jueves, 14 de enero de 2016

Pequeñas Semillitas 2908

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 11 - Número 2908 ~ Jueves 14 de Enero de 2016
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Señor, pienso mucho en la necesidad de ser paciente, sabes que no es algo que sólo dependa de mi voluntad, sino que necesito de tu acción poderosa, para que mi corazón sea capaz de vivir al ritmo del tuyo y así poder ir aceptando cada situación sin drama y con la conciencia de que siempre quieres para mí lo mejor. Te suplico que bendigas a todos los que amo y a los cuales, por distintas razones, he herido con mi comportamiento impaciente. Dame la posibilidad de no volverlo a hacer y de poder pedirle perdón a cada uno de ellos. Confío en tu poder y en tu misericordia que me van transformando. Amén.
(Píldoras de Fe)

¡Buenos días!

Las estalactitas
Cuando una dificultad seria se te interpone para alcanzar tus metas, es hora de pensar si vale la pena seguir luchando; si el discernimiento es positivo, no te desanimes, puedes comenzar de nuevo, porque paso tras paso se llega a la cumbre, ladrillo tras ladrillo se edifican los palacios y hachazo tras hachazo se derriban los árboles gigantes.

La paciencia es como las estalactitas y estalagmitas de la vida: se van formando poco a poco en la oscuridad, se integran gota a gota y de manera irregular, no geométrica, requieren tiempo, y crecen por arriba y por abajo siendo al fin muy hermosas. La paciencia se parece también a un bonsái, esos arbolitos enanos: solo tiempo, fe, cuidados y mimos los hacen crecer. No se puede separar el arbolito de las ramas, ni sacarlo de su maceta, para ver si está echando raíces. Necesita la humildad del humus para desarrollarse.

En la base de los verdaderos triunfos está siempre una voluntad indomable. “Los caracteres de recio temple hallan un gozo especial en las adversidades, lo mismo que el soldado intrépido en los más duros combates”. Que el Señor te ayude a desarrollar una voluntad de acero para ver en los obstáculos un aliciente para lanzarte con más ímpetu hacia tus metas.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, vino a Jesús un leproso suplicándole y, puesto de rodillas, le dice: «Si quieres, puedes limpiarme». Compadecido de él, extendió su mano, le tocó y le dijo: «Quiero; queda limpio». Y al instante, le desapareció la lepra y quedó limpio. Le despidió al instante prohibiéndole severamente: «Mira, no digas nada a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y haz por tu purificación la ofrenda que prescribió Moisés para que les sirva de testimonio».
Pero él, así que se fue, se puso a pregonar con entusiasmo y a divulgar la noticia, de modo que ya no podía Jesús presentarse en público en ninguna ciudad, sino que se quedaba a las afueras, en lugares solitarios. Y acudían a Él de todas partes. (Mc 1,40-45)

