PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año 11 - Número 2906
~ Martes 12 de Enero de 2016
Desde la ciudad de
Córdoba (Argentina)
Alabado
sea Jesucristo…
La
Madre Angélica (nacida el 20 de abril de 1923 en Canton, Ohio) es una religiosa
norteamericana que actualmente tiene 92 años de edad. Cuando era joven
religiosa, tuvo un grave accidente, que la dejó casi tullida para toda la vida,
perdiendo una vértebra. Ahora camina con dificultad con hierros en las piernas.
Pero ella no se amilanó y pudo superar sus limitaciones con una fe inmensa en
Jesús y en su presencia real en el Santísimo Sacramento. Actualmente, tiene
seis doctorados y muchos premios nacionales e internacionales. Fundó el
convento donde reside con la finalidad de adoración perpetua al Santísimo
Sacramento, en Birmingham, Alabama (USA). Con su fe y oración, y la de sus
religiosas, ha conseguido lo que hubiera parecido humanamente imposible: una
editorial católica con su imprenta, la mayor emisora de radio privada de onda
corta, un Instituto misionero y un canal de televisión católico por cable, que
emite vía satélite las 24 horas en distintas lenguas y llega a 170 países
(EWTN)
Para
ella, todo es un milagro de Dios por su confianza total. Ella habla de que “fue cuestión de lanzarse al vacío,
confiando solamente en Dios. Fue cosa de fiarse de Dios y dejarse llevar. Y
todo llegó poco a poco... A mí todo el mundo me decía que mi proyecto de
televisión era irrealizable, me hablaban de gastos, de equipos necesarios...
Pero la obra se realizó. Por eso, debemos ser locos de amor por Jesús y tener
la audacia de creer en Él. Él nos sigue diciendo como hace dos mil años: No
tengas miedo, solamente confía en Mí”.
¡Buenos días!
¿Se compra todo con dinero?
Jesús
señaló la seducción de las riquezas como un peligro que asecha al hombre: “No
pueden servir a Dios y al dinero”. Sin duda es un medio importante para nuestra
vida y los objetivos que nos proponemos. Pero hay que estar alerta para no
poner el corazón en las riquezas. El creyente está invitado a confiar más en la
Providencia de Dios, que vela con bondad por nosotros.
Con el dinero puedes comprar una casa, pero
no un hogar; la comida, pero no el apetito; una cama, pero no el sueño; un
libro, pero no la sabiduría; el lujo, pero no la belleza; la compañía, pero no
el amor; la diversión, pero no la alegría; un crucifijo, pero no la fe; un
magnífico ataúd, pero no un lugar en el cielo. Preocúpate primero por las cosas
de Dios. No siempre te dará todo lo que pidas, pero siempre te dará todo lo que
necesitas.
Detrás
de estas afirmaciones hay una constatación que Saint Exupery dejó en su famoso
libro: “El Principito”: “Lo esencial es invisible a los ojos”. Y lo esencial
son esos valores intangibles que el dinero por sí mismo no puede apropiarse,
como la paz del hogar, la serenidad de la conciencia, la sensatez que es
sabiduría, el amor sacrificado, la belleza del alma.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de
Dios:
Evangelio de hoy
Llegó Jesús a Cafarnaum y el sábado
entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Y quedaban asombrados de su doctrina,
porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Había
precisamente en su sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se
puso a gritar: «¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a
destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios». Jesús, entonces, le conminó
diciendo: «Cállate y sal de él». Y agitándole violentamente el espíritu
inmundo, dio un fuerte grito y salió de él.
Todos quedaron pasmados de tal manera
que se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta
con autoridad! Manda hasta a los espíritus inmundos y le obedecen». Bien pronto
su fama se extendió por todas partes, en toda la región de Galilea. (Mc
1,21-28)
Comentario
Hoy, primer martes del tiempo ordinario,
san Marcos nos presenta a Jesús enseñando en la sinagoga y, acto seguido,
comenta: «Quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien
tiene autoridad, y no como los escribas» (Mc 1,21). Esta observación inicial es
impresionante. En efecto, la razón de la admiración de los oyentes, por un
lado, no es la doctrina, sino el maestro; no aquello que se explica, sino Aquél
que lo explica; y, por otro lado, no ya el predicador visto globalmente, sino
remarcado específicamente: Jesús enseñaba «con autoridad», es decir, con poder
legítimo e irrecusable. Esta particularidad queda ulteriormente confirmada por
medio de una nítida contraposición: «No lo hacía como los escribas».
