo; por los cristianos
perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por
nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las
enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el
hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo;
por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por
la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación
de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones
sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por Monseñor Ricardo Urioste, Obispo de San Salvador, El Salvador,
América Central; de 90 años de edad, que sufre de un Accidente Cerebro Vascular
y está internado en Cuidados Intensivos; lo están preparando para su operación;
y por eso les pedimos orar por su pronta recuperación.
Pedimos oración por la salud del Padre Juan Bosco Estrada, un amigo de
esta página, sacerdote jesuita radicado en México. Que la Virgen Santísima lo
proteja y el Señor Jesús lo ayude a restablecerse en plenitud.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por
nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos
de Dios
Enero 5
- ¿A quién
tus ovejas conduces, pastor?
- Al Niño
divino, del cielo Señor.
- ¿En cuna
de oro le viste, quizá?
- Le vi en
un pesebre, sobre el heno está. Transido de frío, sin ropas le vi, mas el buey
y el asno le alientan allí. La Virgen María le canta y José, gozoso a sus
plantas, postrado se ve.
- ¿A
quién, mi linda estrellita, anuncia tu luz?
- Mis
rayos te llevan al Niño Jesús.
- ¿Por qué
en sus camellos los Magos se ven, cruzando desiertos? ¿Qué buscan? ¿A quién? ¿A
quién lleva incienso el rey Baltazar? ¿A quién oro y mirra Melchor y Gaspar?
- Al Niño
divino, que el astro anunció; sus rayos dijeron que en Belén nació. Los ángeles
cantan; escucha y oirás: "Gloria en las alturas y en la tierra paz"
“Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a
los hombres amados por Él” (Lc 2,14)
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el más
pequeñito de todos-
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