Comentario
Hoy, en la primera lectura, leemos: «¡Ojalá oyereis la voz del Señor: ‘No queráis endurecer vuestros corazones’!» (Heb 3,7-8). Y lo repetimos insistentemente en la respuesta al Salmo 94. En esta breve cita, se contienen dos cosas: un anhelo y una advertencia. Ambas conviene no olvidarlas nunca.
Durante nuestro tiempo diario de oración deseamos y pedimos oír la voz del Señor. Pero, quizá, con demasiada frecuencia nos preocupamos de llenar ese tiempo con palabras que nosotros queremos decirle, y no dejamos tiempo para escuchar lo que el Buen Dios nos quiere comunicar. Velemos, por tanto, para tener cuidado del silencio interior que —evitando las distracciones y centrando nuestra atención— nos abre un espacio para acoger los afectos, inspiraciones... que el Señor, ciertamente, quiere suscitar en nuestros corazones.
Un riesgo, que no podemos olvidar, es el peligro de que nuestro corazón —con el paso del tiempo— se nos vaya endureciendo. A veces, los golpes de la vida nos pueden ir convirtiendo, incluso sin darnos cuenta de ello, en una persona más desconfiada, insensible, pesimista, desesperanzada... Hay que pedir al Señor que nos haga conscientes de este posible deterioro interior. La oración es ocasión para echar una mirada serena a nuestra vida y a todas las circunstancias que la rodean. Hemos de leer los diversos acontecimientos a la luz del Evangelio, para descubrir en cuáles aspectos necesitamos una auténtica conversión.
¡Ojalá que nuestra conversión la pidamos con la misma fe y confianza con que el leproso se presentó ante Jesús!: «Puesto de rodillas, le dice: ‘Si quieres, puedes limpiarme’» (Mc 1,40). Él es el único que puede hacer posible aquello que por nosotros mismos resultaría imposible. Dejemos que Dios actúe con su gracia en nosotros para que nuestro corazón sea purificado y, dócil a su acción, llegue a ser cada día más un corazón a imagen y semejanza del corazón de Jesús. Él, con confianza, nos dice: «Quiero; queda limpio» (Mc 1,41).
* Rev. D. Xavier PAGÉS i Castañer (Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Félix de Nola
Confesor de la fe
Natural de Nola, abrazó el servicio apostólico desde muy joven. Al morir su padre, Félix distribuyó su herencia entre los pobres y fue ordenado sacerdote por San Máximo, Obispo de Nola. Al iniciarse una cruel persecución contra la Iglesia, Máximo huyó al desierto para continuar al servicio de su rebaño. Al no ser encontrado por los soldados romanos, Félix, quien lo sustituía en sus deberes pastorales, fue tomado preso, azotado, cargado de cadenas y encerrado en el calabozo cuyo piso estaba lleno de vidrios.
Sin embargo, el Ángel del Señor se le apareció y le ordenó ir en ayuda de su Obispo, quien yacía medio muerto de hambre y de frío. Ante su capacidad de hacerlo volverlo en sí, el Santo acudió a la oración y al punto apareció un racimo de uvas, cuyas gotas derramó sobre los labios del maestro, el cual recuperó el conocimiento siendo conducido luego a su Iglesia. Félix permaneció escondido orando permanente por la Iglesia hasta la muerte de Decio; sin embargo, continuó siendo perseguido hasta que se estableció la paz de la Iglesia. Murió en medio de la pobreza y el servicio de los más necesitados, a pesar de que fue elegido como Obispo de Nola.
© Aciprensa   

Palabras del Papa Francisco
“Dios es misericordioso […] y tiene el respiro amplio de la paciencia y de la capacidad de soportar. Dios sabe esperar, sus tiempos no son aquellos impacientes de los hombres; es como un sabio agricultor que sabe esperar, da tiempo a la buena semilla para que crezca, a pesar de la cizaña […] Es como el padre de la parábola del Evangelio de Lucas en el que no se cierra en el resentimiento por el abandono del hijo menor, sino al contrario continua esperándole, lo ha generado, y después va a su encuentro y lo abraza, no le deja si quiera terminar su confesión”

Historias:
El corazón perfecto
Un día un hombre joven se situó en el centro de un poblado y  proclamó que él poseía el corazón más hermoso de toda la comarca.

Una gran multitud se congregó a su alrededor y todos admiraron y confirmaron que su corazón era perfecto, pues no se observaban en él ni máculas ni rasguños.  Sí, coincidieron todos que era el corazón más hermoso que hubieran visto.

Al verse admirado el joven se sintió más orgulloso aun, y con  mayor fervor aseguró poseer el corazón más hermoso de todo el vasto lugar

De pronto un anciano se acercó y dijo: "¿Por qué dices eso, si tu corazón no es ni tan aproximadamente tan hermoso como el mío?

Sorprendidos la multitud y el joven miraron el corazón del viejo y vieron que, si bien latía vigorosamente, éste estaba cubierto de cicatrices y hasta había zonas donde faltaban trozos y éstos habían  sido reemplazados por otros que no encastraban perfectamente en el lugar, pues se veían bordes y aristas irregulares en su derredor.  Es más, había lugares con huecos, donde faltaban trozos profundos.