Pero, en un segundo momento, la escena
de la curación del hombre poseído por un espíritu maligno incorpora a la
motivación admirativa personal el dato doctrinal: «¿Qué es esto? ¡Una doctrina
nueva, expuesta con autoridad!» (Mc 1,27). Sin embargo, notemos que el
calificativo no es tanto de contenido como de singularidad: la doctrina es
«nueva». He aquí otra razón de contraste: Jesús comunica algo inaudito (nunca
como aquí este calificativo tiene sentido).
Añadimos una tercera advertencia. La
autoridad proviene, además, del hecho que a Jesús «hasta los espíritus inmundos
le obedecen». Nos encontramos ante una contraposición tan intensa como las dos
anteriores. A la autoridad del maestro y a la novedad de la doctrina hay que
sumar la fuerza contra los espíritus del mal.
¡Hermanos! Por la fe sabemos que esta
liturgia de la palabra nos hace contemporáneos de lo que acabamos de escuchar y
que estamos comentando. Preguntémonos con humilde agradecimiento: ¿Tengo
conciencia de que ningún otro hombre ha hablado jamás como Jesús, la Palabra de
Dios Padre? ¿Me siento rico de un mensaje que tampoco tiene parangón? ¿Me doy
cuenta de la fuerza liberadora que Jesús y su enseñanza tienen en la vida
humana y, más concretamente, en mi vida? Movidos por el Espíritu Santo, digamos
a nuestro Redentor: Jesús-vida, Jesús-doctrina, Jesús-victoria, haz que, como
le complacía decir al gran Ramon Llull, ¡vivamos en la continua “maravilla” de
Ti!
* Rev. D. Antoni ORIOL i Tataret (Vic, Barcelona,
España)
Santoral Católico:
San Arcadio de Mauritania
Mártir
Se desconoce la fecha exacta de su
martirio, pero parece que tuvo lugar en alguna ciudad de Mauritania,
probablemente en Cesarea, la capital. Las persecuciones estaban en todo su
furor y miles de cristianos eran torturados por los soldados romanos sin
esperar la sentencia del juez.
En tan terribles circunstancias, San
Arcadio se retiró a la soledad. Sin embargo, el gobernador de la ciudad al
saber que no se había presentado a los sacrificios públicos, capturó a un
pariente y lo mantuvo como rehén hasta que el prófugo se presentara. Al
saberlo, el mártir volvió a la ciudad y se entregó al juez quien lo obligó a
que se sacrificase a los dioses. Ante su negativa, el juez lo condenó a muerte,
cortando cada uno de sus miembros de manera lenta. Al encontrarse totalmente
mutilado, el mártir se dirigió a la comunidad pagana, exhortándolos a abandonar
a sus dioses falsos y a adorar al único Dios verdadero, el Señor Jesús. Los
paganos se quedaron maravillados de tanto valor y los cristianos recogieron su
cadáver y empezaron a honrarlo como a un gran santo.
© Aciprensa
Palabras del Papa
Francisco
“Queridos, padres, padrinos y madrinas,
si quieren que sus hijos sean verdaderos cristianos, ayúdenles a crecer
'inmersos' en el Espíritu Santo, es decir, en el calor del amor de Dios, en la
luz de su Palabra. Por ello, no olviden invocar a menudo al Espíritu Santo,
todos los días… Ayuden a estos niños a crecer bien, si se les da la Palabra de
Dios, el Evangelio de Jesús… hay que darlo con el ejemplo… Aquello que hace la
leche para el cuerpo, la Palabra de Dios lo hace para el Espíritu: la Palabra
de Dios hace crecer la fe… por la fe hemos sido creados por Dios”
Tema del día:
La voz de Cristo cambia los corazones
Año tras año, siglo tras siglo, hombres
y mujeres caminan. Unos nacen, otros mueren. La vida tiene un ritmo que no
puede detenerse.
Se suceden momentos de alegría y otros
de tristeza. Pero solo tienen sentido aquellos momentos y acciones en los que
se acoge el amor y se ama.
Si comprendemos esto, llegamos a captar
el misterio de la existencia humana. No parece fácil, porque frecuentemente nos
ahogan asuntos inmediatos, voces que aturden, cansancios asfixiantes y
tentaciones de dentro o de fuera.