La mirada de la gente se sobrecogió...
“¿Cómo puede él decir que su corazón es más hermoso?”

El joven contempló el corazón del anciano y al ver su  estado desgarbado, se echó a reír.
"Debes estar bromeando," dijo. "Compara tu corazón con el mío... El mío es perfecto. En cambio el tuyo es un conjunto de cicatrices y dolor."

"Es cierto," dijo el anciano, "tu corazón luce perfecto, pero yo  jamás me involucraría contigo.... Mira, cada cicatriz representa una persona a la cual entregué todo mi amor. Arranqué trozos de mi corazón para entregárselos a cada uno de aquellos que he amado. Muchos a su vez, me han obsequiado un trozo del suyo, que he colocado en el lugar que quedó abierto. Como las piezas no eran iguales, quedaron los bordes por los cuales me alegro, porque al poseerlos me recuerdan el amor que hemos compartido."

"Hubo oportunidades, en las cuales entregué un trozo de mi corazón a alguien, pero esa persona no me ofreció un poco del suyo a cambio. De ahí quedaron los huecos… Dar amor es arriesgar, pero a pesar del dolor que esas heridas me producen al haber quedado abiertas, me recuerdan que los sigo amando y alimentan la esperanza, que algún día tal vez regresen y llenen el vacío que han  dejado en mi corazón.  ¿Comprendes ahora lo que es verdaderamente hermoso?"

El joven permaneció en silencio, lágrimas corrían por sus mejillas. Se acercó al anciano, arrancó un trozo de su hermoso y  joven corazón y se lo ofreció.  El anciano lo recibió y lo colocó en su corazón, luego a su vez arrancó un trozo del suyo ya viejo y maltrecho y con él tapó la herida abierta del joven.  La pieza se amoldó, pero no a la perfección. Al no haber sido idénticos los trozos, se notaban los bordes.

El joven miró su corazón que ya no era perfecto,  pero lucía mucho más hermoso que antes, porque el amor del anciano fluía en su interior.  ¡Desde aquí puedo ver lo hermoso que es tu corazón!
* Anónimo

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración para la niña María José, de 15 años, que vive en  Bogotá, Colombia, y a quien se le ha diagnosticado una rara enfermedad digestiva llamada gastroparesia. Rogamos al Señor pose sus Santas y Venerables Manos sobre María José y con la intercesión de la Virgen María dé mucha fortaleza a sus padres, quienes se encuentran consternados por el estado de salud de su hija.

Pedimos oración por Maruca, de Córdoba, Argentina, 93 años, fractura de pelvis, para que su evolución sea buena y los estudios a realizar mañana sean favorables.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Los cinco minutos de Dios
Enero 14
¿Cuántos millones de pesos cuesta controlar una nave espacial? No tortures tu cabeza; no es mi intención que me respondas con exactitud matemática; es mi intención que respondas o, mejor aún, que te respondas a ti mismo esta otra pregunta: ¿cuántos millones de pesos cuesta el controlar a un ser humano, el que una persona se controle a sí misma?
Ser hombre no es manejar palancas o apretar botones; ser hombre es saber usar rectamente las facultades humanas, orientarlas para el bien; serás más plenamente humano, cuanto mejor orientes para el bien todas tus facultades humanas; tanto menos lo serás, cuando esas facultades estén dirigidas al mal.
Puedes decirme ya: ¿te sientes íntegro, muy íntegro, o acaso deberás confesarte humilde pero sinceramente que estás siendo cada vez menos humano?
¡Cuidado! Dios te creó para que seas bueno, plenamente humano, íntegro, y trates de llegar a ser perfecto en tu humanidad.
Deberás esforzarte por ser cristiano; pero es que no llegarás a serlo si antes no eres una persona cabal en el amplio sentido de la palabra. “¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él? ¿O el ser humano para que te ocupes de él? Lo hiciste por un poco inferior a los ángeles, y lo coronaste de gloria y esplendor” (Heb 2,6) “Que el hombre de Dios sea perfecto y esté preparado para hacer siempre el bien” (2 Tim 3,17)
* P. Alfonso Milagro

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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