Una mirada al horizonte puede desvelar
el misterio de la meta. Más allá de la muerte Dios nos espera. Más acá, estamos
en el tiempo de la misericordia.
Ese fue el sentido de la Encarnación del
Hijo. Vino para hacer la Voluntad del Padre, que coincidía con la salvación de
los hombres.
La voz de Cristo provocó un terremoto
espiritual en tierras de Palestina durante pocos años del primer siglo de
nuestra era. Esa voz sigue viva también hoy, resuena en millones de corazones.
¿Escuchamos lo que dice el Maestro?
¿Abrimos el corazón al don de misericordia que brota de la Cruz en el Calvario?
¿Comprendemos el milagro de la victoria definitiva sobre la muerte que se
produjo la mañana de la Pascua?
Los hechos se suceden. Noticias que alegran
o que inquietan. Preocupaciones por la familia, por los amigos, por la salud,
por el trabajo. Leyes y gobiernos que van contra los principios básicos de la
justicia y del respeto a la vida.
La voz de Jesús el Nazareno atraviesa
los siglos y llega hasta nuestro tiempo. Esa voz, acogida gracias a la fe,
cambia corazones y enciende esperanzas. Trae misericordia y sostiene a los que
trabajan por la paz, la justicia y la verdad.
El cielo está más cerca de lo que
imaginamos. En cada misa asistimos nuevamente al culmen de la Redención, nos
unimos a quien reina, triunfante, en los cielos.
"Porque
es ya hora de levantaros del sueño; que la salvación está más cerca de nosotros
que cuando abrazamos la fe. La noche está avanzada. El día se avecina. Despojémonos,
pues, de las obras de las tinieblas y revistámonos de las armas de la
luz..." (Rm 13,11 12).
* Autor: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia
Católica; por el Papa Francisco, por
el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el
triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María; por la conversión de todos los pueblos; por
la Paz en el mundo; por los cristianos
perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por
nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las
enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el
hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo;
por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por
la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación
de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones
sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por las necesidades físicas, materiales y espirituales de Inés Cary, que es de Lima, Perú, pero ahora radica en USA.
Pedimos oración para Josefina de G., de 78 años de edad, de ciudad de Guatemala. Acaba de morir su esposo y ella se cayó y se fracturó su pierna. Oramos para que Jesús sea el consuelo de su corazón y la restablezca para que le siga sirviendo con sus oraciones y amor a los demás. Ella ya llevaba 58 años de casada y eran dos viejitos que se amaban mucho y participaban en actividades de iglesia.
Pedimos oración para Josefina de G., de 78 años de edad, de ciudad de Guatemala. Acaba de morir su esposo y ella se cayó y se fracturó su pierna. Oramos para que Jesús sea el consuelo de su corazón y la restablezca para que le siga sirviendo con sus oraciones y amor a los demás. Ella ya llevaba 58 años de casada y eran dos viejitos que se amaban mucho y participaban en actividades de iglesia.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por
nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos
de Dios
Enero 12
Si no con frecuencia,
al menos de cuando en cuando te sorprendes a ti mismo después de una discusión,
de una disputa, de una pelea con los tuyos, con los que más amas en la vida, o
con los que te están rodeando a diario por motivos de trabajo, de vecindad,
etc.
Y después
del altercado, después de haberte dejado llevar por tu nerviosismo, ya sereno,
comenzaste a recordar lo pasado y viste que ellos tenían razón, y no tú. Otras
veces has visto con claridad que la razón era tuya, pero que fuiste bastante
niño y terco en la defensa de tu razón.
Consecuencia:
que en toda discusión, en todo encontronazo has salido perdiendo, que siempre
toda pelea ha resultado negativa, que nunca sirvió para esclarecer la verdad, o
para acercar los corazones, más bien los alejó, los agrió; con la razón de tu
parte o en contra tuya, quedaste bastante lejos de los tuyos, amargado con los
tuyos; ¿valía la pena entonces, el altercado?
El Espíritu Santo nos aconseja: “Hijo mío, realiza
tus obras con modestia y serás amado por los que agradan a Dios” (Eclo 3,17).
“Las palabras traen gloria y deshonor, y la lengua del hombre puede provocar su
caída” (Eclo 5,13). Será, pues, muy prudente pensar antes de hablar, pensar si
tenemos que hablar o callar y pensar cómo debemos hablar.
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el más
pequeñito de todos-
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